El verano ya estaba por terminar y Hermione Granger, en el mundo Muggle se preparaba para su último curso en Hogwarts, ella estaba entre emocionada y melancólica, sabía que nunca perdería el contacto con sus amigos, pero aun así ya nada sería igual una vez que todo terminara.

Ese mismo día, los Granger habían ido al callejón Diagon para comprar los últimos libros y utensilios del colegio, y la chica se encontraba en su habitación metiendo todo en su baúl del colegio al igual que su ropa, luego, mientras su baúl permanecía aun abierto sobre su cama, ella miró a través de la ventana, desde allí observaba la gente pasar, sus vecinos y los amigos de sus padres. De pronto algo le vino a su mente, ¿Qué sería de todos aquellos Muggles, incluso sus padres si Voldemort lograba su ascenso al poder?... No, eso no podía ser posible, Tanto ella como Ron y Harry habían logrado encontrar y derrotar casi todos los Horrocruxes el año anterior, por supuesto con la invaluable ayuda de Albus Dumbledore, muchas veces se habían ausentado del castillo cuando el anciano les había dado la información de que había encontrado algún objeto sospechoso, solo faltaba destruir a la serpiente, tanto ella como sus amigos y el anciano director, estaban convencidos de que el animal era el horocrux que faltaba. Lo que más le preocupaba a la chica, y no solo a ella sino también a todo el mundo mágico es que "Lord Voldemort" permanecía oculto, silencioso, no había habido ningún otro ataque de su parte o por parte de sus mortifagos últimamente, eso era mucho más escalofriante porque no sabían cuando sería su próximo ataque.

Hermione giró su rostro de la ventana hacia una cómoda, allí estaba un ejemplar del profeta correspondiente a ese día, ella se colocó un mechón de cabello detrás de su oreja derecha y leyó el titular en voz alta:

"El ministerio de magia intensifica las medidas de seguridad ante la posibilidad de nuevos ataques de quien ustedes saben y sus mortifagos"

Hermione continuó leyendo el contenido del artículo que decía que así mismo habían intensificado las medidas de seguridad en Hogwarts y en la estación de King Cross ya que dentro de dos semanas sería uno de Septiembre y todos los alumnos deberían abordar el expreso que los llevaría al castillo, ella pensó en Harry y en Ron ¿Se sentirían igual que ella? Porque ella se sentía agobiada, es decir, si bien estaba emocionada por su último año, también estaba algo asustada del enfrentamiento que tendrían en algún momento con Voldemort; y el pobre de Harry había tenido que pasar su cumpleaños en Privet Drive rodeado de Aurores por su seguridad, aunque no hubo ningún ataque como lo esperaban. Hermione sacudió la cabeza para desechar esos pensamientos, era mejor que disfrutara de su último verano antes de ir a Hogwarts.

- Hermione, la cena está lista cariño - Habló la voz de la madre de la chica

- Ya voy mamá - Respondió la muchacha

Dejó el ejemplar del profeta justo dónde estaba y se dispuso a bajar para cenar junto a sus amados padres. Al llegar al comedor, observó a su padre sentado a la cabecera de la mesa y a su madre que servía la cena

- ¡Siéntate aquí princesa! - Solicitó amablemente su padre señalando la silla junto a él, a su izquierda

Ella avanzó hacia él con una sonrisa y cuando lo alcanzó, lo besó en la mejilla

- Te veo preocupada mi cielo - Comentó su madre

- No es nada mami - Respondió ella tratando de sonar convincente

- algo me dice que es por el ejemplar del profeta que te llegó ésa mañana ¿no es así? Pero no tienes de que preocuparte mi amor - Dijo la mujer - Ese tal… Bueno ese mago tenebroso no ha vuelto a atacar

- Eso es precisamente lo que me preocupa - Habló Hermione sincerándose por fin - No sabemos en qué momento decida atacar

