"Slaves of the heart"

"Slaves of the heart"

Los personajes de esta historia no me pertenecen sino a la gran mangaka Hino Matsuri.

Aunque la historia si es mía y quería agradecer a Rouse Malfoy que se tomo el tiempo de leerla y hacerme correcciones ortográficas y sugerirme cambiar una parte que era medio dramática para el primer capitulo.

Capitulo 1: Un favor

Pov Yuki:

Me acomode un mechón rebelde que se había escapado de mi peinado detrás de la oreja para contemplarme en el espejo, estaba reluciente en mi vestido negro, me mire de arriba abajo controlando que no hubiera ningún desperfecto, desde las uñas hasta los pendientes, todo estaba en orden.

-Por fin-Suspire con alegría, lo iba a ver después de tantos meses de separación, sentía que mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho, tome un hondo respiro para calmarme, volví a mirarme en el espejo y mi mirada voló hasta mi mano izquierda en la que llevaba el hermoso anillo de compromiso que me había dado, hacia dos años que salíamos y lo amaba mas que a mi vida.

No podía sacar mi mirada del anillo, siempre era lo mismo desde que me lo había dado, parecía hipnotizada, me hacia suspirar. Recuerdo que ese día yo estaba mas que alterada, miles de trabajos para hacer de la universidad y el trabajo me traía realmente loca y para colmo de males él me había seguido todo el día tratando de decirme algo y cuando captaba mi atención no le salían las palabras, eso logro ponerme de un humor mucho peor, hasta que cuando estaba por perder la poquitísima paciencia que quedaba dentro de mi el se animo a hablarme, recuerdo que cuando vi esa cajita de terciopelo los ojos casi se me salen de orbitas y casi me cuelgo de el pero espere a que la abriera así no me equivocaría, y cuando la abrió… bueno creo que ahí no pude reprimir mis impulsos y lo bese, lo abrace y el me correspondió de la misma forma.

-Aún no puedo creerlo-Dije mientras los ojos de nuevo se me llenaban de lagrimas por la felicidad que sentía, a veces pensaba que todo no era mas que un hermoso sueño- dentro de poco seré la esposa de Zero Kiryuu (uuu de quien pensaban que hablaba?)

Mire el reloj, las ocho y media, en media hora era la cena y tenía que salir en seguida si quería ser puntual, sinceramente me causo un poco de intriga el que no me pasara a buscar pero no le di importancia, seguramente el tendría sus razones, me calcé los zapatos de tacón que había dejado al lado del espejo de cuerpo entero para salir de mi habitación y dirigirme hacia la de mi hermanita, entre sin golpear, nosotras no hacíamos eso entre nosotras, nos tenemos demasiada confianza.

-Hikari -Dije acercándome a la cama donde se encontraba mi hermana acostada mirando la tele, ella me miro con una sonrisa amplia-Ya me voy, pero sabes que si pasa algo tienes mi numero agendado en tu teléfono, el de la policía y el de emergencias.

-Ya vete, no me va a pasar nada, estoy tranquila, vas a llegar tarde y las dos sabemos que a Zero no le gusta la impuntualidad-Rio por lo bajo, la mire con ternura, como la amo, ella es todo lo que me queda, no soportaría que le pasase algo.

-Esta bien-Suspire un poco intranquila pero hice lo que me dijo después de darle todas las recomendaciones que ella repitió junto conmigo ya que se las sabia de memoria de tanto que se las repetía, en verdad no me gusta dejarla sola pero no me queda de otra, tengo que estudiar y trabajar para mantenernos a las dos-Por favor cuídate y no te sobre esfuerces, deje en la heladera la comida lista solo tienes que calentarla en el microondas- La abrace fuertemente para darle un beso en la frente, salí de la habitación y baje las escaleras.

