Hola!
finalmente un nuevo cap! todo de Clint y obviamente, acción. El título creo que lo dice todo ;)
Enjoy! (eso espero)
gracias por sus comentarios Bullet y Mariposa y a todos los que me leen, gracias tambien!
Capítulo 27 - Búsqueda frenética
Se preguntó de dónde conocía ese nombre. Durante todo el trayecto mientras conducía hacia la dirección del otro miembro de los Dark Iluminatti, Clint no podía dejar de pensar que ya lo había sentido nombrar, pero se le escapaba de la mente. Al llegar verificó el número de la casa dos veces, pues frente a la puerta altísima, en la pared blanca, había varias personas reunidas con expresión preocupada. Aparcó a unos metros de allí y se les acercó por detrás, intentando escuchar la conversación
"... la llamé por teléfono, pero nadie me respondió, entonces me preocupé y llamé a la policía…"
"…¿le habrá pasado algo? Quizás entraron a robarle…"
Mientras los escuchaba, elevó la mirada hacia el cartel de madera que colgaba de la puerta:
"Oda Mae: Tarot-Astrología"
Miró su papel, volvio a mirar el cartel y de pronto recordó. Oda Mae. La astróloga que Eva había visitado, la amiga de Percival…y miembro de la misma hermandad. Esto no le gustaba nada.
"…¡pero estoy segura de que escuché un disparo!"
Eso sí lo preocupó. Se acercó al curioso grupo con rostro de piedra y se presentó mostrando una falsa credencial, de las que solía llevar con él, para casos como éstos, por ejemplo.
"Soy el detective Walsh, la policía está en camino. Subiré a verificar lo ocurrido pero deben despejar al área, por favor"
Lo dejaron pasar, ninguno le discutió la autoridad y se alejaron de la puerta, sólo un poco.
La puerta de calle estaba abierta.
Mala señal
Subió las escaleras. Había demasiado silencio para un lugar donde se había disparado un arma de fuego y eso no presagiaba nada bueno.
Sacó su arma y la sostuvo mientras entraba, listo para disparar. Quizás el ladrón o quien fuera estaba aún adentro. Siguió caminando, sin ver al principio, signos de violencia…hasta que entró en lo que supuestamente era el escritorio. Un sillón viejo yacía volcado y roto, un par de sillas desparramadas y la computadora destrozada contra el piso. Pisó algo viscoso y se agachó a tocarlo…sangre. Con el arma en alto siguió el rastro rojo, intentando aplacar su mente de los pensamientos negros que estaban asomando. Si había sangre, habría alguien herido, o muerto. Pensó en Eva ¿pero, cuál era la probabilidad de que hubiera estado allí?
De repente, su ojo captó algo que le respondió esa pregunta.
Se agachó y recogió del piso la antigua bolsita de lino bordada, salpicada de sangre. La reconoció, era la que guardaba el medallón de Morgan Le Fay. La sangre estaba fresca en la tela, y eso significaba que Eva sí había estado allí hacía poco. ¿Y si aún estaba? Apretó con fuerza la bolsa y se puso de pie para continuar con su recorrido silenciosamente. Podía mantener su aplomo en las peores situaciones, pero esta vez le costaba conservar la calma. Eva podía estar herida…o aún peor, no quería pensar, sólo debía concentrarse y econtrar a quien fuera.
Que no sea Eva…
No tuvo que recorrer mucho más, el rastro lo llevó hasta el baño y su vista bajó al cuerpo que estaba tirado sobre los fríos mosaicos. La persona se había arrastrado hasta allí en un intento de curar su herida. Pero a juzgar por la cantidad de sangre que corría por el piso, no había nada que pudiera hacerse.
Se arrodilló al lado de la figura corpulenta, que yacía de espaldas y le puso dos dedos sobre la yugular. Aun estaba viva. Rápidamente, tomó una toalla y la puso bajo ella, luego puso otra en la herida del pecho, haciendo presión, la bala había entrado por el pecho y salido por la espalda, destrozando todo en su camino.
