Hola, como ya saben, ninguno de estos personajes son míos son propiedad de la señora JK. Rowling, Excepto aquellos que salgan de mi loca imaginación. Dejando claro esto les cuento lo siguiente: Esta historia se me ocurrió hace algunas semanas luego de obsesionarme prácticamente con el personaje de Teddy Lupin y la señorita Lily Luna Potter, me pareció genial unirlos y pues aquí el resultado. Les dejo el primer capitulo a ver si continuo con esta idea.

Capitulo Nº 1

" Turquesa "

Era un día caluroso de verano y la "pequeña" Lily Potter descansaba a la orilla del lago bajo un árbol. Una brisa calida golpeaba su piel, sus ojos se mantenían abiertos observando los retazos de cielo azul que podían verse a través del espeso follaje de aquel sauce. El agua cristalina del lago invitaba a adentrarse y así aplacar un poco el calor que hacia hervir la tierra reseca, pero Lily no tenia intención de adentrarse en las aguas cristalinas, no, ella podía pasarse todo el día bajo aquel sauce, viendo los retazos de cielo, haciendo divagar su mente en revoltosas ideas, recuerdos, pensamientos…Turquesa.

La pequeña Lily Luna, como decía su querido tío Ron ya no era tan pequeña, acababa de cumplir los dieciocho años hace unos pocos días y acababa de entrar en la academia de Aurores aun cuando su madre y abuela plantaron el grito en el cielo y en la casa de los Potter y los Weasley se hizo un caos total. Resultaba ser que aunque contaba con el apoyo de su padre, el jefe de los Aurores, el gran Harry Potter, su madre, abuela y tías no querían que corriera ningún riesgo, cosa que la molestaba profundamente pues su padre le había relatado muchas historias donde su madre era mas valiente incluso que él y sus tíos Weasley's juntos. Estaba bastante harta de que su madre la tratara como una princesita a la que no podían tocarla ni con el pétalo de una rosa, pero a fin de cuentas la entendía.

Suspiró largamente, en unas semanas comenzarían sus clases en la academia y cada noche tenia que recibir la constante rabieta de su madre, las discusiones de su padre con la familia, el campo de batalla entre sus tíos y sus esposas. Se removió un poco y observo un pequeño pajarillo de color verde intenso que se posaba en una ramita del árbol.

Ya debía ser medio día, el sol estaba justo en la cumbre del cielo y se filtraba por las hojas dándole justo en la cara. Se incorporó y avanzó unos cuantos pasos al lago y se sumergió en sus aguas que la refrescaron completamente, nadó hasta la otra orilla y saliendo totalmente empapada caminó descalza por el reseco césped que le llegaba a las rodillas. A lo lejos diviso la alta estructura de la Madriguera, tan chueca e inestable que parecía venirse abajo en el momento menos inesperado, pero todos los que la conocían sabían de ante mano que eso no pasaría. El sol abrazante le golpeaba la coronilla de la cabeza así que apuró el paso y en unos minutos estuvo saltando la verja de madera, corriendo entre los gnomos que la acechaban para pisar sus delicados pies y entrando en la cocina recibiendo un grito de disgusto de su abuela por empapar el piso y una reprimenda de su madre por venir tan mojada.

-¡Lily! Cámbiate esa ropa-le dijo enojada.

-Ya mamá, hace un calor del demonio necesitaba refrescarme-le dijo ceñuda. Su madre la miró molesta, Molly saltó con una carcajada.

-¿De que te ríes?-le espetó una Ginny Potter bastante molesta.

Es que si alguien pudiera vernos diría que esta historia esta mas que repetida-le dijo apuntando a su nieta y su hija.- me acuerdo que decías lo mismo cuando eras de la edad de Lily e ibas al estanque a mojarte, en realidad Lily es tu replica y tu la mía.

-¡Ay abuela!-se quejó Lily y su madre se puso roja de enojada.

-¿Te molesta tanto ser parecida a mi Lily Luna Potter?- le dijo perdiendo los estribos. Lily suspiró rendida, de un tiempo a esta parte, mas bien desde hace unos cuantos meses cuando su madre se enteró de que quería estudiar para Auror que tenían peleas constantes por cualquier cosa que ella dijese.

-¡Que cosas dices mama!- y corrió a besarla en la mejilla, su abuela seguía riendo y Ginny continua con el entrecejo arrugado. Así las encontró Harry que entraba en la Madriguera quitándose la capa y sentándose rendido en una silla.

