Título: Infinito

Autor: Angelito97-Delena

Rating: +16-18

Advertencia: CONTINUACIÓN DE "ADIÓS" si no has leído la primera parte no sigas leyendo, si tienes interés en leer la primera parte mira en mi perfil.

PD: Historia basada en las alucinaciones "stelena" del 5x18

Argumento: (AU)Elena se despidió de él, pronunció esa palabra que tanto dolor podía causar en ellos, pero el amor es más fuerte que el poder del universo, ellos se dejaron llevar una vez, ¿por qué no iban a volver a hacerlo? Ni el universo, alias Markos, ni nadie podía decidir por ellos, Elena y Damon tienen el poder de destruirse pero también el poder de ser felices, pero ¿hay segundas oportunidades? ¿hay redención posible?

Disclaimer: Los personajes aquí narrados no me pertencen, son de la propiedad de Lj Smith y The CW (TVD)

N/A:Songfic: Fragmentos de la canción Passenger Let Her Go


"Oportunidad"

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

Gabriel García Márquez

(Damon a Elena, viceversa)

Nunca había dolido tanto una despedida como esa, él ya había decidido hace mucho tiempo irse, alejarse de ella, no volver nunca más, pero nunca se había permitido escuchar la despedida de sus labios, en realidad, nunca se había quedado para escucharla, él la había abandonado, él se había ido sin pensar en otra posibilidad.

La miró fijamente desde mitad del camino, la mano de Andie se aferraba con fuerza a su brazo, tirando de él, advirtiéndole que estaba llamando la atención, pero a él no le importo, apretó los puños, y una fina línea sustituyó su impecable sonrisa, sin mirarla ni una vez más salió de allí.

Well you only need the light when it's burning low

Only miss the sun when it starts to snow

Only know you love her when you let her go.

Se subió al coche, sin mirar si Andie entraba bien o no,se despidió con el claxon de todo la familia Gilbert-Salvatore, dándose cuenta, una vez más, del mayor error que cometió hace mucho, mucho tiempo, sorbió por la nariz e ignoró las indicaciones de Andie: se acabó ser amable.

Condució a más de la velocidad permitida, la rubia que estaba a su lado no puso ninguna queja, frenó de golpe en mitad de la carretera y golpeó el volante con fuerza.

-Tu te lo has buscado Damon-le aclaró-ni siquiera sé porque te estoy ayudando, tienes que hablar con ella, solucionar vuestras diferencias.

-¿De qué me va a servir, Andie?-la miró fijamente-de nada, y lo sabes, ella se ha despedido, para siempre.

-¿Crees que aún se acuerda de esa estúpida promesa?

-Si, lo vi en sus ojos, lo vi en como se despidió, ese "adiós" era para siempre.

-Para siempre será si decides irte Damon, si vuelves y lo intentas ese adiós se puede convertir en un "hola" o en un "nunca te dejaré ir"-sacó su polvera-y a mi déjame fuera de esta historia, ¿has visto como me odia?

La miró fijamente, Andie era un demonio como él, y eso era lo que más le gustó cuando la conoció, sonrió con frialdad, hablaba de que la dejase fuera, cuando era la primera que quería mantenerse al tanto de todo lo que sucedía.

-Si es lo que deseas-frenó de golpe, la chica se sobresaltó y su polvera cayó entre los asientos-hay tienes la salida-le abrió la puerta-adiós loca.

-¿¡Tienes que estar bromeando!?

-No bromeo, sal de mi coche, ¡ahora!

-Eres un gilipollas.

-Te lo debía por amenazarme…

-¡Eso fue hace mucho tiempo!

-Para mi fue ayer-se encogió de hombros, cuando la chica salió apretó el acelerador y no miró atrás, conocía muy bien a la rubia y sabía que se las apañaría para salir de esa.

Llegó hasta las afueras de Mystic Falls, el cartel daba la bienvenida y la despedida de ese pueblo, se quedó mirándolo fijamente durante unos segundos que para él fueron eternos, si se iba era para no volver más, como una vez se prometió así mismo pero con una única diferencia que esta vez era para siempre, apretó el volante con fuerza, clavando las uñas en él.

No podía irse no ahora mismo, dio media vuelta tomando la dirección contraria a la correcta alcanzó el primer motel de la zona, esa noche se quedaría ahí, recapacitaría y mañana por la mañana partiría, una noche, unas horas serían suficiente para calmar esa punzada en el pecho. O por lo menos eso era lo que se decía así mismo.

Tras tomar una ducha miró su móvil, tenía varias llamadas perdidas de Andie y un mensaje, era de su hermano, dudó en abrirlo pero al final vio una tontería no hacerlo, lo revisó, era una despedida de buen viaje, cabreado lanzó el teléfono contra la pared no tendría que haberse despedido de Andie, la necesitaba más que nada para no caer de nuevo en una espiral, necesitaba a ese demonio para mantenerse.

