Andén 9 y ¾
La pequeña pelirroja, se despertaba un 1 de Septiembre ya preparada para su primer día en Hogwarts, bajó al comedor de su casa alegremente saludando
-buenos días- decía Rose Weasley con una sonrisa que mostraba una mezcla de sentimientos aflorando.
-¿Mi Rosie está nerviosa?- Decía Ron con orgullo porque su niña estaba por entrar a la escuela donde el creció viviendo aventuras y la 2º Guerra del Mundo Mágico.
-Tranquila Rose, el primer día de Hogwarts no es tan duro como piensas, solo relajate que pronto harás muy bueno amigos- decía Hermione mientras servía el desayuno y gritaba para despertar a su hijo menor, Hugo.
- ¿Mamá en que casa crees que quede? - preguntaba Rose poco decidida, pero motivada porque dentro de horas estaría en el colegio al que asistían todos sus primos mayores.
A caso no es obvio- decía Ron Weasley mientras se inmiscuía en la conversación que tenía su mujer con su pequeña hija, - por supuesto que entrarás a Gryffindor, eres una Weasley, apenas el sombrero toque tu cabeza, dirá la casa de los leones, así que no te preocupes, serás una Gryffindor como toda tu familia-.
Estas palabras, le dieron aliento a la chica, ya que también suponía que su primo y mejor amigo desde que nació, Albus S. Potter entraría en la misma casa que ella. Pensando en las amistades y en la casa a la que iba a pertenecer y las aventuras que viviría con su familia mientras terminaba su desayuno.
Al rato llegó su hermano Hugo, ya vestido y peinado, pidiendo algo de comer. Luego de que pasaran un buen rato de silencio mientras que los miembros de la familia terminaban su desayuno, Hermione viendo la hora dice: - se nos está haciendo tarde, mas nos vale salir ya-. Y así subieron al automóvil, rumbo a King Cross.
Al llegar al andén 9 y ¾ , se encontró con unos ojos grises mirándole de manera que demostraba cierto interés en ella, pero el contacto visual se rompió a los gritos de su primo Al: -Rose, Rose-, gritaba mientras corría desde la lejanía para abrazar a la pelirroja.
Tanto tiempo sin verte le comentaba el pelinegro a Rose, mientras que Ron asía a está por el brazo y la apartaba de su primo; cuando ya estuvieron lo suficientemente lejos de la familia Potter y el resto de su familia, le decía a Rose mientras apuntaba a un chico al que no pudo distinguir. -Ni se te ocurra acercarte a ese chico-, chillaba Ron, -jamás en la vida tu abuelo te perdonaría si te casas con un sangre pura-. Rose por dentro se sentía fatal porque desde antes de ingresar a Hogwarts su padre ya estaba enemistándola con un chico que ni siquiera conocía.
Rose de despidió efusivamente de su madre, su padre, su hermano Hugo que en un año más ya la acompañaría en el expreso, se despidió de su tío Harry que para ella era su tío favorito, también de su tía Ginny, y de Lily que tenía la misma edad de su hermano.
Así que su padre tomó su baúl y lo subió al tren, depositándolo en un compartimiento vacío del cuarto vagón, a su vez Rose y Albus lo seguían, y poco después de que el pelirrojo padre de Rose descendiera del tren, ellos decidieron que se sentarían y comenzaron a conversar acerca de su futuro y casi presente año en Hogwarts, se pusieron a planear sus días y fiestas futuras en Gryffindor, de las cuales James, Victoire y Fred les habían contado y ellos han querido conocer.
Al rato pasaron los prefectos, comunicándoles que se pusieran las túnicas, Rose sale del compartimiento, camina unos pasos pero sin querer se tropieza y cae al suelo, de pronto ve una mano pálida tendida hacia ella para ayudarla a levantarse, mira para ver a quien pertenece aquella mano y se encuentra con dos ojos grises como el acero, que la miran con preocupación, ella toma la mano de el chico y él la tira para que se pare, -¿estas bien?- le dice el chico, y ella moviendo la cabeza le asiente, le da las gracias y le dice que se apure, que lo deben estar esperando, pero el niega con la cabeza, pensando que nadie se acercaría ni trataría de entablar una conversación con un Malfoy, nadie quiere ser amigo del hijo de una pareja y familia de mortífagos; entonces Rose le pregunta ¿entonces estas solo?, El chico con una cara de tristeza le dice que sí, y empieza a dar pasos para marcharse al compartimiento donde seguramente se irá en soledad hasta llegar a Hogwarts, pero la voz de la pelirroja lo detiene diciéndole con una gran sonrisa en su rostro: si estás solo porque no te sientas conmigo y mi primo el resto del viaje!. El rubio se quedó perplejo, y decidió esperarla mientras se ponía la túnica.
Vamos- le dijo la chica tomándolo del brazo, mientras avanzaba por los pasillos hasta llegar al compartimiento en donde su primo la esperaba, al llegar al compartimiento Al miro a su prima con cara de interrogación, pues no sabía porque había entrado con un chico que no era familiar de ambos al compartimiento.
-¿quién eres?-preguntó Albus al chico de pelo platinado.
- tú debes ser Albus Potter, ella es Rose Weasley y mi nombre es Scorpius Malfoy.- dijo el chico tímidamente, y aquí fue cuando Rose comprendió que su estadía en Hogwarts iba a ser más distinta de lo que creyó, pues se había convertido en amiga de un Malfoy.
