Ésta historia le pertenece a Tania Rengifo & los personajes a Stephanie Meyer

We are broken - Paramore

"Cause we are broken. What must we do to restore, our innocence. And all the promise we adored. Give us life again, cause we just wanna be whole..."

Bella POV:

Los gritos habían llegado a mi habitación. Intente ignorarlos colocándome mi I-pod en las orejas; las letras de Muse al máximo volumen en mis oídos no tenían mucha suerte al tratar de cubrir la pelea que tenía lugar en la sala de mi "perfecto hogar". Aunque poder escucharlos era mejor que el silencio.

El silencio solo significaba que algo muy malo había ocurrido. No sabía porque mis padres estaban peleando esa vez, ya que no era nada raro escuchar escándalos en mi casa. Solo esperaba que mi mama estuviera bien; ¡Cuantas veces la había curado cuando mi padre salía por la puerta a conseguir más alcohol! Renee. Mi pobre madre. Tan tonta y enamoradiza como para escaparse a los diecinueve años con un hombre que apenas conocía y un año después trayéndome a mí al mundo. Todo iba bien en su matrimonio, hasta que mi padre perdió su trabajo y cayó en el alcohol. Dicen que el alcohol arruina hasta al hombre mejor pintado y nunca antes el dicho había tenido tanta razón. ¿Dónde quedo el Charlie que juro amor y respeto eterno a mi madre? ¿Dónde quedo el padre que me llevaba a pescar a los tres años? Consumido en el vicio, me responde mi mente.

Los gritos cesaron, preocupada me quite los audífonos y me asome por las escaleras. Escuche un portazo y solté un suspiro. Charlie por fin se había ido. Baje para cerciorarme de que mi madre estuviera bien. La encontré llorando en el piso. Al parecer aunque nos hubiéramos mudado a Forks desde Phoenix las cosas no iban a cambiar mucho. Mi madre noto mi presencia y empezó a sollozar más fuerte. Me acerque a ella para verificar sus heridas. Tenía un labio partido y la mejilla se le estaba empezando a poner morada. Si, gente, mi padre abusaba de nosotras. Mi madre levanto su rostro.

-¡Oh, Bella!-exclamo mientras la envolvía en mis brazos-Tú te mereces algo mejor.

Esa conversación la manteníamos siempre que la encontraba llorando después de una golpiza por cortesía de mi padre. Me rogaba que huyera, que siempre estuviéramos en contacto. Pero yo tenía miedo, miedo de que si yo ya no estuviera aquí no habría nadie quien detuviera a Charlie de matar a Renee. Cuando la pelea se salía de sus manos yo hacía todo lo posible por detenerla, la mayoría de las veces acabando peor que Renee. Normalmente, como "papa" estaba en casa todo el día y mi madre salía a trabajar, para poder mantenernos en una buena situación económica. Yo llegaba del instituto y tenía que atender a mi padre, este se la pasaba insultándome hasta que la comida acallaba todas sus palabras ofensivas, después de cenar seguía con su rutina de beber y llamarme por todos los insultos habidos y por haber, cuando llegaba mi madre cambiaba de objetivo y empezaba con ella. No había día en que nos libráramos del daño que nos grababa tanto como en la piel, como en nuestras mentes. Mi madre me pedía que huyera y que empezara una nueva vida, con un hombre que me amara y respetara, que no cometiera el mismo error que ella. Yo me negaba a hacer eso, en primera porque ella no había cometido ningún error y en segunda porque no había ningún hombre así. Los hombres me habían decepcionado en todos los aspectos, desde el amoroso hasta el fraternal.

-Mama, vamos a curarte las heridas-dije con los ojos vidriosos. Lástima que no pueda curar las que hay en tu alma y corazón, pensé.

-Por favor, huye-me rogó mi madre- Isabella, sabes que eso sería lo mejor…

-No-le corte-No pienso dejarte aquí con ese monstruo-le dije a la vez que le ayudaba a subir las escaleras.

-Pero Bella…

-Nada-le ataje de nuevo-Vamos al baño por el botiquín de primeros auxilios.

La escena, vista a ojos de terceros, era lamentable, pero para mí era algo consuetudinario. Le aplicaba un ungüento a mi madre en el labio a la vez que ella trataba de cubrir con maquillaje su mejilla. Seguramente Charlie no vendría hasta altas horas de la madrugada por lo que estábamos a salvo en ese momento. Mañana Renee iniciaba su trabajo como enfermera y Charlie como Jefe de Policía. ¿Irónico, no? Supuestamente debería hacer que la justicia se cumpla. ¡Vaya justicia que hacia cumplir! Cure a mi madre y la deje en su habitación. Aun se le hacía difícil caminar desde la última vez… Cerré la puerta de su cuarto con llave, así Charlie no podría entrar y tendría que dormir en el sillón. Siempre hacia eso, no quería que la matara mientras dormía. Cerré la puerta de mi cuarto con llave también escuchando los sollozos ahogados de mi madre cuando me eche en la cama. Así era todos los días, gritos de mis padres como despertador y sollozos de mi madre como arrullo en las noches. Deje que Morfeo me llevara en sus brazos al valle de los sueños, a la mañana siguiente me levante, me duche y me vestí con un polo negro, unos Jean y unas Converse de calaveras. Siempre me vestía de negro, por lo cual mis compañeros me creían emo, y se alejaban de mí. No me importaba, así no tendría que explicarle a nadie el porqué de mis moretones y mi aversión a los hombres. Me maquille los moretones, me puse delineador negro y me aplique un poco de sombra. Nada muy intimidante, lo suficiente como para pasar desapercibida. Salí de mi cuarto, notando que ya mis padres se habían ido. Mi mama trabajaba hasta bien entrada la tarde y mi padre hasta la medianoche, estábamos a salvo excepto los fines de semana. Salí de mi casa con camino al instituto, no sé porque se me hacía que este día iba a ser diferente a los demás.

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Hola chicos, mi nombre es Lily, & publicaré esta historia perteneciente a mi amiga Tania (Missing Ending) ya que por razones personales no podrá continuar la historia, así que a partir del capítulo 14, serán ideas mías. Por ahora, me comprometo a ir publicando de uno en uno estos capítulos. Espero que sea de su agrado, ya que en lo personal esta historia me cautivó. Tequeremos Tania3'

Att: JustGleek.98