Damon dejó caer una botella de bourbon al suelo, esa había sido sin querer pero las otras tres anteriores más la que estaba esparcida contra la pared, esas si, habían sido aposta, y había disfrutado como un condenado haciéndolo, recogió unos pedacitos de cristal casi perdiendo el equilibrio en el intento, cuando se recuperó del sobresalto sus ojos se cruzaron con los de esa chica, a esa mujer que había visto en tan pocas ocasiones, ahí estaba, entrando en ese bar, y yendo directo a él.

"Problemas, bien", se levantó con torpeza y recordó las veces que había visto a Elena destrozada por culpa de las amenazas de esa mujer que se hacía llamar su mejor amiga, con una sonrisa cínica en los labios golpeó en la barra cerca de donde estaba ella, provocando que la rubia pegase un bote a su lado, no tardó en reconocerlo y en vez de sentirse amenazada sonrió satisfactoriamente.

-Ya veo…-rió, su risa fue insoportable-he conseguido lo imposible-ironizó-separar a Romeo de Julieta…-se hizo la dolida-¿cual será mi castigo?

-Debería destrozarte aquí mismo-sonrió-pero no estoy en condiciones.

-¿Por qué estás borracho? ¿o por qué soy una mujer?

-Porque yo me he alejado de ella.

-¿Estás seguro?

-Segurísimo, Elena estaba dispuesta a dejar a Stefan en unas semanas, incluso estaba dispuesta a hacerlo esta misma tarde.

-¿Y qué te ha hecho cortar con ella?

La miró fijamente y pudo ver la curiosidad en sus ojos pero no la maldad y el odio, y si se para a pensar se da cuenta que en ningún momento Andie ha atacado a Elena ni a él, solo advertido, tal vez sea por la cantidad de alcohol que es superior a la sangre que bombea su corazón pero habló.

-¿Y qué te ha hecho actuar de esta forma Andie?

-¿Actuar como?-se centró en la cerveza que le acababan de entregar.

-Nos has amenazado durante meses, me las hecho pasar canutas pero hasta ahora no me he dado cuenta que no has tenido intención de cumplir ninguna de ellas, ¿por qué?

-Quería...proteger a Elena.

-¿De mi?

-No, de ti no-se levantó-de Stefan-recogió sus cosas dejando unos billetes y salió del bar, Damon tardó en procesar la información, le costaba pensar con coherencia debido a lo ebrio que estaba pero aún así atinó en salir del bar y perseguir a la rubia que se dirigía a su coche.

-¡Para!-tropezó con sus propios pies, definitivo había bebido demasiado, tras incorporarse pensó en Elena, la cual estaba esperando una respuesta, aún no le había dicho nada, pero ya estaba decidido por su parte: huir, dejarle con Stefan, porque siempre sería mejor Stefan, pero no podía dejar que las cosas quedaran así, necesitaba que Andie le aclarara unas cuantas cosas, la alcanzó-¡Explica eso!

-Mira Damon, no tengo tiempo, ¿vale?

-No puedes hacerme esto.

-Tu solo te lo estás haciendo-sonrió con ternura-me caes bien, en serio, siempre ha sido así, incluso creí que me había enamorado pero ahora ya se que no es así, que lo he hecho por vosotros, por ambos, Stef no es tan bueno como parece.

-Pero es bueno para Elena…

-¿Estás seguro?

-Cualquier cosa es buena para Elena y…

-¿Y quién?-el mismo se miró el estómago, como si buscase ahí a su hijo, a esa cosita tan chiquita que aún casi no existía, Andie siguió su mirada sin comprender hasta que una idea se le pasó por la cabeza-No…

Recogió lo que quedaba de teléfono e intentó arreglarlo para poder contactar con esa mujer, la necesitaba para poder informarse, para no sentirse un estúpido y no volver a caer de nuevo en esa trampa, cuando consiguió que el teléfono se encendiera recibió una nueva llamada entrante, de Andie.

-¡Hijo de perra, te mato como me cuelgues!

-No te cuelgo, te voy a buscar…

-Ni se te ocurra-le aclaró enfadada-me has dejado en la cuneta, ¿de verdad crees que te voy a ayudar? Ya sabes lo que pienso de todo esto, Damon, ve a por ella y déjate de rollos-colgó sin dejar que contestase, Damon enfadado consigo mismo lanzó de nuevo el aparato molesto en la cama, y se fue directo a por su chaqueta, no iba a ir a por Elena, no era tan estúpido pero ir algún bar o local le serviría de pretexto para no pensar más en tonterías.

Estuvo un buen rato en la carretera, alcanzó un local de mala muerte cerca del final del pueblo, sin pensarlo mucho entró, la música estaba lo suficientemente alta para no tener que escuchar a nadie y menos a su cabeza dando por culo, con una sonrisa de oreja a oreja llegó hasta la barra, se encandiló a la camarera y tuvo sus copas, dos para que así la mujer no pensase que podría ir con él.

Sonriendo y de espaldas cruzó la sala, tropezando casi al instante con un tipo, el cual soltó un par de tacos en un acento un tanto extraño, Damon quiso disculparse pero vio una oportunidad allí de poder lanzar por su boca cualquier tontería y así montar una pelea.