- Yo nunca estuve de acuerdo en que te hubieses ido en busca de esos horo… horo… como se llamen… Eso que lo mantenía vivo pero… - Dijo el padre de Hermione

- Horrocruxes - lo corrigió su hija

- Eso - Dijo él - Nunca estuve de acuerdo en que te fueras a buscar esos objetos el año pasado, pero ya que los encontraron y los destruyeron, supongo que él estará más debilitado

- William tiene razón Hermione - Terció su madre mientras tomaba su puesto en la mesa, al lado derecho de su esposo

- Pero aún falta la serpiente - Insistió la chica - Recuerdan que se los dije el año pasado, además está la profecía y Harry…

- Si mi amor, lo sabemos, pero no te preocupes; deja que todo lleve su curso y confíen en ustedes mismos - Añadió su madre - Aunque te confieso que una vez que ese… Mago se manifieste, me gustaría que regresaras a casa de inmediato

- Pero te estás contradiciendo mamá - Protestó Hermione - ¿quieres que Harry y Ron luchen sin mí, y que yo quede como una cobarde?

- No he dicho eso, yo…

- Creo que lo que Anastasia quiere decir - Intervino su padre - es que apreciamos muchísimo tu valor, no en vano estás en Gryffindor mi brujita, pero como tus padres, es natural que nos preocupemos por ti y nos aterra la idea de que puedan hacerte daño

- Sin embargo, es tú decisión hija, no queremos que te sientas reprimida, pero te pedimos encarecidamente que te cuides mucho hijita - rogó Anastasia

- Yo aprecio que ustedes siempre hayan respetado mis decisiones a pesar de no estar de acuerdo con ellas - la chica se levantó de su asiento y abrazó a ambos padres

- Lo que realmente me preocupan son ustedes - Dijo - Ustedes son Muggles, vulnerables ante a la magia, no quiero que los lastimen, esta lucha también es por la comunidad muggle para que puedan vivir en paz sin el acecho de quienes los odian

- Nosotros también te amamos mi brujita - Habló William - pero no te preocupes por nosotros, estaremos bien

La familia terminó su cena en paz, estaban felices, bromeaban y a Hermione se le había pasado en gran parte la preocupación que la abrumaba, más tarde se sentaron en el sofá (Hermione entre sus padres) para mirar la televisión y cuando ya los ojos les picaban a causa del sueño, los tres se fueron a dormir.

La mañana siguiente, Hermione despertó con energía y mucho más tranquila que el día anterior, despertó con un ligero ruido en su ventana, ella abrió los ojos, se levantó de su cama y descorrió las cortinas. Allí estaba una pequeña lechuza parda con un ejemplar del profeta enrollado que tenía atado a la pata; Hermione tomó el periódico, se dirigió hasta su monedero y le depositó en la bolsita de terciopelo que el ave llevaba atada en la otra pata, siete Knuts y un Sickle como pago. Cuando ella leyó los titulares del periódico, se sintió más aliviada, pues los Aurores habían atrapado y enviado a Azkaban a varios mortifagos que habían reconocido, aunque aún continuaban ignorando el paradero del señor tenebroso.

Ella respiró profundo y se desperezó

- Muy bien, ya no más preocupaciones - Se dijo a si misma con una sonrisa - Ya me preocuparé cuando él aparezca

Por la tarde, muy feliz, Hermione tomó el teléfono y marcó un número en específico, esperó sosteniendo el auricular hasta que una voz masculina habló desde el otro lado de la línea

- Diga…

- Buenas tardes habla Hermione Granger, quisiera hablar con Harry por favor

- ¿Harry? - preguntó la voz extrañada - Aquí no vive ningún Harry

De pronto, Hermione oyó al fondo, la voz familiar de su amigo

- Dame eso Dudley - Espetó el muchacho

- ¿Si? ¿Quién habla?

- Harry soy yo Hermione

- ¿Ah hola Hermione cómo estás?