-¡Harry querido!-saludo Molly que haciendo una fluorita con la varita hizo aparecer un gran vaso de jugo de calabaza bien frío y se lo tendía a su "yerno preferido", como solía decir, claro que era el único que tenia.

-Gracias Molly-dijo Harry que se tomaba de un trago la mitad del vaso. Su esposa lo miraba un tanto enojada y Harry chistó la lengua.- ¿qué pasa amor?

-¡¿Cómo que qué Potter?-le espetó y Lily se sentó al lado de su padre, ahora venia la discusión diaria de la hora de almuerzo.

-¿Sigues con lo mismo Ginny?-preguntó el morocho revolviéndose el pelo azabache que ya tenia unas cuantas canas. Su esposa se paro de la silla y comenzó a caminar de un lado para otro con las manos en la cadera, una replica perfecta de la Molly Weasley de hace algunos años.

-¡Mira Potter! ¡No estoy de acuerdo a que expongas a tu hija a magos tenebrosos, a peligros que conoces tan bien y que pueden hacerle daño!-dijo mirándolo enojada, Lily suspiró apoyando su codo en la mesa y la cabeza en la mano.- ¡¿que tal si le pasa algo? ¿Y si le llega un Avada Kedavra?! ¡Por Merlín Harry!

-¡No digas eso hija!- chilló Molly en un gritito tomándose el pecho con las manos. Harry suspiró y miró a Lily que parecía absorta en comer un pedazo de tarta que su abuela Molly le había servido.

-Ginny, no puedo creer que todos los días tengamos la misma discusión- comenzó Harry tranquilamente, mientras tomaba jugo, cosa que hizo estallar a la pelirroja.

-¡A no Potter! ¡Si tu no te preocupas por el bienestar de nuestra hija pues vete yendo de mi lado! ¡Toma tus cosas vete de la casa no quiero verte! ¡eres un inconciente- le dijo en un tono de voz bastante alto quitándole el vaso de jugo.

-¡Ya basta Ginny, a la edad de Lily y aun mas pequeña andabas deseosa de enfrentarte a cuanto Mortífagose te pasaba por delante y si Lily es feliz siendo Auror yo no me opongo, es totalmente compétete, es la versión tuya de hace unos años! Esto se termina aquí, Lily entrara a la academia porque sus pruebas fueron sobresalientes-le dijo enojado y Lily se incorporó impresionada, su padre casi nunca se enojaba y Ginny bufó molesta- ya basta con esto de que saldrá herida, tú a los 14 ya andabas dentro del Ministerio combatiendo hechizos; y no es que no me preocupe por mi pequeña-dijo mirando con cariño a su hija menor- Lily será Auror si ella lo desea y contará con mi apoyo y el tuyo.

-¡Pero Harry!-seguía Ginny histérica, Lily le dio un beso en la mejilla a su padre y este la miró con cariño.

-Mamá, yo no hago esto para hacerte enojar-le dijo Lily, Ginny la miró- me apasiona la idea de ser Auror, ¿acaso a ti no te apasionaba jugar al Quidditch? Y no te importaba salir herida, caerte de la escoba.

-Pero hija… si a ti te pasara algo yo me muero- le decía Ginny que se sentaba a su lado. Molly negaba con la cabeza, su hija era igual a ella y Lily le hacia pasar los mismos miedos que Ginny le hizo pasar con cada decisión y que ella Molly Weasley le hizo pasar a su madre, al parecer era tradición de las pelirrojas tomar el camino arriesgado

-Lo se mamá, pero no quiero hacer nada mas, quiero ser como papá quiero cuidar a mi familia y al mundo mágico- le dijo, Ginny la abrazo fuerte y Lily sonrió.- y también quiero ser como tú, como esa "Ginny" que los hacia pasar susto a todos pero por una buena causa, esta en mis venas.

-¡Ay princesa!, solo prométeme que te cuidarás y tú Potter cuidaras de ella- le dijo dirigiéndole una mirada de rencor a su esposo, Harry rodó los ojos- Porque si a mi niña le llegase a pasar alg...

-¡¿Quien quiere pastel?-dijo Molly para cerrar la discusión ya que su hija podía seguir con la rabieta contra su esposo. Su nieta y su yerno saltaron complacidos y Ginny sonrió, era normal, ella temía por su hija, no quería que nada malo le ocurriese…al fin después de tantos años supo como se sentía su madre cada ves que ella hacia una locura por proteger a los suyos, pero ya no había caso, apoyaría a su hija como ella hubiese querido que su madre la apoyase desde el principio.

