Saint Seiya y todos sus personajes son propiedad del sensei Masami Kurumada.
Este fic es un homenaje a los personajes que llenaron de emoción mis ratos frente al televisor.
Seiya, Shun, Hyoga, Shiryu e Ikki
¡Arriba caballeros de bronce!
¡Que sus cosmos ardan al infinito!
¡Larga vida a los caballeros de Atena!
¡SantaManiaCaballeresca!
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AYA ENTRE ÁNGELES Y CABALLEROS
Capítulo 1: En la escuela
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Calor
Podía ver las hermosas llanuras de Siberia, todas cubiertas de nieve, Los paisajes fríos, helados y congelados. Con nieve, mucha nieve, montañas de nieve. Con un viento que cala hasta los huesos. Y la nieve, como se abstraía en la nieve. Nieve y más nieve. Recuerda con alegría todas las veces que paso a la intemperie para soportar el frío. Paso cientos de horas bajo las nevadas, soportando el viento helado, estando semienterrado en la nieve, fría, total y absolutamente fría. Endemoniadamente fría, tan fría, tan fría, tan fría…
Un golpe en el respaldo de la butaca lo hace volver al la realidad. Sus ojos adormilados se topan con los regañones de Shiryu. Lo había vuelto hacer. Había liberado un poco de aire frío para refrescarse. El problema radicaba en que los alumnos sentados a su alrededor de repente y de manera extraña sentían un escalofrió que los ponía a temblar a causa del fresco.
Aun adormilado Hyoga se recarga en la paleta. El verano Japonés es muy caluroso, y este pasara a la historia como uno de los que rompen record. Maldito calentamiento global.
Los 5 jóvenes que anteriormente lucharon para proteger a la humanidad de dioses malévolos ahora están experimentando la vida de adolescentes normales. Ordenes expresas de Saori. Ya habían luchado bastante. Sus cortas vidas habían transcurrido entre los entrenamientos, donde siempre estuvieron al borde de la muerte. Luego entre las guerras santas y los hospitales.
Ya era justo que tuvieran una vida sin preocupaciones, era tiempo de que llenaran sus mentes con recuerdos felices. Por eso los obligo a volver a la escuela. Y estaba muy al pendiente de eso. De otro modo a la primera distracción los caballeros correrían lejos de este lugar.
Y era por eso que Hyoga se encontraba en este sitio infernal. El calor lo adormilaba y la voz del maestro lo arrullaba. Cerró sus ojos, dejó de seguir la clase. Su mente viajó a su paraíso helado y nuevamente se recreó en los hielos eternos, en el recuerdo del frío de ese lugar. Tan frío, tan frío, pero tan …
Otro golpe al respaldo de la butaca y el rubio despierta.
-Y bien Hyoga-kun ¿tienes la respuesta? –dijo el profesor
-Pregunta 37- susurró Shiryu a su espalda.
Hyoga se puso de pie y se puso a buscar la dichosa pregunta. Ayer termino todo el cuestionario. Ayer hacia tanto calor. Tanto como hoy. Un calor tan insoportable. Un calor que no lo deja pensar.
Pregunta 37. Como es que han avanzado tanto, sólo presto atención hasta la pregunta 9. Después de esa todo lo demás se la ha pasado adormilado. Cuando por fin la encuentra se pone a leer la respuesta. Y estaba por terminar cuando la carcajada de Ikki lo distrae. Observa a su amigo y luego alrededor, todo mundo lo ve asombrado. Shiryu se lleva una mano a los ojos. Esta tratando de no reírse también.
-(^o^) El calor sí que te afecta Hyoga- le dice el peliazul
Intentaba entender que fue lo que paso cuando mira su cuaderno. Allí estaba la respuesta. Lo había escrito y por lo tanto leído en ruso. Ayer con el calor en algún momento divagó y comenzó a escribir en su lengua materna.
-Hyoga-kun
-Sí, ya se, al pasillo y traduce ese cuestionario.
