Declaimer: Los personajes de Naruto pertenecen a su creador Masashi Kishimoto

Solo la historia es mía.

Este libro se trata sobre las relaciones humanas y cómo aprender a llevar las dificultades de expresarse uno mismo.

El llevarse bien a pesar de ser muy distintos, el tener que aprender a ser uno mismo y a convivir con otros que son diferentes. Aceptar la diversidad no solo de las razas y la sexualidad sino también de los gustos y profesiones.

Esta es una historia que entra al corazón de las personas , con una suave caricia te dice que está bien ser como eres, equivocarse en la vida es parte del camino pero no es el fin de el mismo .La absurda e intrigante y nutrición que recibimos al conocer a otras personas y a relacionarnos más.

Bien esta es mi historia, dado que en la actualidad a muchas maneras de conocer a alguien, ya sea internet trabajo estudio o hasta en un bus. Hoy en día creo que la diversidad en forma y color es fascinante y necesaria, fue así como dentro de mi pequeño y cerrado mundo me adentre a conocer a personas que jamás creí que sería capaz de ver amar e incluso odiar, había un texto que me dieron en la escuela secundaria, el cual se llamaba hoja de mi árbol, de Jorge Luis Borges , allí expresaba con una total dulzura como cada hoja nos aporta algo en nuestras vidas, pues estas son mis hojas y es aquí que se las presento.

Capítulo 1

Todo comenzó un viernes, me levante, prepare el desayuno. Salí camino al trabajo. Cruce una de las avenidas principales que llevaban a las corporaciones Uchihas, hacía más de dos años que había decidido trabajar para una de las empresas más importantes y prestigiosas del país e internacionalmente. Pase por recepción saludando a Nicolás, el hombre de seguridad me miro con cierto nerviosismo. Ya en las oficinas el ambiente se veía algo inquieto e intenso y eso era algo que no solía pasar los viernes. Toque el timbre del ascensor y en cuanto las puertas se abrieron pude ver a la secretaria del presidente en un ataque de shock sin mirarme mientras se cubría con sus manos el rostro y sollozaba en voz alta, trate de llamarla pero ella solo se dedicó a salir corriendo. Con cierta pesadez después de ver a la chica marcharse, de forma cansina subí hasta el último piso de aquel elegante edificio. Lugar donde se hallaba mi oficina y la de mi jefe, la recepción personal del presidente y la oficina de la secretaria que acababa de marcharse. Las puertas del ascensor se abrieron, dando lugar a mis pasos, seguidos de un suspiro cansado. Seguramente el jefe andaba de malhumor, algo común en él, aunque comúnmente lo controlaba…sería un día largo.

-buenos días Ino –dije con una sonrisa mientras la recepcionista sacaba las cosas de la oficina de Lina, la secretaria que ese día había huido de la empresa.

-buenos días Himeko-san- dijo la rubia de forma despectiva y con una mueca de frustración en su rostro.

-¿tan mal están las cosas?-pregunte mientras la ayudaba a guardar las cosas en la caja.

-te juro que si en este momento abres la puerta de su oficina te encontraras con el mismo infierno. – La recepcionista se veía cansada- ya sabes que cuando su humor empeora nos viene esa clase de "días"

Ambas largaron un largo suspiro de rendición.

-será mejor entre… a ver si me despide a mí también- le exprese con un suave guiño- ….veré como están las cosas…

-nuestro jefe tiene un carácter terrible pero no es ningún tonto, ten cuidado- comento la joven viendo con preocupación a su amiga.

-no te preocupes Ino, si se porta mal lo torturare por el resto de la semana- conteste con una sonrisa mientras abría la puertas de la oficina del señor uchiha e ingresaba con total pasividad.

La empresa constaba de 10 pisos, en el ultimo se hallaban las dos oficinas presidenciales, una para la asistente otra para la secretaria ejecutiva y la parte de recepción. Himeko usaba la de asistente. Por otro lado la oficina del presidente era bastante amplia, sala de estar, mesa de reunión, su escritorio bien amueblado, moderno, y más atrás una cocina y baño privado. Casi toda la decoración de ahí se hallaba en todos fríos, azul oscuro, negro y blanco eran los colores que predominaban el lugar, algo poco cálido según ella, pero esos eran los gustos de su jefe. El mismo había llevado a cabo cada detalle del orden de la oficina, como ejemplo la computadora tenía que estar en un escritorio aparte en su lado izquierdo para no molestar el orden personal.