Tome mi abrigo antes de salir a la gélida noche, el lugar donde nos encontraríamos no estaba lejos así que camine hacia allí con la sonrisa mas grande que podía tener una persona, a pesar de todo siempre estaba allí, a pesar de que me a veces me derrumbaba por dentro la sonrisa siempre estaba pero esta vez reflejaba lo feliz que soy. El frio me pegaba de lleno en el rostro pero sin embargo yo me siento hervir por dentro, sentía que mi paso cada vez era mas rápido por la ansiedad, al fin llegue al restaurante y me pare frente a la puerta como una estatua, siempre pasaba lo mismo, vengo ansiosa y dispuesta a todo pero luego me quedo de piedra.

Moví un poco mi cabeza para despejarme un poco, decidida entro por las puertas de cristal trasparente que se alzan ante mi haciendo que el viento helado entre en el establecimiento ganándome un par de miradas de disgusto por el cambio de temperatura, sierro la puerta con cuidado y miro hacia todos lados tratando de distinguir la cabellera plateada de mi novio, hasta que la encontré en una esquina del lugar sentado en una mesa para dos, me dirigí hacia él a paso lento, esquivando los niños que corrían entre las mesas. Estaba mirando por una ventana cuando llegue y le di un beso en la mejilla, a lo que el saco su mirada del panorama de la ciudad que se podía admirar como el mejor de los cuadros.

-Hola amor-Le dije con una sonrisa mientras me sentaba frente a el.

-Hola-me respondió, lo había sentido un poco seco a ese saludo pero que mas daba solo debían ser suposiciones mías.

X.X.X.X.X.X

La cena había transcurrido bien desde el comienzo hasta el final aunque se podía ver el ambiente de tensión que rodeaba a la pareja, el había estado evitando todos los temas referentes a ellos y esto no paso desapercibido por la castaña que había decidido dejarlo pasar para no arruinar la cena.

Ella lo había sentido algo nervioso al chico que tenia en frente aunque no sabia el porque, luego se lo preguntaría. Cuando los dos habían terminado de comer y hablar sobre como le había ido en su viaje y como iban los asuntos laborales de los dos ella por fin se decidió a preguntar.

-Zero, estas nervioso, por que?-Le pregunto la ojiverde con mucha ternura característica de ella, pero ante esta muestra de afecto los ojos del chico parecieron ensombrecerse hasta quedar casi vacios, esto estaba poniendo nerviosa a Yuki que sentí que se le hacia un nudo en la boca del estomago.

-Yo, Yuki necesito decirte algo-Esa frase había salido como la de un niño confesando su travesura, con el sentimiento de culpa latente en su pecho. Ella le sonrió dándole ánimos para continuar a pesar de que ella misma parecía sentir como la vitalidad se le escapaba del cuerpo-yo… conocí a alguien durante mi viaje-Las ultimas palabras habían salido tan rápido que ella a penas si alcanzo a escucharlas aunque tardo bastante en procesarlas, la amplia sonrisa fue cambiada por lagrimas amargas que se acumulaban en sus ojos para caer formando caminos negros en sus mejillas por el maquillaje aplicado.

-La amas?-Esa pregunta le salió a duras penas de la boca ya que sentía que de repente se le había ido la voz, pero tenia que preguntar, tenia que estar segura, vio que no contestaba y eso solo hacia que el dolor que sentía en esos momentos aumentara porque el parecía mirarla con un poco de lastima y compasión- La amas si o no?-Repitió, tapando la amargura que sentía con una voz calma.

-Eso creo-Había dicho mirándola fijamente, ¡que eso creía! Si estaba triste por unos segundos fue reemplazado por el sentimiento de rabia, le estaba rompiendo el corazón solo por algo que no era seguro, pero no había marcha atrás, se lo había dicho directamente, seguro o no eso era lo que le había dicho y estaban mas que claras sus intenciones.

