Bueno, esto es raro y cortito pero, se me vino a la mente y tomando en cuenta que hace siglos no publico nada decidí ponerlo. Ademas, amo esta pareja y que reaparecieran en el manga me hace vibrar por dentro.
En fin, desfrútenlo y recuerden, KHR! No me pertenece, si fuera mio tantas cosas serían diferentes… muajajaj!
Ah! Por cierto, no creo que esto se considere como yaoi, ni si quiera como shonen-ai pero, si quieren darle vuelo a su imaginación adelante.
_OxoxoxoX_
Un silencio insano inundaba el lugar junto con una marea de olor penetrante a antiséptico y tal vez cloro, un perfecto ambiente para un lugar tan blanco como ese. Paredes blancas y acolchonadas que cubrían toda la pequeña estancia en la que se le obligaba a estar. En cuarto pequeño, cuando mucho un metro por un metro, todo cubierto de un blanco segador, y por si fuera poco, con una blanca luz que hacia brillar mas la habitación, segándolo en ocasiones, enloqueciéndolo en otras, si es que había forma de conducirlo más a la insanidad.
El cuarto era frio, realmente el joven no entendía que las costaba encender la calefacción o por lo menos darle una camisa de fuerza mas abrigadora, unos pantalones le vendrían bien también pero sabía que era pedir demasiado.
Y claro, el sabía muchas cosas, por eso lo llamaron loco y lo encerraron es esta prisión acolchara destinado a morir solo en el frio piso de su desquiciante y acolchada celda. En momentos como este, donde el espeso y antinatural silencio parecía flotar como niebla a su alrededor se preguntaba si ya habría enloquecido de verdad, o si desde un principio estaba loco, desquiciado. Probablemente fuera la segunda, solo a una mente enferma se le podría ocurrir semejantes disparates… mundos alternos, llamas de última voluntad, dominación mundial, mafia. Tal vez si lo hubiera tomado con mas clama pudo haber sido escritor pero, todo parecía tan real y tan vivido que simplemente entró en pánico y, nadie podía culparlo pues saberse el culpable de la condenación de, no solo uno sino, muchos mundos era algo horrible.
La mas grande ironía es que probablemente todo fuera cierto, solo que este mundo avanzó muy diferente que los demás pues, Shoichi, no era adivino pero, conocía perfectamente a ese doctor que en su joven vida había visto, por lo menos en esta línea temporal.
El sonido de la puerta abrirse lentamente lo llevó a otras cavilaciones y una risa cruel escapo de los labios del joven pelirrojo, la vida sin duda era cruel pues se encontraba atrapado con el culpable de todas sus desgracias, además de el mismo, claro.
-¡Buenos días, Sho-chan! ¿Cómo se encuentra mi paciente favorito?
¡Ja! Hilarante, su doctor era Byakuran Gesso.
