Notas aclaratorias:

Edité lo que fue el capitulo 1 y 2. Cambiaron varias cosas por lo que les recomiendo que vuelvan a leerlos, entre ellas:

-La introducción entre otros párrafos.
-El cambio de un integrante del equipo, en vez de Neji, coloqué a una mujer: Karin. Y no, ella no será la mala del cuento.
-El apodo de cariño que le tiene Sakura a Itachi: Nini-chan, por Tachi-chan.
-Del capitulo 2 agregué y quité escenas.
-No aparece Ino.

Prologo.

Las nubes ocultaron la luna, dejándola en completa oscuridad en aquel bosque, dejó de correr y quedó en silencio. Era tan tenebroso pues sentía que la miraban desde las entrañas de la corteza de cada árbol y en su paranoia sentía a la gente escondida detrás de aquellos arbustos, esperándola. Su respiración agitada era lo único que podía escuchar.

Temblaba demasiado y por esas fechas hacía calor. Estaba realmente aterrada, reflejaba ese estado en el movimiento brusco de sus piernas y brazos. Forzaba sus ojos para poder ver como un gato por la noche y pidió a quien fuese, cualquier espíritu que se apiadará de ella para que le ayudase.

Dio un brinco cuando escuchó el aleteo estrepitoso de varias aves. Ellas abandonaron sus lechos y huyeron, parecían sentir lo que le daba miedo a ella aproximarse.

Un pequeño rayo de luz se filtró por las nubes y ella pudo ver el camino despejado entre los arboles, siguió corriendo. La luz acarició su piel de porcelana. Era una niña, de menos de un metro de altura, tan delgada que parecía que sus huesos podían romperse en cualquier momento. Llevaba puesto un vestido blanco y holgado. Esto pudo haberle dado un aspecto adorable de no ser por la sangre que estaba embarrada en cuerpo y vestimenta. Su pequeño rostro redondo tenía varios raspones y manchas de sangre, y sus manos parecían haberse sumergido un estanque de este líquido carmín.

Por cada paso que daba el crujir del pasto la asustaba más. Volvió a quedarse en completa oscuridad y fue cuando la niña tropezó con la raíz de un árbol, estrellándose de boca contra la tierra y pasto. Gimió de dolor y comenzó a llorar por su desgracia. No quería morir. Saboreó la tierra y su sangre mezcladas.

Trató de retirar su rostro de la tierra y pasto, pero le era imposible por el dolor. Gritó de dolor, de coraje de… tristeza… La habían abandonado y parecía que también arriba no la querían.

Como si le hubiesen escuchado, sintió la presencia de 2 personas enfrente de ella, esperándole a que les observase. Con dificultad logro levantar el rostro y les vio, parpadeó y sonrió, para ella misma por que sabía que podía descansar…

"… Ayúdenme…" les suplicó con debilidad, la energía escapando de su cuerpo. Cerró sus ojos.

Quizás los ángeles no la habían olvidado.

1

El día era fresco y soleado en los bosques de Konohagakure. Así debía de ser, por que hoy era un día especial. Hoy cumplía 16 años y se colocó el mejor vestido de todos. Uno que le había regalado su protector por adelantado. Era una yukata blanca de telas finas con estampados florales corta, que llegaba arriba de sus rodillas, dejando ver sus delgadas piernas cremosas. Las mangas ¾ cubrían su delicada piel. El obi hecho un moño grande de color turquesa colocado en su pequeña cintura.

Su complexión era el de una jovencita pequeña, no pasaba los 1.55 metros. De piel tan clara y cuidada, con los cabellos largos y de un extraño color rosa durazno, el cual estaba tejido en una trenza que ella pudo lograr. Quizás eso hubiera bastado a un hombre para llamar su atención, pero lo más bonito de ella eran sus ojos, tan expresivos y grandes, de un color tan especial: menta. Rodeados por espesas pestañas claras y sus labios rosados y carnosos.

Sonreía y la caminata le provocaba un sonrojo.

Su cabello se movía con gracia cuando ella caminaba, cargaba con una pequeña canasta llena de flores. Todos los días su recorrido era el mismo: salir de casa al patio, cortar las mejores flores, colocarlas con delicadeza en la canasta y salir a venderlas a la florería de su pueblito, solamente que esta vez, la tienda de flores estaba cerrada, y fue al bosque a pasar el tiempo mientras la abrían.

