Capítulo 1: ¡Una nueva aventura está por comenzar! ¡La extraña joven de cabello rubio!
A lo lejos se podía apreciar un bello amanecer en la isla de Apotos, conforme el sol salía desde el horizonte su luz coloreaba el océano con un bello tono anaranjado. No era común que cierto héroe se detuviera a contemplar este tipo de espectáculos, pues quedarse quieto o ser paciente no era una de sus virtudes, él prefería la acción y la aventura, sentir el viento rozar su piel cada que se echaba a correr. Sin embargo, como todo buen héroe que salva el día una y otra vez, este necesitaba relajarse de vez cuando, y una de las maneras que disfrutaba haciéndolo era escuchando el sonido del mar, se encontraba en una zona que no era frecuentada por el público debido a que no había playa, pues no quería que hubiese nadie que lo molestara en esos momentos. Solo que no era cualquier lugar, lo que más destacaba de la zona era el gran molino que adornaba el paisaje, en este lugar fue donde conoció a uno de sus más grandes amigos y marcó el inicio de una de las aventuras más locas y emocionantes que había vivido, y también fue donde se tuvo que despedir de él y concluyó esa travesía. Había pasado ya un año desde aquel entonces, se podría decir que eligió tomar sus vacaciones en ese lugar por ese sentimiento de nostalgia. Lo que no sabía, es que ahí mismo iniciaría otra gran aventura. Momentos después, el sol finalmente había salido por completo, dejando ver un majestuoso cielo azul y el reflejo del mar de este mismo color.
"Espero que te encuentres bien Chip" – dijo el héroe de pelaje azul con algo de melancolía en su voz, daba gracias que nadie lo podía ver pues tenía una reputación personal que debía mantener.
"Bueno, creo que es hora hacer un poco de ejercicio" – dijo ya con un tono más activo haciendo unos estiramientos, listo para vivir el día. Acto seguido, empezó a correr con la velocidad con la que había sido dotado, rompiendo la barrera del sonido en varias ocasiones en el pasado.
"Bien, con eso ya son 20 vueltas que el doy al lugar, y la verdad es me muero de hambre, ya es hora de que desayune" – decía mientras rugían las tripas de su estómago, y justo cuando se dirigía a la entrada del bello pueblo de Apotos, algo llamó su atención.
"¿Qué? Es una persona, y parece estar herida o inconsciente" – El erizo azul desvió su camino y se dirigió hacia aquella persona. Grande fue su sorpresa al darse cuenta que se trataba de una jovencita rubia, afortunadamente no presentaba heridas graves, y solo había perdido el conocimiento. Por lo que pudo observar, la jovencita vestía una especie de uniforme escolar, el cual consistía en una blusa blanca de manga larga con un moño azul fuerte colgando del cuello, el cual portaba un hermoso broche, una falda del mismo tono de azul, unos zapatos negros y calcetines blancos, pero lo que más le pareció extrañó fue su peinado de conguitos con dos coletas que le llegaban hasta debajo de la cintura, el cual consideró algo ridículo.
"Oye, ¿Estas bien?" – Preguntó mientras sacudía levemente a la muchacha con tal de despertarla o que recobrara la conciencia, pues no era normal que alguien así estuviese tirada en medio de la nada.
Poco a poco, la muchacha empezó a abrir los ojos mientras se los tallaba debido a que eran cegados por la luz del amanecer, haciendo un leve esfuerzo por levantarse, aunque se quedó con las piernas cruzadas.
"No por favor mamá, 5 minutos más…" – decía la joven un tanto adormilada, en señal de que no quería ir a la escuela.
Por su parte, un gran signo de interrogación se posó sobre la cabeza del héroe azul, ¿Acaso habrá huido de casa para no tener que ir a la escuela? Dedujo esto al verla vestida con su respectivo uniforme.
"Disculpa, ¿Te encuentras bien? ¿Qué haces sola en este lugar? – preguntó.