-Me leíste el pensamiento. Ikki-kun ya que contamos con el milagro de su presencia y estás de buen humor puede continuar con la pregunta.
Hyoga abandona el salón y se sienta en el piso a traducir el cuestionario. A través de la ventana observa el cielo sin nubes. Maldito calentamiento global. Sí que hace calor. Baja la mirada para volver a sus apuntes cuando de reojo le parece ver algo.
Se siente extraño como si fuera observado. Contempla fijamente la ventana. No hay nada.
-Hyoga-kun.- Dice el profesor, parado en la puerta.- No creas que no te estoy vigilando.
-¿Eh?- Eleva la vista y se topa con el maestro. No había notado su presencia.
-No te saque para que duermas más cómodamente.
-Sí profesor.
El maestro lo deja para seguir con la clase, mientras Hyoga suelta otro bostezo. El calor lo tiene muy atontado. Eso debió ser.
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Como cuando éramos niños.
La hora del receso ha llegado e Ikki y Shiryu asombrados observan dormir a Hyoga y es que el caballero se ha recargado en el respaldo de la butaca, de lado, a punto de caer, con la cara hacia el techo y con la boca bien abierta, roncando sonoramente debido a la mala postura.
-(^v^) Sempais ya estamos aquí.- Shiryu e Ikki se encogieron al oír la voz de Seiya. No les gustaba que los llamara sempais, los hacia sentirse raros.
No pudieron quedar en la misma clase, por poco Ikki queda en otro grado pero Saori sabia que si no quedaba con alguien, el joven peliazul jamás se presentaría en el colegio.
- (OoO) ¡Válgame dios!- exclamo Shun al ver dormir a Hyoga.
-Ya estamos otra vez en esta época.-dijo Seiya muy divertido por observar a su amigo.
-Sí, la época en la que los cisnes hibernan.- continuo Shiryu
Shun inmediatamente tomó el saco del uniforme de Hyoga y lo dobló para hacer una almohada. Con mucho cuidado acomodo al rubio haciéndolo recargarse en la paleta. Tenia que acomodarlo antes de que a Seiya se le ocurriera hacerle una travesura. Miró al castaño por un instante y vio la decepción en sus ojos.
-Te conozco.- le dijo el peliverde.
-¿Me crees capaz de aprovecharme de esta situación?
-Sí.- respondieron los tres.
-Demonios, no puedo hacerle travesuras cuando Shun esta aquí. Shiryu me secunda e Ikki sólo se ríe, pero tú Shun te me adelantas a toda idea y me bloqueas.
Shun no dijo nada, tras acomodar a Hyoga se sentó para conversar con los demás.
Después de los comentarios del desatino de Hyoga al leer en ruso y las consecuentes risas, Seiya comenzó hablar acerca de un proyecto de clase, tenían que exponer, sólo era hablar de cualquier tema, pero quería algo sencillo que no le ameritara pasar horas en la biblioteca. Desgraciadamente el tema de mitos y leyendas alguien se los había ganado, así que Shun y él, que estaban en equipo deseaban oír sugerencias.
Shun se levantó iba a comprar la comida en la cafetería, Ikki se levantó también para acompañarlo. Pero antes de irse el peliverde miró seriamente a Seiya.
-No le hagas nada. Hyoga se siente mal por el calor que hace.
-Vale, me portare bien.
Ambos hermanos se marcharon. Por su parte Seiya y Shiryu charlaban. Hace un año se encontraban en el hospital recuperándose de las incontables heridas recibidas en batalla. Jamás se imaginaron estar en la escuela, que la preocupación de mantener el mundo a salvo fuera reemplazada por el estrés de los exámenes, las tareas y demás cosas que le roban el sueño a los jóvenes normales.
De pronto Hyoga se despierta, un calido viento que entró por la ventana llamó su atención.
-Va a llover…cuando salgamos de clases va a estar lloviendo.- Y diciendo eso volvió a caer en brazos de Morfeo.