-¡Ve con cuidado acento de mierda!

-¿¡De qué cojones vas tío!?-le gritó el moreno, era inglés, ahora Damon lo tenía claro, sonrió y le lanzó lo que le quedaba de copa en la cabeza, el moreno lo miró con asco y lo primero que hizo fue devolverle el golpe pero con el puño, Damon no lo esquiva, le dio de lleno en la nariz, se tambaleó y le agarró de la cadera empotrándolo contra un par de mesas, la música era el único sonido que cubría los golpes dados por Damon como los del moreno.

El moreno se recuperó rápido y agarró una silla de metal lanzándose contra Damon, el cual se apartó a tiempo y recogió varias botellas, las cuales lanzó contra el chico.

La pelea continuó unos minutos más pero el sonido de la policía los hizo reaccionar a ambos, mirándose mutuamente se lanzaron a la zona de la barra, la rubia que le había atendido empezó a gritarles cuando vio sus intenciones, ambos salieron por la puerta de atrás.

Corriendo unos cuantos metros más, ambos pararon cuando se sintieron a salvo y comenzaron a reír, a carcajadas.

-Ha sido la cosa más loco que he hecho desde que estoy en América, ¡joder me he jugado mi visado!

-Lo siento-comenzó Damon-solo buscaba desahogarme.

-¿Mal de amores?-le preguntó-tío no sabes cuanto te comprendo, huy de Inglaterra por lo mismo, y dime, ¿cual es tu excusa? para largarte digo.

Staring at the ceiling in the dark

Same old empty feeling in your heart

Because love comes slow and it goes so fast.

Damon podía definirse así mismo con una sola palabra "feliz" estaba realmente feliz, no hacía ni dos semanas que estaban oficialmente-en secreto-juntos y eso realmente le envolvía en un aura de felicidad plena, era cierto, si, él había decidido que fuese todo en secreto, que Elena terminase su año sin preocupaciones, que se mantuviese con Stefan, a fin de cuentas esa historia estaba muerta desde hacía mucho tiempo, Elena siempre se lo decía, con Stefan ya nada era igual, ¿fuese sido más fácil pedirle que cortara? si, pero no se atrevía a enfrentarse a su hermano, Stefan era todo lo que tenía, no podía perderle todavía, necesitaba tiempo.

Aunque esto no se lo había comentado a Elena, negando con la cabeza llegó al campus de forma casi involuntaria, aparcó y decidió que esto era el destino, la oportunidad de ver a Elena antes de irse fuera del pueblo unos días, con la mejor de sus sonrisas aparcó, no iba a llamarla, la chica ya le había dicho que se encontraría todo el día entre la biblioteca y su habitación, y viendo la hora estaría en lo segundo.

Se adentró en la zona residencial intentando no ser visto, atravesó los pasillos hasta alcanzar la habitación que era la de Elena, el chico se quedó quieto antes de abrir la puerta, pues acababa de escuchar la risa de la chica, con sumo cuidado colocó la oreja en la puerta para poder escuchar mejor, estaba claro que la chica estaba acompañada.

-Si, eso es lo que le dije a Matt-era la voz de Stefan, estaba con Stefan, la ira se apoderó con fuerza de Damon pero se dijo así mismo que podía actuar de esa forma, que el no era nadie para hacerlo, solo un mísero amante, incapaz de moverse ni un centímetro escuchó lo que nunca debió haber oído-quiero besarte…

No esperó a la respuesta, salió de allí corriendo, con los puños apretados y con la capacidad de golpear a cualquier cosa que se le pusiera en su camino, se sintió un estúpido por creer que sería fácil, que luchar por Elena sería bonito, ella que estaba destinada a Stefan, él que iba en contra del universo, ¿en qué narices pensó?

You see her when you close your eyes

Maybe one day you'll understand why

Everything you touch surely dies

Se pasó todo el fin de semana fuera del pueblo, llegó tarde, bien entrada a la noche, atravesó el salón de la mansión en el más intenso silencio, por la mañana volvería a irse sin que nadie se enterase de su llegada, pero su intento de pasar desapercibido no tuvo ningún éxito cuando pasó por la cocina, no iba a entrar solo iba a atravesar las escaleras del servicio cuando oyó unos sollozos, alguien lloraba o intentaba evitarlo, su subconsciente le pedía a gritos que no diese ni un paso más pero era incapaz de detenerse, alcanzó a escuchar una voz, dos voces, una que conocía perfectamente.

-No puedo más...Jen realmente no puedo más-la castaña se abrazó con más fuerza a su tía-necesito salir de aquí...necesito...le necesito…

-Shh, ya sabes lo que pienso de todo esto, corta con Stefan, si no le quieres es una tontería que estés así.

-Pero...Damon no está, él me pidió…

-No escuches a ningún Salvatore, Damon hará cualquier cosa para que estuvieses con su hermano.

-No.

