La maldición del verdadero amor
Uno: Calentándose

"¡Hace demasiado frío!" declaró Juudai, frotándose un poco los brazos. Johan sonrió, no era común que Juudai se preocupara por el clima. Le tiró una bola de nieve, de manera juguetona, viendo cómo ésta salpicaba el abrigo rojo de Juudai.

"Si te molesta el frío siempre podemos ir dentro y calentarnos" sugirió. La idea de la chimenea y el chocolate caliente era sumamente atractiva para Juudai. Tan sólo pensar en estar más cerca de Johan en ese frío fue suficiente para tentarlo.

Juudai, como era de esperarse, aceptó.