On My Own

Disclaimer!: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me pertenecen y tampoco obtengo beneficios de esto, sólo los utilizo para pasarlo bien y entretener a los demás!

OnlyBro a no ser que alguno luego quiera algo más, ¡Estoy abierta a sugerencias! xD

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Luchaba porque el aire saliese de sus pulmones con normalidad, pero le costaba. No podía evitar toser de vez en cuando, y no sería tan malo si fuese simple tos.

Un mes antes. 20 de Diciembre.

Las vacaciones de navidad estaban cerca, y los exámenes habían sido bastante continuos a lo largo de esas dos últimas semanas.

Un chico moreno de piel característica pálida y con pecas en el rostro estaba sentado en su mesa de estudio, repasando lo que le quedaba por mirar para el examen de historia que tenía al día siguiente, su último examen.

Llevaba dos días un poco acatarrado, y pensaba que la gripe se asomaba a la vuelta de la esquina, por lo cual estaba tomando una taza de leche con miel, mientras leía sin descanso sus apuntes, iluminados por la luz de la pequeña lámpara que tenía en su escritorio, con una mano sujetando su cabeza y jugando con un lápiz en su boca.

Se estiró un poco, justo en el momento en el que su hermano mayor entraba en el cuarto, interrumpiendo momentáneamente la concentración del chico.

-¿Qué tal lo llevas? –Preguntó el rubio, observando la cara de cansancio de su hermano.

-Bueno… Podría ser peor, supongo –sonrió de lado, levantándose para estirar un poco las piernas.

-Había pensado en que salieses a dar una vuelta para despejarte, por lo menos unos minutos, si te parece bien-le devolvió la sonrisa, tratando de conseguir un sí por parte de su hermano pequeño.

-Bueno, supongo que me puedo permitir por lo menos una media hora de descanso…-Se levantó, colocándose una chaqueta de pelo caliente que tenía tirada en la cama del cuarto que compartía con su hermano.

Los dos salieron a la calle, caminando sin dirección fija, simplemente charlando animadamente.

-Mañana acabarás los exámenes y podrás disfrutar de tus buenas merecidas vacaciones de navidad, ya iba siendo hora, ¿No?

-Bueno, en realidad no sé si serán buenas, creo que estoy pillando una gripe bastante gorda, tengo un catarro enorme… -dice en un respiro el pecoso, mirando al rubio a los ojos- Quizás te tenga que dar la lata estas vacaciones-da una risotada, recibiendo un leve empujón en el hombro por parte del puño de su hermano.

-Bueno, no es que no esté acostumbrado a ello.

Tras andar un poco llegaron a un amplio parque recubierto de nieve. El más pequeño levantó la cabeza, dejando que algún que otro copo chocase contra su rostro, sonriendo ampliamente.

-Tal como recuerdo alguna de las mejores tardes que pasamos en Narnia.

Su hermano, simplemente sonrió, imitando a su hermano, para luego acercarse a él sin que se diese cuenta a empujarlo, haciendo que el chico se cayese a la nieve, tirándose luego él encima.

-¡PETER!-Chilló, riéndose a carcajadas mientras su hermano trataba de hacerle cosquillas por debajo de la chaqueta.

-Tal como yo también recuerdo las mejores tardes que pasamos en Narnia, Edmund.

Tras haber cenado una sopa, y haber obligado a Edmund a tomarse otro vaso de leche caliente con miel, Peter se acomodó en su cama para leer un rato. Edmund se había quedado dormido bastante pronto tras haber estado repasando sus apuntes una y otra vez durante la cena, estaba bastante cansado.

No sabía qué leer, así que no se le ocurrió mejor idea que buscar el diario que guardaba en un cajoncito escondido dentro de otro de la mesita de noche. Tantos y tantos recuerdos de la vieja Narnia… Claramente no había podido ni había tenido ganas de redactar todos los días que allí pasaron, ya que fueron muchos, pero sí escribía sobre los mejores de ellos para que le fuese imposible olvidarse de ellos incluso aunque perdiese la memoria por completo. Así paso unas dos horas, extrañando Narnia. Hoy era uno de esos días en los que más echaba de menos poder estar allí.

Cuando se despertó, Edmund ya había desayunado, y esperaba por él tumbado en cama mientras repasaba un poco más.

-Al final se te van a quemar las pocas neuronas que se quedan, Ed… -Dijo en un bostezo, haciendo que su hermano le tirase una bola de papel a la cabeza.

-Despierta y vámonos, que no quiero llegar tarde a mi último examen.

Peter acompañó a su hermano al examen, yéndose luego a su cuarto para empaquetar todas las cosas.

Tardó un buen rato en terminar, lo suficiente para que Edmund acabase su examen. Estaba a punto de ir a buscarle, cuando alguien llamó a la puerta de su habitación.

-¿Peter Pevensie?-Preguntó una mujer a la cual pronto reconoció, era la directora del colegio.

-Sí, soy yo-Respondió, un tanto confuso.

-Su hermano se ha desmayado al terminar su examen. No creo que sea nada, es más, ya está despierto, pero al parecer ha hecho un sobreesfuerzo, ¿Podría ir a buscarle usted a la enfermería para traerlo aquí?

Peter no pudo evitar asustarse un poco nada más oír "hermano" y "desmayado", pero trató de mantener la calma y respondió un simple "sí, claro, ahora mismo voy", y en cuanto la profesora se fue, dejó las maletas en una esquina, ya listas, cerró la puerta con llave y corrió a buscar a su hermano.