Hola vengo con una historia nueva, en sustitución de When The Angel Cries, no quedé a gusto con lo que escribí ni con el argumento así que me propuse hacer algunos cambios (empezando por el nombre) y bueno creo que lo tengo
Dsiclaimer: Por más que quisiera los personajes no me pertenecen, le pertenecen a JK Rowling, por lo tanto esta historia es sin fines de lucro, sólo por diversión
En esta introducción hay spoiler del 6to libro resumido y algo versionado (cuestión de que no me sé el libro de memoria), ya que sólo es la introducción.
Introducción:
La noche era tormentosa y oscura; tanto cómo para no verse las dos sombras que bajan por la calle.
¡Espérame Cissy! -decía una mujer, la más alta a través las poco iluminadas aceras; tratando de alcanzar a otra persona.
- ¡No! ¡ya te dije que no me interesa lo que vas a decirme! -gritó otra mujer más abajo.
La mujer más alta apresuró el paso mientras la otra se colaba a través de una reja.
- ¡Pero tienes que oírme demonios!-dijo en cuanto cruzó la reja e inspirando con dificultad.
- Pero para eso no me voy a parar -le contestó la otra con desdén- Cómo si pudieras mantener la boca cerrada mientras caminas
¡Cissy! -chilló una y la otra se dio la vuelta. La miró con la varita con vista a la grama, el rayo verde no se hizo esperar y la acompañante alumbró.
- ¿Que demonios crees que haces? -le susurró- ¿Quieres que nos descubran?
- Hay que estar seguras -le cortó la otra mirando hacia el suelo - este lugar es tan repulsivo.
La otra no le hizo caso y siguió su camino, la más alta intentó detenerla pero con su varita la mujer se soltó.
- Cissy por favor -rogó la mayor sobándose la muñeca.
- ¡Ya te dije que no!-le espetó deteniéndose frente a una puerta y mirándola con cierto temor, como si creyése que nadie iba a contestarle.
- Pero esto sería cometer una grave traición, no sabes siquiera si el conoce el plan.
- No me importa, es la única esperanza que tengo.
La mujer llamó varias veces mientras la lluvia seguía cayendo, adentro se escucharon pasos; que fueron seguidos por el rechinar de la puerta al abrirse.
- ¿Sí?- preguntó una voz de hombre dentro de la casa.
- Severus, soy yo Narcisa.
Por unos instantes no se oyó más, luego la puerta se fue abriendo.
- ¡Narcisa, Bienvenida!- se apartó para dejarla pasar, la otra mujer hizo lo mismo aunque no la invitasen.
- Ah y la querida Bellatrix -dijo juntando sus manos- ¿En qué puedo servirles?
- En nada- exclamó Bellatrix con un dejo de impaciencia pero su hermana no le hizo caso.
- Severus necesito tu ayuda -comenzó y enseguida su voz se quebró, el hombre se sentó frente a las dos mujeres para oírlas - Ahora que Lucius está preso tú eres la única persona con quién puedo contar.
- ¡Basta Narcisa no digas más! -pidió Bellatrix tras ella captando la atención de Snape.
- ¡No me importa!-gritó Narcisa-¡No me importa lo que me pase!
Antes de que continuaran Snape pidió que esperaran, supo que Colagusano les espiaba al oír pasos cerca de ellos. Con su varita despejó el librero detrás de él y quedó al descubierto, fue enviado por copas y vino.
- Ten -dijo dándole una copa a Narcisa amablemente que ella comenzó a beber lentamente, a diferencia de su hermana.
- Severus yo -dijo y sus manos comenzaron a temblarle- Sé que no debería estar haciendo esto, que sería una gran traición.
- Lo es- le interrumpió su hermana.
- En fin, se trata de Draco y el plan del Señor Tenebroso de que sea él quien asesine a Dumbledore.
Bellatrix negó con la cabeza, Narcisa continuó aunque nadie se lo pidiese.
- Pero yo sé que tú conoces el plan, por que sé que el Señor Tenebroso te estima mucho y te cuenta todo. Pero tú sabes que él no será capaz apenas tiene 16 años, no sobrevivirá ante Dumbledore y la orden entera.
Snape se mantuvo en silencio unos minutos, Narcisa tomó la copa distraídamente y bebió de ella.
- Pues sí yo conozco el plan- dijo al final- De lo contrario esto sería una gran traición de tu parte Narcisa.
Narcisa respiró aliviada, Snape trató de mostrarse indiferente y calmado ante las dos mujeres en su presencia.
- Pero sabes que no puedo pedirle que cambie de parecer, mucho menos hacerle algún tipo de sugerencia.
- Lo sé, pero no es su culpa, es sólo un pobre chico.
- Es culpa de Lucius-espetó Bella.
- ¡Ni te atrevas a culpar a mi marido Lestrange!-dijo Narcisa colérica con frialdad en su rostro.
- Basta, no es momento de buscar culpables-pidió Snape- Y sí, al final él quiere que lo haga para vengarse de Lucius por su error.
- Lo sabía, lo sabía-dijo Narcisa ocultando su rostro entre sus manos, para volver a mostrarlo con lágrimas- Pero tu puedes ayudarlo, oriéntalo o mátalo tú el te recompensará cómo a ninguno.
- Si al parecer pretende que lo haga yo al final, si Draco fracasase
Narcisa siguió llorando ante los impávidos ojos de Bellatrix.
- Maldita sea-exclamó él joven Draco recargado en un ventanal, la casa entera menos esplendorosa que la que tuvo, estaba en completo silencio y en soledad.
- No tiene caso Draco-dijo Snape desde el otro lado de la habitación en un escritorio- No podemos seguir lamentándonos por lo pasado.
Draco se dirigió a la cama y se sentó al borde de esta cubriéndose el demacrado rostro con las manos. Lleno de irá tomó una copa que estaba a su mano y la arrojó contra el ventanal, esta se fraccionó en muchísimos pedazos mientras el vino rojo cómo la sangre se esparcía por el mismo.
- Maldita seas mil veces-gritó- ¿No te hizo feliz encerrar a mi padre? ¿Cómo para herir también a mi madre?
Snape se levantó de la silla. Se sentó al lado de Draco y dejó su mano sobre su hombro.
- Basta Draco-le dijo seriamente- Ya sabíamos que algo así podría suceder, fallaste y yo tuve que terminar todo aunque no fuera ese mi plan inicial. Igual, tendremos que huir; pero pronto podremos regresar.
- Yo no quiero regresar-dijo Draco en voz baja- no quiero volver a esos lugares.
- Entonces no regresaremos-contestó Snape encogiéndose de hombros.