Se dirigió hasta la orilla del río, reposó la canasta sobre las piedras, sacó una tela de su kimono, la colocó en las piedras y se sentó, cuidando de no manchar su ropa, con delicadeza juntó sus piernas y las abrazó, recostando su mentón sobre sus rodillas.

Cerró sus parpados e imaginó.

Le imaginó a él.

Su mirada sería… sus labios sin expresión… Le extrañaba mucho, y le había prometido que hoy la vería, pero mentiroso. Cuando ella despertó él no estaba ahí. Al principió se enfadó, pero sabía que estaba mal, sentir eso era horrible, y más hacía él, que era tan bueno con ella. Seguramente lo vería en la tarde… Jamás había faltado a sus promesas.

Salió de pensamientos cuando unas manos se colocaron sobre sus parpados cerrados. Reconoció el olor.

"Naruto-chan…"

Colocó sus pequeñas manos sobre las del susodicho y sonrió.

"¡Sakura-chan!" le saludó alegremente aquella persona, de voz un tanto aniñada pero provenía sin duda de un chico. "¿Cómo estás?"

"Muy bien Naruto-chan ¿tú?"

"Excelente."

El chico retiró las manos del rostro de Sakura, esta volteó a mirarle. Él era un joven alto y de piel bronceada, cabellos rubios y ojos grandes. Vestía unos pantalones naranjas con una chamarra del mismo color, con ciertos detalles en negro. " Te vez muy bien." Comentó la pelirosa cuando le vio en su nuevo atuendo.

"¡Tú te vez hermosa!" pudo decir cuando la vio por completo. Cada que la veía pensaba que era la niña más bonita de todas.

"¿Tu crees?"

"Por supuesto. Tú siempre te verás hermosa." Un rubor tiñó sus mejillas bronceadas.

"¡Muchas gracias!" le abrazó amorosamente, luego sonrió. "Me lo regaló una persona especial. Me ha encantado su regalo."

"¿Quién te lo regalo?" preguntó el rubio con celos al oír persona especial…

"Es. Un. Secreto."

"Oh vamos Sakura-chan, dime quién te lo regalo." Insistió Naruto mirándole con ojitos suplicantes.

"Me lo regaló…" la chica se acercó al oído del rubio. Luego susurró: "Tachi-chan…" Naruto, al sentir el aliento de ella, no pudo evitar sentir la piel de gallina, la niña se alejó de él, guardó la tela y cogió su canasta.

Tachi-chan… ya tenía un rival. Jamás le daría tan fácilmente a Sakura. Pero bueno, ese sujeto podría esperar, lo más importante era ella, y a lo que había venido.

"¡Sakura-chan!"

"Dime Naruto-chan."

El chico sacó de su bolsillo de kunais una pequeña cajita. "Feliz cumpleaños" le extendió el regalo. Ella le sonrió tan dulcemente que las piernas de él flaquearon y bajó la mirada.

"Muchisimas gracias." Tomó el presente y lo abrió, encontrándose con una mariposa del color de sus ojos, con adornos de plata. "Esta hermoso… ¿Me ayudas?" Él asintió torpemente y sacó de la cajita la mariposa, colocándola en el cabello de la chica, justamente sobre la oreja. Ambos se quedaron mirando por unos segundos. Él quería besarla, abrazarla pero reprimió esos deseos y bajó su mirada hasta el canasto que ella sostenía.

"Tus flores… hay muchas…"

"Lo sé… hoy no abrieron temprano la florería de mi pueblito… y me he quedado con todas las flores…"

Naruto sonrió.

"¡Pues tengo una idea!" a su amiga le brillaron los ojitos al oír esto, rápidamente contestó:

"Dime la idea Naruto-chan, me gustan las ideas."

"¡Por que no vamos a Konoha! Conozco a alguien que vende flores y… podrías vendérselas."

"¿De verdad?" preguntó Sakura contenta. Él asintió. "Vamos Naruto-chan, tengo semanas que no voy a Konoha." Quiero que este día sea el mejor de todos.

Naruto sin pensarlo, cargo a su compañera y empezó el camino a Konoha por los árboles a toda velocidad. Cumpliría lo que ella le pidiese, y aunque no estuviese a su alcancé, él se esforzaría para lograrlo.

o-o-o-o-o-o-o-o

El clima en Konoha era fresco, el sol resplandecía con fuerza, las nubes se habían marchado.

