No tengo mucho qué decir, sólo que espero que les guste la historia. Me agradó la idea de usar los personajes con su versión genderbent! No hay muchos fics con estas versiones, me creerán que no he leído ni uno ;n; tal vez sólo es culpa de mi poca habilidad y falta de tiempo para encontrarlos.

Tengo algunas aclaraciones que hacer. Primero, es muy difícil para mí poner uno de los signos de exclamación debido a que mi teclado no lo tiene y no encuentro el código. Lo mismo pasa con cualquier acento en las mayúsculas. Lo siento Dx espero que no sea una molestia.
Segundo, los nombres de los personajes. Algunos los dejé igual y otros los cambié, pero si tienen alguna sugerencia para esos que faltan de cambiar no duden en decírmelas! Es algo raro usar el nombre original con la versión de diferente sexo. xD
Y tercero, no sé con qué frecuencia subiré cada capítulo, el semestre se está acabando y cualquier estudiante sabe que el último mes siempre es el más duro. Sin embargo, tengo muchas ideas para esta historia, así que, mis lectores, por favor ténganme paciencia.

Y… Creo que eso es todo!

-One Piece NO me pertenece.


Era un día bastante normal en el Thousand Sunny, el gran e imparable barco estaba en búsqueda de una nueva isla y por ende una nueva aventura. El viento soplaba de una manera favorable así que la llegada a su destino no sería problema alguno. La bella melodía del violín sonaba por toda la nave y, aunque este navegaba a una velocidad considerable, una chica de cabellos oscuros estaba perdiendo la paciencia.

"¿Cuánto falta para llegar?" Hizo un puchero mientras se quejaba. La joven portaba una camisa roja y un short de mezclilla, además de su bien reconocido sombrero de paja. "Tengo hambre…" La chica volteó a todos lados, esperando ver tan siquiera un poco de tierra a lo lejos, estiró uno de sus brazos haciendo que su mano se sostuviera en la cabeza con forma de león que se encontraba en la punta del barco, y así transportarse de una manera rápida a esta. Se acostó boca abajo en su lugar favorito de la nave y volteó aburrida hacia el agua, aunque su atención al mar no duró mucho tiempo.

"Usoppko, ayuda…" Volteó hacia la susodicha y le puso la cara más tierna que podía, debía convencerla de alguna manera.

"Ya te dije que estoy ocupada," Respondió mientras arreglaba unas cuantas armas que, a pesar de que ya no acostumbraba a dejarlas afuera de la 'Usoppko Factory' diseñada especialmente para ella, a veces quería trabajar sintiendo la brisa y más cuando hacia un buen día como ese. "Justo cuando acabe prometo pescar contigo."

"No es justo, ya trabajaste mucho con es-"

La pelinegra no pudo terminar con lo que quería decir pues sonó su estómago. "Hambre. Sanjiko, tengo hambre. Comida!" Al no escuchar respuesta alguna, decidió pararse e ir hacia la cocina. Sin embargo, en el camino, se tropezó con un bulto. "Aasdf." Usoppko escuchó y volteó hacia la chica. 'Seguramente se tropezó por andar siempre tan apresurada.' Pensó la nariz larga para sí misma, siguiendo con su trabajo después de verificar que su amiga estuviera bien.

"¿Qué!?" Frunció el ceño hasta que vio al culpable de su caída bastante confundida. Era un pulpo, ciertamente era un misterio la razón de su paradero sobre el barco. No sólo ella había sido víctima del tropiezo, también el pulpo quedó aturdido por la patada, si podría llamarse así, que recibió. Cuando este se encontró mejor, lo primero que hizo fue tratar de huir. "¿Huh? No huyas." Al ver que estaba tratando de escapar, agarró al pulpo por la cabeza, levantándose para seguir su camino a la cocina.

"Sanjiko! Tengo hambre!" Dijo antes de siquiera llegar.

"Te escuché desde la primera vez idiota, PACIENCIA, estoy haciendo la comida." Gritó la rubia desde la cocina. Como es obvio, ella era la chef del Thousand Sunny. Podría decirse que una de las mejores en todos los océanos. La pelinegra hizo caso omiso y abrió la puerta para entrar a la cocina con la esperanza de poder robar algo, cuando Sanjiko se proponía no dejarla comer, en verdad era muy difícil vencerla. Pero ella era la capitana y tenía hambre, no iba a rendirse tan fácilmente.

Se acercó a la rubia sigilosamente, volteando a otra parte mientras silbaba. Cada vez estaba más cerca de su objetivo. Siguió silbando, rápidamente agarró un tomate y de repente fue sacada de la cocina con una patada de la chef.

