Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi. Sin fines de lucro.
En la puerta de al lado
El chico nuevo
Sango se despertó el lunes a las 7:00 hs para tener tiempo de tomar una ducha antes de entrar a trabajar. Luego se puso su camisa celeste, la falda negra y un saco azul oscuro y se hizo una cola alta en el cabello. Despertó a su hermano Kohaku para ir a la escuela y se puso a preparar un rápido desayuno.
-Bueno Kohaku tengo que irme más temprano hoy. ¿Podrás ir sólo a la escuela?
-Sí, claro. ¿No desayunarás?- Le preguntó mientras mordia una tostada.
-No Kohaku. Estoy apurada.- Tomó su bolso. -Nos vemos luego. - Le dió un beso en la mejilla y salió apresuradamente.
-Adiós! - Gritó Kohaku.
Sango salió del departamento y comenzó a caminar muy rápido ya que no queria llegar tarde, nunca lo hacía. Entró al edificio tres minutos antes de las 8:00 hs. Llegaba a tiempo.
- Buenos dias Inuyasha.- Dijo al llegar al segundo piso, donde se encontraba su oficina, la de su mejor amigo Inuyasha y , al lado de la de ella, una tercera que la ocupaba un muchacho al que no llegó a conocer mucho ya que había durado solo tres meses y luego renunció. Era por eso que tenía que llegar más temprano aquel día, para conocer al que ocuparía su lugar. - ¿Ya llegó el señor Hashieta?
-Buenos dias Sango. Yno, el jefe no llegó. Llegas temprano, como siempre. - Dijo con una sonrisa.
-Bueno, tú llegaste antes - Añadió la chica y entró a su oficina a dejar su bolso.
-Sí, lo sé. - Dijo cuando Sango volvió a la recepción. - Pero es porque tuve que acomodar mi oficina. No estaba del todo... higiénica.
-Apestaba- Corroboró Sango sonriendo.
-Buenos dias señorita Akibahara, señor Taisho.
-Buenos dias señor Hashieta - Dijeron Sango e Inuyasha a coro y volteando hacia el ascensor que se había abierto y por el cual entraban en ese momento tres personas el señor Hashieta y dos chicas jóvenes una de cabello azabache y lacio; de ojos oscuros y una cara alegre. Era un poco más joven que Sango quién tenía veinte años. Y la otra muchacha era de cabello castaño claro que le llegaba un poco más abajo de los hombros y era ondulado; ojos verdes y sonreía no muy natural. Debía de tener veintitres años.
-Bueno mi hijo se ha retrasado, asi que les presentaré a ustedes a la nueva secretaria. Ella es Koharu- Señaló a la chica de ojos verdes - Comenzará a trabajar hoy aquí- E hizo un movimiento con los brazos abarcando la recepción - Y ella es mi hija Kagome y estará aqui para ayudarlos en lo que necesiten de administración. Miroku no ha llegado aún, bueno ya se presentará, yo debo irme. Adiós.
-Adiós- Respondieron todos.
-Bueno, empecemos - Dijo Sango y entró en su oficina. Cuando ya habian pasado dos horas de estar leyendo y acomodando papeles, tomó unos cuantos y se disponía a salir cuando alguien abrió justo en ese momento la puerta y a Sango se le esparcieron los papeles por el suelo. Se puso a recogerlos de mala gana.
-Lo siento - Se apresuró a decir quién había entrado y empezó a recoger papeles también.
-Podrias haber golpeado - Y se incorporó para mirar a quién le había desordenado todo. Era un muchacho de cabello negro sujeto en una pequeña coleta. Vestía unos jeans un poco sucios en las rodillas, una camiseta azul y una chaqueta de jean también. Tenía unos ojos que conbinaban perfectamente con su camiseta. Él le entregó algunos papales.
-Disculpa. Yo soy Miroku Hashieta.- Y extendió su mano derecha. Sango quién jamás lo hubiese imaginado por como vestía, levantó también su mano para estrechársela.
-Sango Akibahara
-Un placer, señorita.-Dijo sonriendo. - Lamento haberme retrasado pero se me paró el auto a unas cuantas cuadras.
-Entiendo.
-Bien, la dejaré seguir con lo que hacía.- Y sin más que una sonrisa se retiró.
-Al parecer siempre sonrie - Murmuró Sango y también ella salió.
Se dirigió a la oficina de Inuyasha, golpeó en la puerte y éste dijo "Adelante", así que Sango entró y depositó los papeles en el escritorio de su amigo.
-¿Qué es esto?- Preguntó Inuyasha.
-Pues tu parte de los contratos que debes revisar- Respondió la chica quién seguía pensando en el muchacho llamado Miroku. -Oye Inuyasha ¿ya viste al hijo del señor Hashieta?
-Sí, vino hace unos momentos a presentarse.
-¿Qué opinas de él? -Inuyasha la miró - Quiero decir, ¿has visto como vestía?
-Sí y me pareció bastante gracioso. Mencionó algo de que se le había parado el auto.
-Sí, el auto, no que se le había incendiado el ropero. - Dijo Sango - No parece ser muy responsable. Y la chica Kagome, ¿es su hermana, verdad?
- Así es - Respondió Inuyasha sonriendo.
-¿Por qué sonries?
-Por nada - Se limitó a responder.
-Inuyasha, espera un momento,... ¿te gusta?
-¿Qué?! No digas estupideces. - Dijo mientras escribía.
-Sí bueno -Dijo Sango sonriendo. Se dirigió a la puerta, tomó el picaporte y antes de marcharse observó a su amigo y dijo: -Inuyasha.
-¿Sí?- La miró.
-Suerte con eso - Le hizo un guiño y cerró la puerta trás de sí.
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A las 16:00 hs. Sango salió de su oficina con su bolso, lista para irse a casa. La puerta de la oficina de Inuyasha estaba entreabierta.
-Inuyasha, ¿ya te vas?- Preguntó
-En diez minutos, Sango. - Respondió - Tengo que terminar de leer esto.
-Oh, de acuerdo hasta mañana.
-Adiós.
Sango se dirigía al ascensor. Estaba cansada y solo quería llegar a casa.
- Adiós señor Hashieta - Decía Koharu.
-Hasta luego linda - Respondía Miroku. - Oh. Sango, ¿también te vas? - Koharu ya se había retirado algo ofendida al parecer por la presencia de Sango. Kagome estaba en su escritorio, que se encontraba a un lado del de Koharu, leyendo.
-Sí.
-Bueno nos vemos mañana.
-Claro. - Y se dirigió al ascensor, luego fuera del edificio y se encaminó hacia su casa. "Asi que linda" pensó mientras entraba a su departamento.
-Hermana! -Exclamó Kohaku. Sango, que estaba ensimismada en sus pensamientos, se sobresaltó. - Hola!
-Hola Kohaku. ¿Qué tal la escuela?
-Bien. ¿Qué tal tu día? -Preguntó su hermano.
-Normal.
A las 22:00 hs. luego de que Kohaku ya se hubiese ido a su habitación a dormir, Sango decidió imitarlo. Asi que se fué a su habitación se puso su pijama y se acostó.
No le dió importancia, pero su último pensamiento antes de quedarse profundamente dormida fue sobre el chico nuevo, Miroku.
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Hola, bueno este es mi primer fan-fic y es acerca de mi pareja preferida, Sango y Miroku. Aunque puede aparecer algo de Kagome e Inuyasha, ya veremos. Espero les guste. Sé que el capítulo es corto, pero prometo continuar con el segundo pronto y será más extenso.
Dejen un review con su opinión, hasta el próximo capítulo,
Mahiara Hiteru.