Un hombre alto y de cabello plateado miró al cielo, protegiendo sus ojos con su mano, haciéndole sombra a la mitad de su rostro.

Suspiró.

"Y yo pensé que había llegado tarde… Es inusual que Naruto no llegue temprano… ¿Alguno de ustedes sabe el porque?"

Miró a un chico de cabello negro y mirada del mismo color. Este contestó.

"Hn" No le daba importancia.

Volvió su mirada a una chica de cabellos rojos como el fuego y mirada del mismo color. Llevaba unas gafas, dándole un aspecto intelectual.

"No lo sé." Contestó molesta. "Ese irresponsable, haciéndonos esperar."

Kakashi suspiró de nuevo. "Sasuke… Karin…" Su equipo no se llevaba del todo bien. El equipo se la pasaba discutiendo en quien tenía la razón, la calculadora y mandona de Karin, el espontáneo era Naruto y Sasuke era el equilibrado, además los 3 tenían una diferencia enorme en cuanto a carácter y eso dificultaba más la relación, pero el propósito del equipo era trabajar sin importar el carácter del compañero y apoyarse.

Sasuke era un chico bastante alto, de unos 1.76 m de altura, tez blanca, ojos oscuros y profundos, cabello azabache despeinado, unos mechones rebeldes caían por los costados sus sienes. La nariz era recta y perfecta, un rostro bastante atractivo, causante de los primeros problemas cuando inició el equipo 7 –cuando Karin babeaba por él y no le importaba más- Su cuerpo era ligeramente musculoso pero fuerte, debido al entrenamiento. Vestía de azul ese día, su chaleco tenía cuello alto con el logo de su clan bordado en la espalda de la prenda, debajo de esta vestía una delgada camiseta de manga larga blanca. Llevaba unos pescadores grises y unas sandalias color azul.

Karin era 10 centímetros más baja que Sasuke, su tez era blanca nívea y sus ojos rojos tenían una forma analizadora y sensual. Su expresión era seria y dura. Su melena rojiza estaba atada en una coleta sexy y su banda de Konoha estaba colocada en la cadera. Las ropas que llevaban consistían en unos shorts cortos negros con unas medias del mismo color sobre el muslo y una chamarra blanca. Se ajustó los lentes.

Kakashi observó a sus alumnos desesperarse por que Naruto no llegaba. Estaban molestos, de eso estaba seguro…

"¡Perdón por la demora!" gritó el rubio que venía más hiperactivo que de costumbre. Su rostro radiaba de felicidad.

"¡Hasta que te muestras idiota!" saludó Sasuke. "¡Deberías llegar más temprano!"

"Por favor ¿Kakashi llega tarde todos los días y me reclamas a mi?" se defendió Naruto quién se molestó al ver la cara de pocos amigos de Sasuke.

"… Hn…" gesticuló Sasule, uno de los músculos cercanos al labio temblándole.

"No es normal que llegues tarde Naruto…" dijo Kakashi. "Nos debes una explicación razonable."

Karin sonrió y curiosa se asomó por el hombro de Naruto. "Creo que la explicación esta detrás de él." Le sonrió a Naruto.

Todos se enfocaron en la espalda de Naruto.

"¿Escondes algo?"

"Bueno…, la verdad… no… pero… quería presentarles a mi amiga, la cosa es que es muy tímida… por eso se esconde." El rubio señaló a sus espaldas con la mirada y dedo índice. "Je.. Sakura-chan, no seas tímida, vamos…"

Kakashi siguió la mirada del rubio, se lograba ver un bulto claro detrás de este último. Naruto rio y se hizo a un lado para dejar ver a los presentes la jovencita, la cual tenía la mirada enfocada en el suelo. Tomó la mano de Naruto en un gesto de apoyo.

Santos shurikens, ¿podría ser esa niña novia de Naruto…? "Que bonita chica, ¿acaso ella es tu…?

Naruto se sonrojó por completo. Nerviosamente hizo movimientos algo bruscos para ocultar su sonrojó… el cual incrementaba.

"¡E-ESTAS E-EQUIVOCADO!" Aclaró Naruto con nerviosismo. "Sakura-chan no es mi… mi… m-mi No-no-no-no-novia!"