"Oi, no sean tan malas con el barco," Dijo Frankey, una mujer de cabello azul con un peinado peculiar. A diferencia de cualquier humano, más de la mitad de su cuerpo era robótico. Y qué hablar de su forma de vestir, sólo portaba un juego de bikini con una camisa abierta con adornos parecidos al estilo hawaiano. "No creo que le hayan hecho mucho daño." Se escuchó una gruesa voz. Frankey venía acompañada de un hombre fornido, mas no muy musculoso y un poco más alto que ella. Tenía el cabello negro y ojos azules. A diferencia de ella, él portaba una camisa y pantalones. La mujer se llevó los lentes sobre su frente para ver en dónde se encontraba la pelinegra, al verla en el suelo, una pequeña gota salió en su sien. Por otro lado, el hombre se agachó y sonrió, ayudando a la chica. "¿Te la estabas pasando super en el suelo?" Bromeó Frankey.

"No es justo, tengo hambre y estoy aburrida." La capitana se puso de pie, aceptando la ayuda.

"¿Por qué no vas a llamarle a todos para que vengan a comer? Estoy seguro que la comida no tarda"

La chica volteó hacia el hombre y sonrió como siempre lo hacía. "Sí! Gracias Robin!" Dio unos pasos atrás, preparó su brazo para después estirarlo y salir "volando" hasta donde entrenaba la peliverde.

"Mejor entramos de una vez a la cocina."

Robin le abrió la puerta de la cocina a Frankey. Ella se quedó viendo el rumbo de la joven de goma y ladeó la cabeza. "¿Acaso era un pulpo?"

"Mejor entramos de una vez a la cocina." Repitió Robin.

"ZORO!" Zoro, una joven unos años mayor que la pelinegra, con cabello corto y verde, estaba entrenando haciendo un levantamiento de pesas. A su llamado, levantó la mirada con el único ojo que tenía (lol) viendo en cámara lenta como la morena estaba a punto de entrar por la ventana. "¿Eh? ¿EH!?" Zoro reaccionó de una manera lenta, la pelinegra iba a darse contra ella si no se quitaba. Trató de huir pero fue demasiado tarde, ambas chocaron y quedaron en el suelo, una encima de la otra. A diferencia de Zoro, la capitana del Thousand Sunny empezó a reírse a carcajadas.

"…" Zoro no dudó más y le dio un zape a su amiga, ignorando por completo el hecho que trajera un pulpo con ella. "¿Por qué siempre es lo mismo contigo!?"

"Auch! Oi Zoro, ¿por qué hiciste eso!?¿Acaso quieres pelea!?"

"Con gusto." La chica preparó sus fieles compañeras: las tres espadas.

Antes de que ambas jóvenes hicieran algún movimiento, una mujer esqueleto apareció con su violín. Su vestimenta era muy notoria, se asemejaba a una moda antigua. Portaba un vestido negro con detalles azules y amarillos. Bastante elegante pero no muy largo, tenía un estilo lolita gothic con varios encajes blancos. Su cabello era chino, tanto que hasta podría decirse que era un peinado afro.

"Yohoho, se ven tan animadas. No las culpo, este día es," Rápidamente tocó una nota de su violín. "Agradable." Cantó para finalizar la frase.

"Todo era agradable antes de que ella," Zoro señaló a la chica con la mirada. "Viniera para… ¿Para qué?"

"¿Huh?" La pelinegra ladeó la cabeza. "Oh! La comida está lista." Sonrió, olvidando completamente la pelea. Zoro sólo guardó sus espadas resignada y llevó una de sus manos a la frente. "¿Tan difícil era avisar eso? Sólo tenías que gritar o qué se y-" Para esto, la capitana ya se había ido de ese lugar.

"Yoho… Mejor vamos Zoro-san, mi estómago está rugiendo, aunque yo no tengo estómago. Yohohoho Skull joke!"

Zoro suspiró y siguió a la esqueleto.

La pelinegra entró a la enfermería, o en otras palabras, el cuarto donde una muy linda reno con el nombre de Chopperiko normalmente trabajaba cada vez que los sombrero de paja no estaban metidos en algún problema, después de todo, debía seguir con su estudio de medicina si quería ser como su ejemplo a seguir; la doctora Hilulukko. Justo en ese momento se encontraba trabajando, leyendo un libro y siguiendo con detalle cada paso. Tan concentrada estaba que no se había dado cuenta que la mañana ya había pasado, hasta que cierta capitana llegó gritando.

"Chopperiko! Comida! Ven!"

