EL CHICO MISTERIOSO:

Hay estaba yo, otra vez, sola como siempre. Todos tenían una pareja con la que bailar menos yo, en ese preciso momento apareció un chico con la misma tarjeta identificativa que yo llevaba puesta en la muñeca, iba con un traje de funeral, como si acabara de morir.

-¿Cómo te llamas?- le pregunté.

-No lo sé, no me acuerdo, pero ¿dónde estoy?- me miraba extrañado.

-No te preocupes, dentro de poco lo comprenderás todo- le conteste con una sonrisa- ¿Quieres bailar?.

-Encantado.

Me cogió y me llevó hasta la pista de baile, allí me hizo danzar como la más grande de las princesas y me hizo olvidar a mi supuesto príncipe azul.

Allí bailando los dos, me fije en que sus ojos eran del dorado más maravilloso que había contemplado nunca, un dorado que no tenía nada que envidiar a esos magníficos colgantes que vendían en las joyerías y que yo tanto anhelaba, su piel era pálida como los copos de nieve y su pelo del color de sus ojos, esos ojos que me miraban como si me conociera de toda la vida, pero sin conocerme. El me hacia moverme de tal manera que mi largo vestido gris perla se movía al compas de la música que sonaba en la sala junto con mi largo y negro pelo (ahora peinado de tal modo que no parecía enmarañado).

Entonces el mágico momento se rompió cuando llego el prof. Brain y nos anunció que el momento había llegado, que teníamos que cruzar al otro lado, que allí nos estaban esperando. Prue corrió como loca y agarró a Pam de la mano y así uno a uno nos fuimos dando las manos. En primer lugar iba el profesor seguido de todos nosotros, en último lugar iba mi recién estrenado amigo con cara de no entender nada de nada. En ese momento me di cuenta que ya no éramos visibles para nadie exceptuando a mi amiga Scarlet , quien me miraba con cara de agradecimiento por todo lo que había hecho por ella, yo se la devolví y de esa forma me despedí de ella tal vez ¿para siempre? Aunque eso ni yo misma lo sabía. En ese preciso instante en el que me estaba despidiendo de Scarlet el chico misterioso de todo el hombro, para llamar mi atención

-Creo que ya se quien soy, pero es imposible que este muerto, yo no puedo morir-dijo esto último más para él que para mí.

-Bueno eso ahora ya te va a dar igual, porque lo estás. ¿Y porque dices que no puedes morir?-le pregunté, pero justo antes de que me contestara el prof. Brain nos llamo la atención ya que el haz de luz que nos llevaría hasta nuestro nuevo destino había aparecido. Todos empezados a cruzarlo, cuando llego mi turno lancé mi gorro de graduación que había aparecido junto con la túnica y atravesé el haz de luz junto al chico misterioso.