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Explosión Psíquica

En una lejana región, tal vez Hoenn o Sinnoh, se libraba una feroz batalla dentro de un volcán entre dos Pokémon. Uno de ellos era blanco, de apariencia humanoide y con una larga cola morada. El otro, era el Pokémon del volcán, Heatran.

-No podrás ganarnos, solo eres un Pokémon Psíquico… nosotros somos más poderosos -le dice un Gengar que aparece de la nada al Pokémon humanoide. Tenía una especie de control a remoto en una de sus manos- Heatran, ¡ataca!-dice, a la vez que aprieta uno de los botones de su mando.

En ese momento, Heatran ataca con un potente Lanzallamas, que el Pokémon consigue evitar.

-¿Qué está ocurriendo?-pregunta un joven Ralts a su hermana gemela.

-No lo sé… ¡¿y a que viene esto?! ¡¿Por qué tengo el pelo verde?! ¡Esto no se lleva para nada…!-.

-¡Y yo que sé! ¡¿No dices que tú no sabes nada?! ¡¿Qué voy a saber yo?!-.

-¡DEJAD YA DE PELEAR!-les grita una Gardevoir que les estaba acompañando- ¿Por qué no paráis nunca?-les pregunta al ver que se han calmado un poco.

-Jo… Jess… aquí eres tú la lista… ¡adivina lo que nos ha pasado! Parecemos personas… ¡pero no lo somos para nada!-le dice la Ralts.

-Ya… pero… para esto no tengo explicación…-dice colocándose bien sus gafas- Solo sé que estamos aquí y tenemos esta pinta desde que caímos en aquel lago…-.

-¡Mirad!-dice el Ralts señalando el volcán- ¡Sale un montón de humo!-.

-¿Que dices, Madison…? ¡Es verdad! ¡Parece que está en erupción!-.

Seguido esto, Madison y su hermana salen corriendo hacia el volcán.

-¡Madison! ¡María! ¡Volved aquí ahora mismo! ¡¿Es que no veis que es peligroso?!-les grita Jessica corriendo detrás de ellos con el fin de pararlos.

-Dime… ¿Qué se siente cuando un Pokémon Legendario como Heatran te da una paliza a ti, el supuesto Pokémon más poderoso del mundo?-le dice el Gengar al Pokémon humanoide, el cual se encontraba tendido en el suelo, casi debilitado- Mmm… creo que ya te has dado cuenta de que nuestras máquinas hacen mucho más poderosos a los Pokémon… ¿Cuántas veces dijo Mismagius que lo hacía? ¿Tres? ¿Cuatro veces más fuerte? No tienes nada que hacer… ¡Heatran! ¡Acaba con este cretino!-le manda al Pokémon Legendario a la vez que pulsa el botón de nuevo.

Heatran prepara un Sofoco.

-¡Como mola!-dice Madison, el cual había llegado antes que su hermana y lo observaba todo desde la parte más alta del volcán. Pero, desde allí no podía ver nada, así que intentó acercarse un poco más. Entonces, la roca en la que estaba sentado, se desprende de la pared y el pequeño Ralts cae en dirección a la lava.

En ese momento, el extraño Pokémon es alcanzado por el Sofoco y cae al suelo. Después de eso, escucha un grito y gira la cabeza fijándose en el Pokémon blanco que caía al vacío.

Con mucha dificultad, pero a la vez velocidad, el Pokémon blanco se levanta y se lanza a por el chiquitín.

Lo coge al vuelo y levita hasta una roca que sobresalía de la pared del cráter y se gira para lanzar un Híper Rayo que alcanza a Heatran, el cual es lanzado hasta Gengar y lo empuja a la lava. El Pokémon blanco se acerca levitando hasta el mando de control que había caído al suelo y lo pisa con fuerza para romperlo. Entonces, un pequeño chip que estaba colocado sobre la cabeza de Heatran se desprende y el Pokémon volcán vuelve a la normalidad y desaparece en una cueva.

El Pokémon blanco se acerca al chip y lo mira detalladamente unos minutos sin decir una palabra, sin otra opción que escuchar los desgarradores gritos de dolor y sufrimiento del Gengar.

-Esto… ¡disculpe, señora!-grita Madison.

-¿Eh?-el Pokémon blanco se gira y recuerda al pequeño Ralts.

Seguido esto, se acerca levitando al Pokémon.

-Perdona, pero… ¿me acabas de llamar "señora"?-le pregunta extrañado el Pokémon.

-Sip-responde Madison.

-No soy una chica-.

-Pues me lo pareces… eres rosa y lila… eso me parece mucho de chicas…-.

-Tú también tienes partes rosas, como esos cuernos que parecen lazos de tu cabeza… y además… tu evolución es una bailarina-le responde el Pokémon blanco.

-¡No son rosas! ¡Son rojos!-.

-¡Y yo no soy rosa! ¡Soy blanco!-dice el Pokémon enfadado.

-¡Madison!-grita una voz femenina.

-¡Jessica!-grita Madison.

-¿Quién es?-.

-Es mi hermana mayor… ¿podrías llevarme volando hasta ella?-le pregunta Madison.

-Lo mío es levitar, volar es lo que hacen los Pigdey-.

-Pig… ¿qué?-pregunta Madison confuso- Es igual… ¿me llevas?-le pregunta con los brazos en alto para que lo coja.

El Pokémon blanco lo coge y lo lleva fuera del volcán, el cual ya no expulsaba casi humo.

-¡Madison!-grita María al ver a su hermano gemelo-¿Quién es esta mujer?-.

-¡Que soy un chico!-grita el Pokémon.

-¡Este tipo tan raro me ha salvado la vida!-grita Madison mientras su hermana mayor lo coge en brazos.

-Valla… ¡gracias! Has salvado a mi hermano-le agradece Jessica.

-No es nada… mi deber es proteger a los Pokémon Psíquico-.

-¿Pokémon?-pregunta Jessica confusa- No es eso… ¿aquel juego/serie para niños?-.

En ese momento, Mewtwo nota un fuerte dolor en el hombro derecho.

Al mirarlo, puede ver una gran quemadura, creada por el Lanzallamas o el Sofoco de Heatran o, probablemente, en algún momento la lava lo haiga rozado.

-¡Dios mío! Esa es una fuerte quemadura… ¿te encuentras bien?-pregunta Jessica.

-Si… estoy bien… ahora, tal vez deberíamos irnos, este no es un lugar seguro-.

-¿Nos vas a llevar a casa?-pregunta María.

-¿Donde vivís?-pregunta el Pokémon.

-En Madrid-responde Madison.

-¿Ma… drid?-pregunta el Pokémon extrañado.

-¿No lo conoces?-se extraña María.

-No… si ese lugar existe, debe de estar muy lejos. Será mejor que os lleve a otro sitio…-.