Decir que entrar a la oficina de su jefe era como estar en una película de terror era poco. Ahí sentado y ojeando unos papeles en su escritorio se hallaba su jefe. Ni siquiera levanto la vista al oír la puerta cerrarse, ni se inmuto al sentir los tacos de Himeko acercarse a él, y es que Sasuke Uchiha no era cualquier jefe, era el chico mas cabezadura, frio, engreído y arrogante que jamás había conocido y sí que lo sabía bien.

-buenos días señor uchiha- dijo obviando el "sasuke-kun" que siempre usaba mientras se sentaba en la silla frente al escritorio y puso delicadamente sus manos sobre sus piernas en espera que el mencionado hablara. Tendría que tener una charla muy seria con él.

-llegas 15 segundos tarde-expreso de mala gana mientras tenía su vista puesta en los papeles.

-no es cierto- refuto Himeko con calma. Sasuke siempre contaba su horario de llegada desde que ella iba a saludarlo- me tomo 16 segundos en tratar de ver que le pasaba a nuestra secretaria; Sin embargo, salió corriendo llorando a gritos como si hubiera sido atacada, por lo que yo se tengo 1 minuto a mi favor, ¿no cree? Señor Uchiha.

-Tks…- el nombrado alzo una ceja y miro a su asistente. Estaba demasiado cabreado como para andar con los reclamos de su compañera.- no empieces.- sentencio tras clavarle la mirada con furia.

-explícame por favor que hiciste esta vez, es la tercera secretaria que se va en la semana y no sé qué pensar; ¿le gritas?, ¿las golpeas? Hasta llegue a pensar que las acosas sexualmente…- el pelinegro la miro con ironía.¡Él era el que siempre era acosado y no podía tener tranquilidad ni siquiera en el trabajo!-¡¿Y qué quieres que piense? Además las últimas dos secretarias me habían dicho que le gustaban las chicas!Ya no solo es una pérdida de dinero por cada contrato e indemnización, más el riesgo de juicio por maltrato, sino que también es el trauma psicológico que le podes llegar a causar a la otra persona.-dijo con serenidad pero en tono preocupante mientras el pelinegro chasqueaba la lengua con molestia.- no puedes venir de mal humor y despedir a media empresa.

-Es mi empresa, mi dinero. –expreso cortante-La mocosa uno se me tiro por más que sea lesbiana, dijo que quería probar algo nuevo. La mocosa dos paso mal un correo electrónico .Se tomó diez minutos más del descanso, estornudo en mi cara y me paso una llamada de Naruto.-La joven de ojos grises no pudo evitar que una sonrisa se escapara de sus labios a lo que Sasuke frunció el ceño.- Y la última secretaria venía bien hasta que le pedí que organizara la reunión con las empresas de Konoha de mañana. Hoy llego la boleta ya pagada. Ordeno todas cosas dulces; odio lo dulce, trabaja para mí y no sabe algo básico. No necesito a personas incompetentes en mi empresa.- sentencio con molestia mientras terminaba de revisar los papeles de referencia de Suna.

-Sasuke-kun ¿Le dijiste a Lina-chan que era incompetente? No debes tratar así a los demás- expreso Himeko en forma de reprimenda- tan solo tenías que cambiar de menú eso es todo. Ahora estas sin secretaria y la reunión es mañana. ¿Qué harás? Iras solo por no tener un poco de paciencia y consideración con los demás.- Sabia que Sasuke tenía un temperamento delicado y comúnmente parecía estar enojado todo el día, pero no era una mala persona. Por dejarse llevar a causa de su enojo olvido por completo la reunión.

Sasuke miro con el ceño fruncido a Himeko. Él podía ir a la reunión solo y hacerse cargo de todas las cosas. Sin embargo eso no estaba bien visto frente a las demás empresas. No era bueno una imagen de un líder solitario en una empresa puesto que esta debía demostrar solides y confianza. A demás las secretarias estarían en una reunión aparte resolviendo los temas de segundo interés.