-Entre Lily y Harry casi terminaron el pastel mientras Molly y Ginny terminaban en el almuerzo y sus tíos y primos iban apareciendo y llenando la casa de de alegría y regaños.

-¿Donde esta mi pequeña Lily Luna?-preguntó su tío Ron. Lily se paro a saludarlo. Tenía cierto favoritismo hacia su tío Ron. El pelirrojo la recibió con un abrazo y le entrego un sobrecito de color escarlata con letras brillantes que rezaban "REY WEASLEY".

-¿Qué es tío?-preguntó Lily con un brillito de travesura en los ojos. Su tío se le acercó al oído.

El ultimo invento de George, lo saque para ti-le dijo, ella sonrió. Su tío Ron o mas bien su padrino Ron siempre la consentía y le traía demasiados regalos- Creo que es uno de los mejores inventos luego de la capa invisible, solo te lo esparces encima y te desaparecerás por unos minutos, ¡es perfecto para escuchar lo que no debes! Escóndelo bien que no te vea tu madre o tu tía Hermione.

-¡Oh Tío! Te encanta meterme en problemas- le dijo ella fingiendo angustia, Ron rió de buena gana y juntos salieron al jardín donde ya estaban puestas las mesas para el almuerzo eran unas cinco mesas juntas, iría toda la familia al almuerzo dominical.

Luego de aquel gran banquete preparado por su madre y abuela los hombres se apartaron a tomarse unas cervezas de mantequilla bien frías y las mujeres a copuchar en la cocina mientras limpiaban todo. Lily solo se sentó bajo un naranjo a observar a sus primos mas pequeños y a sus hermanos que les enseñaban a volar en escoba a los gemelos, los hijos mas pequeños de Percy que resultaban ser tan revoltosos como George y Fred según decían todos. A los segundo llegó su prima Rose.

-Hola Lily-saludó esta que era dos año mayor que ella.

-¡Hola Rossi!-saludó Lily, siempre se había llevado bien con Rose, eran amigas muy intimas y junto con Albus y Hugo formaban el cuarteto de la destrucción cuando eran mas pequeños.

-Al parecer tu madre esta mas relajada con lo de tu entrada a la Academia, la acabo de escuchar hablando con mi madre de lo linda que te verás con el traje negro-le comentó con la vista fija en Albus y james que cuchicheaban algo.

-Si, ya me estaba desesperando pero la comprendo-dijo Lily, su prima asintió- ¿Cómo va todo en el Ministerio?

Muy bien, claro que cada día tengo mas trabajo, ser la ayudante del Ministro y la novia de un Malfoy no me da tiempo de nada- ambas rieron. Rose llevaba casi un año y medio en el ministerio y ya era la ayudante de Kingsley Shackleboltel ministro que mas años llevaba dirigiendo el mundo mágico, pero de una forma espectacular que lo llevaban a ser reelegido nuevamente por tercera elección consecutiva y también era la novia de Scorpius Malfoy cosa que irritaba aun a su tío Ron y a la mayoría de los Weasley, pero contaba con su apoyo de todas formas.

Ya entrada la tarde la mayoría de sus tíos y primos se habían ido. Incluso sus hermanos que se encontraban ocupadísimos: James con los entrenamientos de Quidditch, Albus con la escuela de profesores, resultaba ser que Albus quiso seguir los pasos del arte de crear pociones y la enseñanza. Solo quedaban en casa su abuelo Arthur, su abuelita Molly y su prima Rose. Sus padres se habían ido hace unos minutos a pasar tiempo de pareja que les hacia bastante falta ya que su padre se había pasado de misión en misión y su madre de entrevista en entrevista en distintos países donde se llevaban a cabo las eliminatorias del Quidditch para el mundial próximo.

-¿Un té queridas?- ofreció Molly, sus nietas asintieron y Molly salió a la cocina. Ya el sol apenas se veía tras las colinas y la tarde se hacia fresca.

¿Cuando comienzas tus clases en la academia Lunita?-preguntó su abuelo que leía unos pergaminos.

-En tres semanas abuelito, tengo que hacerme mis exámenes médicos mañana y si todo va bien comienzo el primero de Septiembre- respondió Lily que movía una pieza del ajedrez mágico no obteniendo resultado pues Rose la hizo estallar inmediatamente, al parecer su querida prima había sacado la habilidad de su padre en el ajedrez mágico.