-¿Cómo llamas tú que quieras que no cortes con Stefan? No veo otros motivos.

-El que me quiere-la morena torció la boca-está enamorado de mi, y yo también, me ha pedido tiempo…

-Oh dios…-Jenna se apartó de su sobrina-creo que me voy a casa, mañana hablamos en cuanto vayas para la universidad, y lo mejor es que cortes con Stefan.

Damon se escondió con cuidado cuando Jenna pasó por su lado, esperó unos segundos y cruzó la puerta de la cocina, la castaña seguía acurrucada en una esquina, Damon sonrió con ternura.

-Elena…-la chica al escuchar su voz alzó la mirada y una sonrisa estúpida se dibujó en sus labios, ella que había estado planeando la forma de regañarle, de insultarle por haberse ido sin avisar, él que simplemente no iba a volver, ni iba a estar con ella, ahí estaban ambos, sumergiéndose en un abrazo perfecto, dos piezas que encajaban a la perfección, dos piezas únicas-Te he echado de menos.

-Te quiero, y no te vayas sin mí, más ¡Nunca más!

Only hate the road when you're missing home

Only know you love her when you let her go

And you let her go

And you let her go

Well, you let her go

-Es una mala historia tío-Enzo le pasó el botellín de cerveza, ambos habían ido al hotel de Damon a tomarse la última, y ya iban por la tercera cuando Damon por fin decidió contarle su patética historia-pero creo que esa rubia tiene razón debes arriesgarte.

-No conoces a Andie y la apoyas, menos mal que no está aquí-bromeó-ni siquiera sé porque te estoy contando esto.

-Porque no tienes otra, es esto o que vayamos a comisaría, y no me parece lo mejor para ti, ¿no querrás que avisen a la familia de teletienda? ¿o si?

-Que cabrón-ambos soltaron una carcajada mientras abrían otra botella, Enzo miró a Damon una vez más, ese tío estaba tan hecho mierda como él, o peor, sonrió, por lo menos el le brindaría el apoyo que no había tenido él en Inglaterra.

Se levantó y encendió la televisión, era bien entrada la madrugada, y no había nada que valiese la pena en esos canales de pueblo, maldiciendo en voz baja fue a por algo de comer a la mini nevera.

-Tío esto es una mierda…

-¿y ahora te das cuenta?-le lanzó un cojín, Enzo lo esquivó de forma dramática, y ambos se dejaron caer en la cama para continuar con ese intento de calmar los miedos y las dudas de cada uno.

-Tengo una idea-soltó de repente-¿qué tal si nos largamos mañana mismo a Hawai? Tengo dos billetes de avión.

-¿Mañana? ¿y por qué tienes dos billetes?

-Los tenía reservados desde hace un tiempo, viaje de bodas, pero ya ves mi luna de miel me la iba a pasar solo, ¿te apuntas? tendremos que fingir ser pareja en el avión y en el hotel…¡he dicho fingir!

-¡Gilipollas! Tengo el dinero suficiente para cambiar ese vuelo, soy un Salvatore-le aclaró, Enzo alzó una ceja interrogante, importándole una mierda cual era su apellido pero aceptando encantado, ambos necesitaban descansar, despejar dudas, y mañana sería un día muy largo.

Por lo menos para Damon.

El chico cerró los ojos, llevaban dos horas bebiendo y modificando el viaje por la tablet de Damon, cuando todo estaba preparado decidieron descansar, Enzo se estaba duchando cuando Damon decidió que era el momento incómodo por lo que se fue a la cama, pero sus miedos y sus fantasmas tenían nombre y cara, no estando dispuestos a dejarle le atormentaban, su rostro estaba ahí, la maldad y el dolor de sus ojos le atravesaban.

You see her when you close your eyes

Maybe one day you'll understand why

Everything you touch surely dies.

La chica practicaba en voz alta su presentación, su voz se escuchaba por toda la casa, no hacía ni dos días que estaban juntos a escondidas, para los ojos de los demás seguían siendo esa "amistad" tan extraña, pero mientras no le importase a Stefan, ninguno de los dos se preocuparía en nada, Damon la observó desde las escaleras, la chica tendía a hacer cosas raras mientras estudiaba, el mismo lo había comprobado en sonoras ocasiones, Stefan como siempre desaparecia para dejarle intimidad, pero él sabía que Elena lo que necesitaba era un apoyo, con cuidado mientras esta estaba de espaldas a él, bajó las escaleras y se colocó justo detrás suyo, tuvo perfecta visión de su lazo negro colocado esta vez como goma del pelo, lo soltó, provocando que la chica reaccionara, sin girarse le regaña.

-Eres...insoportable, Damon-se giró, enredando sus manos en su cuello, el chico puso su mejor cara de niño bueno.

-¿Cómo sabías que era yo?

-Porque siento que eres tú-le aclaró dándole un pequeño beso en los labios-porque eres el único que me rescata cuando voy a explotar, y el único que tocaría "mi" lazo.

-Oh, "tú" lazo, ¿y por qué esa cosa es tan importante?