Con los ojos surcados de lagrimas oscuras se paro despacio y tomando su abrigo del respaldar de la silla de madera, se saco el anillo que llevaba en el dedo y lo dejo sobre la mesa frente a él-Creo que ya no necesito esto-Dijo dándose la vuelta para irse, dio un par de pasos y se dio la vuelta para mirar al joven que sabia la estaba siguiendo con la mirada aun desde su lugar y decirle con una sonrisa melancólica unas palabras que en el momento pareció no entender pero las había entendido perfectamente-Espero que te decidas pronto, no le rompas el corazón-Después de esas palabras volvió en sus pasos y le dio un beso en la mejilla al peliplata diciéndole con cariño pero con una tristeza palpable-Se feliz.

Pov Zero:

Yo sabia que en esos momentos la estaba lastimando y mucho pero no podía dar marcha atrás, hubiese entendido que me odiara, que me gritara que me golpeara incluso, pero jamás pensé que me deseara felicidad, lo sabia, sus palabras habían sido sinceras, siempre lo eran pero verdaderamente no la entendía.

Sabia que estaba rota por dentro, que estaba destrozada pero a pesar de conocerla por lo menos a mi criterio muy bien jamás supe de donde sacaba fortaleza para seguir adelante, para seguir sonriendo, incluso ahora ella seguía sonriendo, muy tristemente pero al fin y al cabo allí estaba.

"Hice bien, ella podrá seguir adelante sin mi, como lo ha hecho siempre, pero…"

Pero…-Repitió una vocecita dentro de mi.

"Pero aun así me duele verla así, una parte de mi todavía la ama, todavía la desea pero, ya no es lo mismo, ya no tiene la misma chispa que cuando habíamos empezado a salir, sin embargo María es todo lo que yo deseo, la mujer perfecta"

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Caminaba por las calles oscuras bajo una densa lluvia que acompañada de un fuerte viento movía las copas de los arboles con furia, los papeles volaban por todos lados, la gente pasaba corriendo con los paguas sobre sus cabezas y algunos menos afortunados y despreparados iban con lo que tuviesen a mano sobre la cabeza, sin embargo el ritmo vertiginoso que habían tomado los habitantes le era completamente indiferente, en realidad todo lo que la rodeaba le era totalmente indiferente, estaba absolutamente empapada, con el cabello escurriéndole agua y el maquillaje totalmente corrido por las gotas y las lagrimas incesantes que se negaban a permanecer en sus ojos, su caminar era lento y mas bien parecía una sonámbula, porque sus ojos estaban desorbitados como mirando a cualquier dirección pero en realidad a nada, cuando volvió a recobrar la conciencia recién se dio cuenta de que tenia la piel enteramente erizada y temblaba por el frio, pero no le importaba en lo mas mínimo, estaba cansada y necesitaba descansar no solo su cuerpo sino su alma y su mente, ya no sentía el movimiento de las piernas por el entumecimiento de estas y parecía que en cualquier momento se iba a derrumbar allí mismo.

Llego a su casa pasada la media noche, con los ojos hinchados por el llanto, los pies adoloridos por caminar sin cesar con tacones altos y la ropa y toda ella en general chorreando agua, las luces estaban apagadas y no se escuchaba ni un solo ruido, camino lentamente escaleras arriba con cuidado de no hacer el mas mínimo ruido, si su hermana despertara no sabría como explicarle el porque de su estado tan deplorable. Llegó a su habitación y se tiro sobre la cama sin siquiera molestarse en cambiarse, estaba tan cansada, sentía los ojos arder y las mejillas calientas por las cuales aún seguía cayendo un torrente de agua salina.

Pronto sintió como la puerta se entreabría para después abrirse por completo y dejar entrar a su pequeña hermana que se sentó junto a ella y la abrazo fuertemente.

-Ahora dime que paso-le dijo dulcemente la chica de cabellos rojizos.

La castaña no pudiendo contenerse le conto todo lo que había pasado logrando sacarle a su hermanita pequeños expresiones de enojo y varias maldiciones por lo bajo hacia el peliplata.

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-Bien como ya saben la empresa Kuran es una de las mas importantes de todo el país, en América y esta creciendo en Europa, pero como ya sabrán somos los primeros en promover la paz con los humanos por lo cual solo tengo un pedido que pueden interpretar como se les plazca, pero debe ser obedecido sin rechistar.

