DISCLAIMER: NO ME PERTENCE, NUNCA SE ME HUBIERA OCURRIDO LA VERDAD.


Niijima y Takeda pasaba por el pasillo cuando escucharon la voz de Tanimoto y Kenichi, el primero lanzaba un gemido.

- Vamos Tanimoto, no se siente bien – escuchan a Kenichi decirle los chicos ya se están imaginado lo peor

- Kenichi estas siendo muy brusco mas despacio – la voz del Hermit se escucha muy baja – tus manos están muy frías – el chico dice lanzando otro gemido – no lo haces bien, déjame – su voz suena ahora molesta

- No te desesperes, se que te gusta – dice kenichi con voz muy sensual haciendo gemir de nuevo al chico

Los chicos afuera no pueden creer que Kenichi y Hermit este en tan comprometedoras platicas en la escuela, aunque también es bien sabido que si escuchas detrás de las puertas es posible que se este mal interpretando la platica no es que les hubiera pasado, bueno si últimamente todos en la federación Shimpaku habían escuchado ese tipo de platicas entre esos dos pero cada vez que abrían la puerta para sorprenderlos ellos estaban haciendo las cosas mas inocentes Por ejemplo ahora al abrir la puerta solo veían a Kenichi vendar el brazo de Tanimoto.

Solo había una persona que podía decir que no todas esas pláticas era inocentes malentendidos, Honoka, la verdad es que un día al llegar a casa escucho sus voces aun resonaba en su mente y cada vez que se acordaba no podía evitar sentirse avergonzada aunque también feliz al saber que alguien tan guapo estaba interesado en su hermano.

- Vamos Kenichi hazlo ya, estoy me… - suelta un gemido

- No seas desesperado – escucho decir a su hermano con una voz que nunca antes le había oído

Cuando se asomo a la puerta lo hizo sin hacer el menor ruido posible quería sorprenderlos pero la sorprendida fue ella al ver a su hermano desnudo sentado sobre las caderas de Tanimoto.

-Dime lo que quiero escuchar – dice Kenichi moviendo sus caderas haciendo mas fricción entre sus miembros para después besarlo con pasión

Ella cierra la puerta intentando olvidar lo que vio antes de irse escucha la voz jadeante de Tanimoto decir – Te amo.

Desde ese día cada vez que esos dos están solo en algún lugar prefiere hacerse notar antes de entrar ya sea haciendo ruido o gritando que ha llegado a casa. También se siente afortunada que solo sea ella la que sabe ese gran secreto sabe que pronto los demás se va a enterar pero siendo tan distraídos como son tal vez ni siquiera lo noten hasta que vean un de los tantos besos que los chicos se dan.

Y como lo supuso no sabían hasta que su hermano abrió la boca, el pobre Tanimoto tenia la cara totalmente roja de vergüenza y su hermano estaba tirado en el suelo a causa de los golpes de su ahora publico novio.