- Bien gracias y espero que tú también lo estés, aunque lo dudo porque ese primo tuyo es una molestia…

- Ni que lo digas

- Llamo para saber si estás listo Harry,la función empezará dentro de una hora y media

-Ah… eh… Hermione, de verdad me muero por ir con ustedes al cine ya que sabes que he ido muy poco, pero mis tíos… Bueno ellos… No me permitieron ir - Añadió el chico con voz decepcionada

- ¡Oh Harry! No me digas eso, de verdad necesitamos distraernos y solo nos quedan dos semanas de vacaciones

- Lo sé, pero…

- Espera - lo interrumpió ella - Tengo una idea, papá podría ayudarte con tus tíos, dile a cualquiera de ellos que se ponga al teléfono que papá se pondrá de este lado de la línea ¿De acuerdo?

El señor Granger entendió las intenciones de su hija y se ubicó a su lado para hablar con cualquiera de los Dursley

- Está bien - Respondió Harry esperanzado - espero que resulte, pero espera un momento, ¿Ron ya llegó a tu casa?

- Aun no, pero debe estar por llegar

En ese momento, un ligero estallido se escuchó en casa de Hermione seguido de un grito ahogado por parte de la señora Granger

- De hecho acaba de llegar - Dijo Hermione - Adiós Harry nos vemos más tarde, toma papá - La chica le pasó el auricular a su padre

Ron estaba saliendo de la chimenea sacudiendo algunas cenizas de su bien escogido atuendo muggle

- Disculpe señora Granger - Se excusó el pelirrojo - No fue mi intención asustarla, es solo que… Bueno creí que Hermione les avisaría que yo llegaría por la red flu, es que… ya sabe es más rápido

- Oh no te preocupes hijo - Exclamó la pobre mujer con una mano en el pecho mientras reía - Ella nos avisó, lo que pasa es que me he impresionado, a pesar de que ya hace seis años que descubrimos que nuestra Hermione es una bruja, estos Muggles aún no dejan de impresionarse - Concluyó señalándose a sí misma y a su marido que aun conversaba con Petunia por el teléfono

- ¡Hola Ron! - Exclamó Hermione abalanzándose a sus brazos - Te extrañé muchísimo

- Yo también te extrañé muchísimo Hermione - Respondió Ron estrechando a su amiga con el rostro tan colorado como su cabello

- Y ¿Dónde está Harry? - preguntó el chico

- Los Dursley no le permiten ir con nosotros, pero descuida papá está tratando de convencerlos

- ojalá le permitan ir porque ya yo estoy emocionado, jamás he ido a un… ¿Cómo es que se llama?

- Cine - Lo corrigió Anastasia

En ese momento, William Granger había colgado el auricular y se dirigía hacia los demás

- ¡Hola Ronald! ¿Cómo estás? ¿Cómo están Arthur, Molly y el resto de tu familia? - Preguntó el hombre

- Muy bien señor Granger - Respondió el chico extendiendo su mano amablemente para que William la estrechara

- ¿Y bien? - Preguntó Hermione - ¿Qué dijeron los Dursley?¿Le permitieron ir?

- Bueno - Comenzó a hablar el padre de Hermione

- No me digas que no lo dejaron - Saltó su esposa

- No es eso - Respondió William - todo lo contrario, si lo dejaron ir, pero…

- ¡Siiii! - La expresión de júbilo de Ron y Hermione lo interrumpió

- pero - prosiguió el señor Granger - con una condición

Los demás esbozaron un gesto de desconcierto esperando a que el terminara de hablar

- Quieren que su primo, un tal Dudley nos acompañe

Hermione bufó y entornó los ojos

- Bueno, si no hay más remedio - Dijo

- William y yo los llevaremos - Dijo Anastasia - Ya que tenemos que ir a la clínica dental y está en el mismo centro comercial

