Luz
No tenía ganas de volver a casa, no para oírlos pelear otra vez, no para ver sufrir a Alice otra vez. Caminaba por la calle, miré hacia el cielo, las nubes se veían negras. Pronto empezaría a llover y entonces tendría que volver a casa. Cerré los ojos y el recuerdo de un rostro saltó tras mis parpados.
El rostro de mi compañera de clase. Bella Swan, soportando la horrible historia de mi vida. Sus ojos marrones fijos en los míos. No había lástima en ellos. Había comprensión. Este día no me había sentado solo en la cafetería, como venía haciendo desde hacia tanto tiempo. Hoy ella se había sentado conmigo y había escuchado cada palabra que tuve que decir.
-Aún hay esperanza para ti– dijo después de un breve periodo de silencio.- Hay una chispa en ti. Solo tienes que dejar salir la luz y dejarla brillar. Tal vez la razón por la cual encuentras todas las puertas es para que al final abras una que te deje en el camino correcto. Algunos destinos se pueden elegir. Elige el tuyo. Elige la puerta correcta- Terminó con una sonrisa. A esta altura ya la miraba como si estuviera loca y quizás si lo estaba, al menos un poquito.
- Claro, ¿sabes? Quizás fue un error haberte contado todo esto. Nos vemos mañana.- dije recogiendo mis cosas y levantándome para irme. – Un placer hablar contigo, Bella.
- No te arrepentirás.- dijo.- lo prometo, Edward.- asentí y salí. Sintiendo sus ojos pegados a mi espalda todo el tiempo.
Quizás era la chica más extraña que había conocido en mis 14 años de vida.
Con las primeras gotas de lluvia cayendo a mi alrededor caminé hacía mi casa. Al pasar por la cocina oí a mis padres gritando. Alice estaba sentada en su silla, haciendo algún trabajo para el colegio, de espaldas a la cocina. Gruesos lagrimones caían por sus mejillas. Me senté junto a ella. La saludé plantándole un pequeño beso en la parte superior de su cabeza. Se veía adorable con sus dos colitas enmarcando su rostro. Una sonrisa triste curvó mis labios cuando la rodeé con un brazo, tratando de consolarla. Quería decirle que todo estaría bien, pero cuando abrí la boca para decirle algo. Se tapó los oídos con las dos manos, murmurando "No más mentiras, ya no quiero más" mientras lloraba más intensamente.
Giré el rostro hacía la cocina. Mis padres se gritaban. Tal vez la razón por la cual encuentras todas las puertas es para que al final abras una que te deje en el camino correcto. Las palabras de Bella resonaron en mi mente. Algunos destinos se pueden elegir. Elige el tuyo. Elige la puerta correcta.
Me separé de Alice y los seguí contemplando, a la espera de la señal. Mi padre levantó el brazo para golpear a mi madre. Esa era la señal, supuse. Me levante de un salto y corrí hacía ellos. El golpe que iba dirigido hacia mi madre me dio de lleno en la cara, haciéndome caer. Oí la voz de mi hermana gritando mi nombre antes de que mi cabeza chocara contra la mesa de metal que estaba en medio de la cocina. Luego chocó contra el suelo. El dolor fue insoportable, pero solo por unos segundos.
Lo hice – murmuré.- Deje salir la luz.
Y luego todo se volvió oscuro.
Hola, este es un pequeño drabble, no se porque lo hice tan triste. Quizas Edward merecia un final diferente. Como sea, espero que les haya gustado.
Dejen su huellita de que estuvieron aqui! Auqnue sea un review chiquitito.
Kisses & Bites
S.S
