» Disclaimer: Los personajes no son míos, son de Amano Akira.
» Advertencias: Semi-AU.
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God, don't laught anymore
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¿Cuál era la posibilidad de qué algo interesante ocurriera en la rutinaria vida de Irie Shoichi? Ninguna, realmente. Eso creyó el chico, hasta que; por obra y arte de una mano divina, conoció a Byakuran. Tras ése encuentro, el mundo del nipón dio un giro de 180º. Las mismas probabilidades decían que un cambio de tal magnitud sería insoportable, tedioso e incapaz de asimilar, aún así, el pelirrojo desafió todos los cálculos preestablecidos.
Lo que no sabía era que esta "amistad" surrealista sería la que terminaría de modificar su universo, y futuro.
No negaría que al lado del de cabellos canos aprendió un millón de cosas, cosas que en su antiguo estado de aislamiento jamás habría sospechado. Descubrió el significado de la camarería, supo que era entrañable y que algunas veces, aquel lazo, te ponía más a prueba que cualquiera de los profesores que le recomendaron para esa facultad estadounidense, también que una palmada y una sonrisa de parte de aquel amigo era mejor consuelo que el vacío consejo. Conoció sentimientos, cuyas definiciones sabía de memoria pero jamás experimentó. Entre ellos, supo que era amar… y verse correspondido.
Sin embargo, aquel amor que se profesaban él y Byakuran, prontamente se tiñó de sangre. Poco después de que su mejor amigo le ofreciera formar parte de una familia –una mafia–, las manos de ambos empezaron a chorrear rojo.
No entendía… ¿Por qué hacía esto? ¿Acaso era necesario? No era estúpido, las leyes del submundo las asimiló perfectamente en el pasado; muerte, líquido sanguíneo derramado por doquier, robo, estafas, ultrajes, boicots, todo lo comprendía. Lo que no, era la necesidad de hacerlo. El de irises lila no parecía alguien sádico –su cinismo sobraba– y necesitado de cuerpos en el ropero, es más, era un ser tranquilo con un peculiar gusto a la tortura psicológica, nada grave. Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué estaba haciendo éstos viles actos? ¿Por qué lo metía en el medio? ¿Era por su miedo a perderlo? No, no creía que su amante fuera tan profundo –error suyo al pensarlo–. Y peor todavía, ¿Por qué seguía sonriendo, cuándo sus hombres desperdiciaban elixires de vida por la grava?
—¿Sho–chan? —Llamó su jefe, la misma persona con la que compartía lecho gran parte de las noches.
—¿Qué? —Acató distraído, centrado en sus cavilaciones de porqués y cómos.
—Quiero preguntarte algo. —El otro agitó su cabeza, dándole a entender que prosiguiera. — ¿Me temes?
La pregunta le descoló.
—¿Cómo?
—Que si me temes, a mí.
Las interrogantes de índoles raras eran muy frecuentes en la pareja, sobre todo en momentos de tensión como el que vivían: una guerra contra una familia enemiga.
—¿Por qué habría de temerte, Byakuran–san? —Intentó pasar desapercibido, que su nerviosismo se ocultara bajo una montaña de piedras macizas y resistentes. El dolor estomacal que le agarraba en situaciones semejantes hizo acto de presencia, para su descontento.
El mayor guardó silencio.
—Porque estoy matando gente.
El menor continuó la serenidad.
—Es tu trabajo, eres un líder de la mafia.
El del tatuaje pausó el tiempo que jactaba controlar.
—Muchos pueden ser inocentes.
—Basta. —Frenó el de gafas. — ¿Quieres oír que detesto lo que haces? ¿Qué te considero un demonio cuando te proclamas como a un Dios, Byakuran Gesso? ¿Quieres escuchar eso? —Al terminar, tapó su boca con sus palmas, avergonzado y asustado, su inconsciente le traicionó demasiado mal. — Y–yo…
—Está bien, Sho–chan. —Byakuran no dejó de sonreír en ningún momento. — Necesitaba saber que odiabas mi causa, porque así… será más fácil mantenerte a mi lado.
Shoichi no sabía que era más atroz, sí los hechos que rodeaban a Millefiore o la sonrisa de niño pequeño del cielo blanco.
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Fin
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N.A.:
Los iré publicando cada semana, éste es el único 10051, los demás son de Genkishi, Kikyo, Zakuro, Uni, Bluebell, Tsuna y Rasiel. Los hice en un momento de mucho aburrimiento. Personalmente me gustó el resultado, aunque lo hice en un momento de bloqueo. Espero que les haya gustado *-* Bye bye~