"Sí!" Ciertamente esas palabras fueron más que suficientes para sacarla de su transe, terminó lo que estaba haciendo, dejándolo pendiente unas cosas para después de comer u otra ocasión. Cerró el gordo libro que estaba leyendo y se levantó de su silla. Antes de seguir su camino a la cocina, volteó hacia arriba para ver bien a la chica, justo al ver al pulpo, ladeó la cabeza.

"Lu…-" No pudo siquiera decir su nombre porque la capitana ya iba en camino por el último tripulante que faltaba por llamar. Chopperiko decidió no darle mucha importancia, aunque la curiosidad se hacía presente.

"¿Dónde está?" Se preguntó la chica, abriendo y cerrando cada cuarto, al principio fue al dormitorio que compartía el joven con Robin y al ver que no estaba, siguió con el acuario. "NAMIZOUUU"

Namizou era el nevegante del Thousand Sunny. La tripulación dependía directamente de sus habilidades para detectar el clima cuando se necesitaba y para llevarlos por el camino más seguro a la siguiente isla. Cabe aclarar que era bastante atractivo, normalmente portaba vestimentas muy casuales, al igual que su log pose en la muñeca izquierda y un pequeño brazalete el cual su hermano le había regalado como amuleto de buena suerte. Aunque su temperamento podía variar dependiendo de las acciones de la tripulación, siempre se mantenía pensando en estrategias que fuesen beneficiarias para la búsqueda del One Piece, a diferencia de su capitana, que cada día parecía cada vez más impulsiva.

"Tal vez si navegamos por esta corriente, llegaremos más rápido de lo esperado. Considerando que el clima puede variar, aunque no creo que sea un problema." Una de sus manos se encargaba de anotar en un papel todo lo que estaba pensando, mientras su otra mano acomodó unos mechones de su cabello que sobresalían hacia atrás de su oreja, a pesar de que la mayoría de las veces lo tenía agarrado.

"NAMIZOUUUUU"

El navegante escuchó perfectamente mas decidió ignorar el llamado, estaba concentrado. Además si hubiese sido algo tan importante como un ataque, ya se hubiera dado cuenta. "Pero si llegamos a estas rocas hay un 25% de que no encontremos salida, nos retrazar-"

"NAMIZOOOUUUUUU"

Sus propios pensamientos fueron interrumpidos por la morena nuevamente. Se volvió a llevar el cabello para atrás, haciendo un tercer intento en seguir con lo que estaba. "Tal vez en un dí-"

"NAMIZOUUUUUU"

Si la capitana seguía hablándole era seguro que no podría concentrarse por más que lo intentara y terminaría haciendo las cosas mal. Dio un suspiro, bajó la pluma y se dispuso a dirigirse afuera de la biblioteca del barco. Sin embargo, si no hubiese sido porque se detuvo a tiempo, hubiera chocado con la morena.

"Avisa tan siquiera que ya estás aquí, Luffyko!" Se agarró con sus dedos, el pulgar y el índice, el puente de la nariz. Trató de calmarse con las técnicas que había leído en el libro de "Cómo soportar a tu capitana" escrito por Ussopko. Aunque ahora que lo pensaba bien, ¿por qué ella tenía un libro? Desvió la mirada un poco, aún pensativo hasta que vio el pulpo bajando por la mitad de la cara de Luffyko.

"¿Por qué tienes un pulpo?" Preguntó arqueando una ceja.

"¿Eh? Ah! Me lo encontré." Dijo con una sonrisa, esa sonrisa que tanto la caracterizaba. Al ver que el camino del pulpo era el pecho de la chica, Namizou lo tomó por la cabeza, frunció el ceño mientras veía al animal y negó un par de veces con la cabeza. La mirada del navegante asustó a la criatura quien sudaba frio. Sin más, Namizou lo aventó por la ventana. Luffyko siguió con la mirada el paradero del pulpo.

"No tenías que ser tan duro con él."

Namizou llevó uno de sus dedos a la frente de la chica, presionando un poco. "Estaba en algo más importante que encargarme de un pervertido pulpo, ¿sabes? ¿Qué es lo que pasa? Es que acaso…" El navegante bajó la mano con delicadeza, rozando la mejilla de su capitana y después posando un dedo sobre su fino mentón. "¿Quieres algo de mí?" Acercó su rostro al de la morena, ella ladeó la cabeza.

"Quiero comer." Namizou suspiró con molestia, siempre pasaba eso cuando trataba de hacer un movimiento con ella. Hacer un movimiento con ella… Esas palabras sonaron en su cabeza, ¿quería hacer un movimiento con ella? Movió la mano que se encontraba cerca del mentón de la chica a una de sus mejillas e hizo uso de la otra para jalarle ambas.