-A que viene esto?

-Pues antes de que me interrumpieras Zero iba a decir que todos están dudando de nosotros y los vampiros en general por lo cual tenemos que seguir manteniendo su confianza en nosotros si es que queremos paz, por lo cual necesitamos que vos y tu hermano se casen con una humana.

-Pero no puedo, por que tendría que casarme con alguien que no quiero, yo ya estoy comprometido con Ruka desde hace mucho, no podría hacerle esto.

-Pues es lo que tienes que hacer, sino pierdes la parte que te corresponde de la empresa he iría a parar todo a manos de tu hermano y lo mismo va para ti Zero, aunque creo que no tendrás problemas en hacerlo, y con respecto a Ruka yo ya hable con su familia para romper el compromiso y le explique el porque de mis razones a lo cual aceptaron menos tu ex prometida-Dijo sonriente la mujer mientras miraba sus hijos con un brillo de maldad en sus ojos marones.

-Esta bien, acepto-Dijo el pelinegro con renuencia pero con una emoción extraña en sus ojos.

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Como había llegado allí tan rápido no lo sabía, lo único que tenia bien en claro es que su hermana estaba internada mientras ella estaba sentada fuera del cuarto esperando a que salieran los médicos con el diagnostico, hoy ya nada podría salir peor, el amor de su vida la había dejado por otra y Hikari había tenido una recaída mientras hablaban.

Se paro velozmente al ver salir al medico del cuarto.

-Que pasa?

-Ya se lo habíamos dicho señorita Cross, Hikari tiene una enfermedad grave en el corazón y tiene que ser operada aunque la operación es muy costosa-la chica sintió que se le venia el mundo abajo, si bien sabia que su pequeña hermana sufría del corazón jamás había sido algo tan grave como para necesitar una operación y lo peor es que ellas no disponían de tanto dinero como para pagar algo tan costoso.

-Entiendo-le salió la voz en un susurro mientras las lagrimas se agolpaban en sus ojos aun rojos por haber llorado con anterioridad, pero eso no importaba no le importaba Zero, que se valla al demonio, si bien le seguía doliendo su hermana era lo mas importante para ella en la vida, entro en el cuarto y se sentó en la silla que se encontraba al lado de la cama en donde descansaba su hermanita conectada a un sinnúmero de maquinas-Hikari, yo haría todo por ti, eres lo único que me queda y lo que mas amo en este mundo, no soportaría perderte-Dijo tomándole la mano y dándole un beso en estas que estaban mojadas por las mismas lagrimas que ahora mismo ella estaba derramando.

3 días después…

Las calles estaban abarrotadas de gente a pesar de que a penas si eran las siete de la mañana, había de todo un poco, niños, adolecentes, ancianos he incluso un par de vampiros y a este último grupo partencia un pelinegro que caminaba presuroso hacia su oficina, en realidad faltaba para la hora de entrada pero había quedado en encontrarse con su abogado para encontrar solución al pequeño dilema en el que lo había puesto su madre.

-Magnifico día para que se estropee el motor-Había dicho mientras trataba de no chocar contra la multitud de gente, aunque claro no pudo esquivar a todos y choco contra una castaña que mas bien parecía que a duras penas podía mantenerse en pie-Te encuentras bien?-Le había preguntado, esa chica parecía que iba a caerse allí mismo, pero a pesar de eso ella le sonrió.

-Si, lo lamento creo que no me fije por donde iba-Contesto con la voz un poco apagada, en esos momentos la joven no estaba en su mejor condición, los parpados le pesaban y sentía que el cuerpo no le respondía en su totalidad, es mas de las ordenes que mandaba hacia su cerebro menos de la mitad eran procesadas, ni siquiera sabia como era que se mantenía en pie.

