BUENO GENTE. he aqui un pequeño desaogo de mi mente, he querido variar en algo, explorar nuevos territorios, no se que me esperara en estos terrenos de nadie, espero que ustedes sepan apreciarla, sin mas losdejo leer.


EPILOGO

El infierno en la tierra, eso era los que sus ojos azules podían ver desde la seguridad del helicóptero que sobrevolaba la ciudad debajo de él. Muertos vivientes, parecía una maldita película de cine de terror, solo que esto no era una película era la maldita realidad.

Los gritos subían al cielo como un cantico salido del mismo averno. Un disparo lo saco de sus pensamientos, volviendo a la realidad vio como los soldados en la puerta del helicóptero disparaban a objetivos de oportunidad.

Maldita sea que hacia aquí, a miles de kilómetros de distancia de su país, mirando abajo en sus piernas vio el objeto de su maldición y enojo, un maletín, pequeño en tamaño pero a la vez grande en valor o al menos eso dijeron los médicos de su país antes de enviarlo aquí a Estados unidos.

-Maldita CEDA- murmuro por lo bajo, pero lo suficiente como para que el micrófono del comunicador lo captara y lo transmitiera al resto del equipo en el vehículo.

-Valla hablas español (Ingles)- dijo un soldado mientras disparaba otra bala a unos de esos muertos vivientes que caminaba en la azotea de un edificio.

Con cierta sorpresa se dio cuenta que hablo en el idioma local y no su propio idioma natal, suspirando sonrió cansinamente antes de responder.

-Así es hablo perfectamente este idioma de lo contrario mi gobierno no me hubiese enviado a este país- dijo en perfecto inglés demostrando su punto.

Volviendo a mirar abajo esta vez vio una azotea con una clara señal de aterrizaje pintada en blanco para el helicóptero, se notaba que estaba hecha deprisa y sin cuidado, el círculo era disparejo y en algunos lados la pintura era muy fina.

-Pensé que nos llevarían a unas instalaciones del gobierno, donde CEDA opera- pregunto un tanto confundido al ver que aterrizarían en el tejado de un hotel en vez de una base.

-Lo siento teniente, pero CEDA está operando desde aquí, no pudimos evacuarlos a tiempo y decidieron quedarse aquí en este refugio para atender a los civiles heridos y estudiar a la gripe verde- dijo el piloto mientras atendía los controles de su helicóptero.

-Porque no envían ayuda para evacuarlos- pregunto.

-Ya lo hicieron mañana a las 17 horas debería llegar refuerzos y vehículos tanto aéreos como terrestres para evacuarlos y llevarlos a una base con instalaciones médicas adecuadas, pero hasta entonces eso es todo ¡Ok gente ya estamos en el suelo salgan ahora este pájaro necesita un descanso y comida!- dijo mientras apagaba el motor y se relajaba, fue un jodido viaje largo.

Bajando del vehículo los soldados americanos pudieron detallarlo mejo bajo las luces improvisadas de la zona de aterrizaje. (Me saltare esta parte ya que casi nadie la lee, pero si quieren saber solo vean una imagen se cap. Price o Soap en la última misión del MW2). Era alto de unos 1.85 delgado no flaco más bien atlético, entrenado para ser veloz pero a la vez fuerte. En su pecho colgando de forma diagonal estaba un ACR 6.8 modificada, con silenciador, la mirilla era de punto se notaba que para corta y media distancia, al lado de la mirilla estaba otra era de ACOG modificada para que con solo un movimiento esta ocupara el lugar de la de punto dándole así un alcance de visión mayor, y acoplado debajo del arma estaba un cañón M203, a su espalda acomodado para no incomodar un rifle francotirador INTERVENTION M200 de gran alcance silenciado su mirilla era de alto alcance lo que lo hacía un arma muy letal, al lado de su cintura lo que parecía ser un GLOCK 18, en su parte de atrás de la cintura una pequeña escopeta recortada de un solo disparo del calibre 12, aunque lo más resaltante era el arma que acompañaba al M200 en su espalda era larga y enfundada pero muy reconocible para cualquiera, una katana.

Solo dio unos cuantos pasos cuando un grupo de hombres alrededor de 9 los rodearon, todos vestidos en trajes herméticos con filtros para respirar, llevaban en sus manos instrumentos para fumigación que despedían humo blanco.

-Parecen limpios, señor ha tenido contacto directo con infectados: salpicaduras de sangre, rasguños, o mordeduras- pregunto mientras lo escaneaban con un lector el cual dio un pitido agudo para luego encender una luz verde.

-No, cero contacto en este país, estoy limpio- dijo –pero dejemos de perder el tiempo lléveme con el encargado de su laboratorio o lo que tengan que se parezca a uno, la información que llevo puede ser importante y debe ser analizada por un experto- dijo levantando su mano con el pequeño maletín el cual estaba unido a su muñeca mediante un resistente cable de acero.

El medico rápidamente asintió a esto guiándolo al pequeño laboratorio improvisado que tenían, por el camino vio como los médicos y científicos de CEDA corrían de allí para acá revisando a los heridos tanto civiles como militares, los pasillos del hotel eran carreteras para gente la cual entraban a los cuartos ahora modificados para atender a potenciales infectados.

-Disculpe el desorden eh…-

-Uzumaki Naruto, Naruto de nombre, apellido Uzumaki. Teniente Uzumaki- respondió al ver que el médico no conocía como nombrarlo ni su rango.

Caminando por un rato más llego a un cuarto el cual era custodiado por dos militares que al verlos rápidamente le abrieron paso, Naruto al pasar quedo algo impresionado al ver como habían acondicionado el lugar, pues una pared estaba plagada de varios monitores de diferentes pulgadas los cuales juntos hacían una pantalla que cubría la pared entera. En un lateral de la habitación un pequeño laboratorio con tubos de ensayos y demás artículos de ciencia.

