Sábado a la noche. La ciudad estaba tranquila. Los únicos lugares repletos de gente eran los bares y discotecas, el resto estaba en paz.

Hacía siete meses había pasado algo horrible en los muelles: La policía recogió seis cadáveres de conocidos criminales locales que habían sido mutilados. No se encontró ninguna pista.

Días después apareció un teniente muerto, y una amenaza a los jefes mafiosos, comisarios, al jefe de policía y a los titanes: "Los cazaré uno por uno".

Eso hizo que los aludidos aumenten las medidas de seguridad: Cámaras de vigilancia, guardaespaldas, armas personales, etc. Pero los titanes solamente pusieron los sensores de su Torre en alerta máxima: Lo que entrara disparaba una alarma que sonaba en toda la Torre y avisaba a los cuarteles de la policía.

Pero como en los días siguientes no pasó nada, la paranoia disminuyó un poco.

Eso era lo que le habían contado apresuradamente por teléfono. Le dijeron que habían descubierto algo importante pero que temían que las líneas estén intervenidas.

Días después le llegó una carta con un breve mensaje que decía "Calle Washington 377".

Temiendo que pase algo malo, y preocupada por la falta de información, Argent se encaminó a la ciudad.

Llegó un sábado a las 23:20 Hs. Ni bien descendió sobre el techo de un edificio intentó contactar con Starfire pero no recibió respuesta.

Entonces decidió ir a la dirección que le habían dado.

Le tomó varios minutos localizar el lugar. Era un edificio con ladrillos a la vista y aspecto sucio. La puerta de madera estaba gastada y parecía que fue restaurada miles de veces.

Argent probó el picaporte y abrió con facilidad. No tenía llave ni traba. ¿Tenía que encontrarlo así o alguien ya había estado husmeando?

Atravesó el hueco y cerró cuidadosamente. La sala estaba totalmente a oscuras.

Caminó lentamente procurando no chocar con nada y siempre pasando una mano por la pared hasta que encontró el interruptor de la luz.

Al accionarlo se encendieron dos lámparas que colgaban del techo. A pesar de que se disiparon las sombras, el lugar seguía teniendo un aspecto siniestro.

La mesa que había en un rincón estaba cubierta de polvo al igual que unas sillas que se encontraban puestas contra un mueble viejo.

A unos metros de la mesa vio una escalera que llevaba a un piso superior, y en dirección opuesta vio lo que parecía ser una cocina.

Preguntándose que demonios era el lugar ese, se encaminó hacia las escaleras.

Los escalones crujían con cada paso que daba. Llegó hasta el descanso y luego continuó subiendo.

Abrió la única puerta que había y entró en un salón oscuro que tenía todas las ventanas abiertas. Por ellas entraba la luz del exterior y el viento hacía ondear las cortinas.

Algo en su interior le dijo que estuviera alerta...

Desde donde estaba echó un vistazo rápido y vio una mesa con un teléfono al lado de una ventana.

A su derecha, no muy lejos, divisó un escritorio con cajones y una lámpara vieja encima.

Se dirigió hacia el escritorio y comenzó a abrir los cajones encontrando montones de hojas y sobres. Había agarrado un sobre amarillento que tenía escrito "Argent" con letra bastante prolija cuando de pronto comenzó a sonar el teléfono.

Del sobresalto se le cayeron todas las cosas que tenía en sus manos, se volteó rápidamente y fijó su mirada en el teléfono.

¿Quién llamaría a un edificio ruinoso¿Serían los titanes para comprobar si había llegado¿Sería alguien desde un edificio frontal con un rifle de francotirador?

El corazón le latía rápidamente, pero se controló. Decidió ignorar al teléfono y revisar ese sobre que tenía su nombre.

Cuando lo levantó del suelo el teléfono dejó de sonar.

Simplemente para asegurarse miró hacia atrás y no vio nada sospechoso, con la excepción de ese objeto.

Volvió a concentrarse en el sobre. Rasgó una parte y sacó un papel con un breve mensaje: "La ventana estará abierta. Debajo del sofá".

Argent sonrió por un momento. Parecía una película de espías.