Pues bien, al parecer no había resistido mucho ya que las piernas parecieron dejar de existir en su cuerpo, no las sentía, ahora lo único que podía ver era como caía, cerró los ojos con fuerza para esperar el impacto, mas este nunca llego sino que sintió como era detenida en el aire por unas fuertes manos que se ceñían a su cintura, levanto su cabeza y pudo ver unos hermosos ojos de un morado oscuro tan profundo que parecía que pudieras hundirte, y estos mismos reflejaban preocupación y por unos momentos no pudo evitar sonrojarse por la cercanía de sus rostros.

El chico la había conducido hacia una banca en la cual la ayudo a sentarse, ya que al parecer a su cuerpo no le quedaban energías suficientes, y gracias Dios que estaba vacía, al parecer la gente no tenia el tiempo para descansar.

-Tu no estas bien, quieres que te lleve al hospital o por lo menos a tu casa?-El parecía realmente preocupado por ella, y es que lo estaba sin saber porque, es que esa chica le recordaba a alguien y no sabia quien, a parte de que le parecía una persona agradable a pesar del aspecto que en esos momentos tenía.

-No, esta bien, recién vengo del hospital-Dijo mirando el suelo, ya casi no tenia ni fuerzas para levantar la cabeza.

-Es que a caso el medico que te atendió estaba ciego o algo así? Como pudo dejarte ir en estas condiciones.

-Creo que no me explique bien, a la que están atendiendo es a mi hermana-Dijo moviendo un poco la cabeza para mirar a la persona junto a ella.

-Que tiene?... Oh disculpa creo que me metí en asuntos que no son míos.

-Esta bien, fuiste mable conmigo, creo que no me afectara responder a tu pregunta… o eso creo-Esto último lo dijo en un susurro casi inaudible, pero que llego claramente a oídos del vampiro-Mi hermana tiene una enfermedad incurable en el corazón y tiene que ser operada pero…-No pudo evitarlo, las lagrimas se acumularan en sus ojos y las palabras no le salían , era demasiado el dolor con el que cargaba en su corazón, en un par de días había recibido dos golpes muy fuertes-Yo…lo siento.

-Esta bien, yo no debí preguntar, pero aún así no entiendo tu condición-Dijo mientras miraba el rostro pálido con marcas oscuras debajo de los ojos que demostraba claramente la falta de descanso.

-Mi hermana tubo una recaída hace tres días y yo solo me despegue de ella para ir a mi casa por cambios de ropa y bañarme, creo que no me di el tiempo de dormir o comer.

-Y no hay nadie que pueda reemplazarte cuidándola?

-No, yo soy la única familiar que tiene, nuestros padres murieron hace unos años en un accidente.

-Yo lo lamento mucho-En verdad no quería estar en esa situación era algo incomodo ver la realidad en que vivía esa chica, eso era lo que el no se daba tiempo para ver, lo que muchos no veían, y era que mucha gente tenia realidades muy dolorosas y ellos se quejaban por insignificancias-Pero puedo hacerte un favor? O mejor, déjame hacerte un favor.

-Por que?

-Te lo debo por hacerme ver cosas que antes no.

-Que favor?

-Déjame cuidar a tu hermana para que tu puedas descansar-Los ojos de la chica que antes parecían cerrarse ahora estaban abiertos como platos.

-Yo… discúlpame pero… no… apenas te conozco.

-Entiendo, no confías en mí.

-No! No es eso!-Dijo agitando enérgicamente las manos, tratando de negar lo que había dicho el ojimorado

-Entonces déjame ir, a parte no estas en condiciones de cuidar a nadie, ni siquiera a ti misma.

-Esta bien-Dijo resignada-Esta en el Hospital Cardiológico, habitación 113, diles que vas a reemplazar a Yuki Cross.

1 hora después…

-Discúlpeme, podría indicarme donde se encuentra la habitación 113? Vengo de parte de Yuki Cross

-Si, tercer piso, segundo pasillo a la izquierda.

-Gracias-El joven estaba por darse la vuelta he irse al lugar indicado cuando la voz de la recepcionista lo detuvo.

-Eh disculpe? Si no es molestia podría decirme quien va a visitar a Hikari?

