Hola, estimados lectores. Algunos nuevos y otros que ya conocen algunos de mis trabajos.

En esta ocasión, mi proyecto tiene que ver, obviamente como indica la categoría, con Little Witch Academia.

Desde que terminó el anime quise hacerle al menos un fic, porque es una serie que en verdad logró cautivarme. Me encantó como un anime no lo hacia en mucho tiempo. Pero estuve cuestionándome bastante sobre que hacer. Al final tuve que decidir entre dos opciones ¿Un fic solo de Little Witch Academia o un crossover? La segunda opción tal vez habría resultado más cómoda para mi, sin embargo, esta vez quiero arriesgar.

Sin más presentaciones, aquí está mi nuevo proyecto:

"Como Ella"

Disclaimer: Los personajes de Little Witch Academia asi como todo lo relacionado a la saga no me pertenece, son propiedad de Yō Yoshinari y del estudio Trigger.

Era plena tarde en la academia Luna Nova, el sol brillaba y sus rayos se colaban por las ventanas. Una suave brisa soplaba, haciendo que las hojas de los árboles se movieran un poco.

Y, de pie, cerca de una de las ventanas, observando aquella pacífica escena se encontraba ella. Con su uniforme de profesora impecable, sus rubios cabellos bien peinados y su sereno rostro libre de maquillaje. Sus brazos cruzados, podían sugerir cierta impaciencia, pero incluso asi su postura era elegante. Sí, era la inconfundible figura de Diana Cavendish.

—"Se está tardando... Otra vez" —la mujer soltó un suspiro, cerrando sus ojos un momento.

—¡Profesora! —se escucharon apresurados pasos, cada vez más cerca— ¡Lo siento, tuve un retraso! —se aproximó hacia la rubia.

—Sabe muy bien que soy alguien ocupada. Y ya le dije que no corriera por los pasillos, señor Nathan —la profesora abrió sus ojos, observando al joven al lado de ella. Era alto, probablemente rondaba el 1,80. Su pelo, castaño como el de sus padres, un tanto desordenado por haber estado corriendo. Y sus ojos, de un tono verde, la miraban, buscando piedad.

—Trataré de que no vuelva a pasar —se disculpó Nathan, haciendo una leve reverencia.

—Más le vale... Luna Nova es una escuela dedicada a la educación de las futuras brujas. El hecho de que un hombre aprenda sobre la magia aquí es algo que va contra la tradición —recordó con severidad Diana— No desperdicie la oportunidad que se le ha dado.

—Entiendo, profesora... —asintió el aprendiz— Por cierto... No es por ser caprichoso, profesora Cavendish, pero... ¿Podríamos ser más informales? Después de todo, ya nos conocemos —pidió con timidez.

—De acuerdo... Pero apresúrate, Nathan, hoy te enseñaré algo nuevo— la rubia empezó a caminar a una de las aulas.

—¡S-si!

Nathan Hanbridge, hijo del actual ministro británico Andrew Hanbridge y la bruja japonesa, Atsuko Kagari.

Un joven criado como todo un gentleman al igual que su padre, pero que a su vez sentía curiosidad y cierto entusiasmo a aprender sobre la magia practicada por su madre.

Justamente fue gracias a la intervención de sus padres que se le permitiera estudiar, de forma extracurricular, en Luna Nova. Bajo la tutela de una de las brujas más talentosas que esa academia vio crecer.


—La última clase trataba de cómo hacer levitar objetos, en la de hoy aprenderás cómo ensamblar una estatua con un hechizo similar —explicó Diana.

—Entendido —luego de recibir un par de indicaciones más, el estudiante se concentró e intentó el conjuro— ¡Sosomme Tiextrilla! —los fragmentos separados de la estatua que se le había dado para reparar comenzaron a elevarse y acercarse a esta— ¡Genial!

—Concéntrate.

—Ah, si.

El chico hizo un gran esfuerzo, tratando de que cada pieza encajara en su lugar. Sin embargo, se llevó una gran decepción cuando las extremidades cayeron.

—Para ser la primera vez que usaste el hechizo, fue bastante decente... Aunque tienes que trabajar más en tu concentración, es algo fundamental —analizó Diana para luego ejecutar el encantamiento, arreglando correctamente la estatua.

—Impresionante... —Nathan se llevó una mano al mentón— Solo no entiendo ¿Por que la reparó?

—Te daré otra cosa para practicar. Algo más sencillo —apuntó con su varita hacia fondo del salón— Una mascara ceremonial que se rompió debido a un percance en una clase. Pedí que no se reparara en ese momento para poder usarla para que practiques.

—¿Y se supone que debo ir a buscarla?

—Claro que no... La ensamblarás desde aquí. Dejé las cuatro partes en las que terminó dividida en distintos puntos del salón.

—Eso si es difícil —la miró sorprendido el joven Hanbridge.

—Empieza... —tomó asiento y esperó.

—¡Aquí voy! ¡Sosomme Tiextrilla! —ejecutó una vez más el hechizo, mentalizándose lo que quería.

