Notas de autora:
Ugh, que puedo decir, amo a este par, pero el drama corre por mis venas y, no pude evitarlo y pues… Cualquier amenaza de muerte, jugo de manzana meado o braga (? Mandenmela en forma de un lindo review :33 Tal vez le haga segunda parte, pero por ahora chau!
Hurting
El sonido de la alarma de tu teléfono te hace despertar inmediatamente y sentarte de un brinco en el borde de la cama "¡Demonios! ¿Por qué tienes que poner esa cosa en un volumen tal alto? ¿Por qué la sigues poniendo en primer lugar? Agh, solo apresúrate a apagar esa cosa" Te regañabas a ti mismo en lo que tu mano izquierda se paseaba por tu despeinado cabello y la otra buscaba la manera de detener ese molesto sonido
Miras la fecha en el calendario
21 de diciembre
Eres John Egbert, un joven de apenas 16 años que tenia una vida aparentemente normal. Hace poco más de dos meses y 3 días, habías tenido probablemente uno de los momentos más tiernos y felices de toda tu adolescencia, habías desarrollado sentimientos hacia tu mejor amigo, Dave Strider, y este de alguna extraña manera, los había correspondido, y aunque su relación era prácticamente secreta, y no demostraban nada en público, se veía bastante prometedora
O al menos eso pensabas en ese entonces.
Pero a poco más de un mes de relación, este te había dejado.
"¿Por qué nada me sale bien?, ¿Por qué todo lo bueno dura tan poco?, bueno, lo que fácil llega fácil se va ¡Pero no era mi caso!... ¿O sí?" Eran los pensamientos que frecuentemente inundaban tu cabeza, reconfortándote y torturándote al mismo tiempo, todos los días.
Ah, todavía recuerdas la punzada al corazón que sentiste al leer tales palabras en la pantalla de tu móvil. El muy desgraciado ni siquiera te lo dijo a la cara, aunque de algún modo,
Piensas que fue mejor así.
Te levantas de la cama sin ánimo, dirigiéndote a paso lento hacia el cuarto de baño, te detienes y recargas ambas manos en el frio y duro borde del lavabo, observándote en el espejo que ahí se encontraba de forma detallada.
Tienes poco más de un mes de no comunicarte con nadie, en el colegio, ni siquiera les hablabas, solo te limitabas a contestar "Presente" y entregar tus trabajos, al llegar las vacaciones, te aislaste completamente en tu piso, salías solamente a hacer algunas compras, no dormías bien, ni te alimentabas correctamente.
Patético.
Tus vivaces ojos azules ahora se notaban apagados, tenían unas largas y oscuras ojeras bajo sí. Tus mejillas, antes la mayoría del tiempo con un lindo rubor, ahora no tenían ni rastro de este, tu piel estaba pálida, sin más. Estabas bastante más delgado de lo habitual, y todo eso tenía una razón de 4 letras,
Dave.
¿Realmente valía la pena ponerse tan mal para alguien que solo fuiste un "experimento", la viva prueba de la curiosidad adolescente?
La respuesta era más que obvia,
No.
Pero no hacía falta decir que no pensabas lo mismo.
Te dirigiste a la sala del departamento, estaba oscuro, por un momento pensaste en encender la luz pero descartaste la idea tan pronto como surgió,
La oscuridad es realmente reconfortante.
Te recargaste en el sofá y tomaste tu celular, observaste sin el más mínimo interés el historial de llamadas y mensajes, tan solo el dia de hoy ya eran varias para lo que iba del día, de repente volteaste a ver el reloj
4:32 pm.
Oh.
Te limitaste a ir a la cocina y tomar un poco de café, frio por cierto. Y continuabas viendo la bandeja de entrada de los mensajes y notificaciones.
De repente el sonido del timbre de la puerta te saca de tus pensamientos, agh, que molestia, realmente hoy tienes menos ánimos que nunca de atender a quien sea que estuviese al otro lado de la puerta, así que con el celular en mano, subiste hasta la parte más alta del edificio y una vez ahí, contemplaste la vista que el edificio te ofrecía, te mantuviste así por unos minutos hasta que sentiste la vibración del aparato electrónico que llevabas contigo, una lágrima atravesó tu mejilla en cuanto leíste el nombre que estaba marcado ahí
"Llamada entrante
Dave Strider
Aceptar - Rechazar"
Mientras tanto, el rubio de ojos carmesís se mordía el labio en señal de nervios y ansiedad "Joder Egbert" Maldecía en su mente. Había ido hasta ahí debido a que de alguna forma la culpa ya estaba haciendo efecto en el, aunque el prefería decir que era "Solo por insistencia de Rose"
Llamaba una y otra vez sin respuesta, vale, no lo culpaba por no responder, lo que había pasado entre ambos fue algo un poco
Patético,
Muy patético.
Pasó una mano por su rubio cabello, al parecer visitarle de repente no había sido la mejor idea.
Volvió a tocar el timbre y esperó pacientemente por unos momentos. No había respuesta alguna.
Resignado, Dave metió sus manos en los bolsillos de la sudadera roja que traía puesta y se apresuró en escribir un mensaje para el ojíazul mientras bajaba por el ascensor del edificio de forma apresurada.
Al llegar a la salida del lugar, sus ojos se abrieron de par en par tras sus oscuras gafas de sol, al igual que su boca, no sabía que hacer realmente, y siendo realistas, no había mucho por hacer.
Es finalmente el sonido de impacto lo que le asegura que todo es real y no se trata de un mal sueño.
El cuerpo de John Egbert se encuentra ahora desplomado en el asfalto, un hilo rojo se apresura en salir por la comisura de sus labios y la parte trasera a su nuca, sus ojos apenas entreabiertos distinguen la figura de Dave acercándose rápidamente, y puede sentir como este se agacha para sujetar su rostro en sus manos
"Ah, las manos de Dave siempre han sido tan cálidas" Pensó John antes de que todo se volviese negro para él.
El celular del pelinegro dejaba mostrar una parte del mensaje que un día le hizo llorar hasta quedarse dormido:
"Sabes John, creo que debemos dejarlo hasta aquí…"
Sin embargo, el celular de Dave Strider, ahora tirado en el suelo debido a que este lo soltó para darle prioridad al cuerpo inerte de quien había sido su mejor amigo y exnovio, mostraba uno nuevo:
"John, vale, metí la pata, lo siento, hablemos esto…"
