N/A: Y aquí va el segundo fic. Espero que os guste ^^

Disclaimer: Me gusta no ser Oda, así puedo escribir cosas como éstas que se me ocurren mientras veo la serie.


Como era costumbre desde hacía casi dos semanas a esa hora las piratas Kuja llegaban con la comida.

En esos días que llevaba ahí la rutina era la misma.

Vigilar las constantes vitales de Luffy, esperar el desayuno. Ver el mar, las copas de los árboles, los reyes marinos que nadaban a lo lejos, esperar a la comida. Vigilar a Luffy. Buscar medicinas que pudieran servir, ver como Bepo y los demás pescaban, tener esporádicas charlas con Jimbei acerca de la isla Giojin, los Shichibukai, echar una cabezadita, esperar a la cena. Vigilar a Luffy. Y dormir.

Aunque el momento más entretenido era cuando llegaban las Kuja.

Aunque no por la misma razón que los miembros de su banda.

Hacía unos días que había descubierto el secreto de una de las chicas. Al principio no le había dado mayor importancia, más que nada porque no se fijaba en ella y pensaba que eran distintas personas que se acercaban a preguntar.

Sin embargo acabó fijándose en ella. Siempre callada, silenciosa, seguramente para que nadie se diera cuenta.

Todas estaban muy preocupadas por Luffy, a los ojos de las demás ella era sola la valiente que se atrevía a hablar con el temible doctor de los tatuajes.

Pero él se había dado cuenta de que había otro motivo por el que preguntaba todos los días.

Se lo decía su mirada huidiza, sus mejillas sonrojadas y su postura encorvada, como si quisiera hacerse pequeña.

Boa Hancock no era la única mujer que había sido conquistada por Monkey D. Luffy. Aunque no era el mismo amor que el que la emperatriz profesaba el chico, sí que era algo más que simple amistad o curiosidad.

Estuvo un par de días sopesando si hablar con ella de lo que pensaba.

Si Boa Hancock se enteraba de que no había sido la primera persona a la que confiaba ese secreto, las consecuencias podían ser catastróficas. Sabía de lo que era capaz una mujer celosa. Y Margaret le caía bien.

-Margaret-ya-dijo después de que la chica dejara a un lado la comida. Ella le miró sorprendida.-No conozco a Luffy-ya, pero dudo mucho aud una persona como él muera ahora.

La chica le sonrió con alivio.

-No obstante el daño emocional ha sido muy grande y eso es lo que más va a costarle superar.

No pretendía ser dura con ella, simplemente había sido sincero para que estuviera preparada para cuando el chico se despertara.

Margaret asintió, ahora seria.

-¡Margaret!-gritó la Kuja del perlo largo y negro.

La chica giró la cabeza.

-Voy-se volvió hacia Law.-Gracias.

Se levantó y se fue con las Kuja. Con una sonrisa mientras la regañaban por haber vuelto a hablar con él.

Monkey D. Luffy podía haber perdido a su hermano, pero no le faltaba gente que le ayudaría a superarlo.


Este con un tono más alegre.

Esto se me ocurrió cuando Margaret va a dejar una botella de vino a Law y le pregunta por el estado de Luffy y él la mira unos segundos antes de contestar. Y bueno, pues me ha salido esto.

Mitsuki.