Al principio había sido algo complicado afianzarse y llevar a adelante la empresa él solo. Esa empresa la había manejado su hermano desde que había terminado la secundaria. Mientras estudiaba en la universidad Itachi había llevado a cabo todos los objetivos y con gran éxito aquella empresa. Una vez que Sasuke termino la secundaria; Su padre lo mando a liderar la misma empresa, mientras que su hermano fue derivado al exterior a comandar esa la empresa en Londres, a la vez que su padre se iba a New York. Todo había sido bastante difícil al principio, no por la parte administrativa y económica, sino por las negociaciones, a diferencia de Itachi, Sasuke era más reacio, mas indiferente y serio. Si bien las negociaciones las sacaba adelante porque denotaba mucha seguridad. Tenía problemas con el personal de la empresa. Siempre cambiaban y muchos renunciaban. Cada vez que iba a reuniones iba solo, a la vez que al no tener novia o acompañante siempre a la prensa daba una imagen muy indiferente, fría y poco humana. Por lo que se vio en la obligación de contratar a una asistente, las cuales no duraban mucho. Hasta que decidió elegir a una persona de su misma universidad. Himeko Senju, era su compañera en segundo año de carrera, y aunque no le hablaba mucho, sabía que tenía el mejor promedio en notas, al igual que él iban empatados en lugares ganando a veces uno u el otro. Era la hija de la Hokage Tsunade Senju, la dueña de la empresa Hokage que llevaba a cabo la organización de las empresas y observaba rigurosamente que estas estuvieran haciendo lo correcto y no haya negocios sucios. Era la gobernante de la parte económica de la región del País del fuego. Por lo que las posibilidades de que Himeko trabajara con él eran pocas puesto tendría un puesto asegurado en la empresa de su madre. No obstante grande fue su sorpresa cuando descubrió que la joven Senju no le interesaba en lo más mínimo ocupar el lugar su madre en la empresa. Así fue que Sasuke la contrato como su asistente, a lo que paso a obtener una mejor organización y mejor visión de la empresa tanto interna como externa.

-mmmm iré solo, por más que contrate a alguien ahora no será capaz de prepararse para la reunión de mañana- comento mientras llevaba sus manos a su cien y masajeaba suavemente para calmarse. Mañana sería un día difícil.

-yo te acompañare – la ojigris miro con compasión a su amigo a la vez que se mordía el labio y llevaba un dedo a su boca en forma pensativa- tendré que cambiar la mitad del menú. Los informes ya están listos, lo de la reunión de secretarias los revisare hoy a la noche. . por lo que no habría problemas . El martes contratare a una nueva secretaria aunque creo que no me vendría mal otra asistente- dijo con calma.

Sasuke la observo con desconfianza-¿Porque estas tan tranquila?- pegunto ya que comúnmente se esperaba una reprimenda más grande sobre el tema "maltrato a los empleados" y un castigo por su mal comportamiento, si escucharon bien un castigo, Uchiha Sasuke era castigado por su asistente cada vez que se portaba mal o de forma inadecuada con las demás personas, y porque un Uchiha se dejaba castigar por aquella persona. A pesar de que era su compañera de universidad, su mano derecha en la empresa y que se llevaban solo meses de diferencia, él no tenía la más mínima idea de porque reaccionaba así.

Una vez le pregunto si ella iba a transformarse en una de sus locas fans, a lo que ella respondió simplemente que por muy atractivo que sea el no era su tipo de hombre. Así su relación y confianza creció a veces extraña puesto que Himeko era algo rara y Sasuke solía ser muy sobreprotector con ella.

La pelinaranja se levantó, tomo unos papeles del escritorio de su jefe y se encamino a la salida. Una vez en la puerta se dio media vuelta y una sonrisa de lado apareció en su rostro.- porque mañana recibirás tu castigo- le contesto con esa dulce mirada sin maldad alguna para luego irse.

El Uchiha se quedó sentado pensando en las palabras dichas por su compañera y se maldijo así mismo por dentro, por contratarla; Mañana… mañana seria la reunión cuatrimestral de las empresas de Konoha en su empresa… Mañana tendría que pasar todo el día desde las 7 am hasta la noche junto a Naruto. Esa noche debía apagar las llamadas aunque sabía que el rubio estaría en la puerta de su departamento a primera hora para ir juntos a la reunión. Algún día el Uchiha encontraría el punto débil de su compañera y se las haría pagar una por una, puesto que él era un vengador por naturaleza.