Oda Mae abrió los ojos e intentó enfocar una mirada vidriosa en la persona que la estaba ayudando, apoyó una mano sobre la de él y se la apretó, como obligándolo a prestarle atención. Le habló con voz ahogada
"…dijo…que sólo quería el medallón…que a ella no…que no le haría daño…"
"No se altere...¿Quién señora Mae? ¿Quién se llevó a Evangeline?"
Oda Mae lo miró como si intentara reconocerlo, pero su conciencia iba y venía. Clint le gritó para hacerla reaccionar
"¡Resista! La ayuda viene en camino" luego suavizó su voz "¿A dónde se la llevaron?"
Sabia que no podía hacer nada más que estar con ella hasta que la ambulancia llegara, o hasta que muriera…
"No…no lo se…intenté detenerlo…lo juro. Pero el maldito…me disparó"
"¿Román?"
Lo dijo entre dientes, casi gruñendo el nombre.
Oda Mae asintió lentamente, sus ojos se estaban cerrando. La estaba perdiendo, Clint comenzaba a comprender que no iba a sacarle nada más. La mujer había sido cómplice casi involuntaria, era evidente que su implicación en ese asunto llegaba hasta allí. De pronto, ella lo tomó de la solapa fuertemente, usando sus ultimas fuerzas.
"debes encontrarla…" la voz era apenas un hilo. Tiró más de su chaqueta, haciendo que Clint acercara el oído a su boca.
"aléjala de…la cuarta aurora…"
Apenas podía hablar pero su tono era apremiante.
"¿Qué significa eso?"
Oda Mae ya no lo escuchaba.
"La cuarta aurora…" repitió
Su cuerpo se tensó y un hilo de sangre corrió por la comisura de sus labios. Clint intentó contenerla, pero cuando el cuerpo se relajó supo que había muerto. Le cerró los ojos, apenado, Román sumaba una víctima más en su haber.
El sonido de la sirena de la policía lo puso en alerta, en minutos estarían allí. Salió por una de las ventanas y bajó por la escalera de emergencia, rodeando la calle y metiéndose en el auto justo cuando el patrullero se detenía en la puerta, una ambulancia lo acompañaba, pero ya era tarde.
Condujo a toda velocidad hacia la base, su mente sólo se enfocaba en una meta. Debía encontrarla, si para ello tenía que mover cielo y tierra y patear todos los traseros del mundo, lo haría.
Entró como una tromba a la base, esquivando a sus compañeros, mientras corría, sacó su celular.
"Se la llevaron, te veré en media hora en tu torre, prepara el automóvil más rápido que tengas"
Debia pensar lo que tenía que hacer porque con un solo paso en falso podia perderla para siempre. ¿Y que habría querido decir Oda Mae con "La cuarta aurora"?
No tenía tiempo para investigar, habría que dejarlo para más tarde. Tomó su arco y su carcaj y corrió al escritorio de Louis, tomó el disco donde estaban todos los datos que había obtenido del celular, también guardó la tarjeta de identificación que Eva le había robado a Zoltan en el club junto con el teléfono. Cuando giró para irse algo le llamó la atención. El rastreador. Había olvidado que Zoltan llevaba encima el transmisor capilar que Eva le había puesto. Con suerte aún lo tendría entre sus cabellos.
Chica astuta
Se puso su chaqueta negra de SHIELD, antes de salir tenía un par de cosas que hacer. No le quedaba mucho tiempo, pero no podía irse sin ver a su amigo, en primer lugar.
Louis ya no tenía los aparatos conectados, sólo la pequeña sonda en su nariz que apenas se disimulaba sobre su piel. Clint se sentó a su lado y lo observó un rato, sabía que estaba despierto. Unos minutos antes de entrar a verlo el médico le había dicho, para su consternación, que su estado general estaba bien, pero sus piernas no respondían a ningún estímulo, que probablemente no pudiera volver a caminar, aunque aún no estaba dicha la última palabra. Malditos médicos que hablaban como si uno fuera sólo una máquina. Quizás tenían razón.
