Kagome corria freneticamente hacia el claro en donde se encontraba el pozo,
cuando a causa de la oscuridad y las lagrimas, tropezo y cayo, apoyada solo en
las palmas de sus manos, trato de incorporarse los mas rapido que le fue
posible, debia escapar, pero de que?, solo sabia que aquel lugar ya no era seguro,
cuando dentro de su carrera y sus pensamientos sintio como una mano la sujetaba
firmemente por el brazo, sentia como su corazon se detenia de la impresion y el
y el panico que se apoderaban de ella, no le permitian emitir ningun sonido, cuando
aquel que la sostenia, con un solo movimiento con mucha energia, pero muy bien calculado, para no
producirle a la joven el mas minimo daño, la gira, para dejarla justo frente a el.
_ Inuyasha - Musito ella casi sin modular las palabras - el puso su otra mano sobre el
brazo libre que le quedaba a la muchacha y con unos intensos ojos color ambar, la miro fijamente, Kagome se sentia demasiado nerviosa y confundida, en ese momento y con la misma energia y determinacion con que la habia girado, la acerco a su cuerpo y la beso, Kagome, abrio sus ojos por la sorpresa, para luego comenzar a cerrarlos lentamente, mientras la tension de su cuerpo iba desapareciendo, se estaba entregando por completo a la pasion ciega de aquel beso, como podria rechazarlo, si era lo que habia deseado tanto tiempo?, el hanyou no deseaba soltarla, sus manos comenzaban a extender su territorio , deseaban reconocer cada rincón de aquella mujer con una locura que lo invadia y no le permitia dejarla ir, con una desesperación y vehemencia, hasta para el, desconocidas, que le sucedia?, eran las preguntas en su mente, era tal vez su instinto... cuando de improviso, ella que habia logrado con mucha dificultad detener la intensidad de aquella union.
- Oswari - dice mientras el muchacho de hermosos cabellos plateados y con orejas de perro, cae presa de del hechizo que ella conjuraba.
Aprovechando los segundos que esto le proporcionaba Kagome corria nuevamente en dirección al pozo, esta vez, alcanzando a llegar, Inuyasha corrio tras ella con una velocidad visiblemente mayor que la de la muchacha, no alcanzo mas que a tomar el borde de la manga de la blusa de esta, mientras ella se arrojaba dentro del pozo, desgarrando asi la tela.
El se quedo ahí de pie, mirando su mano y lo unico que habia quedado de Kagome en aquella época, un trozo de su blusa y el alma de un hanyou.
Flashback
Inuyasha y Kagome, se encontraban sentados, como tantas otras veces, en una colina, observando las estrellas, pero esta noche parecia distinta, habia una sensacion de extraña tension.
Inuyasha que permanecia sentado junto a Kagome, posa su mano suavemente sobre la mano que ella apoyaba en el pasto, aquel roce, produjo que ella se le quedara mirando muy sorprendida y expectante, su corazon comenzo a latir mas rapido de lo que ella creia que fuera posible, el miraba fijamente el piso, el lugar en donde estaban esas dos manos unidas, luego se armo del suficiente valor para mirarla a los ojos, estaba embargado de sentimientos todos esos sentimientos humanos que aunque aparentara que detestaba, realmente le habian entregado la mayor felicidad, la miro, y sentia como se perdia en la inmensidad de aquellos hermosos ojos. Kagome, miraba como aquel hanyou se adentraba en su alma y aunque se encontraba visiblemente nerviosa bajo la intensidad de aquellos ojos dorados decidio no huir de ellos y enfrentar lo que venia, no entendia lo que les sucedia a Inuyasha?, tal vez estaba a punto de besarla o quizas de terminar definitivamente con sus ilusiones, cuando de pronto sin previo aviso el joven se avalanzo hacia ella, posando sus labios en los suyos, acariciandolos suavemente, luego se separo unos centimetros, y la volvio a mirar, Kagome, lo observaba atentamente, el miro los labios que acababa de besar.