-El pronostico del clima llego hasta ustedes por Hyoga-sempai recuerden que tiene un cero por ciento de margen de error.- bromeo Seiya
-¡Ay no Hyoga!- Dijo Shiryu molesto.- Como se te ocurre darte cuenta hasta ahora, no traemos paraguas.
Tomó a Hyoga del cuello de la camisa y empezó a sacudirlo para despertarlo.
-A ver ¿Cómo vamos a regresar a casa si llueve?
-¿Qué hacen?- Los interrogó una chica pelirroja, compañera de Seiya y Shun
-Aya. ¿Qué haces aquí? – dijo el castaño.
-Soy tu compañera de equipo. Burro. Y ¿como está eso que va a llover si ni nubes hay?
Mientras, Shun camina siguiendo a su hermano. Ikki aun conserva ese aire solitario alrededor de él. Cuando eran niños también lo tenia. Se les ha hecho difícil integrarse a la escuela, pero todos a excepción de Ikki, de cuando en cuando, conversaban con alguien.
Shun tomó el montón de comida que compraron y se encaminaron de regreso al salón. De pronto empezó a sentir algo en el ojo. Como tenia las manos ocupadas no podía hacer nada, sin mediar palabra Ikki se dio cuenta.
-¿Qué pasa?
-Me entro algo en el ojo.
Con suavidad Ikki tomó entre sus manos el rostro de su pequeño hermano.
-Es una pestaña. Espera. Listo.
-Arigatou nii-san
Igual que cuando niños Ikki imponía respeto, pero la calidez de su corazón hacia que las personas se sintieran seguras y cómodas con su presencia.
Continuaron con su camino de regreso, pasaron junto a un montón de chicos que vendían fotografías de la nueva heroína local "La ángel vengador" Una chica que usa un par de alas de papel y que anda causando conmoción con sus actos heroicos. Ikki se paso de largo, Shun se detuvo un poco para ver. En su mayoría se trataban de imágenes borrosas.
Cuando volvieron Shun se enfado por que Shiryu todavía estaba sacudiendo a Hyoga. Dejó las cosas que traía en una silla y de inmediato comenzó a regañarlos.
-Es el colmo. No me puedo ir porque de inmediato empiezan a molestarlo. –Dijo mientras liberaba al rubio y lo volvía a recostar en la butaca. Hyoga ni cuenta se dio porque estaba en séptimo sueño.
-Conste que yo no fui.
-Toda la culpa la tiene él. Mira que venir a decirme que va a llover.
-¿Qué?
-De repente se despertó y dijo, a la hora de la salida va a estar lloviendo
-Debiste darte cuenta antes.- Decía Shun a Hyoga dando un sape al aire fingiendo que se lo daba al rubio.- No traemos paraguas. Ni tenemos dinero para el transporte.
-No es posible que le crean, no hay nubes en el cielo.- Replica Aya
-Cuando Hyoga dice que va a llover, llueve.
-¿Cómo le hace para saberlo?
Shiryu no sabia que decir, no podía explicarle que pertenecía a una orden de guerreros que eran conocidos como magos del agua y el aire. Que su técnica de batalla se basaba en el control de las temperaturas frías, que cualquier rastro de humedad en el ambiente era recibida como ventaja y que por lo tanto aprendió a leerlo con sólo sentirlo. Además ya eran considerados bastante extraños como para que todavía Hyoga se convirtiera en guru del clima. Y se arrepintió de haber hecho tal escándalo por la lluvia.
-Se llama instinto siberiano.- Comenzó a explicar Ikki.- Como notaras Hyoga no es totalmente japonés. Es mitad ruso y creció en Siberia.
-(OoO) Huy allí hace mucho frío.
-Aja. Pues allí leer el clima es de vital importancia, la gente aprende desde chicos este arte y hasta lo logran con hora exacta. Porque si no regresan a sus hogares antes de la nevada corren el riesgo de morir congelados.
-o o o o o h.- Dijo Aya con cara de marcianito de Toy Story
-Ahora guarda este secreto por que es muy molesto que anden preguntando a cada rato si va a llover.
