Todos los derechos reservados. Los personajes, nombres de CREPUSCULO, son marcas registradas Stephenie Meyer. Todo lo que hago es sin fines de lucro.

Prólogo

"Bella, ¿qué pasa?" Preguntó el joven dudoso; observando cómo Bella movía nerviosa sus pies chocándolos seguidamente en el suelo.

La castaña observó de reojo a su novio, deseando que tomara con calma la noticia. Algo que le parecía imposible.

"Edward, estoy embarazada."

Edward no reaccionó sólo se quedó de pie, quieto como si de una estatua se tratara, mirando hacia el suelo.

Bella buscó los ojos verdes de Edward para ver si ya había salido de la expectación o seguía en
shock, la noticia los había tomado a ambos por sorpresa.

Pasaron varios segundos, minutos, horas... ninguno sabría decir con exactitud cuánto tiempo había pasado, unos instantes después Edward tomó la palabra.

"¿Qué? Joder, fue solo una vez. ¿Cómo paso algo así, Bella? Joder, joder, joder." Explotó Edward con tono de total indignación. Se pasó la mano por el cabello con frustración. ¿Qué harían ahora?

"Sé que fue solo una vez; esto me cayó con tanta sorpresa como a ti." Dijo Bella en tono calmado.

Alguien tenía que ser la sensatez en esa conversación y conocía demasiado bien a su novio para saber que él no sería esa persona. Tan bien lo conocía que esperaba desde un inicio una reacción así de su parte.

"Joder."

"No repitas tanto la palabra joder."

"Es que, joder... lo siento. ¿Qué haremos con este problema?" Dijo en un susurro más para sí mismo que para Bella.

Tarde se dio cuenta que había dicho las palabras tan alto como para que Bella lo escuchara y lo volteara a ver enojada.

"¿Problema? ¿Eso piensas de todo esto?"

"Claro que sí, ¿qué más si no? Es un problema, un gran y jodido problema."

"¡Edward Cullen! Estas hablando de un ser inocente que creamos los dos. No sé porque te indignas tanto, muchas veces hablamos de ello; tú, yo y un bonito bebé de los dos. Es un pequeño problema si, pero trata de ver el lado bueno de esto y no hagas como si el mundo se acabará."

Bella empezó a perder la paciencia que desde un inicio juró que guardaría. Era un bebé, su bebé, de ambos y Edward hablaba de él como si de un cáncer maligno se tratara, esto la enojó mucho.

"¿Cómo quieres que vea un lado bueno? Si, hablamos de bebés, casarnos y todo eso. Pero teníamos un plan, Bella. Me iría al servicio militar un año para reunir el dinero para mi carrera, tu estudiarías leyes, cuando ambos termináramos nuestra carrera y tuviéramos un trabajo estable entonces nos casaríamos, viajaríamos un par de años y luego llegaría un hijo, cuando tuviéramos algo que ofrecerle." Terminó él. ¿Qué Bella no entendía su postura? ¡Era un gran problema!

"Sé que esto se adelanta un poco..."

"¿Un poco? Casi 10 años." Dijo escupiendo las palabras como si de groserías se trataran.

"¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me deshaga de él? Estas equivocado si piensas que lo haré."

Bella observó como la cara de enojo de Edward cambiaba para dar paso a una mueca de dolor. Vio como Edward se movió del lugar en donde estaba y se arrodilló ante ella.

"¡Joder, no! No quiero que te deshagas de él. No sé ni que vamos a hacer, solo me siento agobiado, no tengo nada que ofrecerles Bella, soy un estúpido huérfano que vive en un cuarto de 2x2. Sé lo que es no tener nada y no quería hacer pasar por esto a un hijo mío o a ti. Por eso quería estudiar, trabajar, ganar dinero y darte todo lo que merecías. A ti y a los bebés que vinieran." La observó con la mirada derrotada, dolor, miedo, enojo…

En ese momento ella entendió la reacción de Edward , y lo vio conmovida. Él tenía razón. Sus padres eran una familia acomodada pero en cuanto se enteraran seguro la correrían de la casa con lo conservadores que eran, aún faltaban dos meses para graduarse de la preparatoria y Edward no tenía nada, literalmente. Era huérfano, vivía en una posada porque sus tíos lo habían corrido de la casa hacía un mes y no eran mayores de edad aún, tenían muchas cosas en contra…

Se quedó pasmada un rato dándole vueltas a todo y decidió que no se dejaría vencer, tendrían que luchar. La noticia los había tomado a ambos por sorpresa, pero tenían que hacerle frente, porque a veces cuando menos te lo esperas, los regalos de la vida llegan.

Él le acarició la mano muy suavemente y Bella supo que todo estaría bien…

Créditos del summary a: Liz Rodríguez.

Y también gracias por sus ideas a: Angelina Arteaga y Sandra Mendoza.

¡Gracias chicas!

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