Candy estaba con una mirada entre aburrimiento como de pereza, esto era debido a que estaba haciendo un horrible calor de los mil demonios ya que estaban en verano, ni siquiera en acotarse sus vestimentas para refrescarse era suficiente para retener ese infernal clima.
-Recientemente hemos sufrido por el calor del verano- Decía Annie la cual trataba ahora de usar un paraguas rojo, era ridículo que algo así se usara en pleno infierno veraniego pero debido a la inclemencia del clima se tenía que buscar las formas para al menos tener aunque sea un poco de aire
-Me estoy derritiendo…- Se lamentaba la rubia pecosa, en verdad usar su camiseta negra sin mangas y un short corto no era una buena idea aunque no se esperaba que el clima fuese un elemento bastante inclemente como cruel
-Te entiendo, eso es porque la temporada de lluvias ha terminado
-Muy cierto- La pecosa decidió tomarse un trago de agua pero aunque el liquido fuese bastante frío o grande no era nada para librarse de ese inmisericorde verano aunque por otro lado le entró algo de curiosidad
-Annie y hablando de clima… Ahora que la temporada de lluvias ha terminado, ¿No es triste?
La joven a pesar de estar protegida como segura de que el nada misericordioso calor no la afectara tanto se detuvo en seco mientras veía a lo lejos una especie de piscina comunitaria donde habían niños como adultos divirtiéndose en grandes con sus infladores como sus balones inflables
-Ahora que lo dices es verdad, en verdad lo es
Candy también se paró en seco mientras veía sobretodo el agua y aparte los niños ya que solía ser de buen trato con ellos como en ganarse su aprecio y cariño, era una buena idea intentar jugar con ellos (Agradezcan a que no es una pedófila, ni lolicón y ni shotacón)
-Es algo inesperado- Sonrió- Porqué pensé que a Annie le gustaban los días soleados hace un tiempo atrás pero eso es nuevo
-Sí tienes razón- La pelinegra sonrió al ritmo de su amiga- Me gustan los días soleados pero…
-¿Pero qué qué?- La pelinegra en menos de nada le dio de manera humilde y generosa su paraguas hacia la rubia la cual quedó anonadada y aparte recibió un beso en la mejilla que le hizo dar un liguero rubor en sus mejillas, la pelinegra usaba una camisa tipo vestido falda larga de color azul claro con unos detalles blancos, usaba zapatillas negras, típica vestimenta de alguien tan introvertida como de familia prestigiosa e¿y exigente.
-Candy…
-Lamento asustarte pero tenía que prestarte mi paraguas- Le sonrió de manera timida mientras ladeaba un poco la mirada- Cuando llueve siempre llevo mi paraguas y además me encanta escuchar el sonido de las gotas de lluvia y quizás tu voz
-¿Mi voz?- Alzó una ceja
-Si me gusta tu voz hasta el tono divertido con el que la utilizas- Se sonrojó levemente mientras veía a su amiga, tan bonita como siempre, esa ropa corta le quedaba muy bien y su gorra negra que se lo ponía para sentirse fresca- Pero cuando estoy en verano no puedo escuchar nada, es como si todo el mundo fuésemos tú y yo
La rubia se rio levemente aunque a diferencia de su amiga le agradaba el sonido de las cigarras como de los dichos populares de los heladeros o vendedores de bebidas pero por otro lado también notaba que aunque habían o no habían gente en las calles siempre escuchaba la voz hasta sentía el aroma de su amiga el cual era muy exquisito.
Las dos chicas en cuestión se guardaron el paraguas para luego ir en busca de alguna piscina lo bastante decente como grande con tal jugar entre ellas como en refrescarse lo suficiente para quitarse ese horrible calor que las aquejaba, en verdad estar con Annie le traía y como le hacía para aprender cosas bastante interesantes y curiosas.
