Buen día, gente! Saludos desde la ciudad de Mérida en esta tarde un poco extraña de alto grado de humedad ¬_¬ La cual hace que mi sinusitis se aloque igual.
En fin, aquí les caigo con el prólogo de un multichapter que acabo de idear en mi mente al acordarme de una hermosa película que vi hace mucho llamada "Sólo Tú" (Only You en inglés) con Robert Downey Jr. y Marisa Tomei como protagonistas XD. La pueden hallar en Youtube; de hecho, hice una lista de reproducción en mi página :-), cuyo link aquí está:
playlist?list=PL032A9D873163869B&feature=mh_lolz
Se las recomiendo mucho porque, en serio, les hará reír, llorar y hasta pensar en "¿porqué diantres no me sucede esa clase de cosas?". En fin, sin más qué decir, excepto que los personajes de la siguiente historia pertenecen a Comedy entral y Ubisoft (sí, así es: Hay un invitado MUY conocido por ustedes XD), les dejo el prólogo del multichapter llamado:
Ony you: El amor está escrito en las estrellas.
Dedicado a: Luis Carlos, por ser el único en dejarme reviews en Assasisn's Creed: Evolución, y Minnyna, quien favoriteó varios de mis fics. Gracias!
Prólogo.
South Park, Colorado.
Era una calurosa noche de verano en el pueblito montañés. Stan Marsh, un joven estudiante de preparatoria, escribía tranquilamente en su computadora con una sonrisa en el rostro. Bebiendo su taza de chocolate caliente y disfrutando de la soledad de su hogar, el joven de 17 años pensaba con demasiada ilusión conocer algún día al amor de su vida.
Había terminado con Wendy Testaburger, su casi eterna novia, desde hace tres años. Las razones radicaban en el hastío que el joven sentía respecto a dicha relación y debido a que ella empezaba a tener sentimientos hacia Eric Cartman, uno de sus amigos. Afortunadamente ambos habían quedado como amigos e incluso se llevaban mejor que cuando eran novios.
Disfrutaba mucho de su soltería, aunque a veces anhelaba tener a alguien a su lado, sea hombre o mujer y sin importar mucho la edad. Tal vez era por eso que decidió inscribirse a una página web en donde tener citas a ciegas con gente que ni conoce, tal y como lo hacía ahora mientras respondía a los 50 mensajes de texto que le llegaban por parte de 50 hombres pervertidos que le mandaban fotos de sus partes nobles y le pedían que pasara una noche apasionada con ellos.
Era complicado hallar a alguien que no hiciera esas cosas, pero bien decía que si uno quería encontrar a la persona correcta, tendría qué besar a los miles de sapos que abundan en el mundo.
- No… No… Quiero… Tener… Sexo… Contigo – escribía Stan -… Yo… busco… alguien… Serio. Enviar.
El chico suspiró.
- Dios… ¿Tan complicado es hallar a alguien que no me mande fotos de su verga?
De repente escuchó el tono de que había recibido un mensaje privado. Stan, pensando que podría ser un pervertido más, se avino a eliminarlo, pero se detuvo al leer el siguiente asunto: "¿Buscas alguien serio con quién entablar una relación?"
Marsh sonrió.
¡Al fin!, pensó el chico mientras abría el correo recibido y empezaba a leerlo:
&%&%&
¡Hola!
Leí tu anuncio y los mensajes que te enviaban. Sinceramente entiendo bien eso de que tengas que estar repitiendo en cada mensaje que quieres algo serio y no algo esporádico. En fin, para no hacerte el cuento largo, yo también ando buscando a alguien con quien compartir varios momentos de mi vida.
Me gustaría conocerte y hablar contigo, pero hay un pequeño inconveniente: Yo vivo en mi natal Florencia, Italia…
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¡¿Florencia, Italia?! – exclamó el joven con asombro mientras continuaba leyendo:
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…Y tú vives en South Park, Estados Unidos. Nuestros hogares están demasiado lejos, pero podríamos llegar a un pequeño acuerdo. Si te interesa, por favor, respóndeme este mensaje.
Ciao!
EAF25.
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Stan se quedó sumamente pensativo.
Al parecer el tipo tenía un ligero interés en él a juzgar por la convicción de sus palabras. Ahora bien, lo único que no le gustaba era esa parte de "llegar a un pequeño acuerdo". ¿Y si se trataba de algún tratante de blancas? ¿Y si lo querían engatusar para convertirlo en un esclavo sexual? No cualquiera llega, te dice todo un discurso armado que parecía salir del corazón de alguien así de golpe.
Con todo lo que sucede por culpa de la red, uno lo pensaría dos veces.
No obstante, su instinto le decía que tomara esa oportunidad, que se arriesgara y que viera con qué posibilidades contaría en caso de que algo saliera mal. De todos modos, el que no arriesga, no gana.
El joven Marsh escribió entonces lo siguiente:
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¡Hola!
Bueno… Estuve pensando en lo que me dijiste y, bueno, no sé, me diste algo de confianza aún cuando debería de tener desconfianza. No me lo tomes a mal, pero solo estoy siendo precavido al respecto al dudar de la veracidad de tus palabras.
En fin, a lo que voy es: ¿Cuál es ese pequeño acuerdo?
Saludos.
StanMarsh17.
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Envió el mensaje y esperó por la respuesta. No tardó ni cinco minutos en esperar cuando llegó un nuevo mensaje privado de ese individuo ó individua inesperada. Con ansiedad, abrió el correo y leyó:
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¡Hola de nuevo!
Entiendo tu desconfianza al respecto y es justificable tu razón. La red es un arma de doble filo a la cual hay que tratar con cuidado, pero no te preocupes: Yo soy un tipo honesto que anda en busca de una relación sentimental estable y duradera, no un idiota pervertido que gusta de mandar fotos obscenas.
Ahora, respecto al pequeño acuerdo, te diré esto: Podríamos vernos en Roma, justamente en la Piazza de Santa María Trastévere, este fin de semana, ya que viajaré ahí a visitar a unos amigos. Nos podríamos ver en la fuente que está cerca de esa plaza y de ahí irnos a comer en un restaurante que conozco por allá.
Si no tienes dinero suficiente para comprar el boleto y ver tu estancia, dímelo y te enviaré una buena cantidad para completar tus viáticos y tu estancia. ^_^.
¿Qué te parece?
EAF25.
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- Oh, cielos… - murmuró el chico.
Roma, la Ciudad Eterna. Ahí el tipo lo quería ver e invitar a cenar. La idea sonaba descabellada y extraña, pero le agradaba de una manera tal que ya podría imaginarse con el mentado individuo. Sin embargo, había un pero: Sus padres.
Randy y Sharon no le permitirían ni aunque se estuviera muriendo viajar a Roma así de precipitado y Shelly querría amarrarlo en la cama para evitar que hiciera una locura. En cuanto a sus amigos, especialmente Kyle y Kenny, ellos le dirían que podría ser un tratante de mujeres que se hace pasar por alguien agradable o algo peor.
Pero él, Stanley Randall Marsh, quería conocer a ese chico. Quería conocer a ese usuario que le ofrecía una ayuda económica para viajar a la Ciudad Eterna, a la capital del Cristianismo Católico. Quería cometer una locura que, estaba seguro, jamás olvidaría una vez que estuviera de regreso a casa.
En contra de lo que le decía la razón sobre los peligros que podría haber al respecto, el chico escribió su respuesta…
