Luka estaba acostado en su cama, tapado hasta el puente de su nariz, sus ojos mirando nervioso su alrededor completamente oscuro, temiendo que algo salga de su armario, debajo de su cama o donde fuera.
Cerró los ojos con fuerzas, realmente arrepentido de ver esa película de terror. Aun con sus ocho años, le asustaba, algo que creyó superado. Grave equivocación.
Al contrario de su hermana Juleka que las ama y siempre las ve con completa fascinación teniendo los ojos brillantes al observar cada escena sin parpadear. Él en cambio, es quien se tapaba los ojos en cada oportunidad, y quien ahora se acurrucaba cada vez que oía un ruido extraño. Era un miedoso hermano mayor.
Suspiró, al pensar que seguramente su hermana estaba durmiendo felizmente mientras él se muere de miedo, pensando que lo va a matar un espíritu maligno.
Y lo cree, cuando nota como se abre su puerta. De inmediato, Luka se tapa con la sabana hasta la cabeza. Asustado hasta la medula. Su corazón comenzó a latir frenéticamente, hasta que escucha una voz inconfundible.
—¿Puedo dormir contigo? —Luka se destapa y ve a su hermana en pijama y con su almohada en sus brazos.
Él, le hace lugar sin cuestionar, pegándose a la pared y palmea el colchón de su cama para que se acueste. Ella se acerca y lo hace. No dice ni una palabra y cierra los ojos tapándose.
Luka la mira sorprendió un buen rato. Sin poder creer que este en su habitación pidiendo dormir con él, luego de ver una película de terror. Ella no era la que se asustaba, era él.
—¿Por qué? —pregunta no aguantando la curiosidad.
Ella de espaldas y sin abrir los ojos responde tranquilamente: "Porque estas asustado"
Él niño se sorprende que se haya dado cuenta. Había reprimido sus gritos de terror que su garganta quería dejar salir, nada más cerraba los ojos en casi todas las escenas de la película y se quedaba paralizado como si el fantasma estuviera detrás de él tocándolo.
"Oh..."
—No se lo digas a nadie —espeta, al minuto Luka, sus mejillas levemente rojas, avergonzado por tenerle miedo a las películas de terror y su pequeña hermana no.
Ella no responde, al haberse dormido. El roza suavemente su largo cabello negro, envidiando su capacidad de no asustarse y la de poder dormir rápidamente, aparta su mano y se da la vuelta mirando la pared. Otra vez, cierra los ojos, pero ahora teniendo la certeza de que iba a poder dormir.
"Buenas noches, Jule..." Susurra antes de sumirse a un tranquilo sueño.