¿Y tu Rossi tienes descanso con el trabajólico de Kingsley? ¿o tengo que ir al Ministerio a retarlo para que deje en paz a mi querida nieta?-preguntó con una sonrisa. Rose miro sonriente a su casi calvo abuelo y sus ojos azules le sonrieron, Rose siempre pensó que su abuelo y su padre eran iguales aunque este último lo negase.

-¡Hay abuelo como serás! No puedes ir al Ministerio a enfrentarte al Ministro de Magia- le dijo con una risita. Y claro que podía, el Ministro y su abuelo, eran amigos desde hace muchos años, eso lo sabía todo el mundo y se solía verlos juntos por los pasillos del Ministerio o almorzando en algún restauran del Callejón Diagon.

-Aquí tienen queridas-les dijo su abuela entregándoles el té y quitándole los pergaminos a su esposo.- ya basta de trabajo Arthur, estoy segura que las relaciones exteriores del Ministerio pueden esperar, ahora tú y yo iremos a dar un paseo.

Sus nietas sonrieron y se miraron gustosas, siempre habían hablado de cómo se amaban sus abuelitos después de tantos años juntos y de cuantos les gustaría poder tener una relación así con sus esposos si es que los llegasen a tener. Ambos salieron de la casa dándoles un beso a cada una, prometieron volver pronto, pero ambas sabían que no llegarían hasta bien entrada la noche.

¡Te gané!-dijo triunfante Rose. Lily suspiró.

-Siempre lo haces-le dijo terminando su té y recostándose en el piso, su prima hizo lo mismo. Se quedaron un rato calladas viendo oscurecerse la estancia, mirando el techo hasta que Rose preguntó lo que Lily esperaba.

-¿No sabes nada de él aun?-preguntó, Lily negó y Rose suspiró- ¿nunca le dirás lo que sientes?

-Si supiera que me corresponde Rose… pero él no ve a nadie mas que Victoire-le dijo un tanto deprimida.

¡Pero nuestra prima no esta enamorada de él!- le dijo insistente. Lily volvió a suspirar. Su prima se equivocaba. Sintió que su pecho se contraía.

-Él siempre me ha visto como su hermana pequeña Rose, ya van meses que no lo veo, solo recibí su carta felicitándome por mi entrada en la academia de Aurores- le dijo tristemente.

-¡Pero Lily! ¡Dios santo cuando piensas decirle a Ted…

-¿Hay alguien en casa?-preguntó una voz que hizo saltar el corazón de Lily, ambas se incorporaron y miraron hacia el ventanal de la sala, ahí parado con una gran sonrisa estaba un muchacho de cabello color arena y ojos color miel, Lily salio a su encuentro y se colgó de su cuerpo abrazándolo, miles de hormiguitas recorrieron su piel y un aroma que jamás olvidaba la envolvió. Era Teddy, su Teddy.

Inmediatamente se soltó y le dio un leve empujón, lo miró ceñuda y cruzo sus brazos. El joven Lupin la miró extrañado de su reacción, hasta que cayó en cuenta. Lily comenzó a mover el pie esperando. Teddy rodó los ojos la abrazó fuertemente.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS PESADILLA!-le dijo haciéndole cosquillas. Ella soltó una risita complacida- siento no haberte felicitado cuando correspondía, pero no podía enviar ningún tipo de mensaje.

-Lo se, lo se-dijo la pelirroja y lo miró a los ojos, esos que siempre la hacían volar. Sintió sus mejillas ruborizarse.

-Claro, claro y a la pobre Rose nada de abrazos-dijo de pronto su prima mas que nada para traer a Lily a la tierra. Teddy se acercó a saludarla y dándole un abrazo cariñoso le revolvió el cabello- ¡Ey deja mi bella cabellera!

-¡Me gusta ese nuevo corte Rossy!- le dijo el chico, Rose hizo una mueca chistosa- ¿donde están Molly y Arthur?, mi padrino dijo que estarían aquí.

-Salieron a caminar-respondió Rose que se calzaba las zapatillas y buscaba su varita en la mesilla.

¿Fuiste a casa?-preguntó Lily a la cual el corazón no podía ir mas rápido. Teddy asintió.

-Si y bueno tuve que soportar ver la "escena"-dijo y Lily cerró los ojos como si fuese algo repugnante.

-¿Qué es la "escena"?-pregunto la castaña.

-¡Mis padres besándose en el sillón como si tuviesen quince años y el mundo se acabase en unas horas!-dijo Lily y los tres soltaron una risotada. la pelirroja le dirigió una mirada a su prima que buscaba los polvos flu- ¿qué haces?