-Señor el efectivo militar enviado de Japón ha llegado con información que parecer importante- hablo el medico a un señor sentado en un escritorio revisando unos papeles, los cuales fueron dejados para atender correctamente al recién llegado –Doctor, le presento al Teniente U-Uzumaki… creo- murmuro esto último al tener problemas –Teniente él es el doctor Silva, encargado de esta instalación- presento rápidamente antes de despedirse y salir del lugar dejando solo al par junto al personal científico.

Ambos se miraron detallando cada cosa del contrario, el Uzumaki vio como el Doctor Silva era un hombre mayor que usaba lentes finos típicos, entre sus 50 a 60 años de hecho ya tenía canas que poblaban la mayoría de su cabellera, bigote grueso ya algo canoso también.

-Bien hijo que traes ahí- dijo tratando de terminar con eso lo más pronto posible.

Con su mano libre el Uzumaki desabrocho los seguros de su máscara de gas quitándosela junto a su gorro (aquí se les llama gorro para sol o gorro para lluvia), Silva no pudo evitar ver la ahora libre cabellera carmesí del Uzumaki junto a sus ojos azules, diablos, si no fuero por la bandera japonesa estampada en su hombro derecho junto a su nombre juraría que este chico era de otro país, eso más la edad del joven que no aparentaba tener más de 20 años, además esas líneas simétricas que cruzaban sus mejillas, tres a cada lado como algún tipo de felino de un dibujo animado.

-Marcas de nacimiento- dijo simplemente al ver como el Doctor no lograba apartar la mirada de su cara- si no fuese mucha molestia Doctor Silva, quisiera decirme dónde puedo encontrar un baño para darme un baño y una habitación para dormir el viaje fue largo y agotador- pregunto, realmente el viaje de Japón hasta américa no fue precisamente corto ni mucho menos cómodo no se sorprendería escuchar que solo tuvo una hora de sueño y ni siquiera fue continua.

- la puerta de al lado da paso a dos habitaciones que han sido debidamente acondicionadas, la primera son contiene camas para los médicos y la segunda es un baño, me disculpo de antemano, los baños no son precisamente de primera clase, al igual que el resto de este centro improvisada- se disculpó el doctor Silva, el mismo se apenaba al ver las condiciones de trabajo, y todo por un mala evacuación.

Naruto solo asintió, si bien esto no era muy a la altura de un laboratorio hecho y derecho, mientras cumpliera con los requisitos mínimos para un baño y un descanso todo estaría bien.

-No se preocupe, todo está bien para mí- dijo caminando hacia la mesa central de la habitación colocando el maletín para que todo el personal médico lo viera, con una llave libero su muñeca de tan molesto articulo el cual encendió una luz roja junto a un contador digital que colocaba treinta segundos y comenzó a retroceder en conteo –Teniente Uzumaki Naruto, Clave de anulación: Inari- dijo en japonés confundiendo al personal que no entendía ni una palaba de dicho idioma, para sorpresa de los que podían ve la cuenta regresiva el reloj se detuvo en 16 segundos –Código de cerradura: Shinnigami- de inmediato el maletín se abrió –seguridad con reconocimiento de voz solo yo podía abrirlo, seguridad por si el maletín era extraviado o secuestrado por inteligencia enemiga, un pequeño explosivo eliminaría la información, no se preocupe ya es inútil no explotara es seguro manipularlo- dijo recibiendo un cabeceo en afirmación de Silva.

El buen doctor miro con detalle el contenido del maletín, el cual fue manipulado por el soldado extranjero, lo primero que vio fue una placa que al ser retirada revelo ser una placa solar para darle energía al dispositivo, algo muy ingenioso si le permitían opinar digno de la tecnología de japonesa, de inmediato vio que era una laptop con un frasco cilíndrico que contenía una sustancia viscosa a la vista y de color verde.

Apretando un botón la pantalla del portátil se encendió apareciendo el logo de CEDA en la pantalla. Después de teclear unos segundos en la pantalla apareció la imagen de un señor muy similar en imagen al doctor Silva, canoso, con lentes aunque le faltaba el tupido bigote, vestía una bata de laboratorio.

-Hmp… veo que arribo sano y salvo teniente- dijo el hombre en la pantalla –pero dígame como les van las cosas a los americanos-

-Me temo que no muy bien doctor - respondió suspirando un poco –Por cierto Doctor Silva le presento al doctor Yung, Doctor Yung este hombre es el doctor Silva. El director de esta "instalación"- presento el Uzumaki a ambos médicos y científicos –no se preocupe doctor el doctor Yung habla perfectamente el inglés al igual que yo así que me retiro necesito un descanso nos vemos luego Doctor Yung- se despidió.

Los científicos no tardaron en entrar en sintonía, dejando el cuarto entro al otro donde se suponía estaban las camas para los científicos, miro dentro y vio que solo eran literas de dos pisos solo esperaran que fueran mínimamente cómodas el viaje había destrozado su espalda y entumido sus músculos. Escogió la más alejada de la puerta que comunicaba con la sala de operaciones, no quería escuchas la palabrería científica que probablemente no lo dejaría dormir.

Desasiéndose de su equipo lo acomodo cuidadosamente en la cama que había elegido, sus armas de fuego y su katana. El abrir y cerrar de una puerta lo hizo mirar a su lado a unos cuantos metros de donde dicha puerta salía un hombre usando solo una toalla, lo que le recordó que el también necesitaba un baño, no es que apestara a sudor nada de eso, solo lo necesitaba para relajar su cuerpo. Chasqueando su lengua se deshizo de su uniforme y tomo una toalla de la estantería y se dirigió al baño.