Inquietud. Que es esto? se preguntaba el hanyou, es acaso Kagome?, su aroma estaba haciendose cada vez mas intenso, el comenzó a mirarla inquieto, podia oir los latidos del corazon de la muchacha, gracias a su agudo oido y tambien percibir la excitacion que ella al igual que el comenzaban a experimentar gracias a su olfato, el la miro muy nervioso, no podia seguir con esto o no podria detenerse, pero no queria detenerse.
No dejaba de mirar su rostro y decidio volver a besarla, pero esta vez, estaba embriagado en el aroma de la muchacha, casi sin respirar, solo la besaba una y otra vez, la pasion lo embargaba y tambien a ella, que se entregaba sin pudores a los besos de su amado, la distancia entre los cuerpos se hiso minima, cuando el comenzaba instintivamente a buscar poco a poco la desnudes de aquella mujer, tan deliciosa y pura, mientras el con mucha dificultad intentaba desabrochar su blusa, ella decidio ayudarlo...
Deseaba enormemente darle a Kikyo la felicidad que tanto se merecia y que le habia sido arrebatada tan cruelmente, pero su corazon ya le habia mostrado el camino, besando a Kagome desenfrenadamente con locura y embriagado en el dulce licor en el que se convierte la pasion, el pensaba en que su corazon el ya habia decidido, y penso " lo siento Kikyo ", se encontraba por completo entregado en los brazos de Kagome, y no logro detener aquel pensamiento solo para si y sus labios cometieron el error fatal de pronunciar el nombre de la otra mujer en su vida.
Kagome, quien hasta ese minuto se habia dejado llevar por el amor y la pasion que aquel hombre le entregaba, se sintio traicionada en lo hondo de su alma, no podia creer que estaba a punto de entregarse a alguien que no la amaba, que mantenia en sus labios el nombre de otra mujer... pasaron por su cabeza en un segundo todos los besos entregados y no pudo mas con la verguenza, el la miro con aquellos hermosos ojos, sabiendo el grave error que habia cometido, tratando inutilmente de disculparse, sin que ella le permitiera decir palabra, todo lo que el dijiera seria inutil, Kagome se separo inmediatamente del hanyou que solo la miraba atonito, que hermosa se veia asi a medio vestir, con un silencio sepulcral, ella ordeno con manos temblorosas su blusa,que ya con tanta dificultad el traidor habia desabotonado dejando ver algo de la ropa interior de la muchacha, se puso de pie y con los ojos llenos de lagrimas a punto de caer salio corriendo hacia el pozo.
Fin Flashback
Kagome se encontro finalmente al otro lado del pozo, la verdad no sabia que hacer, el dolor dentro de su corazon era demasiado fuerte, odiaba sentirse asi era como si hubiera perdido toda su dignidad al encontrarse tan intimamente con un hombre, sin ser amada, se dejo caer en el piso junto al pozo y dejo brotar todas las lagrimas que habia intentado esconder, no queria que su familia la viera asi, poso sus dedos sobre sus labios recordando aun los besos descarnados que le daba el hanyou, e inevitablemente recordo como el la acariciaba sin restricciones de su parte, sacudio su cabeza de lado a para de algun modo eliminar todos aquellos momentos que la avergonzaban se sentia miserable y humillada, triste.
Se puso de pie y al salir del pozo miro hacia su casa, no deseaba estar ahí tampoco, asi que decidio ir a casa de una amiga, seguro Ayumi, la recibiria Inuyasha caminaba muy lentamente, alejandose del pozo, mirando de vez en cuando hacia atras esperando que ella apareciera, pero sabia que la herida causada habia sido profunda, como podia haber cometido semejante error, si solo Kagome lo hubiera escuchado, el le habria dicho cuanto la amaba pero ahora sabia que seria imposible tratar de hablarle, sabia que lo mejor seria esperar a que ella decidiera volver.
Ayumi estaba sentada a los pies de su cama mientras Kagome solo lloraba sin parar, el desconsuelo en su alma era demasiado grande, el la habia abrazado y besado con aquella mujer en su mente en todo momento, y lo peor era que no podia odiarlo, pero estaba decidida a no volver a verlo, debia quitarlo de su cabeza y su corazon... Ayumi solo la observaba, sin comprender que le sucedia a su amiga, tal vez era otra extraa enfermedad.
