Disclaimer: Monster Musume no Iru Nichijou no me pertenece, derechos reservados a sus creadores.
Notas: Porque al menos debía de existir un fanfic yuri-harem de esta serie, pues he llegado yo (?
My life with the monster unwanted girls.
(Mi vida no deseada con las chicas no-humanas)
Capitulo uno.
El corazón se endurece con el paso de los años.
Cuando Smith llego a aquel diminuto departamento, supo que había encontrado a la persona adecuada. No fue porque aquella chica que aparentemente nunca sonreía, la dejo entrar sin importar que ella apareciera para nada y fuese una desconocida. Tampoco fue el hecho de que la escuchara atentamente mientras le explicaba el hecho de la habían elegido —por la recomendación de alguien cercano a la chica— para ser la guía de una chica de extra-especie. Mucho menos fue el hecho de que le dejara ver sus opiniones al respecto sobre porque quizá no era la adecuada para aquella labor a pesar de que Smith vio que si aun así la obligaran a hacerlo no se quejaría. No, ninguna de esas cosas fue la razón por la cual la eligieron.
Fue por el café.
Cuando tomo el primer sorbo de aquel café que la chica le había ofrecido, supo que estaba con la persona indicada.
—Entonces te veré mañana para la mudanza.
Entonces se fue, dejo a la chica con la palabra en la boca y fue a hacer los preparativos para la mudanza de aquella chica. Si, esto sería interesante. Darling-kun al fin tendría a alguien cerca que estuviera en su misma situación.
Quizá ella, Hoshikuro Satsuki, llego a la casa a la que Smith le dijo que debía de ir, quedo impresionada. Claro, ella que era una chica de veintiún años, adicta a los cigarrillos y con una madre a la que apenas y veía tres veces al año mientras vivía en un diminuto departamento que apenas y pagaba con el trabajo de medio tiempo que tenía, de repente ahora podía habitar aquella mansión. Si, mansión, porque para ella no podía ser otra cosa. Quizá era por el exagerado tamaño —era enorme—; igual que la casa de a lado, pero dios, debían entender su impresión.
Desde antes de entrar sabía que tendría tanto espacio que no sabría qué hacer, claro que, lo primero que hizo cuando poso el primer pie en la entrada, fue poner el segundo. Después de aquello encendió un cigarrillo de esos que tanto le gustaban con sabor a menta, debía hacer rápido que aquella enorme casa tuviera el olor agradable que le gustaba.
Cuando llego a la sala simplemente tomo la enciclopedia sobre las chicas de extra-especie y siguió leyendo desde el ultimo capitulo en el que se había quedado, según Smith, era importante estudiarlo ya que debía saber lo posible sobre las aquellas especies. Sin duda había avanzado mucho desde el día anterior y aunque no sabía de qué especie era la chica que viviría con ella, simplemente se dijo que mientras no fuera molesta y no la hostigara, quizá haría el intento de llevarse bien con ella. Si, era un plan genial.
Claro que, cuando abrió unas horas después para cuando llego Smith con la chica que se iba a quedar con ella, no espero para nada que fuera una… una gata.
—Esta chica es Charlotte —dijo Smith nada más abrir la puerta— Por favor, llévense bien.
De todas las especies que había, a ella tenía que tocarle una de las gatas… una «Cheshire Cat» para ser exactos.
Y ella odiaba a los gatos.
—Un gusto —respondió mientras sacaba el humo de cigarrillo que aun habitaba en su sistema.
Si, sería una estadía algo larga.
Una que ni siquiera había pedido.
