POSESIÓN

(SECUELA DE OBSESIÓN)

(Secuela de Obsesión) Tras haber terminado su relación con Yuki, e iniciar una nueva jornada con Yagami, todo se complica cuando Iori lo ve como una más de sus propiedades... y no como su amante. (YAOI IoriXKyo)

CAPÍTULO 1

--UN AÑO DESPUÉS--

Kyo suspiró aburrido, mirando a través de la ventana la nieve que caía, disfrutando el ambiente cálido de aquel camerino; sus ojos castaños estaban perdidos en algún punto lejano, esperando a que aquel concierto terminase y pudiera finalmente encontrarse con el pelirrojo.

Odiaba la actitud de Yagami, porque desde el año pasado, cuando botó a Yuki y abandonó a su familia, quedando desprotegido económicamente, su novio le trataba como si, por pagar sus gastos, fuera su propietario y cada movimiento suyo tenía que ser monitoreado por él.

Y eso no era todo, porque los conflictos que trajo su unión iban más allá de quién iba a pagar la cuenta telefónica o la energía eléctrica, sino que involucraba a los clanes y el hecho que estaba prohibida su unión.

El castaño no se oponía ni negaba, mucho menos, lo mucho que disfrutaba de la compañía de Yagami.

Iori parecía no entender que estaban juntos, pero él tampoco era sumiso y cuando peleaban, también defendía su postura y ambos terminaban en una pelea preapocalíptica.

Giró los ojos, escuchando a lo lejos el rugido de la multitud que aclamaba a Iori Yagami.

Por qué ese tipo de cosas le pasaba solamente a él?

No comprendía por qué después de haber sido torturado por NESTS, por K' y su fuego desvaneciéndose, simplemente Yagami lo trataba como si fuera algo suyo a lo que por derecho tenía acceso.

Estaba sin dinero, por eso mismo había acudido a su último recurso, King.

La mujer le ofreció trabajo en el bar y él estaba dispuesto a aceptarlo, si Yagami se enfadaba, bien por él, que lidiara con el coraje por su propia cuenta, porque Kyo no iba a soportarlo.

Mucho hacía con aguantar que cuando llegaba a la casa se ponía en actitud de amo y señor de Kyo.

Frunció el ceño.

Oía el grito constante, los acordes de la guitarra del pelirrojo y su voz potente y sensual.

Aún así, mejor que Yagami rezara por retener a Kyo a su lado, porque el castaño estaba hartándose de ser un objeto personal más en la vida de su amante.

No buscaba mucho, simplemente un poco más de atención, aparte de la que recibía en la cama.

"No sabía que estaba aquí, Kyo San." Dijo amablemente la joven que atendía las mesas, que en ese momento había ido a buscarlo, pero no quería cortarle muy rudamente la inspiración al hermoso joven.

El Kusanagi estaba acostumbrado a que Iori, al no verlo entre su público, aclamando y gritándolo, mandaba a la chica por él.

"Me entretuve." Se excuso.

Vestía de negro y su piel pálida contrastaba con el color de su ropa. Desde que mantenía aquella insana relación con Yagami su guardarropa estaba muy gris y negro, demasiado oscuro.

Había entre él y Yagami algo. Imposible de definir o clasificar, pero algo al fin y al cabo, muy fuerte e intenso, que además del sexo y a pesar de las peleas, seguía arrastrándolos juntos.

"Quiere que le avise a Yagami Sama que está ocupado en algo más?"

Él negó.

No tenía caso de todas formas, porque si Iori lo requería, movería mar y tierra con tal que estuviera a su lado. E iba a conseguirlo, porque creía que ordenándole a alguien más que fuera por Kyo, éste esperaría a que alguien tomara su correa y lo llevara con su amo.

Estúpido Yagami engreído.

"Iré enseguida, sólo dile que estoy en el baño."

La joven asintió, cortésmente y abandonó el camerino.

Ella no comprendía la relación de su jefe con aquel joven de ojos castaños, quien cada día se veía más amargado al lado de Yagami. Ella podría decir a simple vista que era porque el pelirrojo siempre esperaba que al chasquido de sus dedos, Kyo estuviera disponible para él, aunque él hiciera lo que le viniera en gana, sin darle explicaciones a su amante.

Kyo miró la puerta cerrarse suavemente y maldijo en silencio.

Abandonó su vida por eso, porque creyó que iría a un mejor lugar y su relación con sus padres ahora era muy hostil, desde que Yuki decidió que iba a vengarse y envió una copia del vídeo de su primera noche con Yagami a sus padres.