Eso sin dudas fue reparador su cuerpo se sentía más ligero, un buen baño y unas horas de sueño hicieron maravillas. Ahora caminando por los pasillos del hotel bajo las escaleras dirigiéndose a donde se suponía estaba el comedor, uno de los científicos le dijo que no se molestara que pronto enviarían a alguien con algo de comida, pero se excusó diciendo que necesitaba estirar algo las piernas.

Al llegar al comedor pudo ver a la miseria misma, a donde apuntara su vista veía a gente llorar o lamentarse por la pérdida de alguien, era como la guerra, pero sin haber guerra. Caminando hasta fila y tomo una bandeja. Vio con algo de incomodidad que la fila era larga con suerte estaría allí media hora antes de servirse y probar un bocado, al no querer estar ahí se dirigió directamente a la cocina, quizás lograría saltarse todo eso apoyándose en su cargo de militar, caminando algo deprisa no se fijó en su entorno.

-¡Lo siento!- se disculpó una chica que por su prisa termino chocando con ella.

Ambos se inclinaron a recoger su bandeja para la comida, vio como la bandeja de la chica tenia restos de lo que parecía ser puré de papas, agradeció de que la chica hubiese terminado de comer porque de lo contrario se hubiese molestado mucho, no con la chica si no consigo mismo por apresurarse y ser descuidado y haber manchado su uniforme.

-No te preocupes, fue mi culpa no me fije por donde iba- ambos se levantaron mirándose mutuamente.

Naruto no pudo evitar detallar a la chica frente a él, joven tal vez 17 o 18 años, su cabello castaño corto pero lo suficientemente largo para atarlo en una coleta alta, era delgada en buena forma, su rostro juvenil era enmarcado por dos mechones de cabello que caían a cada lado, no llevaba maquillaje solo labia de un tono rojo muy ocurro, su vestimenta era la de cualquier civil, sudadera roja medio abierta arriba lo que dejaba ver una camiseta de tirantes blanca, jeans negros ajustados y como calzado unas zapatillas deportivas, en resumen era una chica hermosa, no pudo evitar pensar que si esta fuese otra situación no tardaría en coquetear con la chica hasta convencerla de abrir sus piernas para él y hacerle gritar su nombre entre gemidos orgásmicos. No piensen mal era un hombre joven además en su unidad en Japón era muy conocido por su facilidad de abrir las piernas de las mujeres, maldita sea incluso se acostó con una de su propia unidad, oh Yugito aun recordaba como destrozaron la cama aquella noche.

Por su parte la chica tampoco pudo evitar detallarlo, era joven como ella, de ojos azules, su cabellera era carmesí, muchos dirían que era tinte para el cabello, pero como toda joven sabia reconocer el tinte, su cuero cabelludo no mostraba rastro de un tinte previo, así que podía decir casi segura que esa cabellera era natural, al levantarse ella pudo notar que era alto apenas le llegaba por los hombros ,además de que noto por primera vez el uniforme, era muy diferente al verde de los militares que acostumbro a ver, el negro y marrón lo resaltaban entre tanto verde, una unidad especial tal vez.

-Lo siento la próxima tendré más cuidado- se disculpó el Uzumaki.

-Lo mismo digo, por cierto me nombre es Zoey- dijo la ahora identificada Zoey extendiendo la mano al soldado.

Naruto levanto una ceja al ver como la chica le extendía la mano y le daba su nombre, Zoey. Lindo si le preguntaban, tampoco se molestaría en recordarlo, quizás no la vería jamás en la vida de nuevo, pero por ser cortes con una dama tomo su mano.

-Naruto Uzumaki- Zoey simplemente levanto una ceja ante tan extraño nombre –soy un soldado extranjero señorita- explico ante la obvia cara de confusión de chica.

-¡Zoey ven aquí y deja de charlar con el soldadito!- grito un hombre a su espalda.

Ambos miraron a un lado y vieron a un grupo de tres personas acercarse, el primero era el que había llamado a Zoey, era alto tan alto como el propio Naruto, fornido, su cabello estaba cortado muy corto pero no tanto para que dijeran que estaba totalmente rapado, sus brazos estaban descubiertos mostrando sus tatuajes, chaqueta de cuero sin mangas, afeitado de forma que su bigote y barba se juntaran. El segundo era lo que Naruto podría decir un oficinista, afroamericano, delgado con apenas musculo en su cuerpo, rapado en su totalidad, corbata roja y camisa blanca. El tercero y último era el más interesante según Naruto, era un anciano que había visto mejores días, pero aun así podía ver la llama de la lucha en sus ojos, por un momento lo confundió con un militar del refugio, pero al mirarlo mejor se dio cuenta, su traje militar era viejo pero bien cuidado, un vistazo más detallado lo identifico era los que usaban los soldados americanos en la guerra de Vietnam, el hombre era mayor su cabello era ya totalmente canoso, su barba era tupida igualmente blanca, era un soldado que vio una guerra y sobrevivió algo que se debía respetar.

Lamentablemente no tuvo la oportunidad de conocerlos o presentarse ya que un soldado entro al comedor corriendo, se paró a su lado de manera recta y firme como cualquier militar lo haría.

-Teniente Uzumaki, el doctor Silva lo solicita al parecer es importante- dando un asentimiento el Uzumaki suspiro.

-Bien, Un gusto en conocerte Zoey cuídate junto a tus compañeros, son tiempos difíciles- sin más se retiró en compañía del soldado.

-Valla Zoey no sabía que te interesaban los hombres en uniforme- bromeo a la chica el hombre alto y con chaleco de cuero.