Abolló el papelito y lo tiró al suelo. Entonces comenzó a revisar todos los demás.

La mayoría eran facturas impagas y listas de compras. Encontró un informe policial sobre unos asesinatos hacía varios meses. Pero fuera de eso nada útil.

Su siguiente objetivo era ir a la Torre, porque la pista era más que clara.

Bajó las escaleras y salió del edificio dejando las luces encendidas.

Se elevó en el aire y comenzó a buscar la Torre. No le fue difícil ubicarla.

Cuando se acercó vio una de las ventanas abiertas. Ingresó y encontró la sala a oscuras, iluminada sólo por la luz de la luna.

Al parecer no había nadie, estaba todo tan silencioso. Entonces hizo lo que tenía que hacer. Se dirigió al sofá y lo echó hacia atrás con ayuda de sus poderes.

Vio entonces dos hojas con numerosas escrituras. Las levantó y se acercó a la ventana para poder leerlas.

La primera estaba escrita prolijamente, mientras que la segunda parecía haber sido escrita apresuradamente.

Comenzó a leer:

"Hace unos meses hubo unos homicidios como te contó Starfire. Al parecer fueron cometidos por la misma persona que amenazó con matarnos a todos, pero después de eso no ocurrió ningún otro asesinato y todo pareció quedar ahí.

Lo importante fue que luego interceptamos unas comunicaciones entre Slade y un tal Viktor. Comenzamos a investigar y averiguamos que Viktor es un científico.

Intentamos establecer contacto con la Torre Este pero no respondió nadie, así que trabajamos solos.

Dos días después hubo un asalto en una tienda de armas y fuimos a controlar la situación. Allí había un sujeto armado que disparó una sola bala contra Chico Bestia y lo hirió, pero también le anuló sus poderes durante una hora. Después de hacer eso el tipo intentó huir pero lo capturamos. Fue interrogado numerosas veces y nunca dijo nada. Se suicidó tres días después (o lo mataron).

Cyborg estuvo analizando la bala pero no pudo descifrar nada ya que los componentes químicos que contenía eran sumamente extraños y no encontramos ningún tipo de información.

Obviamente lo relacionamos con Slade y Viktor, y Robin estuvo días enteros tratando de localizar alguna pista.

Ahora ya sabemos donde están y vamos a ir a por ellos. Raven."

Pasó la hoja y comenzó a leer la segunda.

"Necesitamos que traigas toda la ayuda posible. La Torre Este ha sido exterminada. Viktor y Slade tienen armas muy peligrosas, pero a su vez están en la mira del mismo que mató a los seis criminales, al teniente y a la Torre Este. No sé cómo irá a terminar esto, sé que Starfire contactó contigo. El laboratorio está en las afueras de la ciudad, es un depósito de herramientas y materiales de construcción."

Parecía como si la segunda hoja hubiese sido agregada después. Eso le daba la sospecha de que los titanes estarían en el laboratorio del tal Viktor. Secuestrados seguramente.

Argent se puso de pie y pensó cuál sería su siguiente movimiento: "¿Ir hasta el laboratorio¿O revisar la Torre?". Además teniendo en cuenta que había un tipo cazando a las personas, pero supuestamente él no sabría nada. No tenía por qué sentirse preocupada, el asesino ni sabe que ella está en la ciudad.

Argent pensó en el peligro que corrían los titanes si estaban capturados, pero también pensó que sería estúpido si entraba en territorio enemigo sin saber a qué se enfrentaba.

Empezó a caminar por el pasillo buscando alguna enfermería donde pudieran haber guardado informes sobre esos químicos. No veía nada, por lo que regresó a la sala y comenzó a buscar algún interruptor. Con dificultad llegó hasta uno.

Estaba todo a oscuras. Intentó encender las luces pero no pasó nada.

"Esto no está bien". Pensó nerviosa. Comenzó a correr hacia la ventana para salir de la Torre.

Mientras corría surgió la culata de un arma de las sombras y le dio de lleno en la cara. Sintió un pinchazo en su brazo y se le nubló la vista.

Sólo veía oscuridad...