-Sip
Los tres muchachos vieron a Ikki con sorpresa por el cuento que le había contado a Aya. Y no por la gran mentirota que se acababa de echar si no por que era raro. Primero porque le estaba dirigiendo la palabra a alguien a parte de ellos. Segundo por el tono con que había hablado, tan calmado y sabio. No lo habían oído así desde niños. Cuando Shun no teniendo a nadie más a quien preguntar, cuestionaba a su hermano con las clásicas preguntas que hacen los peques y que Ikki, por ser también pequeño no sabia a ciencia cierta como o el por qué de las cosas y se echaba esas historias sacadas de la manga.
-Bueno ya me voy, pero ustedes y yo tenemos que hablar.- dijo a Seiya y Shun
-Yes boss
Los jóvenes caballeros se disponen a merendar. Con mucho trabajo Shun despertó a Hyoga lo suficiente para medio comer.
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Travesuras bajo la lluvia
-(TTvTT) Está fría, está fría. La lluvia es fría.
Las lagrimas ruedan por las mejillas de Hyoga, quien se encuentra casi a medio patio bañándose con la lluvia. Bajo techo se hallan Ikki y Shiryu. Tal y como el rubio había pronosticado 15 minutos antes de que terminaran las clases comenzó a llover.
-Pareces un loco parado ahí.- Lo regaña Shiryu
Hyoga lo ignoró. Seguía festejando que la lluvia refrescaba el ambiente.
Los jóvenes esperan a Seiya y Shun, para volver. Pero Shiryu está molesto por tener que regresar a pie y bajo la lluvia.
-Temes deshacerte con el agua como bruja malvada, bueno, brujo en tu caso. –Decía Hyoga quien ya había empezado a saltar en los charcos.
-Me molesta la sensación de zapatos mojados y el cabello pegado a la cara.
Acababa de decir eso cuando el rubio dio un salto sobre un gran charco que se encuentra frente al dragón empapándolo todo. Y de inmediato corrió para poner distancia de por medio. Por su parte Ikki se sonrió por esta inocente travesura.
-Ahora sí no te salvas.
He iba a ir por el cisne cuando un Pegaso en estampida pasa a lado de él y salta en el charco mojándolo de nuevo. En menos de un segundo se esconde tras el rubio. Y la carcajada de Ikki se oyó por la nueva mojada que se llevo el Dragón.
-¡Hyoga, sálvame de esa loca!- Dice Seiya escondiéndose tras el rubio.
El joven del tatuaje todavía no entendía que sucedía cuando una pelirroja paso y saltó sobre el charco, bañándolo nuevamente. Sólo que la joven por ir en tacones altos no pudo aterrizar bien y cayó en medio de lo que había sido un charco muy hondo y que ahora su contenido encuentra sobre el pobre Dragón.
-¿Estas bien?- Le pregunta Shiryu a la joven.
-¿Qué le hiciste Seiya? – lo interrogó Hyoga
-Nada fue Shun quien empezó.
Shun se les unió. –Lo siento mucho Aya.- Decía
-¿Pero que paso?
-Es que en los lockers tire a Aya sin querer. Por andar jugando con Seiya no la vi y la atropelle. –Explicaba Shun
-Y la falda se le levanto y mostró todo el calzón de Hello Kitty- Agregó Seiya. Y todos la vieron.
-Al menos Shun tuvo la decencia de voltear a otro lado mientras me pedía perdón. Y todos trataron de no reírse salvo tú maldito.- Le gritaba Aya a Seiya.- me viste y te reíste pervertido.
-Desde donde estaba no te pude ver.
-Pero bien que sabes que son de Hello Kitty.
-Porque alguien dijo Hello Kitty. Así que lo saque por deducción.
Aya está fastidiada, y apenada de que todos los presentes supieran de su ropa interior.- Bueno 5 caballeros y ni uno se ofrece a ayudar a levantarme.
-Lo siento.-Dijo Hyoga.- Pero no creo que te puedas parar. Si quieres te cargo a la enfermería.
