Cansancio. Esa palabra me definia. No podía mas, mi cuerpo pedia a gritos un descanso, mis ojos irritados pedían cerrarse. Mi ropa se pegaba a mi cuerpo por la sangre que emanaban mis heridas, la sangre seca en el mi labio inferior parecía que no iba a poder sacarla en años. Sentada en un banco cerca del lago me encontraba luego de enviar a un chico al comedor a que atendieran su pierna herida. Me pare tambaleando, no podía seguir sentada, tenia que continuar ayudando a los que estaban peor.
-Necesitas ayuda?
Una voz que reconoci al instante de pronunciar la primera silaba me miraba con ternura enfrente mio una vez pude saber que no iba a caerme y abrir los ojos.
-Estoy bien- dije sacándome con una fuerza innecesaria los restos de lagrimas
-Estas segura?
-Si Oliver- pronuncie con rudeza- Solo necesito llegar al comedor
Camine sin apoyar totalmente mi pie izquierdo, me habían herido la pantorrilla y con el dolor insistente que tenia no necesitaba apoyarla y seguir haciéndome daño.
-Deberias de dejarte ver esa pierna- continuo caminando cerca mio pensando seguro en atraparme si volvia a tambalearme
-Y tu deberías de meterte en tus asuntos- volvi al ataque
-Sigues igual de terca- murmuro en voz baja pero llegue a escucharlo
Tomando aire segui en dirección al comedor intentando no darle importancia al hecho de que mi antiguo novio y amor de toda la vida caminara al lado mio. Ya había sufrido demasiado con verlo en la sala de menesteres sin poder acercarme a besarlo como tantas ganas tenia.
Mientras peleábamos el siempre se mantuvo al lado mio evitando cuanto más podía que me enfrentara a cualquiera de los mortifagos. A penas al salir de la sala de menesteres pareció recordar sus años de capitán poniéndonos en grupos rápidamente
-Alicia tu con Angelina – ambas asintieron sin siquera llegar a cuestionarlo – Lee tu con Rob – asentimiento por parte de ellos también- George y Fred juntos
-Si mi capitán- ambos hicieron pose militar hablando a la vez ganándose una mirada poco amistosa de Oliver
-Katie tu vienen conmigo- determino usando todo el poder de su mirada en la mia sin que pudiera hacer nada contra ello
Nos separamos cada uno hacia un pasillo diferente
-No quiero que te separes de mi por nada. Esta claro?- me pregunto con voz firme
-Oliver no estamos en un entrenamiento, si? Deja de darme ordenes
-Por favor- se dio vuelta haciéndome frente nuevamente con una mirada que dejaba en claro que no lo soportaria
Esas simples palabras hicieron que mi mundo cayera nuevamente. Acerque lentamente mi mano a su mejilla y la acaricie suavemente.
-De acuerdo.
-Estas bien?
-Si, descuida solo que no se como subir las escaleras sin lastimarme más aun- comente con vergüenza mientras mientras mis mejillas tomaban un tono rosado
-Descuida yo te ayudo- con movimientos suaves paso su brazo izquierdo por mi cintura sosteniendo la mayor parte de mi peso
Subimos despacio, a el parecía no importarle hacer todo el esfuerzo para que yo llegara a terminar de subir. Me dejo con cuidado una vez que llegamos y se me quedo mirando de frente.
-Gracias- fue la única palabra que pude decir mirándolo a los ojos
-Vamos, Angie te necesita
-No creo que sea capaz- baje la mirada pero una mano en mi mentón hizo que alzara la vista quedando demasiado cerca de su rostro
-Eres fuerte. Lo se
-No, no puedo. No se como sere fuerte para ella si no puedo hacerlo siquiera por mi
-Estare ahí. Te ayudare
Asenti despacio. El saber que el estaba ahí me daba animos, aunque no hubiéramos tenido nuestra mejor relación estos años, el estaba ahí ahora, y aunque no quisiera el podía y sabia como mantenerme en pie cuando yo no podía.
Entramos al comedor donde se respiraba un aire de tristeza mesclado con alegría. Grupos de personas llorando a sus conocidos, amigos y familiares. Gente charlando animadamente intentando levantar el ánimo a los que pasaban por una perdida. Sanadores y medimagos terminando de curar heridas.
Rapidamente localizamos un grupo de pelirojos amontonados entre si, dándose ánimo y llorando en silencio. Un llanto desconsolado rompia todo tranquilidad en el comedor. Una madre llorando por su hijo.