No podía dejar de lamentarse por él, pero no iba a mostrarle lástima, no se merecía eso.
"Doyle, deja de holgazanear, aún te debo la revancha de la paliza que te dí el otro día en el sparring"
Louis intentó reir, pero su gargante le raspaba demasiado.
"Ya sabes que te dejé ganar… eres mi jefe y debo quedar bien contigo" pero la sonrisa se transformó en una mueca de pena mietras desviaba la mirada "los médicos dicen que no saben si volveré a caminar…" se volvió nuevamente a mirar a Clint "Sólo quiero saber si aún así podré seguir trabajando en tu equipo, sería como Charles Xavier, sólo que sin los poderes mentales"
Clint recordó las palabras de Eva, esa noche en el tejado, que volvieron a su mente junto con el agujero en su pecho, pero debía ser fuerte.
"Por supuesto niño...¿piensas que dejaría escapar a mi mano derecha? Le diré a Fury que te de una semana de vacaciones"
"Barton, sabes que me merezco un mes por lo menos"
Se rió, contagiándolo a Clint. De pronto cambió de tema
"Y…¿Eva?"
Clint bajó la vista, intentando encontrar una forma de decirle, pero no hizo falta
"¿Ella se fue verdad? Sabes, antes de despertar tuve un sueño extraño. Yo dormía, como si fuera la Bella Durmiente, versión másculina, claro y de repente aparecía un hada, vestida de violeta y me besaba. No recuerdo su rostro, porque todo estaba iluminado como de violeta…era extraño pero a la vez tan reconfortante. Luego de ese beso fue como si mi conciencia comenzara a volver de a poco hasta que…abrí los ojos. Y desperté con la sensación de que Eva se había despedido de mí. Fue eso, no te pongas celoso" sonrió.
Clint negó tristemente con la cabeza.
"Creo que tengo parte de la culpa de que se haya ido, como tambien tengo parte de la culpa de que estés en este estado"
"Oh deja de autocompadecerte...debes ir a buscarla, todos sabemos que estás loco por ella"
"¿Todos?"
Esa pregunta quedó sin respuesta, los calmantes estaban haciendo efecto y Clint se fue una vez que Louis se quedó profundamente dormido. Aún le quedaba una visita por hacer, no tan agradable.
Sybilla estaba sentada en la cama, esposada a uno de los barrotes.
"Hola guapo, parece que es costumbre vernos en una habitación de hospital, y yo en bata. Que sugerente ¿no?"
Clint no la saludó ni se molestó en responderle. Se sentó en una silla y la miró fríamente
"Puedo arreglar que dejes la comodidad del hospital y pases a estar un poco menos cómoda en una celda. Tenemos para todos los gustos. Pero si colaboras, puedo hacer que al menos te den una habitación con seguridad"
"He estado en peores lugares ¿porqué habría de colaborar con ustedes? Se creen mejores que cualquiera y no son más que perros falderos de los grandes intereses"
"Lamento informarte que los intereses de Von Doom no son todo lo altruistas que quieres creer. ¿Piensas que te va a recompesar por ayudarlo? ¿Que tú o Román van a ser sus socios? Sólo serán sus perros falderos"
"Tú que sabes…"
"¿A dónde se llevaron a Eva, Sybilla?" la interrumpió
Sybilla soltó una carcajada cargada de sarcasmo
"¿Que pasó? ¿El pájaro se escapó de la jaula y lo atrapó otro cazador? ¿Qué le hiciste para que quiera alejarse de ti? Debe haber sido algo muy malo, o quizás no esté tan enamorada de ti como ella cree… "
Clint sólo le clavó su mirada gris como dos cuchillos. Presentía que no iba a sacarle nada, aunque sus palabras le habían llegado.
Enamorada de mi, si cómo no.
"Y aunque lo supiera no te lo diría" concluyó Sybilla
Obvio.