Al escuchar esa voz que no reconocía de ningún lado, la chica volteó en su dirección para toparse cara a cara con la persona que dijo esas palabras. Sin embargo, en el momento en que cruzaron miradas, la muchacha se talló los ojos nuevamente para asegurarse que no se tratara de un sueño. Al darse cuenta que la imagen que reflejaban sus ojos seguía ahí, el silencio se hizo presente por un momento, hasta que…
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!" – pegó un grito que espantó a las gaviotas y estas volaban despavoridas por el susto.
"¿Q-Qué? ¿Qué pasa?" – decía el héroe desconcertado, estaba sintiendo un deja-vu en este momento, solo que ahora no lucía una apariencia terrorífica como la otra vez, de eso estaba seguro.
"¡¿Q-Q-Q-Q-QUE ES ESA C-C-COSA?!" – se preguntaba más a si misma que al individuo que tenía enfrente mientras se arrastraba hacia atrás con sus manos y piernas.
"¡Oye! ¡Tranquila! No pasa nada, no soy algún monstruo ni nada por el estilo, ¿Qué nunca antes habías visto un erizo en tu vida?" – decía tratando de calmar a la joven.
"¿U-Un erizo? ¡Pero eres azul!" – respondió ella, pues a pesar de sus malas notas en la escuela, ella sabía que los erizos no eran azules.
"Eso ya lo sé, soy un erizo azul" – respondió como si fuese lo más natural del mundo, aunque le extrañaba su actitud, pues en este mundo había varios como él, los humanos no se alteraban de la forma en que ella lo hacía, es como si fuese la primera vez que veía a una criatura así.
"Pero, puedes hablar…" – pudo articular un poco más calmada, ya que no parecía sentir hostilidad por parte de la creatura. Si bien es cierto que el hecho de conocer animales parlantes no era nuevo para ella, este en particular estaba fuera de lo que podría imaginar, pues era de un color que no correspondía a su especie, además de que se paraba en dos patas, y notó que vestía algo de ropa, siendo únicamente un par de guantes blancos y zapatos rojos.
"Puedo hacer muchas cosas" – respondió el erizo azul. "Escucha, no tienes por qué tenerme miedo, ¿Estas perdida o algo?" – dijo de la manera más amable, y esto era algo que no acostumbraba a hacer con alguien, pero al ver a la chica indefensa y asustada, sintió que debía suavizar un poco su actitud.
"Bueno, yo…" – decía la chica, pero empezó a sentir un dolor muy grande en su cabeza, lo que causó que llevara sus manos sobre ella tratando de aliviar el dolor. "N-No recuerdo que pasó…" – termino de decir.
"Deja-vu, sin duda alguna" – dijo el erizo murmurando. "¿De por casualidad sabes quién eres?" – preguntó esperando la respuesta que se imaginaba.
"¿Qué si sé quién soy…?" – Preguntó algo confundida, pero rápidamente un semblante de desconfianza se apoderó de ella. "¿Y porque quieres saber quién soy? Ni siquiera te conozco y no sé si pueda confiar en una creatura tan extraña" – dijo con una cara de molestia, pero a la vez infantil.
"Oh, está bien, no tienes por qué decirme si no quieres, solo quiero saber si no padeces amnesia o algo así" – preguntó el erizo esperando que la jovencita no tuviera el mismo problema que Chip.
"¿Amnesia? Bueno… no recuerdo exactamente cómo fue que llegue a este lugar, pero en cuanto a mi vida personal se refiere todos mis recuerdos los tengo intactos" – dijo la chica sintiéndose un poco más segura. "Solo que no sé dónde estoy, ni como regresar a mi casa…" – dijo adoptando un semblante triste en su rostro. Aunque para la sorpresa de la chica, la extraña creatura ya estaba a un lado de ella ofreciéndole su mano para que pudiese levantarse mientras mostraba una sonrisa en su rostro. Esta creatura no parecía representar un peligro como ella habría pensado en un principio, por lo que gentilmente aceptó su mano y este la ayudó a ponerse de pie.
"G-Gracias…" – dijo la bella joven escobando al fin una sonrisa en su rostro. "Creo que lo mejor será que busque un teléfono para comunicarme con mis padres, pero…" – dijo perdiendo el entusiasmo al percatarse de que se encontraba lejos de la civilización.
"Hay un pueblo cerca de aquí, te puedo llevar hasta allá" – le ofreció el erizo a la muchacha.
