Crepúsculo no me pertenece.

Alivio y Fuego.

Someone must have taught you well

To beguile and to entrance

For that night you cast your spell

And you taught me how to dance

-Katie Melua.

El necesitaba alivio, alivio de todo el dolor silencioso, no lo muestra ni se queja, el dolor sigue así aun después de quinientos años. Si, Marcus Vulturi necesitaba alivio de tanto dolor.

Y Alec necesitaba un poco de sentimiento, alguna emoción, necesitaba algo que no fuera nada. Por que Alec era la bandita curativa de Marcus, era su alivio, y Marcus era el único que podía darle emoción, algún sentir, dolor y placer.

Cuando Marcus lo acariciaba había un escalofrió, cuando sus fríos labios se juntaban había un fuego interno, un fuego placentero que nunca había sentido, Marcus era ese fuego, Marcus era ese dolor, Marcus era su placer. Y no quería apagarlo.

Y Cuando Alec pasaba sus manos por el pecho de Marcus, el sentía Alivio, ese alivio que sientes al descansar de un duro trabajo, el descansaba del dolor, y aunque Alec no usaba ningún poder con él, Marcus sabía que era el único que hacía sentir ese alivio, frio y suave.

Cada mañana en Italia, en Volterra, en el Palacio Vulturi, había Alivio y Fuego, besos y caricias, dolor con placer.