-No le digas cosa-se apartó, dándole un pequeño empujón-es un lazo muy importante.

-¿A sí? ¿cómo ese peluche?-le señaló el muñeco que sobresale de su bolso, la chica corrió a esconderlo, dándole una mejor vista de su trasero, Damon giró la cabeza y sonrió con picardía, acercándose como un depredador a su presa, la agarró de la cintura, la chica pegó un bote y se dio la vuelta.

-Eres un cerdo-le aclaró con asco-uno muy cerdo.

-Oh, que ataque-se quejó-y yo que pensaba que...no sé, ¿me echabas de meno?

-Que equivocado estás-le sonrió.

-¿A si?-dibujó pequeños círculos sobre su espalda, adentrando su mano por debajo de su camisa, hasta el filo de los pantalones, jugando con el cinturón de la chica-¿estás segura?

-Damon-susurró, cuando una de sus manos rozó el filo del sujetador-puede vernos alguien...y te recuerdo que tu…

-Si, sé lo que te pedí-le clavó los ojos, unos ojos azules claros, profundos, dibujados en ellos un alo de deseo y desesperación-pero ayer me sentí muy muy solo...en mi cama…

Los dos se quedaron en silencio, Damon miró con deseo los labios de la chica, los cuales se entreabrieron, se pasó la lengua por la comisura de los labios, estaban a punto de besarse cuando Stefan entró en la habitación, ninguno de los dos se dio cuenta de su presencia.

-¿Hola?-los saludó extrañados, Damon y Elena se separaron de golpe, como si una descarga eléctrica fuese chocado en sus neuronas, Elena se pasó una mano por el pelo y el rostro, como queriendo borrar el deseo en ella, le sonrió y se volvió a concentrar en sus borradores sin prestarles la menor atención, Damon en cambio seguía de espaldas a su hermano, respirando hondo para calmar su erección, no se notaba mucho pero si Stefan quería fijarse lo iba a notar, cuando sintió que la cosa estaba un poco mejor cogió su chaqueta, y se cubrió como pudo, Stefan ya había soltado sus cosas y se estaba acercando a ellos-he tenido un día horrible, me he cruzado con Caroline, estaba con Klaus-dijo despectivo-no pegan nada, pero bueno-le dio un beso casto en los labios a su chica, la cual se sintió realmente incómoda y tensa, temió que Stefan se fuese dado cuenta, pero si ese era el caso no mostró ninguna alteración, mientras se dirigía a los muebles para coger su portátil, Damon se acercó a Elena, la cual observaba de reojo a ambos Salvatore, sin previo aviso, Damon colocó sus manos en la mejilla de la chica y la besó con firmeza, con pasión, con ternura, cuando sus bocas se separaron la chica jadeó, pero Damon ya estaba bastante lejos cuando Stefan se giró extrañado.

Elena se disculpó con él por tener que irse al campus de última hora, Stefan no le puso muchas pegas, la dejó marchar sin ni siquiera preguntar, el problema no estaba ahí, sino en Damon y Elena, ninguno de los dos se había fijado bien en Stefan.

Damon se levantó de un golpe, estaba sudando, miró a su alrededor, era tarde, acababan de dar las cinco y cuarto de la mañana, estaba solo, una vez más estaba solo en esa habitación desierta, se levantó con torpeza, menos mal que el viaje era para las doce de la mañana porque no iba a aguantar ni un minuto más en ese pueblo, salió de la habitación en busca de Enzo, el cual estaba en la cafetería del motel, desayunando solo.

-¿Qué haces tan temprano despierto?

-Me invitaron.

-¿Quién?-todo esto le sonaba demasiado raro, una mano cubrió sus ojos, y otra le agarró el paquete, apretando y clavando sus uñas en él, rabió-¡Andie! ¡Hija de perra!-se apartó, empujándola con fuerza, la chica se mantuvo firme, con una mueca de dolor y asco dibujada en los labios, nota mental, pensó Damon, viene cabreada, esto que te ha hecho es lo mínimo que te podía haber pasado-Estás como una puta cabra.

-Tu si que estás como una cabra, ¡joder Damon! Me dejastes tirada.

-Te dije que iría a buscarte y no…

-¡Cállate!-le golpeó con fuerza-y cuando creí que podría mejorar la cosa, un coche me pita, y digo ¡bien, alguien menos mal!

-¿Te han hecho algo?-se asustó, Andie le fulminó con la mirada.

-Ni te atrevas…-le aclaró-era el coche de Stefan, pero no, no era Stefan quien conducía, era Elena, estaba hecha un buen lío, me vio y casi me da un ataque, ya había tenido que lidiar contigo, si lo tenía que hacer con ella me iba a morir, la ignoré y seguí mi camino, empezó a gritarme, y me rogó que esperará…

-¿Qué pasó?-rectificó, negando con la cabeza se apartó-no me importas, ella me dio largas, no me importa.

-Tu huistes primero Damon-se cruzó de brazos-en serio está en tu mano que te cuente que pasó después.