"La encontraré, y mientras voy por ella, te enviaré a la celda más escondida y oscura de la base. Después de todo, no veo que Román esté viniendo por ti"
Salió de la habitación, creyendo ver cómo en sus ojos brillaban la desilusión y el resentimiento. Eso había sido vil, pero si no colaboraba, al menos no continuaría envenenando su entorno. Luego pensaría qué haría con ella. No estaba llegando a ningún lado y no podía perder más tiempo.
Cuando llegó a la torre Stark, Tony ya lo estaba esperando un su auto, un Audi R8 Spyder blanco.
"¿Aún no has cambiado esta antigüedad? Me sorprendes. Ya sabes, si lo quieres vender a precio de segunda mano, avísame"
"Oh no, me he encariñado con él, al nuevo no me lo entregaron todavía" mientras hablaban, Clint se ajustaba el cinturón y le daba el disco y el rastreador, para que lo conectara a su red. El sistema de SHIELD aún no había podido terminar de localizar todas las llamadas.
"Jarvis, localiza la señal del rastreador y las últimas locaciones de las llamadas que tiene este disco" Luego se dirigió a Clint "Cuéntame qué ocurrió"
Mientras se dirigían hacia donde los llevaba la señal, Clint le relató su visita a Oda Mae. Tony lo escuchaba en silencio. Hasta que llegaron, como ya lo suponían, a la puerta del club Ionescu´s.
"Iré a "hablar" con Zoltan" dijo Clint, bajándose del auto y dirigiéndose a la entrada.
El club estaba cerrado, pero no le resultó difícil abrir la puerta de servicio, que era de chapa y camuflarse entre las sombras. Llevaba el rastreador en la mano y eso lo guiaba hasta su objetivo. Como era de esperarse, Zoltan no estaba solo. Un matón de tamaño considerable caminaba por el pasillo, como haciendo guardia entre las oficinas. Desde una de ellas llegaba la voz de Zoltan, gritándole a alguien por teléfono en su lengua natal. Apostaba que estaba hablando con Román. El guardaespaldas dio unos pasos y se frenó de golpe con los ojos desorbitados, una flecha acababa de cruzársele a un milímetro de su nariz, clavándose contra la pared. El hombre se acercó a ella con cautela, mirando hacia todos lados. No vio a nadie cerca y decidió examinarla mejor. En el momento en que la tomó con la mano, un gas se desprendió de ella, dejándolo dormido en el acto. En pocos segundos el gas se había desvanecido. Clint tenía poco tiempo para actuar.
Se acercó a la puerta de la oficina y aguardó a que Zoltan colgara el teléfono, no quería que quien estuviera del otro lado de la línea diera la alarma. Esuchó detrás de la puerta. No sabía cómo era la oficina, por lo que, en cuanto abriera, debía echar un vistazo veloz y actuar de acuerdo a lo que viera.
Sintió el bip de la comunicación al cortarse y un milisegundo después arremetió contra la puerta, abriéndola violentamente con el hombro, arco en mano. Visualizó el lugar rápidamente, Zoltan lo estaba mirando perplejo, pero no tuvo tiempo de reaccionar. Estaba sentado en una silla de respaldo alto, detalle que Clint aprovechó para su propósito. Disparó una flecha, que clavó el hombro de Zoltan contra la silla. El hombre gritó, entre la sorpresa y el dolor. Cuanto intentó arrancarsela, Clint saltó sobre el escritorio, poniendose de cuclillas frente a él y presionó la cola de la flecha, clavándola más profundamente.
"Déjala donde está. Si te mueve o gritas, el dolor será peor"
"¿Quién carajos eres?"
"Deberías preguntar ¿Qué carajos quiero? Quien soy no importa. Responde mis preguntas o te quedas sin brazo"
"Eres un psicópata, mis guardias ya estarán alertados"
"Lo que quieras. El más cercano está fuera de combate. Tu hermano tiene algo que no le pertenece. Una mujer. Quiero saber dónde la llevó"
"Lo que hace mi hermano es cosa su…¡Aaaahhh!" no pudo reprimir un grito de dolor cuando Clint apretó un poco más "…está bien.. está bien…sólo se que la tenía escondida en un lugar que no quiso decirme, hasta ahora"
"¿Qué más?"