-Voy a mi departamento, tengo un informe que no he terminado y mañana tengo miles de asuntos, necesito dormir-dijo rápidamente, pero Lily sabia que mentía. Teddy se despidió de un beso en la mejilla y se dejo caer en el sofá. Rose le dirigió una mirada sugestiva a su prima y desapareció en un mar de llamas verdes. Lily bufó y se dio vuelta.

-Esta rara ¿no?-acotó Teddy, Lily se encogió de hombros y el muchacho se le quedo viendo, la pelirroja estaba mucho mas grande, hace meses que no se veían debido a su trabajo, parecía tener el cabello mas rojo y largo, mas pecas en su carita y sus ojos chocolate brillaban como siempre…

-¿Qué me ves?-le dijo sentándose junto a él. Teddy no dijo nada.-¿ Teddy?

-¡Qué estas cada día mas grande! Quizá a cuantos imbéciles debes tener babeando- le dijo serio, Lily se rió de buena gana- ¿qué?

-Te pareces a James y Albus- le dijo dándole un leve codazo en las costillas a lo que el chico reacciono haciéndole cosquillas en el estomago, había extrañado a la pelirroja.

-¡Ya Teddy… me…. V…vas a matar!- le decía, pero Teddy reía de ella y el pelo cambiaba de color a un morado brillante.

-A no pequeña, te aguantas- y siguió con su tarea de hacerla reír, así los sorprendió el ruido de una llamarada y una chica de cabello largo y platinado de grandes ojos azules, una veela de ensueño.

-¡Victoire!- exclamó Teddy que se levantó a saludar a la rubia, esta lo recibió con un abrazo cariñoso y el color de pelo de Teddy cambió a rojo. Lily se escabullo a la cocina, no quería ver esa escena.

-Tanto tiempo Teddy-dijo esta un poco incomoda, se acordaba de la última vez que vio al chico, se habían besado y habían dejado una conversación a medias. Teddy la observó, estaba tan deslumbrante como siempre.

-Si… bastante-dijo el muchacho. Ambos se quedaron viendo y de pronto entraron por la cocina los señores Weasley.

-¡Teddy cariño!-dijo Molly que se le acercó lo apreto fuerte y le miró de arriba abajo-¡ te tienen sin comer ¡! Estas tan delgadoo!. Tendrás que hablar en el ministerio Arthur, no pueden tenerlo sin comer.

-Molly querida, si se alimentan, la cosa es que no se de que, tu sabes… Departamento de Misterios, ¿porque no le preparas algo?-le dijo a su esposa para darle en la razón y que dejase a ese pobre muchacho. Teddy le agradeció con los ojos y Victoire sonrió, su abuela encontraba a cualquiera demasiado delgado y mal alimentado.

-¿Se te olvido algo querida?-pregunto Molly al ver a su nieta en casa a esas horas. Victoire afirmo con la cabeza.

-¡Si! Unos papeles sin ellos no puedo irme a Egipto-dijo, Teddy se le quedó viendo sorprendido.

-¿A Egipto?-preguntó, la rubia asintió.

-Haré una pasantía, me voy mañana-declaró la chica, a Teddy le cambió el rostro.- son solo unos meses.

-Oh…-sólo dijo y de pronto se dio cuenta de que Lily no estaba- ¿y Lily?

-La topamos al llegar dijo algo de que daría una vuelta-comentó Arthur, Molly hizo una mueca. Victoire caminó hasta una mesita donde estaban sus papeles y los tomó.

-Bueno, ya debo irme- dijo dándole un beso a sus abuelos y uno a Teddy que parecía estar en otro mundo- nos vemos Teddy.

-En unos segundos la delicada Victoire Weasley había desaparecido entre las llamas.

-¿Cenaras aquí hijo?-preguntó Molly, Teddy asintió- ¡bien! Hare tu estofado favorito.

-¡Claro, claro! Victoire. ¡Debía dejar de pensar en Teddy!. Debía verlo como a un hermano, como él la veía a ella. Se sentó bajo el sauce y se quedo viendo el agua que brillaba cristalina bajo la luz platinada de la luna llena. ¿Desde cuando sus sentimientos habían cambiado y su corazón se envolvió en tales sentimientos? ¿ O era que siempre lo quiso de esa forma?. Se sentía estupida y odiaba a su prima por dejarla sola con él, no necesitaba eso. Sentía un calor desesperante inundarla, quería escapar de los ojos de Teddy y a la vez perderse en ellos… suspiró frustrada, tendría que olvidarse, dejar a Teddy para sus sueños.