- ¡Genial! - Exclamó Hermione

Más tarde, el auto de los Granger se estacionaba frente al número cuatro de Private Drive, Harry y Dudley salieron al encuentro de los recién llegados y Hermione saludó a su amigo con la misma calidez que lo había hecho con Ron, Harry estaba muy emocionado de ver de nuevo a sus amigos, todos abordaron de nuevo el auto y al fin llegaron al centro comercial, Ron estaba encantado con cada cosa que veía, mientras Dudley no le quitaba la vista de encima a Hermione haciéndola sentir incomoda; Harry se sentía libre, estaba de nuevo con sus amigos y al igual que Hermione sus preocupaciones con respecto a Voldemort se habían disipado.

- ¿Qué película vamos a ver? - Preguntó el niño que vivió

- Se llama "La mujer de negro" - Respondió Hermione - Dicen que es muy buena, me la han recomendado mucho

- También yo he escuchado que es muy buena - Añadió Dudley tratando de entablar una conversación con Hermione

- ¿Esa es la fila para comprar los boletos? - Preguntó Ron con una expresión de asombro señalando una fila interminable de personas

- Si lo es - Confirmó Dudley

- Pero no se preocupen chicos - agregó Hermione - Ya he reservado los boletos

Harry y Ron se miraron instintivamente como queriendo decir "Es natural, ella siempre piensa en todo". La chica hurgó dentro de su monedero y extrajo su tarjeta de crédito

- Hermione, me gustaría aportar, pero es que sabes que mi dinero está en Gringotts - Dijo Harry apenado

- Harry no seas tonto - Lo tranquilizó la chica - Ya hablamos de esto antes, yo invito y que no se hable más

Dudley sacó dinero de su bolsillo y se dispuso a entregárselo a Hermione para pagar su entrada, sin pensar en Harry como era su costumbre, pero ella lo rechazó

- Ya me escuchaste Dudders - Espetó ella dedicándole una sonrisa hipócrita (Ese chico no le agradaba por todo lo que había hecho sufrir a Harry) - Yo invitó

- ¿Y vas a pagar con ese trozo de plástico? - Se extrañó Ron

Ella rió

- Si Ron - Contestó - Pero no es solo un pedazo de plástico, es una tarjeta de crédito y sirve para pagar

- ¡Qué extrañó! - Exclamó el pelirrojo rascándose la cabeza

Una vez que se hicieron con los boletos, los chicos le explicaban a Ron como era lo que iba a ver

- Habrá una gran pantalla frente a ti Ron - Explicaba Harry, allí se proyectará la película

- Y no te vayas a impresionar ya que es de terror y además en tercera dimensión - Agregó Hermione

- ¿Tercera dimensión? - Preguntó Ron extrañado

- ¡Por Dios! No me digas que tú jamás habías escuchado de eso - dijo Dudley molesto - Que la gente rara como tú nunca ha visto películas

Ron se detuvo en seco con los puños apretados

- Escúchame bien imbécil…

- ¡Tranquilízate Ronald! - Espetó Hermione colocándole una mano en el pecho para impedirle avanzar hasta Dudley - No le hagas caso

- Solo vino hasta aquí para amargarnos el día, pero no se lo vamos a permitir - Añadió Harry levantándose la playera para mostrarle la varita que yacía guardada en la pretina del pantalón

Dudley la miró con temor y retrocedió unos pasos

- Tú… no puedes… hacerme daño, no tienes permitido de hacer… ma… ma… La palabra con m - Soltó Dudley nervioso

- ¿Magia? - Preguntó Harry riendo - ¿te refieres a la magia? Pues te recuerdo que pese a que tengo la misma edad que tú, en el mundo mágico yo soy mayor de edad y por lo tanto puedo hacer MAGIA - Dijo arrastrando la última palabra

- Ya vamos a comprar las palomitas de maíz y los refrescos - Dijo Hermione para tranquilizar el ambiente

