DISCLAIMER: Nada del concepto de HP me pertenece, todo es de JKR. Yo solo tomo prestados personajes y ambientaciones para jugar un ratito en el sotano. Prometo devolverlos cuando acabe.
AVISO: Esta historia gira en torno al mundo del bondage y el sadomasoquismo. Tendra escenas lemon, aun que no violencia intrinsecamente hablando. A quien no le guste, que no lea.
PD: Maletina, esta historia va por ti. Mala persona. Que no sabes lo mucho que te quiero y aprecio, pero por culpa de tus ideas acabo escribiendo cosas como estas...
NOTA: Por consejo de una maravillosa persona que conoce este mundillo y esta cultura muchisimo mas que yo, he cambiado y editado algunas cosas. Y a esta increible persona que ha tenido la amabilidad de aclarar mis dudas y mostrarme mis errores, asi como ayudarme a hacer que este fic sea mas realista y este mejor documentado, solo tengo una cosa que decirle: GRACIAS.
CAPITULO 1: Solo una vez en la vida...
Hermione transpiraba horrores. Se concentro en la copa que tenia delante procurando no mirar a ningun lado. En cierta medida, se arrepentia con cada molecula de su ser de haber ido a aquel lugar. Pero por otro lado...por otro lado sentia la perversa satisfaccion de haberlo hecho.
Por el ravillo del ojo miro alrededor. El local era grande. Lleno de reservados cerrados con cortinas. Cualquiera habria pensado que un club como aquel seria un lugar sordido y oscuro y deprimente, lleno de cadenas, candelabros de hierro forjado y argollas en la pared.
Casi le habia decepcionado encontrarse con un elegante local, situado en un elegante sotano, con muebles delicados, asientos comodos, mesas bajas, un personal increiblemente atento y una iluminacion muy suave. Quizas demasiado suave. Habia que reconocer que aquel lugar estaba casi en penumbras. Cosa que agradecia enormemente por que si no, todos habrian visto lo colorada y sofocada que estaba.
Hacia varios meses que se habia separado de Ron. Aun no se habian divorciado...pero los tramites ya estaban ahi. Su relacion sencillamente no habia funcionado. Asi que tras un breve matrimonio, Hermione se encontro con 25 años, un trabajo con mucha responsabilidad, aun que serio y aburrido, un matrimonio que no iba a ninguna parte, una vida sosa, monotona y deprimente, y un marido al que aborrecia de puro sopor. Aun que Ron seguia siendo su amigo. Lo seria siempre. Pero siempre habia sido mejor amigo que pareja...asi que ahi quedaba todo.
Habia decidido darle un giro a su vida, y por algun motivo que nunca llego a comprender, decidio que ese punto y final que necesitaba antes de abrir un nuevo capitulo en su existencia, era hacer algo que nunca habria hecho en otras circunstancias. Y ese algo, era hacer realidad una fantasia.
Y una de las pocas fantasias que tenia, aun que nunca jamas lo habia reconocido ante nadie, ni siquiera ante si misma, era ser dominada por un hombre.
No dominada en plan "eh, nena, hazme la cena y masajeame los pies". No dominada como mujer...si no dominada en la cama. Una noche de sexo con un macho que la doblegara a su voluntad. Entregar el control de todo su ser por unas horas. Liberarse de la terrible carga de ser Hermione Granger...
Pero ahi habian comenzado todos sus problemas. Desear algo asi y hacerlo realidad eran dos cosas distintas. Por que se moriria de vergüenza si alguien se enteraba de algo asi.
Asi que habia investigado discretamente, y habia encontrado lo que necesitaba. Un club. Uno muy selecto. Discreto. Y sobretodo caro. Se llamaba "Secret Soul". Nadie sabia quien eran los miembros. Ni que hacian alli exactamente. Pero los panfletos del local eran bastante explicitos: todas tus fantasias, sean las que sean (siempre y cuando no sea ilegal). Nada esta prohibido si dos (o mas) quieren. Un lugar donde no ser juzgado. Secret Soul era el club de bondage mas famoso de Gran Bretaña. El mas exclusivo. Y el mas caro.
Solo el pago para ser miembro equivalia a lo que Hermione ganaba en dos años. Pero habia otra opcion...el pase de una noche. Tuvo que ahorrar varios meses para poder permitirse algo asi, pero una nunca paga demasiado cuando se esta hablando de hacer realidad un sueño, y que esa noche sea la metafora del comienzo de una nueva vida, no?
Asi que alli estaba. Muerta de vergüenza, arrepintiendose de todo. Sentada en el taburete del bar del Secret Soul, con un escotado y descocado vestido que no iba nada con su personalidad. Sintiendose sucia, vulgar. Una buscona. Y al mismo tiempo brutalmente excitada. Y eso la hacia sentir aun peor.