-Si, Kaname, Kaname Kuran, conoce a la niña?

-La vemos frecuentemente por aquí, todos la queremos mucho y a su hermana también, son personas muy amables y honestas, lastima que les este pasando esto…-Dijo la joven de cabellos rubios bajando un poco la mirada.

-Que pasa? Se que la niña sufre del corazón, pero es muy grave?

-Hikari tiene un virus que afecta el corazón y se necesita una operación para salvarla… pero esta es demasiado costosa para que ellas puedan pagarlas, en realidad es casi imposible para cualquier persona como nosotros.

-Entiendo y gracias-"Yo no sabia eso" Pensaba el pelinegro mientras caminaba por los pasillos en los que solo se podía ver el color blanco, cuando llego delante de la puerta indicada entro sin golpear y se encontró con una niña de brillantes cabellos rojos, tendida en una cama conectada a aparatos que ni siquiera conocía, vio una silla a lado de esta y se sentó, pudo reconocer inmediatamente el aroma de esa chica Yuki y cuando estaba dispuesto a llamar a su amigo para decirle que hoy no iba a ir entro un hombre ataviado en una bata blanca.

-Buenos días, me extraña mucho no ver a la señorita Yuki aquí-Había dicho el hombre con una gran sonrisa que desapareció cuando dirigió su mirada a la niña.

-Buenos días, Yuki se fue a descansar, yo me quedare en su lugar por hoy.

-Muy bien-Dijo antes de acercarse a la pelirroja y empezar a revisarla-Al parecer todo esta en orden.

-Hace mucho que esta durmiendo?-Había hecho esa pregunta porque Hikari parecía tener un sueño profundo, el cual logramos después de varias horas.

-En realidad hace tres días que no despierta.

-Y durante ese tiempo Yuki estuvo aquí?

-No se alejo de ella por mas de una hora al día, en verdad ama demasiado a su hermana, si yo pudiera hacer algo por ellas lo haría pero no puedo, el costo de la operación en su mayoría es por los instrumentos que se necesitan.

"Doctor Hoshino, por favor preséntese en sala de radiografías"

-Si me disculpa, me están llamando-El medico salió dejando al purasangre solo contemplando la melancólica panorámica que tenia en su mente de la vida de esas dos chicas, la cual analizo durante varias horas llegando a una conclusión.

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La chica al regresar a su casa se tumbo en la cama quedándose dormida al instante y al despertar ya eran las nueve de la noche por lo que al ver la hora los ojos se le abrieron como platos y entro a ducharse rápidamente saliendo unos minutos después de la casa con un mucho mejor aspecto del que tenia en la mañana, ya que las ojeras ya casi no se notaban y había recobrado el color de la piel, aunque todavía no había probado bocado. Pero le había parecía mas sensato llegar y comprobar si su hermana estaba bien y luego ocuparse de su alimentación.

Estaba nerviosa por alguna razón, necesitaba calmarse y caminar era la mejor opción, sabia que tenia que caminar por lo menos cuarenta cuadras hasta el hospital y que seguramente se iba a tardar un buen rato pero confiaba en aquel chico que había conocido en la mañana.

Tardó bastante en llegar al hospital pero por fin estaba allí, la caminata había servido y el agua también ya que había quedado totalmente empapada por la lluvia que la había agarrado a medio camino. Entro y subió en el ascensor hasta el tercer piso, recorrió los pasillos hasta llegar a la habitación y cuando entro pudo ver al mismo chico pelinegro que la miraba sentado desde la silla que antes ocupaba.

-Hola, lamento haberte hecho quedar tanto tiempo es solo que…

-Esta bien, pero ahora necesito pedirte un favor-Decía el chico que en menos de cinco segundos se encontraba parado frente a ella.

-Dime-Había dicho ella sorprendida por la rapidez del joven, pero luego cambió a una de intriga.

-Se mi esposa…

Y bien les gusto? Que idea la mía pero ya veremos que pasa, espero sus opiniones.

Felices Fiestas!

Besotes Flor!