Molly y Arthur estaba junto al cuerpo sin vida de Fred mientras del otro lado se encontraba George sostenido por sus hermanos mayores, Bill y Charley. Sus hermanos menores estaban más halla junto con Hermione, Harry y otras personas más que no podía ubicar.
Angelina estaba sentada en el suelo llorando desconsoladamente rodeando sus piernas con sus brazos abrazándose a si misma. No había dejado que nadie se le acerque, solo estaba ahí junto a Fred llorando y golpeando eventualmente el suelo.
Sentia que mis piernas no iban a poder resistir más e iban a ceder en cualquier momento cayendo al suelo. Pero la mano firme de Oliver agarro la mia dándome fuerza e impulsándome a caminar hasta Angelina quien en un primer momento intento alejarme a gritos diciéndome que no la tocara, luego de forcejear un rato intentando calmarla con todo el comedor mirando nuestra escena con tristeza, pude abrazarla haciendo que llorara aun más fuerte contra mi pecho y agarrándome como si su vida dependiera de ello. Oliver se había quedado un poco más atrás pero nos miraba atento para intervenir si las cosas se ponían aun más duras.
Unos brazos nos rodearon a ambas y al levantar la vista vi a una cabellera roja y unos ojos mirarme sin vida a través de ellos, los cuales una vez mostraron tanta felicidad. Unos nuevos brazos se unieron reconociéndolos como los de Oliver deje que la tristeza me invadiera también. Luego de sollozar un rato tuve que recomponerme, tenia que ser fuerte por Angie y George. Luego de depositar un beso en la cabeza se George sus hermanos volvieron a tomar nuestra posición abrazandolo con fuerza, Oliver me ayudo a llevar a Angie fuera del comedor sosteniéndola mientras yo acariciaba despacio su cabeza para que se tranquilizara.
-Vamos a mi departamento, asi se podrá tranquilizar y no estará sola.
Oliver asintió y tomó mi mano, e hizo el trabajo de aparecernos sin que yo tuviera que pensarlo porque ya no me quedaban fuerzas.
La llevo hasta el cuarto de Leeane ya que hoy no volveria hasta tarde por quedarse haciendo guardia en San Mungo y la acosto con cuidado, me sente junto a ella mientras el se alejaba hasta apoyarse en el umbral para mirarnos mientras cruzaba sus brazos junto a su cuerpo. Seguia acariciando la cabeza de Angie con delicadeza y luego de tararearle una canción se quedo completamente dormida del cansancio.
Me levante con cuidado, la arrope y me encontré con Oliver en la puerta, salimos dejándola con la puerta entre abierta por las dudas y fuimos hacia la cocina donde me entretuve preparando unos tés. Los deje en la mesa de la cocina y tome la mano de Oliver para llevarlo al sillón junto a la chimenea que había prendido al llegar. Lo senté ahí y volvi a buscar los tés. Los deje sobre la mesita ratona y me sente junto a el en el sillón de dos plazas. No hablamos, solo nos mirábamos y tomabamos eventualmente un trago del té.
-Sabes como esta Alicia?- pregunto luego de un rato de absoluto silencio
-No. Leanne dijo que habria que esperar, que estaba grave.
Un nuevo silencio nos invadió. A Alicia la había torturado un mortifago en medio de la batalla y estaba muy grave, Lee se había ido con ella a San Mungo aun cuando nosotros estabamos en la escuela, Leanne que esta de sanadora trabajando allí para los heridos me había mandado una lechuza comentándome que habría que esperar un poco más para saber con exactitud como estaría Alicia.
Terminamos los tés y aun sin hablar Oliver los tomo a ambos y los llevo a la cocina. Cuando volvió yo no me había movido de mi posición.
-Ire a ver a mis padres para que se queden tranquilos, de acuerdo?- se había agachado hasta quedar a mi altura y pasaba su mano por mi cabello con ternura
Asenti sabiendo que no podría pronunciar palabra. Se levanto con cuidado, deposito un beso en mi coronilla y se dirigió hacia la chimenea.
-Oliver- casi grite y el se dio vuelta- Vuleve- trague en seco- Digo, no … yo… es que….
-Hey hey hey, tranquila, que pasa?- se acerco nuevamente a mi poniendo ambas manos en los costados de mi rostro
-No quiero estar sola- dije en un susurro
-Descuida, les dire que estoy bien, me bañare y vengo si?- asentí esperanzada
