JUNTOS
*Los persojaes no me pertecen, son creacion de la maravillosa Rumiko Takahashi Sensei, la creacion de este fic es sin fines de lucro.
Te he llamado…
El día de hoy silbe como me dijiste que lo hiciera cuando me sintiera ansiosa triste o lo que sea, y has venido hacia mi inmediatamente…
Siempre he tenido la sensación de que, aunque no silbe o hable mi corazón esta en sincronía con el tuyo, por eso siempre has aparecido en los momentos correctos en mi vida.
Tú me dijiste en esa carta que examinara mi corazón a mi propio ritmo, y lo he hecho. No he sentido temor, y hoy puedo decirle que he sido feliz en la aldea, al lado del señor Inuyasha y la señora Kagome, pero… estoy lista.
El día de hoy te veo de lejos en el claro en el árbol sagrado, gallardo e imponente… observo también a Kohaku con una expresión extraña, demasiado seria, y a ti con una expresión algo turbada.
Al tiempo que usted dirige su mirada hacia mi Kohaku también lo hace y solo una frase hace que salga de mi estupor…
-Rin, vámonos.
Kohaku no puede ocultar su sorpresa y yo tampoco, tanto que salto de alegría y chillo tan fuerte que el señor Inuyasha llega veloz hasta donde nos encontramos con Tetsusaiga desenvainada. La cara de fastidio que pone cuando me ve saltar de un lado a otro es todo un poema… llorando lo abrazo y le informo
-Cuñado, me despido de ti, hoy me marcho con Sesshomaru- le dije.
-¡Keh! ¡Ya estabas tardando idiota! – y sin dar tiempo a que Sesshomaru replicara Inuyasha y Kohaku avanzaron hacia la aldea.
-Tienes una hora para recoger tus cosas y despedirte, te espero aquí.
Enmudeciste y yo gire mis pasos para seguir el camino que Inuyasha y Kohaku habían tomado instantes antes.
Cuando llegue a la cabaña de la anciana Kaede, todos me recibieron con una sonrisa, pero sus miradas tristes me decían que me extrañarían y yo a ellos.
-¿Estas segura Rin?- dijo la anciana Kaede.
-Siempre lo he estado, como siempre – hice una reverencia- estaré agradecida con todos, han sido mi familia y los extrañare mucho. Solo espero que puedan visitarme en el palacio, también vendré seguido a visitarlos- Kagome solo atino a abrazarme y recordarme que siempre tendré un hogar con ellos.
Salgo de la cabaña de la anciana y me dirijo a la mía, rápidamente empaco las pertenencias que tenia desperdigadas e Inuyasha me asegura que me las enviará al palacio, ya que sabe que para viajar con Sesshomaru es mejor hacerlo ligera, asi que me cambio de kimono, me perfumo, arreglo mi cabello y salgo con un pequeño baúl.
Me despido de los aldeanos con un abrazo cuando veo que se inclinan, volteo mi rostro y me encuentro contigo, sonrío y me llena de alegría que en los rostros no se refleja el temor ni odio, sino un profundo respeto y aunque tus facciones permanecen inmutables sé que tu corazón es gentil y bueno y en tu silencio les agradeces el que me hayan recibido como una mas de ellos.
Te giras y de pronto ha caído la noche, solo me indicas que debemos partir y yo te sigo.
Una vez solos en el goshinboku mi vista busca a AH-UN, al percatarte de ello pones rostro de duda y yo solo sonrío, y como si leyeras mi pensamiento dices- Iremos directo al palacio. - me tomas entre tus brazos y tu aroma llena mis fosas nasales, me aferro a tu pecho y se que nos hemos elevado.
No tardamos mucho en llegar, el palacio no estaba muy lejos de la aldea de Inuyasha. Al ingresar, los demonios a tu servicio nos reciben con una reverencia al finalizar la presentación, en la entrada principal están Yaken y Kogane, una demoniza de tu clan, muy parecida a tu madre, de mirar cálido que me recibe con una amable sonrisa, se presenta como tu antigua nana y como mi institutriz, recibo el saludo con una brillante sonrisa y solo puedo sentirme bendecida, alegre, feliz, amada…
Fin
