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Hormonas….

Las hormonas…

Hay quien dice que una mujer en sus días es muy peligrosa, pero una mujer embarazada, ¡Sálvanos Kami-sama!

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Ahí estaba el rubio entrando de puntillas; se había atrasado diez minutos, todo por culpa de Shikamaru y esos "importantes" documentos; él le había suplicado que se hiciera cargo; fueron exactamente diez minutos de suplicas para que el Nara aceptara y es que todos sabían lo peligrosa que podía ser la señora Uzumaki.

Las luces de su casa estaban misteriosamente apagadas y la sala de estar estaba muy silenciosa; dejo sus llaves al lado de algunos retratos familiares.

-¡Naruto!- apareció como una sombra detrás de él y por la cara que traía, parecía que una vez más lo castigaría con no dormir en el lecho matrimonial y el que disfrutaba tanto tenerla cerca.

-Sakura, Sakura-chan- contesto el rubio como pudo volteándose con miedo.

-¿Qué hora crees que es?- se cruzo de brazos y empezó a mover el pie.

-Solo fueron diez minutos querida. – Cerro los ojos y puso los brazos delante de el en el afán de protegerse.

-¡¿solo?! ¡¿Solo diez minutos?!.- la mujer empezó a gritar exasperada caminando y moviendo los brazos exageradamente.- Claro el señor cree que por ser el Hokague puede hacer lo que se le de la gana.- La voz se le relajaba de apoco lo que le dio confianza a Naruto para bajar los brazos y mirarla.- Mientras yo limpio, cocino, el se pasea por las calles con.. – y el rubio se empezó a preocupar la voz de su amada esposa sonaba entrecortada.- con esas mujeres de pocos escrúpulos; claro como ya no soy atractiva.- las lágrimas no se hicieron esperar un segundo más.

-Sakura-chan eso…- se acerco a ella aun con cautela- eso no es cierto yo he vivido enamorado de ti desde que tengo memoria, no hay mujer más hermosa que Sakura-chan en el resto del mundo ¡De veras!.- le seco las lágrimas con dulces besos.

La pelirrosa recibió de buena gana sus carias, levantando la cabeza un poco para poder apropiarse de esos labios que tanto tiempo se había privado, olvidándose la ira, la tristeza, le avergonzaba cambiar de estado de ánimo tan rápidamente.

-Es el embarazo.- le dijo apenas mientras Naruto la tenía en brazos camino a su habitación.

-No importa ¡de veras!.- le beso en la frente justo antes de ponerla en la cama, provocando que el escotado vestido de su esposa enseñara más de la cuenta.

-Se lo que estas pensando. – le ronroneo Sakura mientras descaradamente deslizaba por sus hombros las tiras de su vestido. – Creo que te he castigado ya muchos días.- se levanto un poco solo para poder ayudar a Naruto con su molesta ropa.

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Hormonas…

Las hormonas..

Son las culpables de los cambiantes estados de ánimo en las mujeres; verdaderos dolores de cabeza, pero siempre hay alguien ahí al que no le importan.

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Notas de Autora: Feliz cumpleaños Sayita! La gente más linda nace en febrero ;) no lo olvides, desearte lo mejor y que disfrutes mucho, mucho este día, te diría que sin excesos pero se que eso es imposible XD así que mejor no soñar. Sigue siendo tal y como eres con esa personalidad tan sincera que encanta a quienes te queremos mucho, tu valentía a la hora de decir lo que opinas es algo que admiro mucho de ti; espero y el fic sea de tu agrado.

¡feliz cumpleaños!