Saludos, querida familia fujoshi (?) Haciendo el intento de hacer las notas breves, quiero comentar dos cosas. Una, que esta es mi primera incursión escribiendo para el fandom de One Piece, y espero que no sea la última, porque el yaoi de esta serie me seduce incalculablemente *r* La segunda, es acerca de mi cambio de nick. No publico muy seguido, a si que dudo que la mayoría de quienes leen esto sepan cuál era el anterior. Básicamente es porque sólo quería ser reconocible para algunas personas del internet y mi nick anterior era el que usaba en todos lados y un presentimiento me ha hecho cambiarlo antes de publicar esto, idea que me llevaba un buen rato en la cabeza. Y hasta allí quedó mi brevedad.
Esta historia está situada dentro del salto temporal de 2 años. No pude encontrar el dato exacto, pero según yo, Law entró al Nuevo Mundo antes de convertirse en Shichibukai. Esta historia está ambientada antes de que Law obtuviese ese rango, y algunos meses después de los eventos de Marineford.
Disclaimer: Los personajes y el universo de los que me apodero para pervertirlos (?) pertenecen al grande y único Eichiro Oda. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. La imágen de portada le pertenece a 何某 [pixivID:733409]
Advertencia: Yaoi. Lemon (en el 3° capítulo)
Calurosa bienvenida
¿Cuánto tiempo habría pasado ya? Eustass Kid había perdido la cuenta. Él no era un hombre que se anduviera con medias tintas y apenas se había dado la oportunidad, ya estaba en el Nuevo Mundo, viviendo aventuras y luchando batallas como nunca. Pero comenzaba a perder la paciencia, ¿Porqué ese idiota de Trafalgar no se había unido a la fiesta al otro lado del Red Line? Aunque imaginaba que Law no era un tipo precipitado, no se podía creer que alguien con una mirada como la suya hubiese elegido perderse toda la diversión de aquel caos que había sido el nuevo mundo tras los primeros meses tras la muerte de Shirohige.
Kid sacudió la cabeza, ¿Porqué se acordaba ahora de ese sujeto?
No iba a negarlo, el capitán de los Piratas del Corazón había llamado su atención. Altanero y maleducado, cuando se conocieron en el Archipiélago Sabaody, a Trafalgar no le había bastado con desafiarlo, sino que insistía en meterse en su camino. Kid admitía que ese tipo tenía agallas, ¿Pero entonces por qué había optado por permanecer en el Paraíso? Aquello le había decepcionado, porque en cierto modo esperaba algo más de él. Pensar en eso le hizo fruncir el ceño, ¿Acaso era que quería ver a ese sujeto?
Eustass profirió un gruñido disgustado, no le gustaba el rumbo que estaban tomando sus pensamientos, pero optó por echarle la culpa al enorme aburrimiento que sentía. Por algún extraño motivo habían tenido un día tranquilo, demasiado calmo, para gusto de Kid. Sin tormentas ni enormes monstruos marinos, ni marines, ni otros piratas cerca, y aunque todos en el barco sabían que eso no podía durar mucho en aquel lugar, aprovechaban de descansar un poco. Pero ese no era su estilo. Tras barajar un par de opciones, optó por ponerse a pescar.
Ver al capitán de los Piratas de Kid pescando era un espectáculo digno de contemplar, hasta para su tripulación que tantas veces le había visto practicando ese juego. Era bastante simple: El pelirrojo tomaba varias piezas metálicas de las que abundaban en su barco, y las envolvía en carnada, para después lanzarlas al mar. Tras esperar unos minutos, activaba el poder de su Akuma no Mi, atrayendo hacia sí los metales que había lanzado, arrastrando consigo a los ingenuos peces que habían devorado las carnadas.
— Una buena pesca como siempre, Capitán —El cocinero de la tripulación se había adelantado a los hechos, recogiendo la copiosa cosecha— ¡Sin duda hoy tendremos una cena abundante!
— ¡Y lo será aún más! —añadió Kid, triunfante— Todavía queda uno, ¡Y parece ser jodidamente grande! —exclamó emocionado, pero por la expresión de su rostro, jodidamente parecía ser poco. Se había puesto serio y anclando bien los pies sobre la cubierta, aumentó la fuerza con la que aplicaba su poder— ¡Maldita sea! ¿Qué rayos es esta cosa?
— Quizá sea un Rey Marino de los grandes —sugirió Killer, quien se acercó, interesado por la escena que protagonizaba su capitán— Aunque nunca habías tenido problemas para sacarlos del agua.
— ¡Tsk! —Eustass dejó de prestarle atención a su segundo abordo para concentrarse de lleno en sacar al dichoso animal del agua— ¡Ningún pez de mierda me va a ganar!
— Hey, Kid —Killer volvía a interrumpirle, consiguiendo que su capitán le dirigiera una mirada cargada de ira, sin embargo, el aludido no se inmutó— ¿Cuántos cebos tiraste al agua?
— Fueron veinte —Eustass volvió a lo suyo, utilizando toda la fuerza de su Akuma no mi— ¡Está cerca!, ¡Ya casi lo saco!
La tripulación saltaba en júbilo pensando en el banquete que se darían con ese enorme animal, ¿Qué sería? ¿Una ballena gigante? ¿Un Rey Marino realmente grande? No cabían en su emoción por saberlo, pero sin embargo, Killer mantuvo la calma y se dedicó a evaluar la situación. Contó los peces que ya habían sacado del agua y rápidamente creyó dar en el clavo.
— Oye, Kid... —su capitán no lo dejó terminar.
— ¿¡Qué diablos quieres, Killer!? ¿¡Qué no ves que estoy ocupado!?
El capitán también se preguntaba qué clase de animal estaría pescando. Ni los enormes Reyes Marinos le habían costado tanto esfuerzo. Pero esto era el Nuevo Mundo, donde las apariciones más insospechables no causaban gran sorpresa, aunque en esto último, Kid se equivocaba.
— No creo que lo que estás sacando del agua sea algún animal, capitán —pero Kid no le estaba escuchando—. Es posible que sea el...
Killer no llegó a terminar, pues se escuchó algo dar un fuerte golpe contra el casco del barco, seguido de una gran sacudida que tiró a gran parte de la tripulación al piso. Eustass se afirmó de lo que pudo y se asomó por la borda con porte triunfador para contemplar a su presa. Sin embargo, no cabía en su asombro con lo que vió.
La sombra bajo el agua se había transformado rápidamente en un submarino amarillo, inequívoca imagen de la banda de Trafalgar Law. Y cual invocación, el mencionado apareció en cubierta, dirigiendo una mirada penetrante hacia el culpable de todo este asunto.
— ¿Cómo se supone que debo tomarme esto, Eustass-ya?- Consultó sarcástico el moreno, desenvainando un poco su espada para darle peso a sus palabras.
Aunque en realidad, Trafalgar Law no estaba tan cabreado como se esforzaba en aparentar.
Por cierto esta historia constará de 3 capítulos que serán subidos los días Viernes, aunque si veo interés -dígase, reviews u.u- adelantaré las actualizaciones porque ya la tengo escrita por completo :3
Que tengan un buen día, gracias por leer! :)