"¿Cerca? Pero no lo veo por ninguna parte" – dijo muy confundida la muchacha por la sugerencia de la criatura.
"Esta como a unos 20km de aquí" – dijo el erizo despreocupadamente.
"¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!" – respondió incrédula y pasmada por la respuesta del erizo. "Nunca llegaremos allá" – decía soltando lágrimas cómicamente, y en eso sus tripas rugieron incluso mucho más fuerte que las del erizo lo habían hecho anteriormente. "¡Y además tengo mucha hambre!"
El erizo por su parte no sabía que pensar al respecto, pero se sentía como si fuese su deber protegerla a toda costa debido a lo vulnerable que se encontraba y se sentía.
"No te preocupes, llegaremos muy pronto, eso déjamelo a mí" – dijo el erizo mostrando una sonrisa hacia la muchacha. Acto seguido, la tomó de ambos brazos y piernas, sorprendiendo a la jovencita.
"¿EH? ¿Pero qué haces?" – preguntó la muchacha consternada.
"¡Sujétate fuerte!" – le dijo el erizo a la muchacha, emprendiendo el paso a gran velocidad, lo que tomó nuevamente por sorpresa a la joven.
"¡AAAAAAAAHHHHH!" – gritaba al darse cuenta de que ella y el erizo se movían a una gran velocidad, y el erizo era el responsable. "Por favor, ¡Más despacio!" – gritaba la muchacha rogando que el erizo cesara la velocidad, pero este hizo caso omiso.
"¿Por qué? ¿No te gusta sentir el viento rozar tu piel?" – dijo el erizo sin siquiera hacer el más mínimo esfuerzo por cesar la velocidad, de hecho, parece que la había aumentado.
La muchacha no hizo nada más que aferrarse al erizo durante todo el trayecto, y luego de unos momentos, este finalmente se detuvo para sorpresa de la joven. "Bueno, ya llegamos" – dijo el erizo mientras bajaba a la chica de sus brazos.
La muchacha se quedó asombraba al darse cuenta de que efectivamente, se encontraban en la entrada del pueblo que el erizo había mencionado, en tan poco tiempo. El lugar era muy pintoresco, con un clima agradable, la arquitectura del lugar era muy llamativa resaltando el color blanco de los edificios, con vista al mar incluida desde los balcones. No pudo evitar maravillarse por el lugar, aunque algo mucho mejor captó su atención.
"¿Qué te parece el lugar? Te dije que llegaríamos pronto" – dijo el erizo mientras examinaba la zona y cuando se dio la vuelta para ubicar nuevamente a la jovencita, está ya no estaba con él. "¿Eh? ¿A dónde se fue?" – se preguntó a sí mismo, hasta que la vio en un lugar que le volvió a causar un deja-vu en esa mañana.
La muchacha se encontraba en lo que parecía ser un puesto de helados, y había uno que sobresalía por su exquisita forma y sabor que la tenía completamente hipnotizada.
"Se ve muy rico ¿no es así?" – preguntaba de manera juguetona el heladero a la muchacha que no apartaba la vista del helado. "Ese es el Sundae Supremo con Crema Batida y Chispas de Chocolate, es el orgullo de esta ciudad, los turistas hacen largas filas con el fin de obtener aunque sea una sola probada" – decía el heladero muy entusiasmado por presumir su obra maestra.
"¡Sí! ¡Ya sé que voy a desayunar!" – decía muy alegre la muchacha cuando estaba dispuesta a sacar algo de dinero para pagar, pero grande fue su decepción al darse cuenta que no traía ni un solo centavo en sus bolsillos. "No puede ser…" – dijo muy triste y llorando cómicamente de nuevo.
"Deme dos por favor" – dijo el erizo quien ya se encontraba junto a la muchacha, haciendo que esta volteara a verlo.
"¡Ah! Eres tú Sonic, dime, ¿es una 'amiguita' tuya?" – dijo el heladero de forma picara, a lo que la muchacha se sonrojó, además de sentirse incomoda puesto a que la estaban relacionando… ¡Con un animal!
"Ya tengo suficientes chichas acosándome por esta vida" – dijo refiriéndose a cierta chica de pelaje rosa que no tenía caso mencionar en ese momento.
