Este es uno de mis primeros fics por lo que me gustaría que me dejaran reviews. Esta historia va de una pareja poco común, Naraku x Kagome. Ya se que es muy raro, pero es que casi nadie escribe sobre esta pareja. No hay que tomarse esto muy en serio, ni yo misma me creo que estos dos puedan estar juntos. Pero si empleas mucho tiempo en pensar es lo que pasa, que surgen ideas raras. Los personajes no son míos y hago esto sin ánimo de lucro. Este capítulo va dedicado a mi amiga M.O.R.
Aclaración: "Bla" pensamientos de los personajes.
Enamorada del enemigo La lucha-Vamos, Kagome. Tenemos que encontrar los fragmentos de la esfera antes que Naraku.-dijo impaciente Inuyasha.
- Tranquilízate, llevamos caminando un día entero sin parar. Deberíamos descansar.-dijo Miroku mientras se sentaba bajo un árbol.
- Solo esta noche- concedió Inuyasha.
Eran las doce de la noche. Kagome se despertó con sed y fue a buscar agua. Al mirar hacia el árbol donde dormía el hayou no hayó rastro de él. " Kikyô". Su corazón se partió en mil pedazos. "Algún día me hartaré y me alejaré de tu lado". Con estos pensamientos se hechó en el saco y se volvió a dormir.
Muy lejos de allí, desde la sombra, Naraku observaba las escena. "Dentro del grupo empiezan a surgir divisiones. "Me valdré de esa estúpida humana para destruir a Inuyasha desde dentro. Está muy dolida. Será fácil enamorarla". Con esta idea comenzó a trazar su maquiavélico plan.
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La mañana siguiente amaneció despejada. El grupo se puso en marcha con las energías repuestas. Al mediodía divisaron una aldea en llamas y corrieron a ver que pasaba.
- Huelo a Naraku- dijo Inuyasha.
Efectivamente, cuando llegaron vieron a Kagura dirigiendo a varios demonios. Inuyasha, le lanzó el viento cortante. Ésta lo esquivo por los pelos. Comenzó la pelea. Sango y Miroku se defendían de dos demonios enormes de color azul. Les estaban dando bastantes problemas. Otro se fijó en Kagome y dirigió su ataque hacia ella, que se defendió con una flecha. Al principio todo fue bien. Pero cuando una enorme llamarada salió de la boca del demonio, ella no reaccionó a tiempo y recibió el impacto. Por fortuna, en ese momento vio una especie de pozo a su lado y se dejo caer. Aterrizó sobre el musgo que crecía en el fondo, que amortiguó su caída. Sus quemaduras no eran muy graves, con unas cuantas pomadas de su época sanaría. Observó el lugar donde se encontraba. El hueco por el que había caído no era un pozo, era la entrada a una red de túneles subterráneos. Comenzó a andar por el pasillo con el fin de encontrar otra salida ya que no podía subir por donde entró. De repente oyó un ruido a sus espaldas. Se volvió rápidamente.
- ¡Naraku!
Se llevó la mano a su espalda y se dio cuenta que se le habían agotado las flechas.
- No te acerques, Naraku. En cualquier momento Inuyasha vendrá a ayudarme y correrás serio peligro-dijo Kagome sin creerse sus propias palabras.
-Inuyasha esta más preocupado por Kikyô.
- Eso no es ciero- replicó Kagome, aunque la sombra de la duda comenzaba a anidar en su corazón.
-¿Ah no?- con cada paso que daba Naraku, Kagome retrocedía. Ahora estaba con la espalda en la pared. –Cuando Inuyasha se marcha con kikyô por las noches, cuando prefiere verla a ella antes que a ti, ¿no te duele? Ademas, si yo quisiera matarte ya lo habría hecho.
Naraku se había acercado tanto a Kagome que ella podía sentir su aliento en el cuello. Se fijó en su cara, en sus ojos. "Visto de cerca es guapo. ¿Pero qué estoy pensando?"
-¿De verdad crees que Inuyasha merece que le quieras?
El rostro de Naraku se encontraba a unos milímetros del suyo. La distancia entre ellos se acortó aún más. Kagome sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. "¿Qué me está pasando? Se supone que estoy enamorada de Inuyasha". Pero las palabras de Naraku resonaban aún en su cabeza.
Sus labios estaban a punto de rozarse. "Ya es mía", pensó Naraku
Fin del capítulo.
Espero que les haya gustado. Por favor, dejen reviews para saber si esta historia gusta y debo continuarla.
