La gente siempre dice que los Hobbits son una raza de gente sin aventuras y sin intención de hacerlas, la verdad es que no siempre es así y como prueba esta la familia Baggins.
Todo mundo conocía al viejo Bilbo y como no saber de él si era el personaje con mas renombre en toda la comarca y sus alrededores, todos hablaban de sus aventuras y para los niños hobbit era como tener un héroe en casa, siempre emocionados con los cuentos de trolls y enanos, elfos y dragones, al dormir le decían a sus madres, "cuando crezca, tomaré una aventura como lo hizo el viejo Bilbo" en realidad pocos lograron tener una experiencia similar, pero de los Baggins se dice que su destino era ser aventureros.
Marjala, Cuaderna del Este 1380 Calendario de la Comarca...
En la Cuaderna del Este se encontraban las mejores granjas según decía la gente que vivía a las orillas del Brandivino, en realidad no estaban muy lejos de la verdad más aún por una en especial a la que los niños hobbit no podían dejar de ir y más si se les prohibía así era el caso de dos pequeños que entre la parcela escondidos disfrutaban del botín que habían conseguido en ese momento.
-te lo dije estas son las mejores setas que puedas encontrar a lo largo de la comarca,
-cállate te pueden oír...
-no lo se, creo que me dedicaré a ser granjero, te imaginas tener todas estos manjares para ti solo, jamás me cansaría de esto.
-¿ah sí? ¿pues no que serías viajero como el tío Bilbo?
-si, así es, yo me refiero a que esto es a lo que me dedicaré cuando regrese de mis aventuras...
-estas soñando demasiado, apenas y conoces Alforzaburgo
-que quieres que te diga, tengo muchos amigos Tuk por esas tierras. Pero en serio Frodo te lo digo, algún día visitaré el país de los enanos y acabaré con un dragón, regresaré con mucho dinero y haré una granja tan grande como esta.
En ese momento, de los matorrales salió un hombre con cuatro perros rodeando a los dos pobres hobbits, los perros estaban furiosos y solo hacia falta la orden del amo para lanzarse sobre las dos presas que acababan de descubrir.
-creo que eso deberías de pensar pequeño hobbit en cultivar tu propia granja en vez de estar robando el cultivo de otros-
Los perros se aproximaron a las aterradas caras de los hobbits mostrando sus aterradores colmillos y abriendo los hocicos mostrando esa hilera de dientes con la que no les sería difícil arrancar un pedazo de esas delicadas manos hobbit.
-no señor; aleje a los perros por favor, que no nos coman, que no nos coman, solo tomamos unas cuantas...
-por favor señor Maggot.
-vean la cara de estos dos bribones muchachos; la próxima vez que los vean entrar en mi huerta no tengan piedad con ellos… ahora largo de aquí si no quieren que se los coman de una vez.
- noooo, corre!
El par de aterrados hobbits salió corriendo hacia afuera de la huerta mientras los cuatro perros los seguían ladrando detrás de ellos como si de un par de conejos perseguidos se tratara, pero al salir de la granja los perros dejaron de seguirlos.
- ¿te asustaste Frodo? jajaja
- es tu culpa Banto te dije que no hicieras ruido,
- ¿ruido dices? esos perros tienen un olfato que pueden detectar una ardilla del otro lado del Brandivino
- creo que jamás regresaré aquí; no después de lo que dijo Maggot… y pensar que no probaré nunca mas esas setas...
- bueno en eso te equivocas querido primo
El otro niño, golpeando suavemente las bolsas de su pantalón, hace una mirada de orgullo.
- jajajaja eres incorregible, vamos rápido a casa antes que oscurezca.
- si vamos, jajaja
El par de hobbits se alejó corriendo por la calzada.
Ya caída la noche en casa Brandi.
- hey, ¿ves eso Frodo? hay mucha gente reunida en casa Brandi no recuerdo que haya fiesta
- no, no creo, mis padres no me hubieran dejado salir...
- ¿mamá que sucede, por qué tanta gente?
- mira lo que trajimos tía… setas, para ti y para mamá...
La gente se amontonaba y solo veían al pequeño Frodo.
Los ojos de Dora se posaron en el pequeño hobbit y al verlo con la mano extendida llena de setas no pudo evitar derramar lágrimas de dolor.
De la mano del niño cayeron una a una las setas que ese día le llevaba a su madre, entendiendo que ella jamás las llegaría a probar.