El heladero simplemente soltó una carcajada. "Te diré que, aun te debo por ayudarme a detener a esos ladrones que asaltaron mi puesto el día de ayer, así que les daré un Sundae a cada uno, la casa invita" – terminó de decir el heladero mientras preparaba los helados.
"Un momento, el señor no parece estar alterado por ver una creatura así, aparte de que parece conocerlo bien…" – pensó para si misma la rubia al ver la actitud tan calmada del heladero pese a la presencia del erizo azul, de hecho, todos los peatones que pasaban por el lugar ni se inmutaban al ver al peculiar espécimen.
Minutos después, ambos se encontraban viendo el mar desde un balcón mientras comían sus helados, aunque la muchacha parecía disfrutarlo mucho más que el erizo.
"Este Sundae esta riquísimo, ¡Me encanta!" – decía la muchacha mientras sus ojos brillaban de la felicidad que sentía en ese momento. "¡Muchísimas gracias…! ¿Eh…?" – en ese momento recordó que nunca le había preguntado su nombre.
"Tal parece que me tienes más confianza ahora ¿verdad?" – preguntó de forma juguetona el erizo.
"Eh, bueno… muchas gracias por ser tan bueno conmigo" – dijo mientras una sonrisa tímida se posaba en su rostro. "Mi nombre es Serena Tsukino, mucho gusto" – se presentó al fin la jovencita. "Y dime, ¿Cuál es tu nombre?"
"¡Je je! Yo soy Sonic, ¡Sonic el Erizo!" – se presentó el erizo mientras alzaba su pulgar izquierdo hacia la chica.
"Sonic… ¿El erizo? Que nombre tan raro" – dijo Serena muy curiosa.
"¿A sí? ¿Y qué clase de nombre es Serena Tsukino?" – refutó el erizo.
"Un nombre mucho más bonito" – dijo la rubia con una sonrisa de inocencia.
Ante esto, en vez de molestarse, Sonic simplemente soltó una leve carcajada. "Por cierto, a juzgar por tu vestimenta supongo que deberías estar en la escuela en este momento ¿no?" – le preguntó el erizo tratando de averiguar más sobre esta muchacha.
"¡Pero ni siquiera sé cómo llegue aquí! ¡Ni sé dónde estoy! – dijo exaltada la muchacha.
"Estamos en la isla de Apotos" – contestó el erizo tratando de aclarar el panorama de Serena, aunque esto solo la confundió más.
"¿Apotos? Nunca he oído hablar de un lugar así, (y seguramente Luna y Amy me dirían que me pusiera a estudiar más geografía) – le respondió al erizo y se dijo a si misma con una gota de sudor en la cabeza estilo anime.
"Bueno, ¿De dónde eres entonces?" – le preguntó el erizo.
"Soy de Tokio, Japón; seguramente has oído hablar de esa ciudad ¿verdad?" – le respondió Serena segura de que él sí ubicaría la ciudad.
"¿Tokyo? ¿Japón?" – preguntó Sonic confundido, haciendo que Serena se cayera de espaldas al estilo anime.
"No puede ser… Esto no ayuda en nada" – dijo Serena con un gran desaire.
"Por cierto, ¿No ibas a buscar un teléfono para hablar con tus padres?" – le recordó Sonic lo que Serena tenía pensado en un principio antes de distraerse con el Sundae.
"¡AH! ¡Es verdad! ¡Lo había olvidado! Pero primero…" – dijo Serena mientras le daba un gran mordisco al mismo Sundae con el que se distrajo nuevamente.
"Cielos, que glotona" – dijo Sonic murmurando.
"¿Dijiste algo?" – preguntó Serena.
"Eh… mejor empezamos a buscar algún teléfono público" – sugirió el erizo con tal de zafarse de lo que había dicho.
Minutos después, encontraron una cabina telefónica cerca de donde estaban. Dado que Serena no traía nada de dinero, Sonic le prestó unas cuantas monedas que traía con él, por lo que Serena de dispuso a intentar contactar a su familia.
"El número que usted marcó no existe, por favor intente de nuevo"– fue lo que la operadora le respondió a Serena cuando intentó marcar a la casa de sus padres.