-No me interesa, me voy.

-Eso le dije después a ella, que la había cagado que se fuese lejos, pero no...pasó algo más.

Damon se acercó a Enzo y le agarró del brazo, obligando que este terminase el café con prisas, ambos desaparecieron de la vista de la rubia, la cual no se quedó muy tranquila, cogió su teléfono y escribió en un mensaje toda la conversación con Elena.

-Lo necesitas Salvatore.

Damon arrastró a Enzo hasta su coche, sin pensarlo mucho arrancó el motor, dispuesto a que ese sonido tranquilizara esa voz pequeñita que le obligaba a retroceder, enjaular a Andie con sus brazos y que le explicase cada palabra de Elena, pero es que no podía permitirse, ni pensar en Elena, ni en Ian, y mucho menos en una segunda oportunidad, porque no había segundas oportunidades para ellos, el mismo lo dejó claro hace tantos años, y ahora era Elena la que se lo aclaró, no hacía ni veinticuatro horas que estaba en Mystic Falls, y su mundo otra vez estaba totalmente destrozado, necesitaba salir de allí, su móvil vibraba, y supo perfectamente quien era la única persona que tenía su número y podía molestarle a esa hora, no dispuesto a recibir ese mensaje o llamada arrancó rumbo al aeropuerto, durante unos minutos el silencio reinó en la carretera.

-Damon-le llamó, repitió el proceso unas varias veces, hasta que decidió frenar el mismo.

-¿¡Estás gilipollas!?

-¡Superamos la velocidad permitida!

-Tenemos que llegar al aeropuerto de Virginia, por si no te has dado cuenta-le escupió cada palabra como si fuese un daga ardiendo.

-Tu no estás bien Damon, llama a esa rubia tal vez estés perdiendo tu segunda oportunidad.

Damon respiró hondo varias veces, coger ese teléfono, mirar el mensaje o llamar a Andie era algo peligroso, no quería escuchar las estupideces de Elena, no quería saber más nada de ella, el huyó si, como un cobarde también, pero volvió, tal vez cinco años era demasiado tiempo, pero había vuelto, y ella como es natural le había echado, ¿qué esperaba? No, no iba a romperse el corazón por tercera vez, no es tan estúpido.

-Si quieres quedarte...me da igual, puedo irme solo-continuó Enzo-incluso puedo pagarte el cambio de los billetes de primera clase.

-Calla-susurró.

-En serio Damon, habla con ella, no hagas esto más patético.

-¡Deja que yo decida! ¡Enzo me acabas de conocer, no sabes nada de mi y mucho menos de Elena, no te veas en la obligación de decidir por mi!

-No te conozco, es cierto, pero tío conozco lo que estás sufriendo, y si es que te quiere, ¿qué quiere volver contigo? ¿vas a dejar perder esa posibilidad? no seas idiota…

-No lo comprendes-rió con amargura-cuando dijese "adiós" sería para siempre, ya lo he comprobado muchas veces, nunca dijo esa palabra delante de mí nunca…

-¿Estás seguro?-a Enzo eso le parecía una estupidez, pero ya no le quedaba otra si quería convencer a Damon de que escuchase lo que le tenía que decir Andie, había tenido que levantarse por esa loca y escucharla, Damon tenía que hacer lo mismo, o por lo menos intentarlo-¿estás seguro de que para Elena significa lo mismo esa palabra?

Damon le miró fijamente, dudando en si escucharle o no, en sí intentar ver esa segunda oportunidad o salir huyendo, pero ¿le quedaba otra?

Well you see her when you fall asleep

But never to touch and never to keep

Because you loved her too much

And you dived too deep

Damon esperaba impaciente a Elena, la chica acababa de terminar su presentación, y él había esperado pacientemente tres horas en el aparcamiento, había salido hace unos segundos de una cafetería para comprobar el preparado que ella tanto adoraba, unos helados de chocolate, unos bollos de crema y unos cafés bien cargados, con una sonrisa tonta dibujada en el rostro se ocultó entre las sombras, el calor empezaba a apretar con fuerza y lo mejor era mantenerse en la sombra, pero ese día fue demasiada casualidad, la vio salir junto a Andie y a otras dos chicas, estaba sonriendo, riendo, lo había conseguido, y Damon no había dudado en ella ni un solo segundo, se colocó mejor las gafas, se estiró para tocar el claxon cuando vio la moto de su hermano aparcado a unos metros de su camaro, Stefan estaba allí con una ramo de rosas de distintos colores y una bolsita con un lazo rosa bien grande, boquiabierto se quedó paralizado, Elena lo vio, y también se quedó blanca, pero no solo vio a Stefan también vio a Damon, no le quedó otra que ir hacia su novio, no quedaría bien acercarse a Damon.

El chico vio las imágenes como en cámara lenta, su Elena abrazando a Stefan, el chico besando con dulzura sus labios y entregándole la bolsa, la castaña sacó de ahí una especie de caja que contenía lo que parecía un reloj de pulsera, ambos sonriendo como cualquier pareja tomaron la moto, Elena le miró desde la distancia, y sintió muchísimo hacerle eso.