"¡Claro!" asintió Karin en risas, "Qué chica va a querer ser tu pareja, pobre de la que se fije en ti."

"¡A qué te refieres con eso!" le gritó un poco molesto Naruto.

"Idiota, ¿qué te tiene que estar deletreando? Al parecer tu cerebro diminuto necesita explicaciones extensas, cómo siempre" esta vez fue Sasuke quién habló, con una sonrisa burlona.

"¡SASUKE! Veras como te lleva la…" amenazó Uzumaki poniéndose en posición de pelea.

"Será un gusto derrotarte otra vez." Pero el Uchiha no se movió, mantenía la calma y el porte.

"¡ERES UN…!" Naruto se iba a lanzar a Sasuke, dispuesto a darle una paliza, cuando el chillido de enojó de Sakura lo hizo voltear.

"¡NARUTO-CHAN!" chilló esta molesta. El rubio se calmó. "No me gusta que pelees…"

"… Lo siento…" se disculpó el

"¡VAYA!" espetó furioso Sasuke. "Llegas tarde y a cambio traes a una niña que nos va a estorbar."

"Cuidado con lo que dices Sasuke" amenazó Naruto quien se colocó enfrente de su amiga.

"Sasuke, compórtate…" ordenó Kakashi, molesto por el comportamiento de su alumno.

"Hn…"

La pelirosa miró desafiante a Sasuke. "Tachi-chan..." murmuró ella al observar al Uchiha. Esos ojos oscuros… Su expresión se suavizó.

"¿Tachi-… qué?" preguntó el rubio.

Sakura se acercó a Sasuke, con el ceño fruncido se paró de puntas cuando quedó a una pulgada del ojinegro y le analizó, mientras colocaba una de sus manos en su barbilla. Sus grandes ojos mentas le miraban con curiosidad. Ese cabello oscuro, inclusive la forma de la nariz y los ojos, hasta los labios eran similares. Esa persona le recordaba mucho a su Tachi-chan.

Sasuke le miró. Miró sus ojos. Tan vivos… tan hermosos. Se perdió en ellos. ¿Qué era ella?... Su belleza… su belleza era inhumana. Pero esos ojos, mientras más se sumergía en su color y casi juraba que podía ver con detalles más allá de los detalles de estos, sintió que alguien más le miraba.

En un momento que pareció durar minutos, el corazón de Sasuke se aceleró, la piel se le puso de gallina y sintió un escalofrió recorrer su espalda.

Y la pelirosa pronunció, con una voz que antes no había utilizado.

"Uchiha…"

Y este reaccionó. Dio un paso hacia atrás e irritado, empujó rudamente a Sakura quién dio varios pasos hacia atrás, tratando de obtener el equilibrio que perdió… piso una de las rocas amontonadas en la tierra semi-húmeda.

Y cayó de sentón.

"Auch…" gimió la niña, quien observó el suelo regado … y luego su kimono… terminando por sus piernas que estaban ligeramente salpicadas de lodo.

"¡Sasuke idiota!" gritó Naruto acercándose junto con Karin a Sakura. "¿Estas bien?"

Sakura miró a la peliroja y luego a su amigo con ojos vidriosos. "Naruto …"

"¡ESTAS JODIDO!" le gritó el rubio a Naruto enfurecido acercándose a su compañero "¡Como te atreves a hacerle daño!"

"Eres poco hombre, Sasuke." Le regañó molesta Karin.

"Yo…" Sasuke sacudió la cabeza. Tratándo de deshacerse de aquella sensación "¡No exageres, ella se tropezó!"

"¡Si pero si no la hubieras empujado no se hubiera caído!"

"¡Y yo que tengo la culpa que tu amiga sea tan torpe de tropezar con una piedrita!"

"¡Su kimono se ensució de lodo!"

"¡Se puede lavar!"

"IDIOTA"

"ESTÚPIDO"

Sin que se dieran cuenta, la pelirosa se levantó sin hacer ruido. Sentía el trasero algo mojado. Se acercó a los gritones e hizo a un lado a Naruto y a Karin. Miró a Sasuke… una mirada que trataba de parecer ruda, en esos ojos tan dulces.

"Tú…"

"Yo… niña... Yo…"

Furia era lo que expresaba en todo so rostro.