Inuyasha pasaba cada dia y gran parte de la noche, en el pozo y miraba por horas dentro de el para ver si ella regresaba, sentia que el alma se le habia roto en dos desde que ya no la tenia junto a el, cuando volvera? se preguntaba, pero su inquietud real era saber si volveria algun dia, ya habian pasado muchos dias y el aroma de su amada Kagome no se persibia en ningun lugar, solo en los recuerdos del hanyou, aun permanecia aquel aroma, y en el pequeo trozo de tela que le desgarro antes que ella partiera, las noches se hacian eternas, el joven recordaba cada beso entregado a la muchacha, con una intensidad y fuego, para el, hasta ahora desconocidos, habia, estado a punto de unirse a aquella mujer para siempre, complementandose, convirtiendola en su compañera... que haria?, definitivamente ya no podia esperarla mas, la necesidad de tenerla junto a el, ya no le permitia ser mas paciente, la deseaba, pero mas que eso la amaba, como no habia amado nunca antes, sabia que era ella y solo ella, la única mujer para el,...
Inuyasha caminaba en direccion al pozo, decidido a ser escuchado, no habia nada que lo pudiera impedir…
Al llegar a la epoca de Kagome, Inuyasha se dirigio directamente a su habitacion, pero cual fue su sorpresa al no encontrarla dormida en su cama sin embargo, habia sobre ella una nota de su madre, por si la joven volvia Inuyasha la tomo y leyo, " Hija, fuimos a visitar a tu tia, a otro estado, tardaremos un par de dias, hay suficiente alimento para ti y tus amigos en el congelador, te amamos, Mama.", la nota era muy clara, la casa estaba vacia, y no se percibia el aroma de Kagome, mas que en sus cosas, era evidente que ella no habia estado ahi, pero que paso con ella?, donde estara?, Inuyasha comenzo a desespararse, pero no sabia en que lugar buscar, el tiempo de Kagome estaba lleno de personas, maldita sobre poblacion , penso, y seria muy dificil encontrarla, se quedo ahi observando el lugar, sabiendo que por mas que buscara ella no se encontraba El hanyou se sento en el piso en un rincon oscuro de la habitacion, estaba desconsolado. lo unico que le quedaba era esperar a que Kagome apareciera, era una esperanza vaga, pero no habia mas que pudiera hacer.
En tanto por las calles cercanas, se encontraba la figura de una joven, notablemente demacrada, parecia incluso mas delgada, Kagome, traia puesta alguna ropa que le habia prestado su amiga, definitivamente debia volver a su casa, tal vez no se sentia mucho mejor, pero necesitaba estar entre sus cosas y su familia... necesitaba reponerse, estos dias habian sido horribles caminaba como si no llevara rumbo determinado, pero la realidad era que su rumbo era demasiado claro, no deseaba pensar mas, menos en el, que aunque habia deseado quitarlo de su mente, sin mayor resultado, debia al menos tratar de no recordar una y otra vez los, besos y las caricias que le habia entregado y que la atormentaban dia y noche.
Su ausencia, parecia tan grande, le dolia en el fondo de aquello que los humanos llamaban alma, sentia como el corazon se le desangraba, con cada minuto que transcurria sin que ella cruzara aquella puerta, que llevaba horas contemplando, el silencio en aquella casa parecia de hielo, Volvio a sentirse solo y abandonado, como cuando Kagome no existia en su vida, hasta de pronto su corazon dio un salto impresionante y comenzo a latir muy agitado, mientras el deseaba correr hacia el lugar desde el cual provenia ese exquisito aroma tan calido e irrepetible, era ella su Kagome que se aproximaba, pero sabia que no podia correr con ella, debia esperarla ahi, en aquel rincon en el que habia permanecido, no queria asustarla, queria poder explicarle, después de todo se merecia mas que una explicación, si solo hubiera podido cerra su boca y no dejar escapar el nombre de esa mujer, el sabia que la habia amado mucho, pero que sus sentimientos por Kagome eran mas fuertes y completos, pero su niña no lo sabia…
Todos sus pensamientos fueron interrumpidos, por los casi ensordecedores latidos de su corazon, la joven su Kagome, estaba ahí, al otro lado de la puerta…
