No soy dueño ni de Percy Jackson ni de Annabeth Chase
Escrito por LilyCarlier
POR QUE TÚ ERES MI CHICA SABIA
Hoy había quedado con Annabeth en las puertas de Central Park, junto a la fuente, para irnos los dos juntos al campamento. Estaba muy ilusionado, hacía ya más de tres meses que no la veía.
Aparqué el coche y caminé hacía nuestro punto de encuentro. Allí estaba ella, pero no se encontraba sola, un chico la acompañaba. El se veía grande, tal vez con algo de musculo, tenía el cabello castaño y ojos del mismo color, yo no conozco los criterios de las chicas, pero se podría decir que era guapo.
Me acerqué despacio, procurando no hacer ruido y me escondí tras un árbol para poder escuchar la conversación sin ser descubierto.
-Y... ¿Que haces tú por aquí Annabeth? -preguntó orangután, si, se va a llamar orangután, no me juzgeis, me recuerda a uno.
-Mmm... Espero a alguien -contestó Annabeth. ¡Si! ¡Esa es mi chica, no le des ilusiones! El chico sonrió de manera arrogante. Agh...
-¿Y ese alguien no seré yo? Es que recuerdo haber comentado con Jack y Fred que hoy iba a estar por aquí, además tú pasabas cerca y... -Annabeth no le dejó terminar.
-No eres tú Christian. Ahora si me hicieras el favor de dejarme tranquila, estoy buscando a... -Entonces me vio- ¡Percy!
Salí de mi escondite, haciendo como si pasara por allí - ¡Hey! -grité, y empecé a caminar hacía ellos.
El tal Christian-Horangutan me miró de arriba a abajo y poniendo una mueca de asco pregunto -¿Y tú quien eres?
-Hola, yo soy Percy Jackson -hijo de Poseidón, buscador del rayo maestro de Zeus, vencedor de Ares, vencedor del Minotauro y las Furias, dos veces, visitante del Inframundo, también dos veces, buscador del Vellocino de Oro, portador del cielo, salvador de Artemisa, vencedor de Atlas, vagabundo del Laberinto, vencedor de Anteas, vencedor de Hyperion, visitante de Calypso, portador de la maldición de Aquiles, vencedor de Kronos, Salvador del Olimpo y propuesto para la inmortalidad y lo más importante...- El novio de Annabeth.
Christian soltó un bufido -Demuéstralo -pidió.
-Encantado -volví a sonreír, Christian frunció las cejas. Agarré a Annabeth de la cintura y la atraje hacia mí, ella puso sus brazos al rededor de mi cuello.
-Llegas tarde -se quejó sonriendo.
-Yo también me alegro de verte, Chica Sabia.
-Lo que tú digas Cerebro de Algas -Y la besé.
Y aquí está lo que se daba (¿esa expresión existe?). Estaba mirando mis antiguas historias, no tan antiguas y por poco me da un patatús al leerlas ¡Orangután con H! A si que aquí está una versión corregida del one-shot. ¡Que lo disfrutéis!
Dato: Voy a revisar mis otras historias y arreglarlas.
Bye!