"Nada más…aahhhhh!...ok ok, ya basta" sollozó el hombre "Estaban por irse en avión, hacia el norte. Pronto, muy pronto" la voz de Zoltan era un lamento. Clint atenazó su garganta con una mano, apretando hasta que lo vió ponerse rojo por la falta de aire. Pronto se pondría azul.
"¿A dónde?¿Cuándo? ¿De dónde saldrá el avión?"
Con el poco aire que le quedaba, Zoltan intentó quitarse la mano que lo ahorcaba, pero con cada movimiento el dolor era insoportable. Clint apretó más y retorció un poco la flecha. Zoltan gritó.
"La va a…llevar con Von Doom…a Finlandia..no creo que llegues" intentó reirse.
"¿De dónde salen?" lo atosigó, su paciencia estaba siendo puesta a prueba y el tiempo corría sin piedad.
Un ruido de pisadas apuradas hizo que Clint cambiara el enfoque de atención hacia la puerta, justo cuando dos hombres aún mas corpulentos que el que en ese momento se levantaba del piso bamboleándose, entraban a la oficina. Zoltan, aún clavado al respaldo, usó las ultimas fuerzas para gritarles una orden, que terminó en un grito sofocado
"¡Atrapen a este demente! Y que sufra una muerte lenta…aahhhhggg"
Clint se paró en el escritorio, tan rápido que casi no vieron el movimiento, presionó los botones de cambio de puntas, sacó una flecha y tensó el arco. Disparó al primero, que al intentar quitarse la flecha de la pierna, una descarga eléctrica lo dejó inconsciente. Clint miró la escena, para calcular sus movimientos. Las dos moles le obstruían la salida, tenía que irse de allí imperiosamente, debía llegar a Eva y esos dos mamotretos se le interponían. No tuvo tiempo de sacar su celular para llamar a Tony. Uno de los hombres estaba ya sobre él, tan cerca que no habría podido dispararle, por lo que, sin bajarse del escritorio, le propinó una patada en la cabeza y saltó sobre él, disparando una flecha en el momento en que pisaba su espalda. El matón que estaba detrás y que finalmente había logrado ponerse de pie, volvió a caer bajo esa flecha que le inyectó un tranquilizante para dormir elefantes.
Saltó al piso, pero una mano le trabó la pierna, haciéndolo caer. Antes de que pudiera hacer nada, el tipo estaba arriba de él y se trenzaron en una pelea, hasta que Clint pudo, con dificultad, sacar una flecha de su carcaj, retorciéndose sobre sí mismo con el peso del gorila encima. Se la clavó con su propia mano, en un costado. La herida no era mortal, pero lo suficientemente grave como para sacarlo de circulación. Con esfuerzo se lo quitó de encima, pesaba más de 120 kilos y lo estaba aplastando. Se incorporó, para lanzarse a la carrera hacia la puerta y arrojarse dentro del auto de Tony. Aún se escuchaban los gritos de Zoltan, apagados por la distancia.
"¿Porqué te tardaste tanto?
Clint se sentó, tomando aire, pero no tenía tiempo ni para respirar
"¡Un hangar! Debemos buscar un pista clandestina, se la están llevando al Polo Norte!"
"¿No pudieron elegir un lugar más alejado?
Salieron a toda velocidad, mientras sonaba la voz de Jarvis.
"…de acuerdo a la información del satélite, la cual he cotejado con las llamadas realizadas por este celular, más rápidamente que los sistema de SHIELD-"
"Abreviando Jarvis"
"Ruta 14, km 154"
"Gracias"
Llegaron ya casi anocheciendo. Durante todo el trayecto Clint miró al cielo y no vio ningún avión en la lejanía o cercanía, quizás aún estaban a tiempo. Tony se detuvo. El edificio podía pasar tranquilamente por un casco de estancia, pero al acercarse a la reja pudieron ver que estaba fuertemente custodiado y no iba a ser fácil la entrada. Tony se acercó al intecomunicador que habló con voz de mujer sin matices.
