Hola Todos, este fic es de Cristy publicado en otra página. Por razones de fuerza mayor (perdió su cuenta y no sabe su mail, pues estos dos años ha estado manejando el de la universidad y no mantuvo el otro, y ahora sale que no existe xP) pues se publicarán en mi cuenta, a menos que logremos recuperar sus cuentas (cosa que dudo, creo que ya tiró los papeles con esos datos), pero well...
Este fic fue publicado en ssyaoi (pero el viejo, a eso del 2011) se le hará copy-paste y después lo actualizaremos, trabajaremos juntos para ello
Empecemos
Prólogo: publicado 1 de Enero del 2011 a las 12: 30 hrs, México
Prólogo
Afrodita de Piscis veía a todos sus "invitados" no invitados, desde que fueron revividos, se formaron unos grupos ya fueran de gran tamaño o pequeños…
—Hola, Dita— dice el guardián del cuarto templo del zodiaco, Máscara Mortal o bien Death Mask, pero si querías apenarlo, lo mejor era llamarlo por su nombre: Angello.
—DM— dice el dueño del invadido templo, a modo de saludo, ¡pero vamos!, apenas y te despiertas, te arreglas un poco en tu baño y sales por leche, agua, jugo, café o algo que toque tu estomago, y ves a una bola de no deseado auto-invitados en la sala de tu templo y lo peor en la zona privada del mismo
—Buenos días, Afro— dice la voz de Aldebarán desde la cocina— Estoy preparando el desayuno— el onceavo guardián sonríe al igual que el quinto guardián, todos sonríen, parecía eso un club de los Corazones Rotos, o algo así pues ninguno tenía suerte en el amor
El primer miembro de este "club", era el que cocinaba: Aldebarán, bondadoso, fuerte, amable, comprensivo, buen consejero, buen amigo, aún mejor como confidente de tus secretos; además uno de los mejores cocineros de las doce casas, bueno con las tareas domesticas, también muy protector con sus personas importantes, casi el hombre perfecto (aunque para el resto del club, ES el Hombre Perfecto), Ahh, pero para Shura, era feo y muy grande… Si nuestro toro se enamoro de Shura, pero este está enamorado de Aioros, que ni lo pela…
El segundo miembro del peculiar "Club" es el que animaba a todos: Aioria, no era que le león no tuviera pretendientes y pretendientas sino que él ya amaba a alguien… que solo lo veía como un amigo, un muy valioso amigo. El león siempre tenía un comentario y/o anécdota que te levantaba el ánimo, además de ser el segundo mejor cocinero del Santuario entero, aunque su humor y el de DM chocaban mucho y provocaban peleas, dichas peleas se volvían momentos que eran dignos de guardar dentro de la memoria y del corazón… y el león se enamoro de su mejor amigo y vecino, Shaka (el rubio se enamoro de DM e incluso Aioria intento juntarlos pero fue cuando descubrió las penas de amor de DM y nunca volvió a intentar hacer algo así?...
El tercer miembro y el que dio el banderazo para juntarse en Piscis es: Angello, su problema era su mala manera de hablar casi con puras groserías, cosa que incomodaba tanto a los otros dorados como a los del "club", pero había a quienes en definitiva hacía enojar con esa manera de hablar y con paciencia los presentes le estaban intentando enseñar a controlar su manera de expresarse, y Aldebarán tenía la paciencia suficiente junto con Camus… al italiano le gustaba jugar malas bromas y molestar a quien le gusta, pero Mu siempre prefería alejarse de él, y eso le dolía a Angello aunque no lo demostrará con los demás, bueno solo con los miembros del "club" dejaba su máscara de sadismo, para mostrarse como alguien sensible y enamorado…
El cuarto miembro, es la parte fría y calculadora del "club": Camus, indiferente, educado, caballeroso, comprensivo y muy buen actor, pues ocultaba todas sus emociones de los demás, aunque poco a poco en el "club" se volvió mucho más expresivo y sonriente… era el único capaz de frenar las tontas confesiones que intentaban llevar a cabo su "amigos" y los traía de vuelta a la cruda realidad, y no por crueldad sino para evitar que los demás salieran dañados por no verse correspondidos, aunque les molestara a veces su visión de la realidad, los otros le hacían caso, pues confiaban en él a veces incluso más que en ellos mismos… Camus disfrutaba mucho las reuniones sorpresas (ser arrastrados po DM hasta Piscis, era divertido)… El comprensivo francés está profundamente enamorado de Milo, su amigo de la infancia, pero Milo anda de novio de Kanon y el del onceavo templo tiene la mala suerte de ser el consejero de Milo, aunque prefiere, al igual que Aioria, ver feliz a su amado que confesar sus sentimientos…
El último miembro y dueño del templo constantemente invadido por los otros miembros del "club": Afrodita, a él lo único que le interesa es que su templo sobreviva a las visitas, que para su desgracia eran, muy rutinarias para los otros cuatro. Era el que mantenía a raya a Camus con respecto a Milo y el que le hacía de pañuelo para los otros miembros, e incoherentemente, era el único entre los cinco que no estaba enamorado de nadie, de hecho a pesar de ser tan bello, no le interesaba tener pareja de momento, si fuera por él se muere virgen. Pero, ¿si se muere quien consolaría a los otros cuatro e impediría que se suicidasen?, bueno, a pesar de decir lo contrario, los otros eran los únicos en el Santuario que le dirigían la palabra con familiaridad y tampoco lo veían con miedo o incomodidad, y por ello y solo por ellos cuatros, estaba dispuesto a cualquier cosa por seguir viéndolos reír con él, escuchar sus peleas, llantos, pésimos chistes, anécdotas infantiles y comer lo que les preparaban con toda su amistad, además de los regalos que cada cumpleaños se hacían, o los pequeños detalles que dejaban una gran huella en su corazón, pues con ello demostraban que a pesar de no parecer hacer caso a lo que les decía de pasada, realmente lo hacían… en definitiva por Aldebarán, Aioria, Angello y Camus, haría todo lo que pudiera por verlos felices, en definitiva…
Fin del Prólogo