-Cállate Francis, solo era cortes con aquellos que nos están ayudando- dijo la chica al hombre ahora identificado como Francis.

-Cálmense chicos, ninguno noto como ese soldado lo vino a buscar, tenía prisa, quizás la ayuda ya esté en camino- dijo con cierta emoción positiva el hombre de origen afroamericano.

Mientras el grupo hablaba el hombre mayor miraba con curiosidad como se alejaba el soldado pelirrojo, un soldado extranjero, y según pudo ver al escuchar ese chico ya era un teniente, se rio para sus adentros al parecer ya en estos días regalaban los rangos.

Al entrar a la habitación donde estaba el doctor Silva Naruto pudo ver un cambio en la imagen de dicha habitación, lo primero era el desgaste tanto físico como mental del personal médico y científico, las hora de trabajo les habían pasado factura, lo segundo era que el pequeño portátil que una vez escolto estaba ahora unido al gran muro lleno de monitores los cuales ahora mostraban imágenes de personas de alto rango militar, incluso pudo identificar al mismo presidente norteamericano así como el de su propio país, al igual que al propio doctor Yung.

-Bien todos presentes- dijo Silva al ver al Uzumaki entrar.

-Ok, todos déjenme presentarme, soy el doctor Yung, director científico de la cede de CEDA en Japón- ante esto todos asintieron –antes que nada déjenme presentarle al Teniente Naruto Uzumaki el responsable de llevar la muestra e información a salvo a su país- de inmediato los ojos de todos se posaron en el pelirrojo –es joven lo sé y quizás a ojos de muchos no debería ostentar dicho nivel militar, pero créanme cuando les digo, a sus 21 años ha visto más guerra y cumplido más misiones suicidas que cualquiera de nosotros al doble de esa edad. Pero dejando eso de lado a lo que nos importa realmente la tan famosa "gripe verde" que azota nuestro mundo y amenaza la existencia de humanidad- ante lo dicho muchos militares tanto americanos como japoneses comenzaron a murmurar sin parar –pero dejare que mi camarada científico el buen Doctor Silva lo explique-

-Gracias doctor Yung. Como dijo este virus puede amenazar la existencia humana es algo sin precedentes y…-

-Perdone que le interrumpa doctor, pero al grano, esta cosa se puede curar o al menos contener- interrumpió un hombre que por sus insignias lo catalogaban como un general americano.

-A eso iba general antes de que me interrumpiera- hablo Silva con un tono molesto que enmascaro muy bien –en tema de contención permítame decirle que sí, de momento se puede contener pero…- su titubeo no paso desapercibidos para los oyentes –pero con protocolos de contención muy estrictos y… extremos- dijo mientras tecleaba su computador – señor presidente en estos momentos he enviado en línea segura los protocolos de contención propuestos por los militares tanto de nuestro país como de Japón-

En la pantalla donde la imagen del presidente se mostraba se vio como este miraba un poco a su izquierda donde se suponía estaba la pantalla de su computador con la información, al mirarla y murmurar mientras leía su cara solo podía perder color.

-Dios santo- murmuro quitándose las gafas –esto es genocidio- hablo después de tomar un par de respiros –me pide que en caso de fallar una zona de cuarentena bombardee nuclearmente la zona- dijo con enojo.

-Doctor Yung concuerdo con mi homologo americano que esto es algo extremo, hablamos de usar nuestras propias armas en nuestra contra, además de acabar con las vidas de personas que aún pueden salvarse – hablo por primera vez el gobernante nipón.

-Temo decirle señor que es nuestra primera y última opción al tratar con una ruptura- se defendió el científico –déjeme explicar: el virus de la "gripe verde" es eso, una gripe, pero como ninguna que hayamos visto. Muta y a un nivel muy acelerado- de inmediato en los monitores se vio un video del virus vista desde el microscopio –como pueden ver cambia y genera nuevas sepas, si tratamos de congelarlo como pueden ver este muta y queda en un estado de hibernación, si tratamos de diluirlo este muta hasta adaptarse al agua, también se esparce por aire, lo único que parece detenerlo es quemarlo a niveles extremos. Es estos 4 días donde el virus ataco hemos desarrollado tres vacunas acá en Japón- esto trajo una luz de esperanzas a los ojos de todos –pero me temo que el virus contraataco mutando y superando la vacuna- rápidamente las esperanzas se fueron –pero… eso no quiere decir el final, vean esto- todos vieron como un par de soldados de origen japonés trataban se dominar a un hombre que entre espasmos y alaridos inentendibles trataba de soltarse del agarre, de pronto logro soltarse, para luego abalanzarse sobre el más cercano y morderle el brazo, rápidamente el otro soldado trato de quitarlo de encima de su compañero solo para que este también fuese mordido en la mano, al final lograron detener al sujeto de una ráfaga de disparos proporciona por otros militares que llegaban a la zona –ahora vean esto- el video cambio para mostrar a ambos soldados en cámaras de cuarentena individuales, el que fue mordido en la mano parecía enfermo débil y a punto de morir, sin embargo el otro a su lado, el que fue mordido en el brazo no presentaba síntomas algunos de hecho por sus propias palabras se sentía bien mejor que nunca de hecho.

-Ahora a continuación- tres horas después de ser mordidos el primero ya había muerto mientras que el otro seguía sin presentar síntomas –hemos encontrado a una persona inmune a este virus- de inmediato los gritos de júbilo y alegría invadieron tanto a científicos como militares y ambos gobernantes de ambos países agradecieron a sus respectivas figuras religiosas.

-Que sucedió con el sujeto inmune doctor Yung- pregunto un general japonés.