"Aasdf deja mi cara!" Luffyko le sacó la lengua mientras seguía con sus pucheros.

"Por cierto, ¿qué es lo que en verdad querías?"

"La cofifa efa lifa."Debido a que sus mejillas estaban siendo atacadas, era lógico que no pudiera hablar con facilidad.

Namizou soltó una carcajada, sin quitar la sonrisa de su rostro. Había entendido perfectamente lo que le dijo pero se veía tan linda que no quería arruinar el momento. "¿Qué dijiste? No te entiendo."

"Aasdfff Fa comifa efa fisfa."

"Sigo sin entenderte, habla claro."

El navegante se estaba divirtiendo a su manera, estudiaba cada expresión de la chica, cada movimiento de sus manos por tratar de quitar las ajenas sobre su rostro. Namizou sabía perfectamente que si ella quería, podía liberarse de su agarre, no lo dudaba ni un momento. No obstante, por alguna razón, seguía dejándose estirar. Finalmente liberó la piel de la morena y le dio un suave beso en la mejilla izquierda. "Entonces, ¿qué esperamos?" Por otra parte, Luffyko ya estaba acostumbrada a esas acciones de su navegante, se le hacían amistosas.

"Yosh, sé una manera de llegar rápido."

Luffyko sonrió de par en par. Estiró su brazo, rodeando el cuerpo de su navegante para después aventarlo por la ventana, ella le siguió, riéndose. Namizou se quedó inmóvil al momento de caer, al menos había caído en el pasto. No, eso no ayudaba en nada. Maldita sea… ¿Dónde estaba el maldito libro cuando lo necesitaba!?

"No comeremos ese tipo de ensalada, Namizou! Hahaha." Luffyko había caído sobre el pasto sin problema alguno.

"Cuando me levante juro que te voy a-"

"Namizou-kyuuun! La comida está lista~." La rubia de ojos azules había salido de la cocina al momento de escuchar la voz del navegante. Volteó a todas partes para ver en dónde estaba, estaba segura que no había sido su imaginación.

"Aagfasf… S-San… S-Sanjiko-chan… De-debajo de ti."

Sanjiko volteó hacia el bulto que sentía sobre sus pies, qué cosas, ni pensar que eso era Namizou… ESE ERA NAMIZOU, ¿POR QUE ESTABA AHÍ!? Se quitó rápidamente diciendo un pequeño perdón. "Namizou-kyun! ¿Estás bien!? ¿Qué pasó!?" Sanjiko ayudó al navegante, acomodándole la camisa y revisando cualquier raspón que se pudo haber dado por la caída.

Namizou quería evitarse problemas, además decir el nombre de la culpable no ayudaría en mucho. "N-No es nada Sanjiko-chan, no te preocu-"

"Lo aventé por la ventana hahahaha." Dijo sin parar de reírse. Namizou llevó una de sus manos a su frente, ¿cómo es que siempre pasaba esto!? Las flamas internas de Sanjiko sobresalieron de su cuerpo hasta tal grado que Namizou las podía ver, trató de calmar a la chef pero era inútil. Sanjiko se levantó y fue hacia Luffyko.

"Sanjiko, tengo hambre! Comida!"

La rubia levantó una de sus piernas y le dio una patada. "CLARO QUE NO TE VOY A DAR COMIDA, IDIOTA."

Luffyko salió volando por la patada, chocando con la puerta de la cocina irónicamente. Cuando se recuperó del golpe, se dispuso a quejarse. "Pero Sanjikoooo," Hizo un puchero. "Yo no hice nada!"

"Discúlpate con Namizou-kun o no tendrás comida."

"No te preocupes Sanjiko-chan estoy bie-" El pulpo, que aún seguía vivo, se pegó a la cabeza de Namizou por venganza. "Este día… Sólo quería relajarme." Básicamente esa era una de las razones por las cuales él no era el que estaba regañando a Luffyko.

"Lo siento, Namizou." Dijo Luffyko sin arrepentimiento alguno mientras veía de reojo a Sanjiko. Era un hecho que la chef no dejaría que la capitana del barco se quedara sin comida, sin embargo, a veces las estupideces de esta podían afectar de una manera increíble a la tripulación, en especial a Namizou. Cosa que él estaba más que acostumbrado. Sanjiko ayudó al navegante y ambos se dirigieron a la cocina con los demás. Seguidos por Luffyko, quien recibió otra patada.

"Hey! ¿Eso por qué!?"

Namizou suspiró, ese sería un largo día.


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