Hola, bueno me permito presentar esta corta composición, hago la aclaración que los personas de THE WALKING DEAD, no pertenecen, la historia esta basada en la trama del capitulo 13 de la IV temporada, sus personajes principales Beth y Daryl. La historia hecha sin fines de lucro solo con el animo de entretener y permitirnos soñar con este hecho en la serie.
Me declaro enamorada de esta pareja, así que si no les gusta pues ni modo no la lea mis queridos, en fin, espero sea de su agrado.
TODO CAMBIO.
Creía que todo estaba perdido y lo peor era que me culpaba por ello, era mi responsabilidad y sencillamente me rendí. Él había vuelto y volvió con toda la intención de acabarnos. Una sensación devastadora invadió mi cuerpo, mientras cada centímetro de mi piel se erizaba ante aquel escalofrío que me recorría.
Le dije que no le temía a nada, pero mentía, la realidad era que justo a ella era lo que más temía, a lo que me hacía sentir cuando sus ojos azules me miraban con ternura y vivacidad, le temía a su imagen de niña y mujer, a su sonrisa que cuando ella lo permitía y sin saberlo me llenaba el alma.
Y entonces su voz cantarina me sacó de mis cavilaciones, permitiéndome centrar mi atención solo en ella:
-¿Habría que agradecer por la hospitalidad?- su pregunta, me sorprendió un poco, ¿quién agradece hoy en día y de corazón? Realmente son pocos, dude un poco antes de contestar aquella pregunta.
-Quizás los esperemos y les demos las gracias- sus ojos se iluminaron y una sonrisa se dibujó en su fino rostro.
-¿Qué te ha hecho cambiar, hasta hace unos días todo te daba igual?- muy bien en este momento, es cuando el corazón empieza a latirme a más de mil veces por minuto, la garganta se me ha secado y creo que mi rostro no está lejos de ser una imitación barata del "Último grito"
-Y bien- insistía, como toda mujer, como la mujer que era y que yo había obviado que se había convertido, jamás lo dejaría hasta que yo no lo reconociese y entonces me sumergí en la calidez que ella irradiaba, en la paz que solo ella lograba darme, en ese instante ella lo entendió, sus labios se separaron dejando entre abierta su boca, la perfecta invitación para probarles, no soy hombres de romances, ella lo ha de tener claro, soy un hombre de un amor y tal vez ella lo sea.
Y como si de un sueño se tratase, un ladrido en la entrada, rompe nuestra pequeña burbuja, sus ojos me observan más vivos que nunca y en mi mente solo ronda aquel sentimiento que me llena, le sonrío, le pido que espere, voy a darle de comer al perro, intento abrir la puerta y justo al hacerlo, todo cambio.
