Disclaimer¿Si fuera JK estaría poniendo una advertencia de derechos?
One-Shot de una Licenciada en Letras! Porfa ! Reviews!
Escucha hijo mío,
dijo el Demonio
Poniendo su mano sobre mi cabeza
Edgar Allan Poe, Silencio.
Ha pasado mucho tiempo, -mi pequeña. Y aún así, volviste. Necesitabas ayuda, y volviste a recurrir a mi. Y no importa cuánto tiempo pase, lo harás. Somos demasiado cercanos.
Desde esa noche, en la que te abriste a mi, me contaste tus sueños, tus esperanzas. Tus miedos. Y yo, como la gran persona que soy, te escuché. Fui tu consuelo, tu amante, tus oídos. Tu hombre y tu pañuelo de lágrimas. Imaginabas que mi boca era la suya y me besabas.
Y¡Que ironía poética! Cuándo lo besaste a él, imaginaste que sus labios eran los míos.
Te mostré el dolor, te mostré la sangre, la muerte. Y cuán delicioso es ser tú quien asesine.
¿Asesine¿Eso fue exagerado cierto? No llegamos a hacerlo. Pero ya habrá tiempo mi pequeña.
Lloras y gimes, cuando en sueños te hago el amor. No, no te hago el amor. Para eso, primero, se necesita amor. Y yo no siento amor. Pero si lo sintiese, sería por ti, mi pequeña. Podemos decir que para ti, fue hacer el amor. Para mi, fue sexo. Ahorrémonos discusiones inútiles.
Y un día, milagrosamente, descubres que ya no estoy. Que finalmente he desaparecido de tu vida. ¿Y eso era lo que querías, o no?
¿Me extrañaste¡No sabes cerrar tu mente mi pequeña¡Eres un libro para mi! Y puedo leerte a mi antojo.
Pero entonces, él murió. El gran Harry Potter murió. Y tu, derrochando lágrimas, lágrimas de agua y de sangre, sentiste tu alma despedazarse. Sentiste furia hacia tus amigos. ¿Por qué ellos no enloquecieron del dolor como tú? Sentiste odio hacia ellos. Odio. Tan profundo como jamás imaginaste que podía sentirse hacia alguien. Quisiste hacer que sintieran una parte, una centésima parte de lo que tu sentías.
Tus castillos en el aire se derrumbaban ante tus ojos. Tu príncipe estaba muerto. Tus ángeles te daban la espalda. Tu Dios se había ido.
Entonces, decidiste utilizar otra salida.
E hiciste un pacto con el Demonio.
Volviste a acudir a mi.
A pedirme ayuda.
No te sorprendiste cuando no te hice preguntas. Te recibí con honores. Te hice merecedora de los más grandes secretos. Te convertiste en mi Reina, a mi lado pero por debajo.
Te enseñé que el tormento de algunos es el placer de otros. Te ayudé a castigar a los ángeles que te habían dado la espalda.
Te di una nueva vida y la fortaleza para vivirla.
Pero de vez en cuando, te preguntas por qué viniste conmigo. Y te respondes que jamás habrá algo más parecido a él que yo. Porque él y yo somos uno. Y tú nos perteneces. A él. A mi. A ambos.
Eres mía, y hago contigo lo que me plazca, mi pequeña.
Pero de vez en cuando vuelve a resurgir tu conciencia. Y en ese momento, es cuando vuelvo a ser tu amigo. Y vuelvo a hacerte el amor, hasta que ya no tienes fuerzas para oponerte a mi.
A veces gritas Tom. A veces gritas Harry. ¿Hay alguna diferencia? A mi no me importa. ¿Y a ti?