"¡ERES UN IDIOTA!" y con una fuerza inexplicable, una fuerza que no pertenecía a su delicado y frágil cuerpo, logró derribar de un golpe en la mejilla a Sasuke, quien salió volando a 5 metros de donde estaba parado.

Todos miraron atónitos la escena.

Sakura ahogando su llanto, tomó su canasta y corrió.

"¡Sakura-chan! ESPERA"

"No vayas por ella… déjala sola un rato… No puede perderse en Konoha."

"Pero Kakashi… ella me necesita."

"No tanto como el entrenamiento que tenemos que comenzar." El hombre miró hacía donde se fue ella.

"Pero hoy es su cumpleaños…" murmuró Naruto con dolor. Karin volteó a verle con cierta pena y giró su rostro hacía aquella pequeña figura que desapareció en la esquina.

o-o-o-o-o-o-o-o

Sakura corría con torpeza por las calles de Konoha. A veces tropezaba con gente y esta pedía disculpas. Lloraba.

Y no entendía el porque en esos momentos.

Tal vez la humillación.

Tal vez el Kimono arruinado.

Y es que aquel Kimono se lo había regalado una persona especial y se había prometido que lo iba a cuidar.

"Tachi-chan…" balbuceó limpiándose las lágrimas mientras seguía corriendo. Tropezó, y esta vez alcanzó a amortiguar el golpe de su cara con sus codos y manos, los cuales se rasparon.

Siguió llorando.

Llorona…

Eres patética.

Eres frágil… tonta…

"¡BASTA!"

Quizás Tachi-chan se olvidó de ella, por eso no había ido a verla estas últimas semanas y quizás le prometió que la vería en su cumpleaños solamente para poder escapar de ella.

Ya no te quiere. Es un mentiroso.

"Mentiroso"

Sintió como unas manos grandes le levantaban. Observó a esa persona. Una máscara le cubría el rostro y ella aún así le reconoció.

"Tachi-chan…"

No le mintió, jamás volvería a dudar de él. Y le abrazó.

"Te extrañé."

o-o-o-o-o-o-o-o

El Uchiha regresó a su casa, era noche. Su madre le recibió cálidamente.

"Bienvenido Sasuke-kun."

"Hola mamá." Saludó Sasuke, quién fue directamente a la cocina y luego al refrigerador en busca del congelador.

"¿Sucede algo?" preguntó Mikoto mirándolo extrañado.

"Necesito hielo…"

Y Mikoto se dio cuenta del gran bulto que se le había hecho en la mejilla a su hijo. La piel del Uchiha estaba tan hinchada y roja que parecía que estaba inflándola o mascando algo tan voluminoso.

"¿Qué…. Qué te paso?"

"Un golpe mientras entrenaba." Mintió. No diría jamás que le pegó una mujer. Le había costado mucho convencer a Karin de que no abriera la boca, Naruto ni le dirigió la palabra después.

"Fue muy fuerte… ¿No te paso nada en los dientes?"

"Nada grave…" tomó una pequeña bolsa de hielo y se la colocó en la mejilla."

"Ve al baño, ahí hay un botiquín con un ungüento para acelerar el proceso de cicatrización, y toma las pastillas para el hinchazón…"

"Lo haré…" y se retiró.

Iba encaminándose al baño cuando la voz de a quien no había visto desde hace mucho y le extrañaba se escuchó en el pasillo de la entrada.

"Regresé."

"Bienvenido a casa Itachi-kun" saludó su mamá.

"Hola mamá."

"¿Cómo te fue en tu misión?"

"Bien" respondió el hijo mayor.

"Bueno, la comida esta lista… vete a asear." Y dicho esto la madre se metió a la cocina.

"De acuerdo."

El hermano mayor, era un ANBU, un modelo a seguir para el pequeño de Sasuke, se acercó a su hermanito, quien estaba parado enfrente del baño.

"Hola hermano"

"Hola hermanito."

Y se dio cuenta de la mejilla hinchada. El menor no pudo evitar sonrojarse.

"…."

"Que mal golpe… ¿Cómo fue?"

Sasuke suspiró, abriendo la puerta y metiéndose, buscando el botiquín. La humillación de quedar como tonto aun lado de su hermano tan perfecto. Le daba coraje que una pequeña niña logró derribarlo… Milagro… que no le rompió un diente.

"¿Y bien?"

El Uchiha menor rió.

"… No me lo esperaba…"