"Identifíquese"
"Venimos de parte de Zoltan Ionescu" soltó Tony lo primero que se le vino a la mente.
"Pase su credencial por el scanner"
Tony lo miró a Clint, con desesperación.
"¡La credencial!" recordó él y se la extendió a Tony para que la pasara.
Una luz verde se encendió y la reja se abrió para ellos, pero unos metros más adentro, una valla de madera les cortó el camino.
Demasiado fácil había sido.
"Por favor, ponga su mano en el scanner"
"Se nos escapó este detalle ¿Qué crees que dirán cuando vean que no coinciden?"
"La parte mas dura la pasamos ya ¿no?"
Tony le puso cara de dolor.
"Ya no podré venderte el auto"
"O me lo venderás más barato ¡Conduce!"
Y las ruedas del Audi chirriaron contra el asfalto, al salir disparado hacia la valla, que saltó en pedazos ante el impacto. Sin detenerse, rodearon el caserón, la pista debería estar cerca. Tony conducía como loco a través del campo. Ni siquiera miró en el espejo retrovisor a los dos automóviles que los perseguían ni a los hombres que corrían apuntando con armas de fuego y gritaban órdenes gesticulando a los demás. Considerando que el auto era convertible, eso no pintaba muy bien.
Sin embargo Tony no se detuvo y dejó que Clint se ocupara. Lo podía ver de reojo con una rodilla sobre el asiento y la otra pierna trabada bajo la guantera, en un asombroso dominio del equilibrio. Disparaba flechas cómo si fueran proyectiles, algunas explotaban haciendo volar autos y hombres. Otras se clavaban en manos y piernas inutilizando a sus perseguidores. En un momento debieron agacharse para esquivar balas que dejaron un camino de agujeros a un costado del auto.
Tony giraba y contragiraba esquivando perseguidores y explosiones, acercándose al hangar. El ruido de unas turbinas encendidas aumentaba a medida que se acercaban.
"¡Más rápido!" lo apremiaba Clint.
Parecía que no llegaban más y estaban tan cerca. Más hombres seguían saliendo de cualquier lugar y Clint continuaba disparando flechas como balas. Sabían que ya casi no tenían tiempo.
El avión se estaba asomando.
"Barton…" llamó Tony en un tono preocupado.
Clint se dio vuelta para ver el avión corretear por la pista.
"¡Si me acerco lo suficiente, quizás puedas subir!
Corrieron detrás de la nave, que pronto los fue dejando atrás. Las balas seguían rozándoles las cabezas y a Clint sólo le quedaba una flecha.
"¡Noooo!" gritó como si eso pudiera detener la carrera del avión.
No podía creer que se le fuera de las manos de esa manera. Ya la tenía y la estaba perdiendo nuevamente. Y esta vez podía ser para siempre.
Disparó la flecha, que pegó contra un flanco del avión justo en el momento en que éste despegaba, Tony frenó y los dos se quedaron mirando impotentes cómo la nave se elevaba en el aire. Clint la observaba desolado, la seguridad del mundo no era nada. Se estaban llevando lo que más le importaba en la vida. Eva.
Clint mostró su lado más duro. Les gustó? no les gustó? por favor comenten, para saber que estan ahi y lo que opinan, si disfrutan esta historia. Los Vengadores van a aparecer pronto si. Pero si les gustan Clint y Eva, se viene mucho de ellos en los próximos capítulos
Este cap es tambien un homenaje a un comic que recomiendo ampliamente "Hawkeye" de Matt Fraction y David Aja, si pueden, leanlo, salió este año y va por el numero 3. Y el titulo lo tome prestado de una pelicula de Polansky ;)
Los apellidos Doyle y Walsh estan sacados de dos personajes de Jeremy Renner, el primero de 28 Weeks later y el segundo de la serie The Unusuals, si no las vieron, se las recomiendo :)
Qué más? este cap estaria bueno leerlo escuchando "Whitout you" de Braking Benjamin, lo escribí con esa canción de fondo :)
Hasta la vista!
