¿Qué persona en su sano o no tan sano juicio, no habrá sufrido por amor? Bueno, pues muchas cosas nos pasan por la cabeza cuando estamos así, en ese estado de cegamiento e ilusión, el enamoramiento. Y Shikamaru Nara, ese prodigio de ninja de Konoha, digno de esa chaqueta que lo identificaba, no fue la excepción.

Sí, y así se trama la historia, de esta tierna y apocaliptica pareja.

"Dime amor, que nos pasa, que tengo miedo de la muerte de nuestras nupcias"

Era un día como cualquier otro para esta pareja… Temari Y Shikamaru. Tenían ya su tiempo juntos, se conocían el uno al otro. Más que novios, eran amigos, confidentes, amantes, la medicina para el otro. Más unidos que nada, se entregaban con todo el alma y corazón el amor que se tenían. Era un día como cualquier otro, claro, sin esperar la vuelta de 180° que les fuera a dar el destino.

-Amor, ¿te sientes bien hoy? Es que te noto distante y con la mira perdida

-Todo esta bien princesa, tan sólo que me agobia el trabajo

-¿Estas seguro?

-Sí- le respondía Shikamaru, viéndola a los grandes ojos, a esa la Kunoichi, su amor –Tan sólo sigamos cenando que esta muy buena la comida

Pasaban las horas, el ambiente se hacia frió; increíblemente frío, e irónicamente frío también, estando los dos juntos entre sábanas a más de 30 grados en ese pequeño cuarto.

-¿Me va a salir con una sorpresa, Shikamaru?

-Amor, ¿qué dices?

-Lo conozco…

-¿Y…?

-Dígame que pasa…

-Mujer, no pasa nada. Te digo de nuevo que me tienen con montones de misiones encima- Le decía buscando las manos por tomarle- Mira que tu sabes que lo único que me hace feliz es estar junto a ti, pero -Encuentra la mano derecha y la toma fuertemente- estoy un poco preocupado y a la vez estresado. No pasa nada…

-¿Seguro?-Preguntaba ella, reiterando la palabra de hace unas horas

-Si

Amanecia. 6:30 a.m. Temari preparaba el desayuno, y se mordía la lengua. Le quería decir pero tenia miedo a la respuesta.

-Amor, dime…

-Qué te digo…

-¿Me…-Y suspiraba, con la respiración alterada, mucha adrenalina en su sangre- ¿…Me estas siendo infiel?

Shikamaru abrió los ojos, exaltado, y con miles de cosas en la cabeza, exclamó: -¿¡Qué dices?! De donde sacas esas teorías, mujer; creo que tenés mucha imaginación

-¡Mierda! No lo tomes como broma que voy encerio. ¿¡Me eres infiel?!

-¿Y ahora que vendrá? Talvez, que te quieres separar de mi (?) Sabes que no puede ser así. Te amo princesa, y jamás te traicionaría

-Dilo que sea creíble

-Parte de amar es confiar

-No estoy desconfiando de ti

-Entonces no hagas esas preguntas estúpidas

-Uyy, perdón. Crei que cometer errores y tener dudas era de humanos, ¿no?

-Sí, pero no es excusa para venir a preguntarme de tales acusaciones falsas

-Me preocupas

-Y a mi me preocupa que tengas esas ideas metidas en la cabeza

-Dime la verdad

-Nunca te mentiría

-Júramelo

-¿Por qué tanta desconfianza?

-¿Por qué tanto nerviosismo? ¿Es que se te va a salir alguna historia de un desliz tuyo con la asquerosa Yamanaka?

-Hasta luego Temari

-¿Adonde vas?

-En donde no te pueda escuchar: El trabajo

Y salió de un portazo. Ella se quedo perpleja y solo pensó "Dios, que estupida he sido…"