Disclaimer: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto-san. Historia sin fines de lucro, sólo mi imaginación y recuerdos que quiero compartir.

N/A: Luego de una temporada de realidad, mientras intentaba mantener mi atención en los miles de informes que tengo que hacer se me ilumina el pensamiento. Así que mientras divagaba se me ocurrió pensar sobre la relación de Neji y Tenten en Road to the Ninja.

Me cuentan qué les parece.

May-chi

PERVERTIDO

El sudor le nubla la vista, siente que sus pulmones le queman al punto de la casi combustión, su cuerpo está casi al límite de tanto entrenamiento y aun así no puede evitar sentirse más viva que nunca.

Lo mira sin mirar realmente. A lo lejos mientras acecha como el pervertido que es. Mientras vuela sobre la aldea cortesía de su prima. E incluso cuando entrena y por un ligero instante casi parece normal.

Primero tiene que dar mil vueltas a la aldea, si no lo termina se castigará quinientas sentadillas, luego de eso seiscientas abdominales. No puede detenerse, el entrenamiento tiene prioridad.

A veces se pregunta si no estarían mejor sin él, incluso ha llegado a la conclusión de que tal vez así sea. Es imposible que la personificación de la contrariedad se encuentre en una sola persona.

Solo le faltan cuatrocientas cincuenta abdominales y de ahí viene el combate con armas.

Definitivamente la naturaleza tiene formas bastante torcidas de mostrar su sentido del humor. Solo basta con mirarlo a él. Porte serio y elegante, fuerza mental táctica, agilidad física. Y todo al servicio del mayor de los pervertidos de la aldea.

Un desperdicio en muchos sentidos.

Rápido, más rápido que los enemigos no esperan. Los shuriken se convierten en espadas y lanzas, cada una matando con precisión y puntería a los árboles del lugar.

Y no era la única que pensaba de esa manera. Desde la mismísima Hokage hasta el último civil no podían dejar de admirarse. Tanta grandeza y perversión en el mismo envase. Y sin embargo…..

La noche ha llegado, ahora solo queda recoger todas sus armas, secarse el sudor y emprender el camino de retorno a casa. Cuando levanta la mirada se encuentra con una figura que se ha vuelto familiar en las últimas semanas.

Y cómo todas las noches ahí está, cual depredador sexual. Observándola. Devorándola. Incluso su nivel de descaro ha llegado a nuevos límites porque incluso mientras lo encara no apaga su técnica sucesoria con la cual la habrá estado estudiando cual trozo de carne.

Sin decir nada sigue su camino de retorno. Como todas las noches él la seguirá a una distancia segura. Porque aún no se recupera del susto de la primera vez cuando al intentar "ayudarla" con sus cosas "accidentalmente" rozó su nalga, instantes después él corría por su vida seguido por una lluvia de armas.

Sin embargo a veces no puede evitar pensar que bajo esa fachada de pervertido existía algo más. Tal vez ha pasado demasiado tiempo con él, y eso ha creado fantasmas de cosas que no existen.

No se percata en el instante cuando el Hyugga le quita las armas de sus manos sin intentar propasar los límites y solo camina junto a ella. Un ligero sonrojo aparece en sus mejillas, posiblemente producto del entrenamiento, agradece que este oscuro para camuflar este hecho.

Quizás, ojo solo quizás exista algo más bajo esa perversión. Tal vez le tome un tiempo descubrirlo pero bueno para eso tiene todo el tiempo del mundo.