Entró al baño y se mojó la cara con agua fría.

No estaba arrepentido de haber cometido ese enorme error, simplemente pensaba en una forma de enmendarlo.

"Necesitas ayuda?"

La voz de Yagami le llegó fuerte y clara.

No hizo el intento de prestarle atención, sino que siguió humedeciendo sus sienes con las yemas de sus dedos.

Presionando levemente, para aliviar el dolor de cabeza creciente que desde hacía un par de días estaba molestándolo.

"Te hice una pregunta." Dijo, entrando al baño y tomando con fuerza a Kyo de los hombros, girándolo sobre su sitio y empujándolo contra la pared, de modo que estaba casi sobre él.

Los ojos rojos de Yagami brillaban llenos de ira, enfadado porque su pequeño Kyo no estaba obedeciendo sus órdenes y estaba siendo irrespetuoso.

"No soy ni tu hijo ni tu mascota, no puedes obligarme a responderte cuando no tengo ganas de verte." Respondió Kyo, empleando innecesaria fuerza para soltarse del agarre del pelirrojo. "Soy tu amante deberías verme como eso, no como un objeto de tu propiedad."

"Quieres ser mi amante ahora?" Volvió a arrinconarlo, inclinándose a él y aspirando su aroma.

"No tienes que terminar tu presentación?"

Yagami besó su cuello, dejando marcas cuando succionaba en vez de besar.

"Tú qué crees?" Preguntó, hundiendo el rostro en su cuello y dedicándose a desabotonar los botones de la camisa de su amante.

Kyo no opuso mucha resistencia, dándose cuenta que todo el tiempo lo único que deseaba era un poco más de atención de su amante pelirrojo, quien últimamente estaba mucho más dedicado a la banda que a él.

El ruido del agua cayendo le llegaba a ambos, pero ninguno se tomó la molestia de cerrar la llave.

El castaño se aferró a la chaqueta de Yagami cuando éste introdujo su mano en sus pantalones y masajeó el miembro erecto de Kusanagi, quien dibujó una sonrisa en sus labios y dejó escapar un potente gemido de su garganta.

Pero el heredero Yagami no descansó hasta haber desvestido por completo al joven castaño y haberlo torturado con caricias por todo su cuerpo, disfrutando de los gemidos constantes y potentes del joven.

Besó su pecho, su cintura y jugó con su miembro, lamiéndolo y torturándolo con sus manos mientras lo masturbaba, al mismo tiempo que sus dientes mordían aquella deliciosa tetilla que estaba rogando por atención, tan sonrosada y tierna.

Sin embargo, Kyo no se quedó quieto, usó su mano para acariciar el rostro de Yagami, distrayéndolo de su tarea, viéndose así en la posibilidad de girarlo y sentarse sobre sus caderas, para restregarse sensualmente sobre él, sobre la extensión de su sexo erguido.

Besó su boca con ímpetu, con un deseo contenido que deseaba descargar desde hacía varios días, y sin estar preparado con algún lubricante, dejó que su mano guiara el miembro de Yagami por su entrada, sintiéndola abrirse paso bruscamente, quizá hiriendo más de lo normal.

Esperó un momento, hasta que Yagami posó su mano en su cintura y lo movió rápidamente, circularmente.

El grito de Kyo quizá se oyó fuera del camerino, pero a ninguno de los dos pareció importarle demasiado.

Tras unos cuantos movimientos más, Kyo y el pelirrojo alcanzaron el clímax al mismo tiempo y el castaño se dejó caer, agotado, sobre su amante, quien lo giró y salió de él.

"Tengo que irme." Soltó en el momento menos adecuado, viendo a su amante en el suelo, sonrojado por el orgasmo recién alcanzado. "Encuéntrame afuera."

Vio a Kyo ponerse en pie y empezar a vestirse.

"Vete al carajo, Yagami!" Y de un empujón, Kyo lo había sacado del baño.

Yagami sonrió.

Su amante tenía que aprender que, en su vida, él no era un amante romántico y dulce, y que no iba a cambiar su estilo simplemente por su inseguridad, de allí en fuera, esperaba que el sexo no se acabara, porque el Kusanagi era muy bueno en ello.

Continúa...

Notas de autora:

Qué fue eso? Algo angsty, pero que va a tener un final feliz, como Angel Of Gemini me dijo. De todas formas, yo quiero que queden juntos y bien, pero conociéndolos tenía que ser algo más drástico y no simplemente amor y amor.

Espero les guste.