Damon estaba tumbado en su cama con una botella de bourbon sin abrir, ni siquiera tenía la capacidad de abrir esa botella y emborracharse, porque sabía que iba a ser peor, hacía una hora que había escuchado la puerta de su casa, las risas de su hermano y Elena, pero él no se había hecho notar, y solo había rogado que no oyese ningún gemido, cansado de tanto silencio incómodo bajó las escaleras, ya se había saltado varias reuniones por videocámara no podía saltarse esta, y dispuesto a salir de casa bajó las escaleras, encontrándose a Stefan y a Elena sentados en dos sillones, uno enfrente del otro, ignorándolos, porque no tenía ganas de ver al "stelena epic love" en acción se dirigió a la puerta.

-Adiós parejita-sonrió burlón.

-Adiós Damon, ¿vendrás a cenar?

Iba a contestar cuando vio la mirada de Elena, una mirada apagada, dolorida y cansada, Damon no estaba seguro de que decir en ese momento, solo se encogió de hombros, y se despidió de la chica preguntándole educadamente como le había ido en esa presentación.

-Bien, me ha ido bien.

-Me alegro, adiós chicos.

-Adiós Damon-contestó apenada, el silencio se instauró en ellos, y Elena abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que acababa de decir, rectificó casi al instante, incluso se levantó y agarró del brazo a Damon, para sorpresa de Stefan-quería decir-tragó saliva nervioso, Damon estaba pálido-hasta pronto, hasta luego, adiós no, ¡dios nunca!

Damon recuperó el color de sus mejillas, y le sonrió con esa sonrisa marca registrada, su sonrisa, el chico se soltó, rozando levemente el lazo negro, tras despedirse de su hermano salió con una sonrisa en los labios. Había sido un paranoico, Elena le quería a él, y él era el único que impedía que pudiesen estar juntos, pero esto era cuestión de tiempo.

Golpeó el volante con mucha fuerza durante unos segundos, se sentía un mierda por pensar en una posibilidad donde Elena no supiese lo que significaba "adiós" claro que lo sabía, ya lo había comprobado, ese día cuando se equivocó sintió que su corazón se rompía en mil pedazos, pero anoche no fue un error, ella supo muy bien lo que significaba esa palabra, y lo que contenía decirla en voz alta. No había que darle más vueltas, pero entonces, ¿por qué sentía que era él quien realmente se equivocaba? se llevó la mano al bolsillo, olvidando por completo la carretera, justo cuando iba a mirar el teléfono Enzo gritó y dio un volantazo, el otro coche que estaba justo enfrente de ellos hizo exactamente lo mismo.

Damon pudo alcanzar el volante y frenar un golpe, acabando casi a dos segundos de estamparse contra un árbol, por el espejo retrovisor comprobó que el otro coche también estuviese bien, ¿quién de los dos se había ido a un carril equivocado? Daba igual, Enzo estaba blanco, pálido pero con una sonrisa tonta en los labios, Damon negó con la cabeza y salió del coche.

No dio ni dos pasos cuando reconoció el coche, una figura salió de él, vestía con una camiseta blanca, unos jeans gastados y una sudadera, el pelo lo tenía hecho un revoltijo seguramente a causa del impacto, pero nada podía haberle confundido, era Elena, pero ¿qué hacía viniendo en dirección al pueblo? ¿había salido en algún momento de él? Recordó las palabras de Andie, y se sintió un estúpido, casi sin pensarlo corrió hasta la castaña, la cual acababa de dar un traspié.

-¡Elena!-la agarró en brazos, la chica colocó su cabeza en el hueco de su hombro, Damon la miró con ternura, podía ver las marcas que tenía bajos los ojos, que reflejaban que había dormido igual o peor que él, con una mueca de dolor la sacó de allí.

Damon estaba conduciendo en dirección a la casa de su hermano, no sabía porqué hacía eso, pero sí sabía que Ian y Nina necesitaban a su madre, y él no iba a ser el causante de una locura, la castaña se removió en el asiento, abriendo los ojos de golpe al sentir el movimiento del coche y la luz de la mañana, miró por todos lados y clavó sus ojos en Damon.

-¿Cómo se te ocurre ir en el carril contrario? Por dios por la derecha pareces nuevo-le regaña.

-¿En serio?-preguntó de forma retórica-¿¡es lo único que tienes que decir!? ¡¿qué cojones haces en la entrada del pueblo!?

-Ahora eres tú el que estás preguntando una estupidez.

-No, Elenita, tu eras la que estabas haciendo una gran estupidez, ¿no estará su perfecta familia preocupada?

-Ian y Nina no despertarán hasta bien entrada la mañana, ayer estaban agotados, y Stefan...no me espera-dijo con la boca muy pequeña, si Damon no fuese estado delante no lo habría escuchado.

-¿¡Qué!?-se giró para enfrentarla.

-¡La carretera!-le obligó a mirar.