-Lamentablemente no sobrevivió, en aras de encontrar una vacuna tuvimos que extraer todo el material que consideráramos esencial, en pocas palabras tuvimos que diseccionarlo- un silencio cayó sobre los presentes era preocupante como el doctor de apariencia amable y gentil hablaba tan tranquilo y sin peso al confesar que había matado a alguien o peor aún descuartizarlo para sacarle información a nivel genético –aunque es muy pronto para celebrar- esto atrajo de nuevo miradas –nuestra zona de cuarentena es muy pequeña y fue suprimida rápidamente y logramos parar la enfermedad de momento, lo cual nos dejó sin sujetos que presentaran signos de inmunidad, y lamentablemente el sujeto inmune dio muy pocas muestras para una vacuna efectiva, mas sin embargo ustedes cuentan con una zona muy grande de infección-

-Doctor cree que es probable que en nuestra nación se encuentren sujetos inmunes- pregunto el presidente americano.

-Señor donde hay uno siempre hay otros, solo es cuestión de buscar en los lugares correctos- dijo con una sonrisa sabiendo que las probabilidades si bien no eran altas aún estaban hay.

-Tanto científicos japoneses como los nuestros hemos decididos hacer una búsqueda extensiva en base a las muestras de ADN del sujeto inmune y su tipo de sangre en las zonas de cuarentena existentes- dijo Silva –además tenemos también otro objetivo en mira que también podría sernos muy útil- todos lo miraron –Doctor Yung si me envía video por favor- de inmediato un video corrió en la pantalla –lo más observadores notaran que este fue el sujeto que sucumbió al virus, miren con atención- todos desde sus respectivos dispositivos vieron como en cámara rápido en un transcurso de cinco horas el muerto comenzó a hincharse hasta alcanzar un nivel totalmente grotesco, el video paro para correr normalmente, mostrando a un científico ver al cadáver hinchado tirado en el suelo, luego mostro a un grupo de tres científicos enfundados en trajes aislantes entrar en la cámara solo para que el aparente muerto se levantara y vomitara encima del trio de científicos, antes de explotar debido a un disparo –ahora vean lo que ocurre- todos miraron como los muertos apresados en sus propias cámaras herméticas enloquecían y se estrellaban contra el cristal tratando de romperlo para atacar a los científicos –al parecer este infectado muto y ahora tiene la habilidad de lanzar una sustancia que atrae a otros infectados, especulamos que es un tipo de feromona, le hemos dado nombre clave "Boomer"-

-En que nos sirve eso doctor- pregunto un militar.

-Sencillo si nuestras teorías son correctas podremos revertir la feromona y hacer a los infectados más dóciles y bajar sus niveles de rabia y por ende más fácil de exterminar, o atraerlos a lugares predefinidos y terminar con su sufrimiento, y por palabras del doctor Yung la misma mutación se ha visto en otros infectados lo que lo vuelve común de encontrar, si lo logramos tendremos un arma muy poderosa para ganarle a este virus- explico haciendo sonreír a los militares una carta así era muy buena, al ser dóciles o atraerlos a lugares donde ellos tuviesen la ventaja significaba mucho, no más soldados muertos en vano, no más desperdicio de buenos hombres.

-Bien hecho, a partir de ahora le doy cheque en blanco al ejército para casar a estas cosas y a la CEDA para investigación de dicho infectado "Boomer" así como para cualquier sujeto inmune, contamos con ustedes, la nación cuenta con ustedes- sin más se despidió el presidente de los estados unidos.

-Lo mismo digo- hablo el gobernante nipón para luego mirar al Uzumaki –Bien hecho teniente Uzumaki, su clan tiene motivos para sentirse orgulloso de usted al igual que yo, no esperaba menos del hijo de "la muerte roja" es un claro ejemplo de cómo debe ser un soldado japonés, ahora vuelva a casa - dijo con respeto.

-Gracias Señor, pronto estaré allí- inclinándose en modo de saludo se despidió de su superior antes de que el monitor parpadeara y mostrara el logo de CEDA.

-Muy bien doctor tiene cuatro hora antes de la evacuación recoja a su equipo e información a las 1700 llegaran helicópteros para todo el personal, en cuanto a usted teniente no se preocupe un avión lo estará esperando en la base para llevarlo a su país- las pantallas se apagaron cortando la comunicación.

-¡De acuerdo todos! escuchen, el personal militar ayude en lo que puedan a los médicos que mandare abajo para que tomen muestras de los civiles, los demás desmanteles todo esto, dejen lo innecesario pero no dejen nada referente a la infección, muestras, papeles, datos, todo, lo quiero seguro y debidamente archivado- dio órdenes que inmediatamente fueron acatados –Teniente Uzumaki esto es suyo- dijo desenchufando los cables del portátil que el mismo había traído –he pasado todo los datos que tengo y se actualizarán constantemente mientras este en este país puede que no sea mucho pero será algo, ya que usted lo trajo usted debe ser el encargado de llevarlo de vuelta a salvo-

Naruto miro el maletín y asintió, aunque no quería llevarlo era su deber, su misión.

Las siguientes cuatro horas fueron frenéticas, médicos y científicos tomando muestras y lo que pudieran de los supervivientes refugiados, militares ayudando a desmantelar y empaquetar el equipo esencial. Naruto en estos momentos había terminado de alistar sus cosas, sus armas, en su espalda una mochila proporcionada por la propia CEDA se encontraba su maletín con toda la información adquirida acá en américa.

Caminando por el comedor vio cada momento, cada toma de muestra, he interacción entre médico y paciente. Sentándose en una mesa pudo al fin saborear algo de alimento aunque este no fuese más que una barra de pan y un jugo de durazno envasado.

