Sebastian Smythe Luego de resignarse a que el chico de sus sueños y más bajas pasiones no sería suyo, aposto a por algo más, algo doloroso, un tanto masoquista, algo totalmente Idiota, pero algo que le permitiría estar a su lado. Ser el mejor amigo de Blaine Anderson.

No le fue para nada Fácil, se admite a sí mismo en esas noches de Insomnio. Blaine Es un chico bastante Bueno, pero tiene sus límites, y también es... demasiado amigo de sus amigos, y amante de sus amantes.

Sebastian había hecho cosas que jamás pensó haría, era demasiado orgulloso, pero las hizo y había ganado lo que quería. Blaine era su amigo hace más de 6 meses. Sebastian Jamás se sintió tan impotente pero tan importante al mismo tiempo

-Eres demasiado…

-¿Imponente?

-Boca floja

-Lo tengo claro, y lo amas.

Kurt le odiaba, o al menos lo detestaba. Él lo tenía sumamente claro, y podía vivir con ello, pero él odiaba a Kurt más allá de lo que alguna vez pensó podría, por que al principio habían sido celos, pero luego de acercarse a Blaine, lo suficiente como para traspasar esa coraza de protección que tenía, Sebastian pudo ver las heridas, casi pudo sentirlas, y aunque tenia más o menos claro que Kurt no era el responsable, le había odiado, le odiaba por no notar esas cosas en Blaine, y ser tan centrado en lo suyo que dejo de notar que Blaine puede hacerse el duro, pero que no lo es tanto.

-Aún sientes cosas por él ¿no es verdad, suricato?

-Sí.

-Está conmigo

-Lo tengo claro

-¿Por qué lo haces?

-Porque me importa

-Sebastian…-Kurt le mira

-¿Qué?

-Estas llorando- el ojiclaro se acerca

-No es así

-Tienes mis respetos, dientón

-Oh, cállate.

-Si lo mío con Blaine…no quiero pensar en ello…pero tú…-bufa y Sebastian se ríe

-Espero No le digas esto a Blaine, Jamás.

-trato, dientes grandes

Sebastian había tenido varios encontrones con Kurt, unos por como él trataba a Blaine y otros tantos por peleas que Sebastian buscaba después de hablar con su amigo. Necesitaba descargar la rabia, Y sabía que Kurt podía soportarle. Odiarle no quitaba que fuese divertido.

-Bastian, tienes que dejar de pelear con Kurt. Por favor

-Oh, vamos Guapo, sabes que él las disfruta tanto como yo

-Sebastian, por favor

-Ya, ya…lo intentaré – sonrie un poco, porque él y Blaine saben que eso es una mentira

Sebastian Había aprendido a leer a Blaine, y estaba seguro de que Blaine también a él. Era su mejor amigo; cuando utilizaba esas palabras para ponerlas juntas a su nombre y el del más bajo, se sorprendía de lo loca e irónica que podía ser la vida, pero luego sonreía, porque lo tenía, al menos un poquito de lo mucho que él quería tener

-¿Sebastian?

-¿Si?

-¿Crees que Kurt me extraña?

-Sería Bastante idiota si no lo hiciese, Hobbit

-Deja de llamarme así

-Lo siento

-Exagero

-Lo sé

-Idiota

-Gracias

Sebastian Disfrutaba de los pequeños momentos juntos, de sus juntas en la gran casa –por lo general vacía- de Blaine y sus maratónicas jugadas con la interminable colección de video juegos de Blaine, o una tarde de musicales, o simplemente una salida por café o helado. No importaba, estaba con Blaine, y era lo máximo.

-¡SEBASTIAN!

-¡¿QUÉ?!

-quiero más helado

-ve por más

-ve por mi

-ni que fuese tu sirvienta

-OH VAMOS, SEBBY

-Eres un estúpido manipulador adorable

-¿vas? –y lo mira con esos ojos grandes de pestañas infinitas y no puede decir más que solo lo que esa criatura hermosa quiere escuchar

-¿de qué sabor?

-Sabes cuál-

Y Sebastian sonríe, sonríe sinceramente, como solo Blaine logra hacerle sonreír. A caído y muy muy fuerte, se dice mentalmente

Sebastian le ama, y se repite cada vez que el sentimiento lo abruma, que es su castigo por años de burlas a otros, por que tiene lo que quiere frente a él pero ni con mil bromas ni palabras hirientes puede tenerlo, pero al menos se siente algo de él, su mejor amigo... y como le duelen esas palabras, pero se las aguanta, porque puede que Blaine no lo ame como él al más bajito, pero al menos le quiere, y Sebastian sabe que eso es bastante.