Luego de transcurrida una hora, ya el ambiente estaba más calmado, pero Harry y Ron decidieron ignorar a Dudley por completo, y este había decidido sentarse con Hermione que era la única que aunque forzosamente le dirigía la palabra, el chico la estaba sacando de sus casillas ya que en numerosas ocasiones intentó abrazarla con la excusa de que se impresionaba con las escenas. Ron por su parte estaba maravillado con el efecto 3D, con los lentes puestos, las escenas eran bastante reales y en más de una ocasión se cubrió el rostro con las manos para protegerse de algún objeto o fantasma que se dirigía hacia él, o simplemente se ponía a gritar en medio de las risas de los demás ocupantes de la sala, pero lo que más lo había impresionado al igual que a Dudley, Hermione y al propio Harry era una cosa en especial

- ¿Harry no has notado cuanto se parece el protagonista a ti? - Comentó Ron una vez que salieron de la sala de cine

- Si, de hecho me impresionó mucho - Respondió Harry

- Si, yo también - Saltó Hermione ¿Recuerdan que se lo comenté a ustedes allí adentro?

- Se llama Daniel Radcliffe - Agregó Dudley tratando de participar en la conversación - Lo he visto en los créditos, a mí también me impresionó

Los cuatro caminaban por el centro comercial, dando tiempo a que los padres de Hermione terminaran su turno en su consultorio dentista para irse a casa, decidieron comprarse unos helados (Los cuales decidió invitar Dudley para congraciarse con Hermione) cuando iban caminando, la chica se sintió ligeramente mareada, tanto que tuvo que apoyarse de Harry para no caer

- ¿Te encuentras bien Hermione? - Preguntó Harry mientras Ron y Dudley intentaban abanicarla

La chica solo veía todo oscuro, pero por un breve momento, muy muy rápido, a ella le pareció ver el rostro de Voldemort sonriendo con malicia frente a ella en medio de esa oscuridad, pero ella lo atribuyó a las preocupaciones que había tenido previamente con respecto a él, sin embargo sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo

- Ya, ya estoy bien - Dijo la chica tratando de sonreír - No le digan a mis padres sino me harán una serie de análisis interminables

- ¿En serio te sientes bien? - Inquirió Ron preocupado

- Si Ronald no te preocupes - Respondió ella

Al cabo de un rato, Hermione completamente restablecida de su mareo decidió continuar caminando mientras observaban las tiendas. Ron y Harry, al ver que ya estaba bien y que ella insistía en que no se preocuparan, sehabían adelantado para mirar una tienda de tablas de Surf, mientras ella se quedaba atrás con Dudders, el chico supo aprovechar bien la ocasión, se acercó todavía más a ella, la tomó por un brazo y la apartó de la gente, llevándola a un pasillo vacío

- ¿Qué te pasa Dudders? - Preguntó ella extrañada tratando de zafarse del agarre del chico

- Es solo que quería conversar contigo lejos de esos dos - respondió él

- Pues esos dos son mis amigos - Replicó ella

- Pero son bastante molestos sobre todo mi primo, el estúpido de Potter

- Deberías sentirte avergonzado de tratarlo así, si supieras quien es él en el mundo mágico

- Pues ya basta hablar de él - Dijo el muchacho sin soltarla - Mejor hablemos de nosotros, estoy encantado de conocerte, ya te había visto otras veces en la estación de King Cross

- ¡Suéltame! - Demandó la chica

- Pero hoy que he tenido el placer de hablarte me he quedado encantado - Siguió el chico

- Que me sueltes - Volvió a pedir tratando de liberarse inútilmente, inquietándose todavía más

- ¡Qué lástima que no seas una chica normal! Sino una de ellos porque eras muy linda…

En ese momento llegaron Ron y Harry

- Los estábamos buscan… ¿Qué haces Dudley? - Inquirió Harry indignado - ¡suéltala! le haces daño

- Déjanos en paz Potter, solo queremos hablar a solas - Respondió Dudley - no molestes

Hermione continuaba tratando de liberarse

- ¿Qué no escuchaste? - Inquirió Ron furioso - ¡Suéltala!

