Nueve segundos

El resplandor de luz verde, resaltando entre todos los múltiples y a la vez macabros colores del arco iris, llenó la estancia, pero al fin y al cabo solo era una maldición más, no importaba para nadie. En esas batallas solo había un fino hilo entre la vida y la muerte, y sin embargo no importaba. Es mejor vivir 5 minutos como un héroe que tener toda una vida de cobarde, había citado una vez alguien que el ahora no podía recordar. Y con ese rallo se desvanecieron las esperanzas y el dulce sabor de victoria de su boca, tal como se desvanece el sol en una agonizante tarde de ocaso.

Los recuerdos desaparecían como niebla y sus brazos no respondían.

Todo ocurría lento, veía aquella luz verde, amenazadora, acercándose poco a poco y el estaba hay, sintiendo la impotencia al no poder evitarlo.

El ya conocido miedo se arremolinaba en su pecho, las emociones hacían que su estomago se revolviera, y una lagrima, iluminada por el resplandor de los múltiples colores que llenaban la estancia se deslizo por su mejilla lentamente, ocasionando un risa atemorizante y inhumana.

- ¿Cómo se siente tener nueve segundos de vida, Potter?- resonó una voz por lo bajo, con un murmullo.

Esas palabras resonaron en su cabeza, que, inmóvil por el miedo, se negaba a dar coherencia a la frase.

La luz se acercaba amenazantemente.

- uno…

Miedo, dolor, angustia, impotencia.

-dos…

Sentimientos galopando en su ser, sus entrañas se revolvían, su mente se lamentaba en silencio.

-tres…

El temor a lo desconocido recorría cada parte de su cuerpo, dejándolo paralizado.

-cuatro…

Dudas lo invadían, sus mas profundos miedos, que antes asechaban en su oscura imaginación salían a relucir, dejando una estela de dudas a su alrededor.

-cinco…

Sentía que los había defraudado, al final había muerto como un tonto a manos del señor oscuro.

-seis…

Su frente se hallaba perlada en sudor, el desasosiego lo invadía.

-siete…

Ya no había nada que hacer ¿o si?, ya de nada servia lamentarse.

-ocho…

Se acabo el cuento de hadas, la princesa que nunca encontró lloraría por el y el final feliz ya se aproximaba.

-nueve…

Y lo inevitable llego, la maldición que había acabado con la vida de sus padres le toco. ¿Casualidad o coincidencia?... por lo menos murió como un héroe, y ese pequeño pensamiento de gloria, la gloria que nunca quiso, fue el último que afloro en su mente.

… y esa noche, Harry Potter, se hallaba en el suelo, con una mueca de orgullo en el rostro y un pequeño corazón de plata en la mano derecha. A pesar de todo, parecía estar sonriendo…