Miró el reflejo de la luna en las aguas de aquel estanque y se hundió entre sus aguas. Salió a la superficie y se quedo mirando la luna, a Teddy siempre le afectaba la luna llena, lo hacia sentir lo que los otros sentían y lo ponían un poco enfermo. Procuró estar feliz en la cena para que él no supiese como se sentía y pasará una buena noche, eso si él se quedaba a cenar y no se había ido ya con Victoire. No sentía celos de su prima, solo se sentía mal por estar enamorada del mismo chico que ella. Porque sabía que Victoire lo quería, los había visto besarse en los jardines de la Madriguera en navidad…

Estaba tan inmersa en sus pensamientos que no sintió que había alguien mas con ella hasta que unas manos la tomaron de la cintura y se sobresaltó, pero luego mas que relajarse se puso nerviosa pues esas manos que la tomaban eran las de Teddy, ese hombre casi once años mayor que ella, con su cabello color turquesa ese que le encantaba tanto y sus ojos color miel que la hipnotizaban dejándola sin respirar, aquel que ocupaba sus pensamientos día y noche y que la miraba con cariño, el mismo cariño que podía vislumbrar en James o Albus.

-¿Por que te fuiste así, sin avisarme? sabes que me encanta nadar de noche-le dijo el muchacho, Lily lo miró de forma extraña.

-Lo siento, pensé que querías un tiempo con Victoire, como no se habían visto y tú…- pero Teddy sonrió y la sumergió en el agua.- ¡Ey!

-Que eres boba Potter- le dijo escapando de la furia pelirroja que lo seguía como loca por todo el estanque para vengarse de su hundida imprevista.- ¡jamás me alcanzarás!

Pero de pronto la pelirroja había desaparecido en el agua y chico comenzó a preocuparse pues no salía a la superficie y ya llevaba más de dos minutos sin tomar aire. Comenzó a buscarla desesperado, hasta que sintió un jalon en su pie que lo hundió de improviso y vio como la pequeña leona pelirroja llevaba en su boca una burbuja plateada y reía apartándose. Cuando logro salir a la superficie la chica lo esperaba parada en la orilla completamente empapada con la polera pegada a la piel y el largo cabello de fuego estilando.

-¿Vienes o no Lupin? La abuela se pondrá furiosa-le dijo. Él sonrió y acepto la mano que Lily le ofrecía pero en ves de salir del estanque la volvió a tirar al agua.

-¡Me vas a matar!- protestó Lily que se agarraba de su cuello, ambos se quedaron callados. Teddy la miraba directo a los ojos color chocolate y ella comenzaba a ponerse nerviosa hasta que muchazo le dio un suave beso en la frente. Lily cerró los ojos, su cerebro pensaba sin sentido, su corazón palpitaba fuertemente al sentir los labios de Ted en su piel, sus fuertes brazos rodeando su cintura. Su garganta quemó un segundo, sabia que ese pequeño gesto no era mas que lo que siempre hacia aquel muchacho, un gesto de hermanos.

Vamos, la cena debe estar lista-dijo un poco turbado. Lily se removió y salió. Ambos caminaron a través del césped sin decirse nada, cuando ya hubieron saltado la verja Teddy sacó la varita y con un simple hechizo los secó a los dos, si Molly los veía empapados se llevarían una gran reprimenda. Entraron a la cocina que estaba inundada de un aroma delicioso, Lily sintió rugir su estomago, si algo había sacado Wesley aparte de las pecas y el pelo rojo era el hambre voraz que estos tenían. Se sentaron en la mesa uno frente al otro, Teddy la miraba sonriente, Lily trataba con todas sus fuerzas retribuirle con una sonrisa demasiado ensayada. A los segundos ya comían estofado, patatas azadas y tomaban jugo de calabaza bajo la atenta mirada de una pelirroja que ya tenia muchas canas, arrugas y experiencias encima para no darse cuenta de lo que sucedía.

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NA: ¿Y que tal? este es mi primer fanfiction sobre ellos, la verdad me encantan ambos y mi loca cabezota me incitó a escribir esta imagen que se paso por mi mente hace algunas noches. Pues espero dejen alguna opinión, recivo tomatazos, manzanazos, Avada Kedavras y cruciatos, ahahha.

Un saludo a todo aquel que pasó por aquí.

Ale.