-¡Oye no meterás nada en mí! ¡Si quieres meter algo en una cavidad vete con tu compañero a un cuarto oscuro! ¡Seguro les gustara!- dichas palabras llamaron la atención del Uzumaki. Volteando la mirada vio un par de médicos tratando de convencer a un tipo que a Naruto le resulto muy familiar, Francio, Francin. Su nombre no lo recordaba pero su apariencia si, era el típico estereotipo de motorizado matón de películas americanas.

-Algún problema señores- ambos médicos vieron al Uzumaki justo a su lado –están llamando la atención de todos-

-El señor se niega a dar una muestra, ya le explicamos que era por su bien- dijo el primer medico sosteniendo un hisopo bucal.

-Señor por favor coopere este será rápido y le garantizo que indoloro- le dijo el Uzumaki al hombre del chaleco –pero si se resiste también le garantizo que será lento y muy doloroso así que usted decide-

Ambos se miraron, por un rato, Francis solo cruzo sus brazos mirando al soldado extranjero, no mostraba signos algunos de emoción o temor al amenazarlo, al final sucumbiendo abrió la boca permitiendo la recolección de la muestra.

-Ves, ahora doctor dele una paleta por ser un buen paciente- esto solo hizo reír al hombre, el chico le agradaba.

De pronto una bocina sonó dando una alarma, para luego dar una pequeña interferencia seguida de un pitido agudo, que se escuchó tanto dentro como fuera del centro de ayuda.

Afuera del hotel en las lejanías el sonido viajaba por las calles y callejones, de entre las sombras figuras torpes se levantaban y miraban a la dirección de dónde provenía el sonido, con una explosiva rabia gritaron y corrieron, uno, dos, tres, seis, una docena, rápidamente la cantidad subió hasta hacerse abrumadora, y todos corrían en una dirección… el centro de ayuda.

-Señores y señoras me presento soy el encargado de este centro improvisado, me alegra decirles que en estos momentos varios helicópteros están sobrevolando este centro de ayuda, nos brindaran transporte y los evacuaron a una instalaciones más adecuadas y seguras en el hospital Mercy- dichas palabras hicieron suspirar a todos los civiles en alivio –por favor escuchen al personal militar y médico que los escoltaran hasta la azotea de forma segura-

Naruto escucho la clara voz del doctor Silva, pero entre toda esa palabrería también pudo escuchar algo. Un grito. Afuera pasaba algo, Disimuladamente camino hacia las puertas. Saliendo al exterior vio a varios soldados armados vigilando las improvisadas barricadas que solo eran autos aparcados de forma que rodearan a la puerta del hotel. Un desagradable olor llego a sus fosas nasales, lo reconocía muy bien, era sangre, y otra cosa, era pútrido, asqueroso y desagradable, tardo un milisegundo el saber que era, el olor de un cadáver, el olor de carne pudriéndose. Desenfundando se ACR y quitándole el seguro camino hacia el primer grupo de soldados.

-¡Atención soldados!- grito llamando la atención de todos.

-¿Qué sucede teniente?- pregunto el soldado a su lado.

-Algo viene- dijo apuntando hacia el frente, rápidamente todos en un acto reflejo lo imitaron apuntando sus armas hacia la oscuridad de la calle.

Paso un minuto donde nadie dijo o hizo nada, inmóviles como estatuas esperaron, paso otro minuto cuando escucharon el sonido de alguien correr además de una agitada respiración, aguzando la vista vieron a alguien correr directo hacia ellos, era una persona.

-¡UN SUPERVIVIENTE!- exclamo un soldado bajando su arma –señor se encuentra bien…- sus palabras murieron al ver la cabeza del hombre estallar para luego caer justo a sus pies -¡qué demonios!-

Todos miraron atrás para ver al joven teniente quien había efectuado tan certero disparo.

-No quiten la viste del frente… allí vienen- dijo.

Todos miraron al cadáver del supuesto superviviente solo para notar como este estaba pálido y desprendía un pútrido hedor, era una de esas cosas. Y donde había una había más. Un grito los alerto y como si de las sombras nacieran un ejército de muertos vivientes apareció corriendo directo hacia ellos.

-¡FUEGO!- fue el grito colectivo seguido del sonido de las armas descargando sus cargadores. Los casquillos de balas al caer al suelo sonaban como pequeñas campanas, que morían bajo el sonido de los constantes disparos.

-¡RECARGO!- grito un soldado a su lado, apuntando se arma cubrió el lugar donde el soldado había dejado de disparar. Solo por instinto se arrodillo y rodo por el suelo, vio como lo que parecía ser un tentáculo paso sobre el fallando.

-¡QUE ES ESTA MIERDA QUE ALGUIEN ME LA QUITE!- grito un soldado a su espalda quien había sido atrapado por ese tentáculo, sus gritos aumentaron cuando ese extraño apéndice lo intento arrastrar hacia las oscuridad de donde salían los muertos, pensando rápido corrió hacia delante, adelantándose solo un par de metros antes de desenfundar su katana y cortar de un solo movimiento esa cosa.

Ayudando a levantar al soldado vio como el tentáculo seguía moviéndose en espasmos, el soldado lo retiro de su cuerpo con prisa y asco, para luego lanzarlo al suelo, ahí fue cuando lo vio más claro bajo la luz, parecía ser una ¿lengua?

Sin tiempo que perder retiro el cargador de su arma para colocar uno nuevo y lleno de munición. El tiroteo dio no más de 5 minutos donde todos tenían el corazón en un puño, ver esas cosas de lejos era una cosa, pero verlas de cerca era otro muy distintas, tras una última ráfaga de su arma derribo al último muerto.

-¡Recarguen sus armas y vean que no hay heridos! ¡Y que sea rápido más de esas cosas se acercan!- su orden fue acatada de inmediato, tras una rápida revisión mutua todos dieron luz verde, ningún herido.