"Qué raro, estoy segura que marqué bien el número" – dijo para sí misma. Volvió a hacer el intento varias veces, pero el resultado era el mismo. "¡Maldición! ¿Por qué no me puedo comunicar? Trataré llamando a las chicas… ¡Claro! ¿Cómo pude olvidarlo? – se decía a sí misma mientras se remangaba su manga izquierda revelando su comunicador. Afortunadamente, Sonic se encontraba algo retirado y de espaldas, por lo que no podía ver lo que hacía, así que intentaría contactar a las demás Sailor Scouts.
"Llamando a todas las Sailor Scouts, ¿Me oyen? – dijo Serena esperando una respuesta que nunca llegó. "¡Chicas! ¿Mina? ¿Lita? ¿Amy? ¿Rei? ¿Luna? ¿Alguien? ¡CONTESTEN POR FAVOR! – pegó un grito de desesperación que no salió desapercibido por Sonic. Serena volvió a usar el teléfono para contactar a sus padres y ahora a sus amigas con este, pero el resultado era el mismo. Aunque probó con una persona más…
"¿Darien? ¿Amor…? Contesta por favor…" – dijo al borde del llanto; nuevamente escuchó esas palabras por parte de la operadora. Ante esto no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas de tristeza, pues se encontraba sola en quién sabe dónde sin saber cómo regresar a su casa. Justo cuando salió de la cabina, Sonic estaba parado ahí enfrente, y notó el estado en que ella se encontraba.
"¿Estas bien?" – pregunto el erizo algo preocupado por la rubia.
"Sí…" – dijo tratando de limpiarse las lágrimas. "Es solo que… por más que intento contactarme con mi familia o amigos la operadora me dice que los números no existen, y estoy segura que los estoy marcando bien…" – dijo mirando hacia un lado para que Sonic no viera su rostro triste, aunque falló en esto último. "¿Qué voy a hacer? No sé dónde estoy, ni como regresar a mi casa, no puedo pagar un transporte porque no tengo el dinero para hacerlo" – dijo esta vez con la voz quebradiza mientras juntaba sus manos sobre su rostro con tal de cubrir las lágrimas que salían de sus ojos, cayendo de rodillas al suelo.
Hubo un momento en el que Serena se destapo las manos de su rostro, haciendo notar las lágrimas que salían de sus ojos, sin embargo, sintió como algo le estaba secando dichas lágrimas de sus ojos. El responsable era Sonic, quien con sus dedos y una gran sonrisa en su rostro le limpiaba las lágrimas. "No está bien que las niñas bonitas lloren de esa manera" – fue lo que le dijo.
"En verdad… ¿me consideras bonita? A pesar de ser un… bueno, tu entiendes" – dijo tratando de secarse las lágrimas.
"Por supuesto, y no puedo dejar a alguien así sola, cuenta conmigo para guiarte a tu hogar" – le dijo de una manera tan cortés que era raro en él.
Serena estaba conmovida, una creatura completamente extraña le estaba ofreciendo un muy buen trato y la protección que ella necesitaba en esos momentos, lo que provocó que al fin mostrara una sonrisa en su rostro mientras Sonic la ayudaba a ponerse de pie. "Muchas gracias Sonic" – dijo ella.
Continuara…
NOTA DE AUTOS: Buenos días, tardes, noches, dependiendo la hora, para todos aquellos que hayan leído este primer capítulo. Desde hace tiempo que he estado leyendo fanfics de Sailor Moon, y algunos crossovers relacionados con Sonic the Hedgehog, principalmente en inglés, y la verdad es que me han encantado por lo que no quise quedarme atrás hacer el mío, así que si eres fan de ambas franquicias, estoy seguro que este fic te va a encantar. Por el momento me encuentro puliendo capítulos que ya había hecho anteriormente, solo que quise darles una pequeña probada antes de comenzar a publicar mas capítulos. Sin más que agregar, gracias por sintonizar la historia, nos leemos pronto. ¡Ciao!
Por cierto, si tengo faltas de ortografía o incoherencias háganmelo saber en las reviews, según yo, no tengo, pero a veces son algo despistado como Serena ¡Jaja!