-Habrá que llamar a tu casa para que vengan por ti. –Le decía Shiryu.
-No hay nadie en mi casa hasta la noche y no quiero ir a la enfermería.- Dijo tratándose de levantarse mientras Hyoga la ayudaba.
-No vas a poder apoyar ese pie. Eso te paso por saltar con tacones de aguja.- Le decía el rubio.
Aya se dio cuenta que tenia razón, a menos que regresara saltando sobre un pie no iba poder llegar a casa. Eso si no se vuelve a caer por saltar con esos tacones.
-A ver. Súbete a mi espalda.- Le decía Ikki.- Shun y yo te llevaremos a casa.
-Bueno.- Dijo sonrojada. No se iba a hacer del rogar.
Ikki llevaba a Aya y Shun las cosas. Salieron todos juntos y se separaron en una esquina.
-Que cosas pasan en esta vida.- Decía a Seiya mientras los veia alejarse.
-Sí. Perfectas. El defensor de los rubios ya se fue.- Decía el dragón.
Seiya comenzó a reír sin Shun, Shiryu podía consumar su venganza sin problemas. Pero era una lastima porque, como dice el propio dragón, los cisnes vuelan muy rápido cuando sienten la proximidad del peligro. Y es que el rubio había aprovechado la despedida para poner pies en polvorosa.
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La cólera del dragón
-Suéltame
Shiryu tenia al cisne contra el piso. Literalmente se había sentado en su espalda. Y con ambas manos revolvía el cabello del rubio con fuerza.
-Ya, me duele la cabeza
-Pues para que lo pienses dos veces antes de hacerme una de tus travesuras.
-Seiya también te mojó y no le haces nada.
-Sí, pero lo de Seiya y Aya fue accidente. Tú en cambio lo hiciste con alevosía y ventaja.
Seiya se está divirtiendo viendo el espectáculo. Habían regresado a la mansión y tras quitarse la ropa mojada en un descuido de Hyoga, el dragón le pescó.
Shiryu cerro los puños y empezó a frotarle las sienes.
-Ya para.
Desgraciadamente Shun e Ikki regresaron de dejar a Aya. Se habían encontrado con Saori. Para fortuna del rubio porque así regresaron en carro y volvieron pronto. Y al ver como maltrataban otra vez al cisne Shun se enfadó de nuevo.
-Shiryu, es el colmo, siempre tienes que estar de abusivo con Hyoga.
-Shun sálvame.
-Es él, el que empieza.
-Jamás he visto que Hyoga te haga algo.
Ante estas palabras Shiryu soltó la cabeza de Hyoga, quien aprovecho para sobarse después de tanta tortura.
-Hyoga es buen niño.- Dijo Seiya
-Es verdad.- continuo Saori.- Yo nunca veo que el te haga algo, en cambio siempre eres tú el que lo pellizca, lo patea, le jala el pelo, le aplica llaves de lucha. Eres el que le tengo que quitar de encima. Eso es de esperarse de Seiya pero no de ti.
Shiryu se sintió acorralado pero vio a Ikki.
-Espera, ahora sí tengo un testigo, Ikki tu viste que me hizo en la escuela.
-¿Ver que?
-Lo del charco.
-Ah sí, Saori-san figúrate que Hyoga se puso a jugar bajo la lluvia y este torpe.- dijo señalando con la mirada a Shiryu- se le ocurre pararse junto a un charco bien profundo, y Seiya que venia huyendo de una chica.
-¿De una chica?
-Ya sabes como es, le hizo una maldad. El punto es que salto sobre el charco y que empapa a Shiryu. Y no habiendo aprendido la lección, se quedo ahí paradote sólo para que la niña que iba persiguiendo a Seiya saltara también y lo salpicara de nuevo.
-Y eso que tiene que ver con Hyoga
-Nada como Hyoga era feliz bajo la lluvia le agarro coraje.
Shiryu iba a decir que las cosas no pasaron así cuando Saori se le adelanto.