A lo lejos al final de la calle mal iluminada vieron otro grupo grande zombis que corrían hacia ellos, era otra oleada, pero esta vez sabían que hacer, ellos solo atacaban de frente así relativamente era fácil, solo era disparar.

-AAAAAAAAAAAHHHHHGGGGGGG-

Todos miraron como en la lejanía entre el medio de los muertos un ser gigante corría como un gorila, eso sin duda era nuevo, no había que ser un genio para saber que esa cosa te destrozaría de un golpe.

-¡¿Qué es eso teniente?!- pregunto un soldado sin atreverse a dispararle al gigante que a medida que se acercaba se hacía más grande.

-Algo enorme- murmuro -¡Todos retirada! ¡Adentro del hotel!- ordeno.

Corriendo dentro todos cerraron la puerta y bloquearon con diversas cosas que hallaron, eso no resistiría no a esa cosa enorme. Adentro los civiles corrían hacia la azotea, desde que se comenzaron a escuchar los disparos el pánico había reinado, y reino aún más cuando algunos vieron como los soldados entraban y bloqueaban la puerta con lo que podían.

Posicionándose vieron como la puerta era azotada por los muertos, todo estaría bien siempre y cuando el gigantesco ser no intentara entrar. De nuevo agradeció a sus reflejos ya que rodo por el suelo hacia su derecha, pues un segundo antes un vehículo de los que funcionaba como barricada entro como un cohete por la puerta destrozándola.

El vehículo siguió su trayectoria arroyando a un par de soldados matándolos en el acto, para luego aplastar a unos cuantos civiles y terminar incrustado en una pared. Del agujero donde antes estaba la puerta varios infectados comenzaron a entrar y no parecían tener fin, exterminaban a uno y tres lo remplazaban, era una batalla perdida, por mucho que le costara admitirlo.

-¡Vamos retrocedan ayuden a los heridos y civiles yo los cubro!- exclamo disparando a un grupo de muertos que corrían directo a aquellos soldados que intentaban ayudar.

Un gruñido hizo ver a Naruto al hueco donde la gigantesca mole por fin hacia acto de presencia, era enorme eso era indiscutible, y ahora que lo tenía cerca diría que media alrededor de unos dos metros y medio a tres metros, toda la musculatura de su cuerpo había crecido a niveles absurdos, dudaba que las balas le hicieran algo, y si le hacían algún daño se necesitaba una gran cantidad de ella.

Con un gruñido la mole arremetió contra un grupo de civiles supervivientes solo para ser detenido por una ráfaga de disparos procedentes del arma del Uzumaki.

-Bien ya tengo tu atención- dijo al ver la clara mirada rabiosa que se enfocaba en él.

El gigante no tardo en atacar, Naruto por su parte evadía los golpes por centímetros, un golpe del gigantesco puño callo justo a su lado quebrando parcialmente el suelo, rápidamente desenfundo su espada lanzando un corte, a pesar de que su espada era filosa a un punto de que era capaz de cortar vigas de madera de gran grosor apenas pudo llegar al hueso del brazo del gigante, por lo que se veía los músculos de este ser eran demasiado duros.

Desde la relativa seguridad de la segunda plata que tenía vista a la recepción algunos soldados y civiles veían como el teniente extranjero libraba una batalla con semejante ser, su espada hacia cortes profundo pero aparentemente ineficaces ya que la mole seguía atacando sin perder fuerzas a pesar de las heridas producidas por el arma filosa.

Disparando a los infectados los soldados solo se limitaban a quitarle las distracciones al Uzumaki, dispararle al gigante solo significaría matar al teniente en el proceso.

-¡Alguien dispárele con esto!- grito arrojando al grupo de soldados del segundo nivel su rifle M200.

Ante la vista de todos Naruto salto por encima de la bestia sacando dos cuchillos para clavarlos en la espalda de su oponente, la bestia rugió en rabia al no poder quitarse semejante molestia.

Un soldado miro el arma, sacando el cargador miro el tipo de munición, en otro momento silbaría en asombro, esas balas serían capaces de atravesar el blindaje de un tanque sin problemas, si le disparaba con esto a esa cosa sin dudas lo exterminaría, rápidamente introdujo de nuevo el cargador y tiro del cerrojo para luego volverlo a llevar a su lugar introduciendo así una de esas potentes balas en la recamara. Pero había un problema el errático movimiento del ser junto al teniente en su espalda lo hacían un tiro por demás complicado, y sabía que mientras más tardara la vida del teniente peligraba aún más ya que la cantidad de muertos que entraban ya era grande.

-¡Dame esa cosa hijo!- grito un hombre arrebatándole el arma.

El soldado de inmediato giro para ver a quien le había arrebatado el arma, vio que era un anciano, vestido de militar con su boina verde en su cabeza, lo vio respirar antes de apretar el gatillo, el arma no trono como un trueno, solo se limitó a escupir un silbido debido al silenciador.

Todos miraron abajo donde el ser caída de rodillas al suelo para caer completamente en un golpe fuerte, suspiraron en alivio al ver al teniente que había ganado su respeto saltar de la espalda del gigante ahora muerto.

-¡Bill que haces nuestro helicóptero se va!- grito la misma chica que hace unas horas se había tropezado con el Uzumaki.

-Tranquila Zoey ya he terminado- dijo bajando el rifle para luego mirarlo –si tan solo lo hubiéramos tenido en Vietnam-

-Vamos viejo no comiences con tu mierda de Vietnam el helicóptero nos dejara- dijo Francis quien venía detrás de la chica.