-No me cambies de tema, ¿por qué Stefan no te espera? ¿a dónde se supone que tenías que ir?

-A la iglesia, ¿no te jode?-le fulminó con la mirada-a rectificar.

-Estoy agotado Elena, si hablas claro mejor.

-¿A dónde ibas?-el chico la miró con maldad-has dicho que sea clara, más clara que eso…

-Al aeropuerto.

-¿Por qué?

-¿De verdad me estás preguntando que pinto en un aeropuerto?-estaba cansado, muy cansado, no se estaba creyendo que la chica estuviese diciendo tantas tonterías cuando la noche anterior parecía la perfecta mujer casada.

-Te estoy preguntando, ¿por qué me estás haciendo esto?

-¿Te recuerdo que significa "adiós" en nuestro idioma?

-Sé lo que significa, creeme, y lo dije muy en serio.

-Entonces no sé por qué seguimos hablando.

-¿¡No te das cuenta Salvatore!?-le escupió las palabras como dardos-¡Porque me arrepiento de no haberte ido a buscar antes! ¡Por dejarte escapar! ¡Por intentarolvidare cuando se ve que es imposible, porque eres mi alma, mi vida, mi llama gemela! ¡Porque te amo!

Damon cerró los ojos con fuerza, reteniendo esas verdades lo máximo posible, porque lo que iba a decir iba a acabar con el corazón de Elena para siempre.

-Adiós Elena-le abrió la puerta del copilota, la chica le miró alucinada, estaban justo en su calle, y el chico, después de todo lo que le había dicho le estaba pidiendo que se marchara-perdimos nuestra oportunidad, y no fue ayer, fue hace años.

-Tu decidistes ese día por mi.

-No es que te viese buscándome.

-¿Qué iba a hacer Damon? Me habías enseñado a amar, pero también a elegir lo más correcto, y Stefan lo era para todos pero no para mi.

-Yo no era lo correcto.

-Eso tenía que haberlo decidido yo-colocó un pie fuera del coche.

-Bueno-sonrió con frialdad-esta vez has elegido, ¿no?

-Sí-sonrió más abiertamente-y quien tiene boca se equivoca, ¿no dicen eso?-sonrió con la mejor de sus sonrisas, y casi sin poder reaccionar la chica se lanzó a sus labios, tantos años separados, y un mero roce hace que todo lo demás tenga la misma importancia que una gota de agua, ninguna, el roce de los labios de la chica provocan una reacción eléctrica en Damon, que sin pensarlo agarra su rostro con firmeza y profundiza el beso, ambos sumergidos en su propia burbuja olvidan el mundo que está a su alrededor, porque ya nada tiene importancia, porque solo importan ellos dos.

Después de unos minutos se separaron sus bocas para poder coger aire, ambos extasiadas clavan sus ojos en los del otro, buscando el error o la confirmación, buscando simplemente la respuesta, los ojos vidriosos de ambos y la sonrisa de sus rostros demuestran lo que las palabras no pueden: que se aman, y que nada ni nadie podrá imponerse a ellos.

-Te amo…-declara, y sonríe con más fuerza-dios nunca he sentido que fuese tan cierto como ahora.-

-Oh Elena…-la besó con dulzura-te quiero tanto-repartió infinidad de besos por todo su rostro, la chica soltó una carcajada-vamos a tener que enfrentarnos a tantas cosas…

-No me importa.

-Voy a tener que luchar por ti.

-Damon-le cogió el rostro al ver que sus ojos se oscurecían y que esa paz volvía a desaparecer-soy completamente tuya al igual que tú eres mío, ¿no te das cuenta de que siempre ha sido así? Nunca más volveré a decir adiós, ¿me oyes?

-No sé si nunca, pero ahora mismo es la palabra que menos quiero escuchar-sonrió-porque me encantaría que me dijeses que tenemos una segunda oportunidad.

-No la necesitamos-le besó-porque nunca he cerrado esa oportunidad.

Ambos se sumergieron de nuevo en un profundo y perfecto beso, tal vez el universo haya conspirado contra ellos, tal vez esa vida que tienen no sea la perfecta, tal vez es todo un sueño, o una ilusión, pero ellos han tomado el control de esa alucinación, de esa posibilidad de vida y la han convertido en suya, han transformado esa patética y perfecta vida en una montaña rusa de emociones donde ambos están completamente enamorados de la persona incorrecta, pero, ¿existe el amor épico? ¿existen los cuentos de hadas? No lo sabemos, pero ellos saben una cosa: que se aman en ese instante, y ya nada más tiene color o importancia, porque ambos lucharán por tener esa familia y esa relación que perdieron hace años, porque las segundas oportunidades existen.

Because you only need the light when it's burning low…


Ya que me habéis pedido continuación aquí la tenéis, si queréis leer la versión de Elena de "Oportunidad" solo tenéis que decirmelo, estaré encantada de contaros que pasó en esas horas con Stefan, quien sabe...tal vez nos sorprenda, pero depende de vosotr s :)

Gracias!