-Dos veces, y no se te ocurrió quitarte de ahí. Tres hubieran sido ridículo y humillante.-Dijo Saori conteniendo la risa.- Primero si Hyoga es feliz bajo la lluvia no tienes porque enfadarte y segundo como se te ocurrió pararte a lado del charco, con estos hermanos que tienes era como si se los pidieras a gritos. Si no puedes dormir por que despiertas con el cabello lleno de trenzas.
-Ya me rindo, no tengo nada que decir en mi defensa. -Le dio un sape al rubio antes de quitársele de encima. –De todos modos ya me cobre.
Hyoga todo destartalado se levanta. -gracias Saori-san.
-Mira nada más como te dejó.- La joven comenzó a acomodarle el cabello.
Shiryu volteo a verlo por última vez y Hyoga le enseño la lengua.
-Ves, es él, el que empieza.
Saori tomó con ambas manos la cabeza del rubio y lo llevó a su regazo.
-A ver ¿Qué te hizo ahora según tú?
-Hyoga es un niño muy bueno.- Dijo Seiya
-El nunca te haría algo malo.-Agrego Ikki
Shiryu se marcha, así Hyoga lo hiciera descaradamente frente a todos, Saori y los demás dirían que no hace nada. Y en cuanto sale de la habitación los jóvenes comienzan a reír.
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Un ángel caído
(Borrador de la saga de Azul)
La luna brillaba con intensidad esa noche. Hyoga caminaba por los bosques que rodean la mansión Kido. Como los días han sido muy calurosos se la pasa dormido casi todo el tiempo. Por eso sale en las noches a entrenar, a gastar energías, a caminar como lo hace ahora.
Está bastante lejos de casa, cuando escucha una tenue voz que canta. Se le hizo raro que a esas horas y en ese lugar hubiera gente, así que lleno de curiosidad se acercó.
Recostada en un árbol se encontraba la joven que cantaba. Hyoga se asombro, la chica resplandecía en un extraño tono azulino, un par de pequeñas alas nacen de su espalda y viste una armadura toda rota. De hecho la joven se encuentra seriamente lastimada. La sangre azul brotaba por sus heridas.
Hyoga lentamente se acerco.
-¿Necesitas ayuda?
Que pregunta mas estúpida, reflexionó el caballero. Era obvio, está en tan mal estado que por eso se quedo tirada allí.
Aquel extraño ser al escucharlo se asusto. No se había percatado de su presencia.
Al aproximarse Hyoga pudo observarla mejor, su cabello es corto hasta los hombros y cae revuelto también azul, de hecho, toda ella era una gama de color azul salvo sus pupilas las cuales eran de un intenso rojo sangre.
-No te me acerques.- dijo débilmente pero firme. De hecho un aura oscura comenzó a rodearla.
Aquello era completamente diferente a lo que había sentido con anterioridad y por lo mismo, no sabia si llamar a aquella aura cosmos. La energía tomó una forma curiosa, al principio le pareció ver un dragón, mas después se erizo sin forma.
El caballero no retrocedió, si no que al contrario avanzo lentamente. Aunque la energía a simple vista se podía decir que hostil, al rubio no lo engaño. Los ojos de la muchacha lo veían con furia, la misma furia de un animalito asustado que sabiéndose herido, mostraba las uñas en un intento de alejar a cualquier posible atacante.
Al verlo ella se levantó lo más rápido que pudo, cosa que no debió haber hecho, no pudo reprimir la mueca de dolor, se llevo una mano al pecho, la cantidad de sangre y los problemas que tenia para respirar le indicaron al caballero la gravedad de la herida. Comenzó a toser sangre y se tambaleo. Hyoga reacciona y con cuidado la sujeta para que no caiga.
Ella se asusto, pero luego lo miró a los ojos. Las orbes azules del caballero le llaman mucho la atención. Se le hizo raro pues durante el día se los había topado.
-¿Por qué será que algunos humanos son tan bonitos?- Dice ella. Ahora lo recuerda, fue en la ventana de la escuela Hakuo. Le llamo la atención por que le pareció que podía verla.