-Odio decirlo Bill, pero Francis tiene razón no quedaremos sin helicópteros- apoyo el hombre de piel oscura.

Naruto no perdió tiempo en levantarse, tampoco perdió tiempo en recargar su ACR, se limitó en sacar su pistola y apuntar y disparar a todo lo que se le cruzara por el camino hacia la segunda planta, al llegar cerro la perta detrás de él impidiendo el paso a los muertos que subían las escaleras, fue recibido por el grito de aprobación de los soldados, quienes rugieron como barbaros al ver hacer la hazaña que hizo.

Caminando hacia el hombre mayor se paró frente a él mirándolo, Bill solo miro al muchacho instintivamente se colocó en posición firme, si bien era joven y de otro país no mostraría falta de respeto a un superior.

-Buen tiro- fue lo que dijo antes de extender su mano –pero me temo que eso me pertenece- Bill asintió devolviendo el arma volviéndose a sentir desnudo al no tener nada con lo que pelear en esta guerra. Naruto acomodo su arma en su espalda sujetándola bien, antes de caminar hacia un soldado que llevaba dos armas, ambas M16, probablemente la segunda armas era de otro soldado que había muerto, sin pedir permiso tomo el arma sobrante y camino nuevamente hacia el anciano –esto es mas de tu talla señor…-

-Bill, Bill Overbeck- dijo mirando al joven teniente.

-¿Experiencia?- pregunto Naruto aunque ya sabía solo quería asegurarse de su suposición.

-¡Vietnam!- la respuesta fue corta pero fuerte.

-Bien, señor Overbeck aún sigue su espíritu de lucha encendido para una última batalla- dijo ofreciendo el fusil M16 al anciano.

-Siempre- respondió rápidamente aceptando el arma y colocando el cargador donde debía.

-Bien soldado Overbeck está listo para enviar a esos engendros de vuelta al infierno- su respuesta solo fue el sonido del arma registrar una bala en la recamara – bien, informe- pidió.

-Todo el personal médico y científico a si evacuado los civiles supervivientes también, todos menos ellos- señalo al trio que acompañaba al anciano que aparentemente fue reingresado al ejercito –me informan que somos los últimos y un par de pájaros nos esperan en la azotea.

-Nombre soldado- pregunto.

-Ramírez, soy el cabo Ramírez- respondió.

-Muy bien Ramírez, arme a estos civiles nada exagerado, solo armas cortas, necesitaremos toda la ayuda posible- ordeno siendo obedecido, al trio se les entrego un arma corta un GLOCK 9MM a cada uno además de un par de cargadores extra –bien soldados en marcha esa puerta no aguantara mucho –dijo al escuchar los constantes golpes en la puerta –ahora salgamos de este tugurio… ya quiero irme a casa-

Bill solo pudo ver el arma en sus manos, ser llamado soldado le devolvía esa chispa que necesitaba su cuerpo y ahora en este grupo de hombres se sentía útil, si tan solo tuviera menos años sobre su cuerpo.

-Vamos Bill andando- dijo la chica.

El grupo dejo la zona justo a tiempo pues la puerta había sido derribada, corriendo por los pasillos Naruto permaneció en todo momento en la retaguardia. Haciendo disparos certeros a los infectados que les perseguían. Subiendo las escaleras llegaron a la azotea, los civiles lo hicieron bien, el anciano Bill parecía que no había olvidado como usar un arma, al parecer sus años no le hacían justicia a su habilidad, Francis era más de disparar mientras gritaba si daba en el blanco, su puntería no era la mejor pero si decente, el hombre de piel oscura o como lo llamaba Francis, Lois, era como cualquier civil que nunca tuvo un arma en la mano, sus disparos eran más al a suerte que otra cosa, afortunadamente no disparo mucho ya que sería un desperdicio de munición, la chica Zoey fue una grata sorpresa, era precisa y sabia cuando disparar, se notaba una experiencia previa, quizás academia militar o un familiar que supiese manejar un arma y le hubiese enseñado.

Al llegar a la azotea Naruto ordeno que el primer helicóptero fuese ocupado por los militares ya que llevaban algunos heridos.

-Bien este es el nuestro- dijo al ver como el segundo helicóptero aterrizaba –todos adentro- dijo al ver como la puerta de la azotea era derribada y dejaba salir a una oleada de muertes que corrían directo hacia el helicóptero –vamos por este pájaro en el aire- le grito al piloto que rápidamente elevaba el vehículo.

Pero lamentablemente el helicóptero fue alcanzado por los muertos al no poder elevarse lo suficientemente rápido y tener suficiente altura, el vehículo fue rápidamente invadido, el sonido de una alarma indico el sobrepeso en el helicóptero. Naruto disparó su arma quitando a todos los que podía. Un dolor en su brazo izquierdo le hizo gritar ahogadamente, al ver en dirección del brazo vio como una de esas cosas lo había mordido y aún seguía pegado a su brazo, disparándole en la cabeza logro quitárselo.

-Salgamos de aquí- le grito al piloto quien asintió al ver la cabina vacía de cualquier ser infectado, siguiendo disparando Naruto mataba a los que se acercaban al igual que los demás, pero seguían llegando y al final no tendrían suficientes balas para todos.

Despegando el helicóptero tomo más altura sin importarle que algunos de esos muertos vivientes seguían enganchados a la pata del vehículo, era complicado volar con tanta inestabilidad y lo fue más aun cuando sintieron que la hélice exploto cuando un zombi se lanzó contra las aspas.

De inmediato comenzaron a dar vueltas en el aire mientras caían a las calles llenas de infectados.

-¡Mierda!- fue el pensamiento colectivo


Raro... lo se, no tienen que decirmelo, espero les guste.

se despide su fiel amigo y escritor: AlejandroV.