- ¡Ah sí! Si no lo hago van a hechizarme aquí en este centro comercial dónde pondrían al descubierto su condición ¿Verdad?

- ¡SUÉLTAME MALDITO MUGGLE! - gritó la chica zafando su brazo con violencia, mientras con la otra mano sacó la varita de un tirón

Sus ojos parecían despedir llamas ardientes y un resplandor rojo brillo en ellos mientras miraba al muchacho con bestial furia, luego lo tomó con una mano por la playera mientras con la otra lo apuntaba directo al rostro con la varita, al tiempo que el chico mojaba sus pantalones del susto, sintiendo el mismo terror que lo invadió la noche en que conoció a Hagrid y este lo hechizo haciéndole aparecer una cola de cerdo. La voz de ella, al igual que la expresión de su rostro había cambiado de tal manera que ya no parecía la misma de siempre, tanto que hasta Harry y Ron sintieron miedo de ella, sobre todo de la forma en que hablaba

- Que sea la última vez que tú, asqueroso muggle me colocas una mano encima - Espetó con voz aterciopelada

Y luego como si no hubiese sucedido nada extraño, sacudió su cabeza, caminó, salió del pasillo y agregó: - ¿Nos vamos chicos? - Volviendo a ser la misma de antes, Ella se había adelantado un poco

Dudley estaba pasmado y a Harry le recordó su aspecto el día en que fue atacado por los Dementores

- Creo que deberías cambiarte esos pantalones - Comentó Ron señalando la gran mancha de humedad en la entrepierna del primo de Harry

- Va… vámonos - Dijo Dudley con voz temblorosa

- ¿Tú viste eso? - Le preguntó Harry a Ron

- Si - Respondió este sin quitar la expresión de sorpresa del rostro - ¿Qué le sucedió?

Harry se encogió de hombros

- Chicos, mis padres nos están esperando afuera - Dijo Hermione a lo lejos mientras miraba su teléfono celular - Me mandaron un mensaje de texto

- ¿Un qué?- Inquirió Ron

- Un mensaje Ron - Explicó Harry - recuerda que te explique que los teléfonos celulares pueden enviar mensajes

- ¡Ah sí! Como las lechuzas - Añadió Ron poniéndose en marcha junto a Harry y Dudley que aun parecía muy asustado - Oye en serio, Hermione actuó muy extraño

- Si ella no es así - Agregó Harry esta vez comentándoselo a Dudley

- No lo sé - respondió éste - pero no la quiero cerca de mí, adelántense ustedes dos, ¡Ah! Harry, me sentaré junto a ti y tu amigo en el auto, no quiero que ella…

- ¿Qué les pasa? ¿Por qué me miran así? - Preguntó Hermione extrañada cuando ellos llegaron dónde estaba ella

- Hermione es que de verdad tú no eres así - Dijo Ron

- ¿A qué te refieres? - Preguntó la chica mientras se ponían de nuevo en marcha rumbo a la salida del centro comercial

- Es decir, la manera en que… Bueno lo que le dijiste a Dudley hace un rato - Saltó Harry - No parecían tus palabras

- ¿Se han vuelto locos? - Inquirió la chica como si ellos realmente hubiesen perdido la razón, luego se giró a Dudley quien retrocedió enseguida - ¿Te he dicho algo malo?

- Por favor no me hagas… daño - Suplicó el chico mirando la pretina del pantalón de la chica que era donde ella guardaba su varita por debajo de su suéter

Ella negó con la cabeza bastante contrariada mientras salían por las puertas del centro comercial y se dirigían al auto

- ¿Cómo les fue? - Preguntó el señor Granger - Por lo que puedo ver la película fue aterradora - Agregó mirando el aterrado rostro de Dudley