-Necesitas ir a un hospital.
-Yo que tú no me preocuparía por mí.
Y diciendo eso tomó con sus manos el rostro del caballero y lo besó para después convertirse en una intensa luz azul.
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Hechizado
-Apúrense, por una vez en la vida quisiera llegar a tiempo a la escuela.- Decía Shun
Estaba terminando de desayunar. Como de costumbre Seiya, Ikki y él estaban a tiempo pero Shiryu y el rubio todavía no lo están. Shun subió a apresurarlos. Si no esta sobre de ellos no se levantan.
Shiryu se está abotonando la camisa. Por lo que Shun ya no lo reprendió. No tenia caso, aunque el pelilargo se levanta y se alista; lo hace por inercia, a su cerebro le faltan treinta minutos más para despertar completamente.
Así que se dirigió al cuarto del ruso y se molesto por encontrarlo profundamente dormido.
-Hyoga.- dijo sacando el uniforme del closet. – Es el colmo hasta Shiryu ya se alisto.
Pero Hyoga sigue tan dormido que no lo ha escuchado.
-Ya despiértate.
Aun nada
Shun se sentó en la cama y empezó a sacudirlo.- Hyoga esto ya no es gracioso.
La angustia se empezó a apoderar de Andrómeda. Cierto es que el rubio tiene el sueño bastante pesado pero esto no es normal. Tras varios esfuerzos infructuosos el muchacho desistió y salio corriendo por ayuda.
-¡Nii-san Hyoga no despierta!
Para cuando el Fénix llego al cuarto se encontró con Shiryu que ya le está tomando el pulso.
-¿Qué le pasa?- Lo interroga el peliazul.
-No se que tiene, respira sin problemas, su pulso es normal, pero por más que lo llamó no reacciona.
-¿Esta inconsciente?
-No, yo diría que esta dormido.
-Voy a pedir una ambulancia. –Dijo Seiya.
-No. Llama al Doctor Kisaragui y dile que vamos para allá. Shun tu ve por Tatsumi y dile que prepare el auto. - Dijo Ikki al tiempo que toma en brazos a Hyoga.
Los más jóvenes obedecieron, mientras que los mayores se alistaban para salir corriendo al hospital.
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Notas de la autora
Este es un conjunto de historias cortas que tenia almacenadas y que uní pa ver que salía.
Jo-jo-jo.
Aya es un personaje de la Saga de Ra escrita por Osiris Montage. Y que se me ocurrió ponerla ¡Gracias por incluirme en tu historia!
La parte de la cólera del dragón me inspire en Kyo y Momiji (se escribe así?) de Fruits básquet así que pueden imaginarse a Hyoga como a Momiji. También me nació de unas parodias hechas por Kurumada (creo) tituladas Saint Seiya SD los que han leído el manga habrán notado que el dragón es un poquito mandón. En las parodias se nota más. Le desespera las burradas de sus hermanos y es reabusivo con Hyoga y cuando no le pega, lo tranza por que es medio bruto. Perdón bruto y medio.
Como puse la segunda Historia es uno de los borradores de Azul.
Hace muchos años, cuando empecé a escribir fic ella fue un personaje que cree para que se relacionara con todos los personajes que me gustaban. Es decir tenia la personalidad a fin del personaje en turno en mi corazón y se relacionaba con este de algún modo (amorosamente sólo con Hyoga). Era mi hobby escribirle patoaventuras mezclándola con mis series favoritas. Era hija del tercer alumno del maestro Happosai (Ranma) ahijada de Heidern (KOF). Luchadora de la justicia como Sailor Moon. Exorcizaba fantasmas como Mikami. Enfrentaba extraterrestres a lado de los Metal Slug. Todo dependía de la historia que tuviera en la cabeza. Y un día se me ocurrió normalizarla, Ponerle una personalidad y pasado propios. De ahí que tenga varias historias en donde intento explicar su origen. Aunque la saga Azul que ya se esta publicando es la mejor y la oficial.