Habia gente a su alrededor, pero nadie parecia fijarse en ella. Lo peor era que Hermione no sabia que hacer. O como hacerlo.
Cuando la recepcionista, una amable mujer vestida con un impecable e impoluto traje chaqueta femenino que le daba aspecto de severa bibliotecaria le habia preguntado por sus preferencias, Hermione se encontro con el primer bache en su camino a la gloria.
-Me refiero...-dijo la recepcionista mirandola con esa cara que los expertos de todo el mundo dedican con desprecio a los novatos- A si es usted dominante o desea ser dominada...
-Eh...-Hermione titubeo y los colores le volvieron a subir. La recepcionista asintio. Tenia experiencia con los vergonzosos.
-Dominada, supongo...-Ante el aumento del rubor de Hermione, la mujer sonrio con satisfaccion sadica y le tendio a Hermione una pulsera blanca que le puso en la muñeca.
Una vez dentro, enfocada en su copa a la que se aferraba como si fuera un chaleco salvavidas, la castaña pudo ver que todo el mundo llevaba pulseras como la suyas. Habian blancas. Habian negras, e inexplicablemente, habian unas cuantas rojas.
-Las blancas son para los que desean ser dominados- dijo el Barman sacandola de sopeton de sus pensamientos y casi provocandole un infarto- Las negras para los que desean ser dominantes. Las rojas son para los switchs. Aquellos que son lo bastante flexibles para ser dominantes o dominados según las ocasiones...Disculpe que la haya asustado- El barman sonrio con cortesia- Pero crei que necesitaba una ayuda...
-Vaya...se lo agradezco...-Hermione le sonrio y el barman le puso otra copa delante.
-Por las molestias y el susto que le he dado, a esta invita la casa.
Otra de esas sonrisas por parte del amable barman, que se torno mas ancha cuando vio la pulsera blanca de Hermione. El hombre giro la muñeca mientras le servia la copa cortesia de la casa y la castaña pudo ver que el Barman llevaba una banda negra en su muñeca.
-Si a las ocho aun no tiene compañía, seria un placer hacerle una visita mas...intima al local. Es cuando termino mi turno.
Hermione estallo en un rojo violento de vergüenza y rubor y mas cuando el atractivo camarero le guiño un ojo con descaro y se fue a atender a otros clientes.
La cosa no iba bien. Ella habia esperado que alguien le dijera que hacer. De eso iba el ser dominada, no?
Se puso seria y se obligo a calmarse.
No puede ser tan dificil. Y decidio usar el cerebro. Superando todos sus redaños, miro a su alrededor. Las personas con bandas blancas paseaban por ahi. Como exiviendose. Y las de las rojas o negras tambien. Y de tanto en tanto, uno de cada color se encontraban, charlaban, y se iban a los reservados o a una de las escaleras que llevaba a los sotanos inferiores o a la zona de arriba, que era un hotel.
Asi que asi iba el tema.. los sumisos se exhibían, paseandose por la habitacion. Y los Doms observaban ... los sumisos y los dominantes se encontraban, y por mutuo acuerdo decidian ser compañeros. En un par de ocasiones vio a hombres y mujeres con bandas negras hacer señas a alguien con una banda blanca para que se acercara. Y hablaban. Y en algunas ocasiones, se iban juntos hacia las zonas privadas o por las puertas del fondo. No era tan dificil, no? Entonces por que no podia hacerlo?
Otro nudo en el estomago. La sensacion de vertigo volvia. La vergüenza...la sensacion de que aquello estaba mal...de que tenia que irse. Pero no podia. Las piernas no le respondian. Decidio ignorar al mundo y beberse su copa. Cuando se le pasara la tonteria cogeria su abrigo y se iria de alli. Todo habia sido un error.
Se quedo alli, apartada, al menos dos horas. Todo el mundo parecia divertirse. La musica estaba a un volumen bajo, los ojos se le habian acostumbrado a la penumbra, la decoracion era fantastica... el incienso que quemaban era maravilloso y calido...una nube casi irreal flotaba en el ambiente. Lo cierto es que era...sedante. O eso o es que se habia pasado con las copas. No descartaba ninguna teoria. Pero lo cierto es que empezo a sentirse comoda.
Hasta que sintio unos ojos que le taladraban la nuca. Hermione se giro lentamente y su mundo se vino abajo.
Mirandola y sonriendo desde el otro lado de la sala, Draco Malfoy la recorria con la vista. Con un brazalete negro en la muñeca.