De repente uno de los fragmentos de la máscara empezó a flotar, seguido por otro que estaba un poco más atrás. Los últimos también se acercaron lentamente, uniéndose cerca del chico.

Nathan fue paciente, no se descuidó hasta que tuvo la gran máscara en sus manos.

—Creo que ya está —el estudiante se relajó un poco y giro a ver a la maestra.

—Asi parece —Cavendish sonrió ligeramente— Buen trabajo. A tu madre le costó mucho más en su tiempo.

—G-gracias —se precipitó a hacer una cortés reverencia.

—Pero no hay que olvidarnos que lo hiciste con algo mucho más simple. Por lo que vas a necesitar más entrenamiento con ese hechizo —añadió la rubia, levantándose— Debo irme, tengo ciertos asuntos de los cuales encargarme. Y supongo que tú también.

—Claro, no hay problema —Nathan le sonrió y ambos se encaminaron a la salida— Agradezco que pudiera enseñarme algo nuevo hoy, profesora.

—Si no te enseñara nada entonces no estaría cumpliendo con mi trabajo —dijo la mujer de alrededor de 30 años.

—Jaja, es verdad.

—Hasta la siguiente clase, Nathan. Trata de ser más puntual la próxima vez —se despidió, a punto de doblar por uno de los pasillos.

—Lo tendré en cuenta. Cuídate mucho, tía —devolvió el saludo, aunque esto causó que la mayor detuviera sus pasos.

—... Nada de "tía". Soy amiga de tus padres y tu mentora, nada más.

—Perdón, se me escapó.

—Adiós.

Diana continuó su camino. Apresurando el paso cuando se encontraba lo suficientemente lejos del muchacho.

Se dirigió a su habitación, cerrando la puerta de forma cansada y sentándose en su cama.

—"A tu madre le costó mucho más en su tiempo" —recordó sus propias palabras— ¿En que estaba pensando al decirle eso? —se quitó el sombrero, dejándolo a un costado— No puedo creer que siga cayendo en lo mismo. Tantos años... —la tristeza invadió su rostro. Sentía decepción de si misma— Y sigo viendo a Akko en él.

En aquellos casi 2 años que llevaba siendo su maestra, Diana no podía evitar la comparación de Nathan con su madre. Cada logro, cada error, cada clase era como revivir la época en que ambas eran estudiantes.

Era cierto también que Nathan resultó ser mucho más tranquilo y educado que Akko. La influencia de Andrew podía notarse. Y aún asi, los recuerdos siempre se colaban en sus pensamientos.


—¿Que tal estuvo la clase de hoy? —en el camino de regreso a casa, Nathan se encontró con una de sus amigas, Hedda.

—Ah, hola ¿De compras? —preguntó Hanbridge, viendo la bolsa que su amiga cargaba— Y, podría decirse que bien, aprendí a reparar objetos hasta cierto punto.

—Bien por ti —le sonrió animada la chica de cabello rubio peinado en dos trenzas— Si algún día necesitas algo de ayuda, no dudes en pedírmelo.

—Suena bien, solo dime cuando no estés ocupada —contestó el castaño.

—Excelente —Hedda se dio cuenta de la hora— Oh, se me hace tarde. No quiero que Finnegan me regañe otra vez-siguió su camino— Hasta otra.

—Nos vemos —el aprendiz hizo lo mismo.

La chica tan amigable con la que se había cruzado era la hija de Frank y Lotte Yanson. Amigos también de sus padres desde jóvenes.

Ella tenía 1 año menos que Nathan, y era estudiante de Luna Nova por razones parecidas a las de Lotte. De todas formas, le gustaba la magia casi tanto como a él.


—"Que suerte que las tutorías de hoy no fueron muy largas, estoy muerto de sueño" —pensó el nieto de Paul Hanbridge, llegando a su casa— "Me pregunto que habrá para cenar..."

—Bienvenido —una dulce voz lo recibió al entrar.


Hasta aquí lo dejo.

Por ahora esto es como una introducción, presentando a los principales personajes y el contexto.

Aunque faltan un par de personajes que más adelante serán influyentes. Ya deben imaginarse cuáles son.

Y pueden estar tranquilos, porque iré explicando a lo largo de los capítulos que sucedió con los personajes de LWA. Que es de la vida de las que fueron alguna vez estudiantes de Luna Nova y otros.

También quiero dejar en claro que yo apoyo tanto el Akko x Andrew como Akko x Diana. Ambas ships me encantan. Y fue difícil para mi escribir una historia en que uno "primara" sobre el otro.

Pero, como dije antes, hay muchas cosas que explicar y lo verán en los siguientes capítulos.

Igual quiero conocer sus opiniones sobre este proyecto. Dudas, críticas, todo es bienvenido. Asi que los espero.

Hasta el próximo capítulo.

PD: Nathan, para los que se preguntan su edad, tiene alrededor de 17. Y, sí, Diana ya está más cerca de los 40 que los 30.